—Todoroki... Oye Todoroki, te estoy hablando...- hablaba una pelinegra recostada en la cama, había estado preocupada desde hace días al ver que su pareja no parecía estar concentrado como cualquier otro día. —Todoroki... ¿De verdad me escuchas?
—Lo lamento, ¿qué pasa, Yaoyorozu?— Apenas y respondía después de estar fuera de órbita.
—Llevas un buen rato despierto, desde las seis, ¿ya viste qué hora es?. En un rato más tendrás que ir a la oficina de nuevo. — Respondió con preocupación y un pequeño sentimiento de molestia.
—Oh, cierto. Ya van a ser las nueve de la mañana, tengo que apurarme; por cierto, ¿qué tal te sientes? ¿Cómo va el desarrollo de tu quirk? ¿Ya puedes crear algo?
—Puedo, pero no algo muy grande, solo objetos pequeños. Recuerda que el médico dijo que dentro de unos meses podría volver al trabajo de nuevo e incluso hablé con Midnight sobre la posibilidad de entrar a su despacho de héroes. Me dijo que me recuperara y que después hablaríamos. — En su rostro de la pelinegra se veía una sonrisa un tanto forzada y con tristeza detrás de eso pero no quería poner a su pareja en preocupación.
—Me alegro, mientras estés tomando tu medicamento y cumplas con la rutina que te envió el doctor todo irá bien. En cuanto a lo de Midnight me gustaría que te quedaras un par de meses más, no me gustaría que algo te sucediera y terminaras como...
—¿Uraraka?... Todoroki, a ella no la metas en esto...— decía con una expresión de suma seriedad, en un inútil intento de no dejar escapar una o dos lágrimas de su cara —Por favor, no lo hagas, ¿quieres?... Sé que aún estás preocupado por mí pero no tanto como yo lo estoy por ti.
—Yaoyorozu...
—Cada mañana que te vas, siento un dolor en mi pecho, pienso que podría sucederte algo en uno de tus trabajos, exponiendo tu vida y poniéndola sobre aquel los civiles que podrían estar en peligro y si algo te llegase a suceder yo... no soportaría la idea de que tenga que ir a verte al hospital... No podría...— Sin poder más, se soltó a llorar, abrazándolo, aferrándose a él como si no volviese a verlo nunca más. La pelinegra no hizo más que voltear el rostro del joven y plantarle un beso y derribarlo, al separase, estos quedaron tendidos en la cama, abrazados, sintiendo el amor y el calor que le transmitía el uno al otro con ese abrazo.
—Yayorozu, se lo preocupada que estás, pero... Es algo que tengo que hacer, tanto como héroe como un hombre. Tengo que cumplir mi palabra, y salvar a tantos como pueda. Estaría mintiéndote si te digo que nada malo me pasará, ya que no tengo ese don, sin embargo puedo asegúrate que, regresaré a casa.
—Más te vale, Todoroki Shōto — Un cálido abrazo sujeto al joven haciendo que el íntimo momento sea un espacio fuera de todo peligro. Se sentían seguros en los brazos del otro, una escapatoria de la realidad dolorosa que ambos debían enfrentar.
En algún lugar de Tokio...
— Ya es la tercera vez que vengo al hospital esta semana y siempre es lo mismo, aún no hay avances con la "señorita Uraraka"— Habló en voz alta mientras se encontraba caminando en los largos pasillos blancos. Su semblante de frustración e importancia solo lo hacía lucir aún más imponente.
—Sí que tarda este muchacho, creo debo darle unas lecciones de Puntualidad aunque... Te pareces tanto a Kirishima, TetsuTetsu.— Soltó bufando una pequeña risa. —Si no llegan pronto, no podré darles un "aventón" hasta su oficina.
Iida Tenya, también conocido como ”Ingenium" en el mundo heróico. Aclamado por la prensa y la misma población por ser eficaz durante la presencia de un problema, teniendo el reconocimiento de sus compañeros incluso, mantenido su actitud de mostrarse recto y firme ante todo, llamaba la atención no sólo de los niños, chicas y chicos en todo el país se veían interesados por él, sin saber que ya estaba comprometido.
Una notificación en su teléfono lo desvío de sus pensamientos negativos, atendiendo a él como es debido.
[De: Desconocido
Asunto: Deku
Encuéntrame en frente de la estación de policía, estaré en una motocicleta color negro, tengo información de tu amigo muy valiosa, pero te costará caro. Estaré a las 17:00, puntualidad por favor, Ingenium-san, o mejor dicho Iida Tenya-san.]
Podia sentir el enojo recorriendo la sangre, apaciguando este mismo pensando en el objetivo de este mensaje. ¿Quién podría ocultar la dirección del remitente? Mejor dicho ¿Cómo encontraron su dirección privada?
—Hagakure debe saber algo... — Dejo aquellos pasadizos blanquecinos yendo hacia su taller. Debía saber de dónde provino el mensaje.
—¿Iida? ¡¿Iida?! — El peligris vió su silueta del mayor saliendo del hospital — ¡Regresa por favor, también voy tarde! Ahhh, se fue.
—Oye, Tetsutetsu, para un taxi, no podemos llegar tarde con Fourth Kind de nuevo, no quiero que nos pongan otra semana de servicio comunitario.— Habló su mejor amigo, Kirishima. — ¡Vamos! ¡Se nos hará tarde!
—Esta bien, pero llegando tú tendrás que explicarlo todo, no puedes decirle que llegaste tarde solo por verte con Ashido otra vez... — Expresó molesto TestuTestu con una sonrisa en su cara.
—¡Oye!, no la vuelvas a meter en esto a ella, ¿quieres?.— le decía Kirishima un poco sonrojado al recordar su pequeño encuentro de esa mañana, mientras que su amigo sólo miraba la expresión de su compañero un poco apenado.— Solamente pase a saludarle, ¿si?. No sucedió nada más. Fuera de eso, veníamos a ver a Iida para que nos apoyará con el "transporte". Sabes que siempre pasa a ver a Uraraka.
—¡¿Ehhh!?, pero si ya llevan un mes de noviazgo y ¿aún no lo han hecho? — Con burla quiso reír pero un pequeño codazo lo alcanzó.
—¡Idiota!, es normal que no lo hayamos hecho todavía, aparte, es algo que decidimos ella y yo... El esperar el momento hasta que estemos listos para hacerlo, aparte, es la primera vez para ambos...— Tetsutetsu contenía la risa al ver que el rostro de su amigo se había tornado de un rojo parecido al de su cabello. —¡No te burles!, mejor apresúrate a parar el taxi... Ya siento los nudillos de Fourth Kind golpeando mi frente.
—Ya ya, deja de lloriquear y mejor empieza a pensar en una buena excusa para nosotros.
—Siento que esta será una semana muy ajetreada. — Soltó un suspiro pesado el pelirrojo.
Con Yaoyorozu.
—Todoroki, me dijo Jirō que le gustaría salir con nosotros en esta semana, ¿crees poder?.— Le mencionó esta a su pareja en una llamada ya que este, jamás, ni por ocurrencia abría los mensajes que le dejaba está en su chat casi todos los días con la excusa de que es demasiado tedioso durante el trabajo estar con el celular debido a que su padre le había llamado la atención desde aquella vez que lo vio atendiendo el chat en medio de una conferencia...—Si no puedes, entenderé. Estás muy ocupado en el trabajo y de repente salgo yo con este tipo de cosas, ¿no?. Si quieres canceló la salida y le digo que lo movamos para otro día, ¿sí?
—No, me parece una buena idea. Hace tiempo que quiero salir... Solo mándame la fecha y hora, ¿quieres?. Esta vez sí leeré el mensaje para agendarlo y pedir permiso en el trabajo.
—¡Sí! ¡Lo planearé todo para nuestra cita doble!
—¿Doble? ¿también irá Kaminari?
—Sí. De hecho, también hablé con Kaminari y me dijo que tiene algunas cosas de que hablar contigo.
—¿Cosas?... Bueno, ya veré con qué ocurrencia sale ese chico... Ah y una cosa más, Yaoyorozu.
—¿Si, que sucede, Todoroki?
—¿Mañana iremos a visitar a mi madre, está ansiosa por conocerte y pasado mañana iremos a cenar con mi padre y mis hermanas. ¿Te parece bien?
—...
—¿Yaoyorozu?
POV Yaoyorozu.
¡¿Los padres de Todoroki!? ¡Aún no estoy lista!. ¡No hay nada en mi ropero, no he visitado el centro comercial desde aquel accidente, no sabría que vestir!, ¿¡y si no les gusto lo suficiente, y si no me aprueban los padres de Todoroki!?, o ¿acaso será para pedirme matrimonio?, ¡pero si llevamos cerca de unos meses saliendo, y aunque no lo negaría, es muy pronto todavía!, ¡ya se, Jirō y las chicas deberían saber qué sucederá, tengo que hablar con ellas!
-Yaoyorozu, ¿estás ahí?-
-¡P-por su puesto que sí!- le gritaba por la bocina como si hubiera sido la invitación de su vida... Y sí que lo sería.
-Me alegro, Yaoyorozu. Bueno, luego hablamos, un beso.-
-Colgó... Bueno eso no importa por qué es momento de una reunión importante... ¡Mañana será mi gran día!.- O al menos eso creyó.