Siempre miraba escenas de besos, ya sea en las parejas en la calle o en la televisión. Mirando impresionada como aquellos labios, masculino y femenino, conectaban tan bien empezando con un vaivén muy apasionado y si siquiera dejar respirar al otro. Haciéndola sonrojar como a una amapola avergonzada.
Esos besos que se deban los protagonistas de sus novelas favoritas y películas.
Escuchándose muchos Chu, uno tras otro.
—Chu—pronuncia cerrando sus ojos y lanzando un casto beso a su querido oso de felpa azul, para luego abrir sus ojos sonrojada, y pensar abochornada ¿Qué se supone que estoy haciendo?
Pues sencillo, ella quería saber que se sentía recibir un beso, sentir y escuchar por primera vez un chu verdadero.
Si, ella aun no había dado su primer beso.
Suelta un largo suspiro y se recuesta en su cama, mirando algún punto interesante en el techo de su cuarto. De no ser por su mejor amiga Ino, ella no estuviera teniendo mucha curiosidad en esos momentos.
— ¿Chu?
Hinata parpadeo sonrojada a lo que decía su amiga rubia.
—Si Hinata, acabo de dar mi primer Chu—comenta la rubia de ojos azules completamente feliz, abarcando su cabeza en ambas manos mientras disimuladamente echa un vistazo a un de chico de cabello azabache sentado a tan solo tres mesas de ellas, que cuando las ve saluda totalmente sonrojado, siendo correspondida Ino de igual manera.
— ¡Te distes un beso con Sai-kun!—se sorprende y Ino le pide que guarde silencio.
—Silencio Hinata, aun no quiero que se sepa, no aun al menos—pone un dedo frente a ella. Hinata solo se encoge de hombros—. Es que quiero conocerlo mejor, pero sin duda ese beso fue tan mágico—y una gotita resbala por la nuca de Hinata al ver que la rubia se había perdido en sus pensamientos.
Y sabía que de ahí no saldría en un buen rato.
Sonrió.
Dejándola tranquila, se giro quedando de frente al pizarron, en eso bajo su mirada sonrojada y tantea sus labios.
—Chu...
Nunca había estado tan interesada, pues nunca había tomado ese tema tan a la ligera, si llegaba a ocurrir pues que ocurriera.
A su momento claro.
Pero Ino había calado cierta curiosidad en ella por saber cómo se sentía recibir un beso.
Y el problema es que no tenía con quien, tenía varios pretendientes pero ninguno le gustaba como para que ese sea el merecedor de robar su primer beso.
Tenía que ser alguien que con solo verlo, su corazón latiera apresuradamente, sus mejillas se arrebolaran de inmediato, sus piernas temblaran y sintiera esas extrañas pero agradables sensación de maripositas en el estomago.
Se sentó en su cama, y apoyando su cabeza en el puño de su mano lanzo un sonoro suspiro, ninguno había podido llegar a hacerla sentir de esa manera.
Ni siquiera Sasuke, que era el chico más guapo de su clase.
Un escalofrió la recorrió por toda su espina dorsal al pensar en el oscuro muchacho. De no ser por que de vez en cuando el chico medio sonreía, pensaría que ni siquiera ta "vivo".
Rió con eso.
—De no ser por que te conozco hermanita, diría que ya estas Kuku kuku~
Hinata viro su rostro a la puerta, y se encuentra nada menos que con su hermana menor. De cabello castaño corto, un poco alta su edad y ojos color perla, así como los de ella.
Extraños pero hermosos, según mucha gente.
— ¡Hanabi! Que te he dicho de entrar a mi cuarto sin tocar—chilla sonrojada, pues tenía miedo a pensar que su hermana la haya visto hace rato darle besos a su oso de felpa favorito.
—Corrección hermana, la puerta estaba completamente abierta—y se sienta en el sofá que quedada de esta—. Pero tranquila, no creo que nadie, a parte de mi, haya visto tu escena de románticos Chu hacia tu osito—y ríe a carcajadas a ver la cara completamente sonrojada de Hinata.
— ¡Hanabi!
—Tranquila hermana, no le diré a nadie sobre tu relación en secreta con tu oso—se carcajea, pero se detiene al instante al recibir en plena cara una almohada de parte de Hinata.
— ¡No seas tan mente de pollo Hanabi!
— Y lo dice la que le lanza besos a un oso...
Hinata la fulmina con la mirada, para luego suspira derrotada. No podía defenderse, no tenia argumento alguno para eso.
— ¿Y por qué lo hacías hermana?—pregunta Hanabi curiosa. Hinata solo vira su rostro haciéndose la desentendida y por ultimo se encoje de hombros—. ¿Eh?
—Solo estaba aburrida, es todo Hanabi.
—Mmmm pues para eso están las redes sociales.
— ¿Y crees que yo soy como tú?, que me la paso todo el día conectaba, tan solo para ver las publicaciones de Konohamaru-kun—y ahora era el turno de Hinata reír a carcajadas, pues la cara de Hanabi era todo un tomate en ese momento.
Hanabi frunce el ceño, y se levanta de inmediato.
— ¡Yo no hago eso!—y abandona la habitación completamente avergonzada. Porque su pequeño secreto, no sean tan secreto como pensaba.
Hinata ríe aun más, y al menos pudo ahuyentar a Hanabi con eso, pues conociéndola, no se hubiera ido de ahí hasta que algún argumento creyente que dijera le pareciera el correcto.
Suspira y vuelve a recostar en su cama, llevando su mano a sus labios.
Chu
— ¡Hinata!
Se sobresalto y despertó del pequeño sueño que había tomado, por el repentino ese grito de su madre. Se levanta rápidamente y coloca una chaqueta rápido al estar en pijama. Cuando se iba acercando a la sala principal pudo ver a su madre junto a Hanabi quienes hablaban con alguien.
Termino de cruzar el arco rápido para ver que sucedía y ocurrió inexplicablemente, así tal cual cuento de hadas... Sus mejillas se sonrojaron, su piernas temblaron, y llevo una mano a su estomago, sintiendo aquellas sensaciones de maripositas en aquel lugar. Pero como no hacerlo, allí frente a ella estaba un chico alto, rubio, de bueno porte y lo más hermosos ojos azules que había visto en su vida.
—Hinata ¿estás bien?
la ojiperla parpadeo aturdida y mira al rostro de su madre, quien se le había acercado tomando su brazo preocupada. Hinata asiente sonrojada, ¿por cuánto tiempo se había perdido en sus pensamientos?
Entonces miro al chico disimuladamente y su sonrojo se identifico al ver que este le miraba con una media sonrisa en su simpático rostro.
¿Por qué le sonreía tan confiado?
—Las he llamado mis hijas, para decirle que Naruto-kun se quedara por unas semanas aquí, ya que su mamá me pidió el favor. Ustedes deben de recordarlo ¿no?—comenta Hana sonriendo. Hinata le mira extraña, sorprendida y...¿Feliz?—. Bien yo debo irme a comprar unos cosas al super mercado, Hanabi vamos—agarra un bolso y Hanabi la sigue dando pequeños saltos, y antes de salir—. Hinata, muestrale la habitación de huéspedes a Naruto-kun, por favor.
Y todo se quedo en silencio. Hinata miraba sonrojada por donde su mamá se había ido junto a Hanabi, entonces voltea, trato de relajarse y una sonrisa apareció en sus rosados labios.
—Bien, Naruto-san sígueme por favor— y empieza a caminar hasta las escaleras.
—¿Naruto? si yo me recordaba siempre me llamabas por mi apodo de niño, te parecía mas divertido—comenta el rubio sonriente parando a Hinata inmediatamente—. ¿Acaso en verdad te has olvidaste de mi Hinata?
Hinata se volteo y su boca se convierte en una gran O.
—¿Menma?—se acerca hasta el impresionada.
—Él mismo—comenta y se acerca a ella—. Te extrañe mucho Hinata—y la abraza.
Sintió su corazón como loco y sus mejillas se arrebolaron de nuevo ese día. Sus brazos estaban sueltos, y de un momento a otro ya estaban abrazando al rubio.
***
Ambos reían.
Estaban en la habitación de la ojos perla, ella en la cama y el rubio en el sofá, ambos recordando viejos tiempos de cuando eran pequeños.
—Y entonces en vez de caerme la mermelada a mí, cayó en tu padre y bueno ya imaginaras su cara—relata el rubio haciendo reír a aun más Hinata.
—Si, lo recuerdo, me acuerdo también que tu mamá empezó con la guerra de comida.
—Sí, pues quien más que ella para empezarlo.
Hinata asiente sonriendo y luego vira su rostro, de momento a otro todo se había quedado en silencio. Naruto suspira y lleva una mano a su nuca en un gesto nervioso.
—Sabes Hinata, también hay otra cosa que yo, bueno, que no se si te acuerdas—Hinata le mira curiosa. La mejillas se Naruto se arrebolaron un poco—.Tú, bueno, cuando éramos pequeños prometimos que cuando fuéramos grandes, nosotros...
Hinata no sabía porque pero su corazón volvió a latir muy fuerte.
—...Nos daríamos nuestro primer beso.
Hinata llevo una mano a sus labios por inconsciencia, y su sonrojo se extendió en todo su rostro.
—¿Eh? n-nosotros—entonces ese momento llego a su cabeza y casi cae de espalda nerviosa.
¿Como había podido olvidar algo así?
—S-si bueno, éramos niños pero...—Naruto también estaba algo colorado, y mas nervioso—...Yo enserio me lo tome como una promesa de vida, y yo hasta ahora...
Hinata parpadeo sorprendida. Él acaso no...
—Hinata, tú, ¿ya distes tu primer beso?—pregunta.
Hinata baja su mirada seguido llevo su mano a su corazón al comprender; El había esperado hasta ahora para dar su primer beso, como habían prometido de niños, eso se le hacía tan tierno.
Niega y ve como él sonríe emocionada. Se levanta y se sienta junto a ella en la cama, y con una mano toma su mentón con delicadeza, haciendo que se volvieran a mirar.
—Tú, me permitirías, que yo...—la mira directamente, haciendo que ella se sienta más nerviosa.
¿Permitiría que él diera su primer beso?
Pero viéndolo hay a milímetros de sus labios la hacía sentir tan bien y segura. Y aquel aliento mezclándose con el suyo, era tan maravilloso. Y entonces Naruto en un asentimiento por parte de las ojos perla, sonrió, y termino por rozar sus labios con los de ella algo torpe, para luego profundizar un poco más.
Hinata no sintió otra cosa más maravillosa en el mundo.
Aquel era; su primer Chu.
...
Ahora me doy cuenta de lo re-cursi de este OS 😂 Espero igual les haya gustado! : D