Al día siguiente Evan se despertó más tarde de lo habitual, haciendo que corriera hacía el gran comedor para poder desayunar, ya que hoy tendría su primera clase que es herbología, pero al llegar vio a su hermano y Valentina todavía no llegaba.
—Hola hermanito—saludo Evan pasando por la mesa de Slytherin—. ¿Pasaste una buena noche ayer?
—Déjame en paz fenómeno—dijo Draco molesto al ver las intenciones de su gemelo
—Bueno, sólo pasaba a saludarte y a pedirte que cuando te cases con Valentina me hagas llegar mi invitación. —Draco lo miro mal al decir lo último, pero antes de que pudiera defenderse Evan regresó a la mesa de su casa—. Hola chicos
—Te perdiste la diversión Evan—dijo Neville—. Ron recibió un vociferador de su madre por lo que pasó ayer
—Espero nunca recibir uno en mi vida. —bromeó y se sentó a comer, de reojo pudo identificar a Ginny Weasley, la chica que había escuchado mencionar a su papá
Terminando el desayuno todos fueron al invernadero tres para iniciar la clase de herbología.
—Buenos días, chicos de segundo año, soy la señora Sprout y seré quien les dé herbología este año. —se presentó la profesora—¿Alguien sabe que son las mandragoras?
Evan y Hermione alzaron la mano al mismo tiempo haciendo que soltaran una pequeña risa.
—Señor Malfoy. —señaló a Evan
—La mandragora es una planta que tiene el beneficio de poder regresar a los petrificados a la normalidad—dijo Evan recordando el libro que había leído
—Excelente señor Malfoy, diez puntos para Gryffindor. —el trío chocó las manos con Evan celebrando que iniciando el curso ya iban a la cabeza—. Frente a ustedes tienen unas mandragoras, su chillido puede causar la muerte, pero como son todavía muy jóvenes para que los maté, pero si para hacer que se desmayen. —sacó unas orejeras—. Todos tienen unas orejeras, así que será mejor que se las pongan. —todos sé pusieron las orejeras ajustándolas bien—. Ahora lo que van a hacer es tomarla con fuerza y arrancarla para pasarla a otra maceta
Evan vio a su mandragora y la tomo de la parte de arriba y con fuerza la sacó de la maceta en la que estaba plantada haciendo que llorara, pero era un ruido muy intenso así que la pasó rápido a otra maceta.
—¡Ahhhh!. —se escuchó un grito que asustó a toda la clase—. ¡Me mordió, esa maldita cosa me mordió!
—Tranquilo Draco. —la profesora corrió a ver que estaba pasando
—Esa estúpida planta me mordió—dijo mientras se tomaba el brazo
—No fue para tanto, sólo ve a la enfermería a que te curen. —Evan rodó los ojos al ver el drama que su hermano hacía—. La clase terminó chicos, recuerden leer sobre los beneficios de las branquialgas
Todos salieron del invernadero, pero Evan siguió a la profesora para ver cómo estaba su hermano.
—Oh si, una mordida de mandragora—dijo la enfermera revisando el brazo de Draco—. No es grave, pero si aplicó una gran fuerza para dejarte una marca. —le puso una pomada y luego una venda—. Con esto te sentirás mejor
La enfermera salió junto con la profesora para dejar que la medicina hiciera efecto, y Evan entró a la enfermería.
—¿Te sientes bien?—preguntó
-—Si, creo que no perderé el brazo—bromeó Draco
—Bien, entonces iré a la siguiente clase, te veré en el almuerzo. —Evan salió de la enfermería
—¡Evan!—escucho gritar a alguien, volteó y era Ethan
—¿Qué ocurre?—pregunto al ver la cara de preocupación de su amigo
—Tengo que hablar de algo contigo, es algo serio. —Evan asintió y se dirigieron fuera del castillo para que nadie pudiera oírlos, casi a la entrada del bosque prohibido—. Bien, me llegó una carta ayer de mis padres, decía que querían que en unos días escapará de aquí
—¿De que estas hablando?—preguntó Evan confundido
—No puedo decirte mucho, te pondría en riesgo a ti también más de lo que ya están, sólo quiero que mantengas vigilado a tú hermano
—Está bien, gracias Ethan. —miro hacía el castillo—. Ahora vamos a pociones, si no podemos tener problemas