Mi escena con Alice comienza, donde ella me canta y yo estoy en la otra parte de la habitación, llorando. Ella reza de que yo cambie, porque es la única que me amará de por vida y que seguiré siendo su niña preciada.
Llega mi parte y la hago a la perfección, justo como mi novio me ayudó a practicarla. Debemos pasar a la siguiente escena donde el personaje de Midge le tira huevos a Carrie desde la puerta de su casa. Así que Alice y yo estamos viendo hacia nuestros espectadores, donde distingo a mis Serpientes que han hecho carteles de "Hemos venido a ver a nuestra maravillosa Princesa" o, "Bendita sea la voz de Cam Russell! con muchas serpientes pintadas a los costados. ¡Qué ternura! Logro encontrar a mamá y a papá al lado de mi gorrito.
Sin embargo, cuando se levanta el telón de la casa de Carrie, la gente comienza a moverse desesperada. Cuando la mamá de Betty y yo volteamos, ella comienza a gritar como una maniática. Pero yo no me decido a más que actuar. La han colgado, tiene varios cuchillos clavados alrededor de su cuerpo y se pueden escuchar el ruido de las gotas de su sangre caer en la madera del escenario. Me hago de puntitas, para intentar ayudarla, sin más, mis dedos se dirigen a su cuello, intentando chequear sus latidos. Al no encontrar ningún signo de vida en ella, camino hacia atrás, tropezándome con mis propios pies, cayéndome de culo al suelo. Lágrimas corren todo mi maquillaje y observo la horrorosa escena, a medida que leo las palabras pintadas con su sangre.
"HE VUELTO DE ENTRE LOS MUERTOS, LOS QUE ANTES ESCAPARON, MORIRÁN, YA" -B.H
En medio de la locura, varias personas suben al escenario, entre ellas, el sheriff Keller, mi papá y mi mamá. Intentan salvarla, pero mi acción le ha explicado todo a todos, con mis ojos llorosos les di a saber que Midge está muerta. La madre de Midge está helada en su asiento, sin caer realmente en lo que realmente está ocurriendo. Alguien más sube y se coloca frente a mí. No es uno solo, son algunos Serpientes. Pero es Sweet Pea quien me toma en brazos y me levanta, y entre todos me alejan de la horrorosa escena. Busco a Jug con la mirada, y lo encuentro justo atrás del chico que me tiene aferrada, así que comienzo a tranquilizarme un poco. Es tan surreal... el mensaje...
B.H son iniciales de Black Hood, pero me doy cuenta de algo. También son las iniciales de alguien muy cercano a mí, Hal Cooper realmente es Hal Blossom. ¿Hay alguna posibilidad de que él sea el asesino?
Cuando me sacan de la escuela, me puedo parar por mí misma, pero no estoy congelada ni mucho menos cerca de un ataque de pánico, que es lo que Toni, Sweet Pea, Fangs y Jughead están atentos a que me pase. No obstante, me limpio mis ojos ahora negros por el maquillaje corrido y hablo agitada.
—Yo estaba ahí, ¿cómo no pude escucharlo? —Fangs está llorando, así que me acerco a él, para abrazarlo. No lo suelto, pero reconfortarlo me tranquiliza incluso más—. Fue todo en un segundo.
—El- ella... ¿cómo pudo ser posible? —Fogarty tiene un río en los ojos, así que intento limpiarlo con mi pañuelo. Pero cuando lo saco y lo veo ensangrentado, decido guardarlo otra vez.
—¿Están todos? —cuestiono, contando uno por uno de los que asisten al Riverdale High. Sí, están sanos y salvos—. Jug... tengo que preguntarte algo.
—¿Qué? —está un poco agitado, estaba asustado por mí, tenía miedo de que yo volviera a caer. Pero no le tengo miedo al Enmascarado Negro, no.
—Mis padres estaban sentados a tu derecha, ¿no es así? —él asiente, sin entender—. Hal Cooper debía sentarse a tu izquierda, ¿estuvo allí?
—No, no, se sentó antes de que arrancara la obra, pero diez minutos antes de que subieran el telón él se levantó y desapareció... —se piensa dos veces mis intenciones—. ¿Qué quieres decir?
Fangs se separa de mis brazos y recurre a Toni, quien lo ayuda a tranquilizarse.
—Creo que él es uno de los potenciales sospechosos a ser el Enmascarado Negro.
Alguien sale del establecimiento, lo reconozco al instante. Es papá, tapándose la boca. Está impresionado. Al encontrar a la mini muchedumbre de Serpientes, se acerca a nosotros un poco trastabillante.
—¿Están bien? —les pregunta a mis chicos, cuando ellos asienten apoya sus dos manos en mis mejillas, tiene los ojos un poco llorosos—. Oh Dios, C. Cómo agradezco de que no hayas sido tú... Era sólo una niña.
—Pa, ¿dónde está mamá? —le pregunto, al no verla.
—Han subido a Midge a la patrulla de Keller, fueron al hospital con su madre...
—Pero, ella está... —no puedo ni terminar la frase.
—Cam, su madre estaba en shock, creía que su hija todavía estaba viva. Debían llevárselas a las dos, cuando lleguen al hospital, tu madre y los doctores le darán la noticia, no podían hacerlo frente a todos los chicos.
—Serpientes, las que lo sientan necesario, preparen sus trajes —anuncio, al lado de mi padre—. Mañana tenemos que acudir a un funeral.
—Camille —me corta papá de un momento a otro, con preocupación—, prométeme que de ahora en más tendrás cuidado.
Frunzo el ceño, al no entender, pero es Jughead quien me da la respuesta final.
—El ángel de la muerte ha vuelto, y estás en su lista de víctimas, tú has escapado de él en el Parque Pickens —Los Serpientes endurecen, se ponen alertas. Incluso Fangs deja de llorar para ver mi respuesta.
—Entonces, tendré una excusa para cargar mi arma —meto mis manos en el traje de Carrie—. Y esta vez, si decide venir en mi búsqueda, apuntaré al corazón.
●
Mientras Cheryl canta en conmemoración a Midge, junto a las Vixens, la mayoría de la gente nos mira con los ojos desorbitados por haber traído rosas verdes y no blancas. Cada Serpiente tiene una para dejar sobre el ataúd.
Blossom rompe en sollozos casi en el final de la canción. Así que ocurre algo impredecible para mí, comienzo a cantar las últimas palabras.
—Tú nunca jamás caminarás sola —Cheryl me agradece, estamos frente a frente, el ataúd dónde Midge descansará eternamente nos separa.
Ella y las Vixens levantan los brazos.
—También siento que es mi deber decir que... como las Enirias de la mitología griega, que buscaban sin descansar la expiación con sangre cuando se cometía un crimen, las Vixens y yo no descansaremos hasta que el responsable de la muerte de nuestra hermana reciba el castigo justo.
Entonces, hago algo que me sale del fondo del alma, otra vez.
—Señora Klump, puede contar con los Serpientes —ella, destrozada, no puede evitar sorprenderse—. Haremos lo posible para encontrar al culpable de lo que le han hecho a Midge.
Mis chicos y yo nos acercamos al ataúd y cada uno deja las rosas en silencio, que superan al número de las blancas. Y eso que solo son los adolescentes.
—¿Por qué verdes? —susurra ella, entre hipidos.
—Porque son Serpientes, y tienen que tener todo del mismo color que su estúpido logo —nos insulta Reggie. Yo me volteo, mirándolo con los ojos abiertos. ¡Es un maldito funeral! ¡Es la muerte de la hija de esta señora!
Cierro los ojos rápidamente y vuelvo a encarar a la madre de Midge, con una sonrisa melancólica.
—Las rosas verdes significan esperanza y descanso eterno de la juventud —explico, con los ojos levemente llenos de lágrimas—. Son para que ella permanezca hermosa y tierna durante toda la eternidad. Lamento si la hemos ofen-.
Ella me corta rápidamente, las lágrimas vuelven a caer por su cara y me sonríe.
—Gracias, gracias chicos —mis polluelos le hacen una leve reverencia y retroceden, fulminando con la mirada a Reggie, quien recibe una reñida de parte de su madre.
●
—Tengo una teoría —dice Jug apenas nos sentamos en Pop's. Lo miro para que oculte mis sospechas sobre el papá de Betty y él asiente—. Es un asesino imitador. ¿Y quién apareció casualmente en Riverdale justo después de que mataran al Sr. Svenson y lleva dándonos vibraciones horribles desde entonces? Chic, y su carácter cuadra.
Hay algo que no me cuadra cuando Betty aprieta la pierna de Jug antes de hablar, sorprendiéndolo.
—Chic está aquí porque fui a buscarlo al hostal —le recuerda—. Y sí, es raro, pero no conocía a Midge, así que a otra cosa...
—¿Y si el señor Svenson no era el Enmascarado Negro? —yo asiento, pensando lo mismo.
—Archie, estuvimos allí cuando murió.
—Lo sé, pero que llevara una capucha esa noche no lo convierte necesariamente en el tipo que le disparó a Fred —explico yo—. Y que ahora ha matado a Midge. Yo tengo dudas si él realmente era el Enmascarado.
—Svenson me obligó a enterrarlos vivos. Se cortó un dedo y me lo envió.
—Puede que el Enmascarado real se lo cortara porque estaba trabajando con Svenson —me apoya Archie. Puede ser, es más entendible que lo de Chic.
—¿Y Svenson se habría dejado mutilar? —agrega Ronnie.
—Miren, lo que C y yo intentamos decir es que quizás el Enmascarado Negro esté vivo —Archie sigue explicando—. Miré a los ojos al Enmascarado Negro y no eran los de Svenson.
Al salir, Juggie decide preguntarle a nuestra rubia amiga.
—Betty, ¿cómo sabemos que Chic no tiene nada que ver con Midge? —me mira de costado—. Es el mismo que mató a un tipo con una lámpara en tu cocina.
Caminamos poco a poco hacia la motocicleta de él.
—Ya, bueno, Chic tenía un motivo, proteger a mi madre. No conocía a Midge, ¿qué razón iba a tener para matarla?
¿Y qué razón tendría tu padre para hacerlo? No lo sé, pero mi corazonada con el señor Cooper es demasiado fuerte. Dos letras se repiten en mi mente constantemente, BH, Black Hood, HB, Hal Blossom HB, Hal Blossom, HB, Hal Blossom.
—No lo sé —lo piensa, sacándose su gorrito poniéndose el casco. Yo aprovecho y tomo el mío—. Pero tiene un pasado violento y se asocia con gente igualmente violenta.
Ella no dice más nada, así que la despedimos y nos dirigimos a casa, donde él me dejará y cambiará rumbo a Southside. El sheriff Keller quedó que a las diez de la mañana pasaría por casa, a interrogarnos.
●
—Puede que debamos investigar a Chic —anuncia Betty cuando estamos bajando las escaleras de la escuela. Le tomo la mano a Jug, sólo por el simple hecho de que quiero tenerlo cerca.
—¿Has descubierto un motivo? —pregunto, interesada.
—Aún no. Pero hay algo que podría conectarlo con el señor Svenson. Es endeble, pero ambos pasaron tiempo en las Hermanas de la Misericordia.
—La teoría de Archie de los Enmascarados múltiples... podrían estar compinchados —¡es lo que yo digo!
—Es poco probable, el señor Svenson es mayor que Chic, pero trabajó unos años como encargado.
—Puede que sus caminos se cruzaran —opino yo, parando en medio del pasillo.
—Sí.
—Vale la pena hacer una visita —Juggie me suelta la mano y se adentra en su clase.
Bueno, no me queda de otra que ir a matemática.
●
—Nos volvemos a encontrar, señorita Cooper —dice la señora, para luego mirarme a mí—. Te he visto de algún lado, ¿ya nos conocíamos?
—No, al menos nunca habíamos mantenido una conversación —respondo al instante para que no se dé cuenta de que yo le arrebaté a Cheryl hace tan solo unos días—. Quizás de la primera vez que Betty vino, él y yo la acompañábamos.
Ella asiente, recordando, así que vuelve a retomar el tema. Puf, yo tranquilamente podría ser un agente encubierto del FBI.
—Necesitamos información sobre mi hermano, Charles Smith —declara la rubia con total seriedad.
—¿Sabe si Charles coincidió en el tiempo con el señor Svenson? —pregunta mi novio, agregando algo más—. Era su encargado.
—Soy muy consciente de quién era el señor Svenson y en qué se convirtió —afirma, pero dudo un poco. Ese señor era un amor, cuando no me estaba obligando a meterme a ataúdes.
—¿Podríamos ver los archivos de Charles para ver si coinciden con las fechas? —le pido con mi mayor cara de ángel, pero no creo que acceda, ella tiene cara de bulldog, y no de los jugadores de fútbol, sino de la raza de perro.
—¿Tienen una orden judicial que avale esa petición? —demonios, justo eso me estaba faltando. Me la olvidé en el auto, okey no.
—No —dice Betts, sonriendo de costado. ¿Qué trae entre manos Nancy Drew?—. Pero soy prima de Cheryl Blossom, que acaba de escapar de su campamento secreto para la reeducación de los gays, así que, a menos que coopere, volveré con una orden judicial y el FBI para que les cierren esto.
¡WOOOOOOOOOW, en tu cara, vieja!
—Aparentemente, Charles huyó hace nueve años —dice Jughead, analizando la información—. Así que habría coincidido con Svenson por al menos dos años.
Betty da vuelta las hojas, revelando unas imágenes que no son de Chic. ¿Qué carajo está pasando aquí?
—Un momento. Hermana, ¿seguro que es el archivo de mi hermano?
—Sí, querida —nunca había escuchado un querida tan falso—, Charles Smith. Es su foto.
—Ese no es su hermano, Hermana Woodhouse —intervengo, ya un poco harta.
—Estoy segura que sí, jamás olvido a mis niños —que lo haya dicho de esa forma me provoca náuseas—. Además, se ve el parecido claramente.
Es escalofriante, pero el niño de la foto tiene la misma contextura facial que Alice, Betty y Polly.
●
—Menudos detectives somos —se queja Jughead a medida que entramos a casa de Betts—. Deberíamos haber ido allí hace semanas y averiguarlo.
Caminamos hasta la cocina, donde la rubia nos había ofrecido un café, té, para mí, cuando nos encontramos a... el chico que no sabemos quién es junto a Alice.
—¿Averiguar qué, Betty?
—¿Qué hace aquí, mamá? —mi mejor amiga está de los nervios. Y realmente no tengo idea de cómo va a reaccionar desde ahora.
—Llevé a Chic a la comisaría para la declaración —responde ella sin más—. Y lo he invitado a cenar.
—Genial, salvo que ese no es Chic —okey, eso fue muy directo, demasiado, quizás.
—Vale, ya basta de melodramas, Betty, están tus amigos.
—¡No lo es! —exclama ella, intentando llamar la atención de su madre.
—Betty...
—¡Cállate la boca, impostor! —grita de repente Jughead y mentiría si digo que no me asusté de tal forma que casi pego un leve saltito.
—Los chicos y yo hemos hecho una visita a las Hermanas de la Misericordia —la señora Cooper nos observa en busca de una mentira, pero nosotros asentimos, dándole la razón a nuestra amiga, quien saca la imagen para mostrársela—. Este es tu hijo real, mamá, no este estafador.
—No lo comprendo —tartamudea ella, mirando la foto atentamente y comparándola con Chic.
—Yo sí —sonríe de costado—. Betty ha ido por mí desde el principio. Nunca quiso un hermano.
—¡Tú no eres mi hermano! —esto es muy intenso, carajo.
¿Isaac es mi verdadero hermano? sí, tenemos videos de cuando éramos pequeños, así que síp, es mi hermano.
—¿Qué es esta foto? ¿Qué significa todo esto? —Alice no puede atar los cabos por sí misma, al parecer.
—Es lo que intentamos averiguar, Alice, la verdad —declaro yo, acercándome poco a poco a Chic por detrás, junto a Jug.
Él se siente amenazado, así que toma un cuchillo y corta a Alice, intenta hacerlo conmigo, pero yo me agacho y Juggie como puede lo esquiva. Enojada porque intentó lastimar a mi amado, le pego de lleno en el estómago a medida que Betty le da con el palo de amasar en el rostro, noqueándolo.
Lo llevamos al sótano, lo atamos a una silla y esperamos a que despierte. Cuando lo hace, está confundido y "asustado".
—¿Qué está pasando? —pregunta—. Mamá, ¿por qué...?
—Calla —lo corta figuradamente su "hermana"—. Basta de fingir. Es hora de dar respuestas.
—Puedes empezar por decirnos tu nombre real —interroga Jug, quien está duro como una piedra y no de la forma en la que me encantaría.
—Soy Chic. ¡Mamá, por favor, desátame! Tengo miedo —intenta jugar a la víctima, pero nadie cae.
—Debes haberlo conocido —le digo—. Al hermano de Betty.
—Cuando mi madre y yo fuimos al hostal buscando a Charles Smith, nos enviaron a tu habitación —inquiere la rubia—. Así que, ¿por qué te hacías pasar por él?
—Nunca dije que fuera Charles Smith —confiesa, siseando—, dije que era Chic.
—¿Pues dónde está Charles? —le cuestiona Alice, con los ojos llenos de lágrimas—. ¿De dónde lo conoces?
—Nos conocimos en las calles y luego nos mudamos a ese cuchitril. Me habló de ustedes, de los Cooper. Su familia perfecta de Riverdale. La que lo dio en adopción. La que no lo quería ni lo buscó jamás. Un día, llamó a la puerta y le abriste tú, Alice. Prácticamente se la cerraste en las narices. Dijiste: "no nos interesa". Lo recuerdas, ¿verdad? —lo está haciendo a propósito, sin tacto para quebrar a Alice en dos—. Charles pilló una buena aquella noche. Tuvo una sobredosis de Jingle-Jangle.
La señora Cooper, sin poder aguantar más, se da media vuelta y corre envuelta en lágrimas. Betty se limpia las suyas y nos pregunta antes de desaparecer.
—¿Pueden vigilarlo?
Pasa una hora, y cuando Jug decide subir para ver cómo está Betty, me envía un mensaje.
"Cam, sé que tú puedes sola con él. Betty y yo debemos ir a Centerville a recaudar más información para culparlo."
Miro de reojo al rubio, quien está en estado vegetativo mirando fijamente al techo. Tecleo algunas palabras.
"No hay apuro, tómense todo el tiempo que necesiten, necesitamos descubrir a este maldito".
Esto va a ser fácil, cuidarlo cuando está completamente atado, así que doy vueltas por el sótano hasta que encuentro algo, una revista con sudokus. No es mi juego favorito, pero es lo ideal para matar el tiempo. Así que saco un bolígrafo, que siempre llevo en mi chaqueta, me siento cómoda en un sofá medio viejo y comienzo a jugar.
La tarde pasa rápido, y cuando me doy cuenta, dos de mis personas preferidas ya están aquí, en busca de más respuestas.
—Sabemos que mataste a mi hermano —acusa Betts y no puedo evitar abrir los ojos sorprendida, eso no me lo esperaba. Me tomó desprevenida.
—Venga ya, ¿lo dicen en serio? —él se les ríe en la cara.
—Tu vecina los oyó discutir —refuta ella—. Vio sangre, en cantidad. Admite lo que hiciste, Chic.
—Admito que tu hermano era un drogadicto... —Jughead explota y le pega un puñetazo en la barbilla. Se lo merecía, la verdad.
—Adelante, golpéame todo lo que quieras —sigue riéndose, nada más que ahora con la boca toda ensangrentada—. No me matarás porque tienes miedo. No me dejarán libre porque les preocupa que cuente lo del tipo siniestro.
Cansada de toda la situación, saco mi navaja y me acerco a él, pasándola levemente por su cuello, apretándola poco a poco hasta ver sangre cayendo lentamente por su cuello. Lo miro fijamente a los ojos, para que vea que no le estoy mintiendo.
—Yo no te tengo miedo, puedo apuñalarte fácilmente, y mataría dos pájaros de un tiro —acerco la navaja apenas ensangrentada y paso mi lengua por ella, para agregarle dramatismo y hacer que se cague hasta los talones—. Primero, Betty se desharía de un problema, y segundo, nunca confesarías lo que pasó con Dwayne. Así que, dinos la verdad sobre el hermano de Betty.
La última oración la digo mientras lo ahorco con mis propias manos, para asustarlo más. Sin embargo, cuando lo suelto, sigue riéndose.
—Ya lo he hecho, Cam —mira a Jughead con una sonrisa de suficiencia—. O puede que no. Nunca lo sabrás.
En el momento que Betty sube hacia el living, Juggie comienza a golpear a Chic, en búsqueda de más respuestas, lo que llevamos haciendo el día entero. Tengo que correr un poco la mirada ya que la escena logra shockearme un poco.
—¡¿Qué creen que están haciendo?! —grita FP, separándonos a mi novio y a mí. Por como aprieta mi chaqueta, está enfadado.
—Hacer que hable —responde su hijo, con enojo.
—¡Y una mierda! —nos arrastra a los dos fuera de la casa de los Cooper. Cuando estamos bastante lejos, nos pega un empujón que debo atajarme con el cuerpo de mi gorrito para no trastabillar—. ¡No es asunto de ustedes, chicos!
—¿Vamos a dejar a Betty y a Alice solas en una casa con un asesino en potencia? —exclama Jones menor, frustrado.
Avanza para pasar por sobre su padre para volver a entrar en la casa, pero FP lo detiene de forma instantánea, enredándose en un forcejeo.
—Escúchame, ¡Escúchame! —lo hace retroceder, y ahora nos habla a los dos—. Después de lo que le hice a Jason Blossom, no puedo... ¡No dejaré que se acerquen! No es nuestra casa, Jug, no nos corresponde. Si fuera la casa de C, yo mismo te ayudaría, pero no con los Cooper. Tienen que decidir lo que quieren hacer, cómo quieren que esto termine, y luego las ayudaremos.
Los tres intentamos ralentizar nuestras agitadas respiraciones. Yo asiento, realmente está en lo correcto. Pero su hijo sigue sin estar de acuerdo. No haré que las cosas empeoren, necesito pasar tiempo con papá y mamá.
—Creo que ustedes dos tienen mucho de qué hablar, y yo me encuentro totalmente agotada, así que... mejor me voy a casa —Juggie toma suavemente mi muñeca cuando me volteo para irme, así que giro lentamente, deposito un beso en sus labios, uno en la mejilla de FP y me voy, soltándome del agarre de mi pelinegro.
Tengo que dejar de meterme en los dramas de los Jones y comenzar a preocuparme por los míos.
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TENÍA QUE ACTUALIZAR EL LUNES Y NO ME HICIERON ACORDAR, MAMAHUEVOOOOS JAJAJAJAJAJAJA