Narra Elizabeth:
Los fotógrafos nos tenían en la mira. No sé como sabían exactamente dónde nos encontrábamos: Programa de entrevistas, de radios, incluso cafés o restaurantes que visitábamos, siempre, pero siempre estaban ahí asechándonos.
Para nuestra seguridad, contábamos con la ayuda de nuestros managers que trabajaban en conjunto para cuidarnos.
Después de las palabras de Minho las Shawols se calmaron, creo que se dieron cuenta que deben darle una oportunidad a él de ser feliz. Algunas se disculparon, incluso me escribían en mi cuenta de Instagram deseándome lo mejor y que cuidara de él.
Habían pasado varias semanas y mi estadía en Corea, se acababa.
Amanda regresó a Chile hace varios días. Ahora era momento de volver yo, la continuación de la gira con el último disco me esperaba.
SHINee iba a Japón, me invitaron a pasar los últimos días con ellos. Realizarían un single japonés titulado "Your Number"
Luego de dos horas de viaje, nos dirigimos directamente al hotel, nos acomodamos ahí y nos fuimos al estudio dónde los chicos grabarán el video clip.
Miraba por la ventana de la van sorprendida por una estructura frente a mí, la torre de Tokio.
-Bello ¿no?- me pregunto Onew sonriendo.
-Sí, ¡es impresionante!- Le respondí
Llegamos al lugar, su staff se comportó muy amable, aunque no entendía ni una gota de japonés... pero intentaba recordar básicas palabras, cuándo pasaba viendo animes en mi niñez.
De alguna manera podía sentir las miradas de las mujeres del staff. Creo que les sorprendía que yo estuviera ahí. No sé si me miraban por ser pareja de Minho o por ser una cantante famosa.
Minho en todo momento estuvo junto a mí, creo que se dio cuenta que me sentía incómoda.
Nos hicieron pasar hasta una habitación colindante al rodaje del video. Poseía dos grandes espejos, con una mesa llena de maquillaje, y una puerta justo al lado dónde miré de reojo, había parte del vestuario.
Una chica de contextura delgada, cabello liso y largo le habló a Minho. Él le sonrió de manera amable y se sentó en el lugar dónde le indicó
Yo revisaba mientras esperaba, los mensajes que Amanda me había escrito
-"Lizzi"
-"¿Qué crees?, compré un mueble especialmente para colocar los cd's de SHINee, ¡Se ve hermoso!"
-"Cuándo vuelvas podríamos hacer una noche de chicas, ¡Cómo en los viejos tiempos!"
Miré de reojo a la pareja frente a mí. La maquillista lo miraba de manera atenta, lo observaba minuciosamente cuándo se acercaba a ponerle maquillaje... Cómo le hablaba, cómo le sonreía...
A él...
Un pensamiento fugaz pasó por mí mente, y una palabra retumbó en mí cabeza
"Celos"
Abrí mis ojos cómo platos y sacudí mí cabeza quitando eso de mi mente ¡Dios Mío! ¿Pero que me está pasando?
Crucé miradas con él hombre frente a mí, Minho sin querer me vio a través del espejo, yo le sonreí y desvié la mirada nerviosa, creo que se dio cuenta cómo los observaba.
Quería que me tragara la tierra...
Me voltee hacia la ventana detrás de mí, era un día gris, de esos que el frío te calaba los huesos. El viento imponente se hacía escuchar tras el ventanal, las hojas escasas de los arboles caían al suelo sin piedad.
Por largos minutos me sumergí en mi celular leyendo noticias, comentarios y conversar con los chicos.
-¿En qué piensas?- me dice una voz conocida cerca de mí.
-Nada... sólo estaba leyendo algunos mensajes de los fans- Le respondo volteándome hacia Minho que se sentó a mi lado, estaba vestido con un traje negro con rayas blancas horizontales.
-¿Y qué te dicen?-Me pregunta pasando su mano por su cabello
Me mordí el labio, se veía hermosamente guapo vestido así....
-Mis fans nos bautizaron- le dije sonriendo desviando mi mirada para que no viera mi sonrojo.
-Ohh- exclamo sorprendido- ¿Y cómo nos pusieron?-.
-Minbeth- le respondí y él rió a carcajadas.
...
El rodaje del video comenzó, los chicos bailaban frente a las cámaras maravillosamente. El ambiente dentro del set era increíble, me encanta la temática y cómo habían creado la estructura para grabar.
Me senté en un rincón, frente a las cámaras de grabación, podía ver desde cerca cómo trabajaban. Tímidamente se me acercaban chicas del Staff a saludarme, yo les daba algunos autógrafos cómo respuesta.
Lo pasé muy bien, conversé con parte del Staff e incluso hablé con la muchacha que participó en el video clip junto a los chicos, su nombre Stephanie, era muy amable y simpática, incluso me tomé una fotografía, me dijo que su hermana pequeña era fanática de nosotros y que su integrante favorito era Pablo.
...
Y así pasaron los últimos tres días, entre focos y cámaras. Hoy era mi última noche aquí, mañana partía una vez más a mi tierra, a mi amado Chile.
A los chicos se les ocurrió pasear por las calles de Tokio y darme una pequeña charla turística.
Key y Jonghyun delante de mí iban conversando entusiasmados mostrándome la belleza de la torre de Tokio a lo lejos.
Minho y yo íbamos tomados de la mano, mientras que Onew y Taemin se dedicaron a fotografiar todo a su paso.
Y por su puesto por nuestra seguridad nuestros managers iban tras nosotros caminando disimuladamente.
El hambre se hizo presente a los pocos minutos, mí estomago empezó a rugir y Minho se dio cuenta de ello, las carcajadas no tardaron en salir de sus labios con su escandalosa manera de reír.
Entramos a un sencillo local al lado de la calle para refugiarnos del frío. Pedí una sopa de Miso, algo que Jonghyun me recomendó mucho, creo que era lo mejor para calentar mi cuerpo entumecido. Y entre risas y cantos realizamos nuestro último brindis.
Llegamos pasada la media noche, me duche, arreglé las últimas cosas y me estiré en la cama, el olor a las velas aromáticas que había puesto Jonghyun me tenían muy relajada.
Observé por unos instantes la ciudad tras mí ventana, Tokio se iluminaba tan increíblemente.
Con la enorme maleta a los pies de la cama me disponía a dormir cuándo siento leves golpecitos y abren la puerta de la habitación:
-Corazón... ¿puedo dormir contigo?-Me pregunta Minho
-Se te está haciendo costumbre- Le digo burlándome.
-Entonces es un ¿Sí?- Me dice con una sonrisa pícara, yo ruedo los ojos y levanto las cobijas para que se acueste a mi lado.
Él apaga la luz del velador y me abraza fuerte. Puedo ver cómo sus ojos brillan en la obscuridad.
-Te extrañaré- Me dice en un susurro
-Yo también- le contesto mientras lágrimas traicioneras bajan por mis mejillas.
Desperté con el calor de un cuerpo abrazándome, suspiré recordando quién era la persona que me cobijaba. Minho me tenía agarrada fuertemente de la cintura
Intenté moverme buscando un poco de oxígeno, pero me encontré con su rostro.
Nunca me había puesto a observarlo tan detenidamente:
Piel tersa, pestañas delgadas, tupidas y cortas, labios carnosos de color carmesí.
Y sus ojos, esos ojos grandes tan característicos que posee.
Dueños de un alma noble e inteligible. Mirada que hace que mi corazón se acelere cada vez que me veo reflejada en ellos.
Creo que le gusta mi cercanía, recuerdo que también dormimos abrazados la última vez que estuve en Corea antes de irme a casa.
...
En un abrir y cerrar de ojos ya nos encontrábamos en el aeropuerto. Estábamos a minutos de embarcarnos en nuestros respectivos vuelos.
-Pequeña- Me abraza Jonghyun
-Noona-Me dice entusiasmado Taemin
-Eli Sshi- Habla Onew con su típica sonrisa
-Elizabeth -Se acerca a mí, Key
Todos nos fundimos en un abrazo grupal.
-Gracias chicos ¡Los quiero mucho!- les digo con ojos emocionados.
-📢"Último llamado para el vuelo con destino a Nueva York" 📢 - Dice una voz por el altavoz
Me dirijo hasta aquel hombre frente a mí, su sonrisa era un misterio, y ocultaba su mirada bajo el flequillo
-Sabes que te amo ¿Cierto?- Le digo.
Él me envuelve en sus brazos, me abraza fuerte y me dice al oído luego de un suspiro
-Sí, pero yo te amo más-
Aspiro el olor a su chaqueta, el aroma embriagante de perfume varonil hace que mi corazón lata con fuerza.
Me besa de manera dulce, ese acto activa en mí, un sentimiento de anhelo y deseo.
A ese sabor, que quiero guardar en mi memoria
Me alejo con pasos lentos, mis ojos se vuelven llorosos.
Doy mi última mirada hacia atrás, ahí estaban los chicos todos agitando su mano, y él con una sonrisa en su rostro.
Los dos tomábamos un avión, pero nuestro destino era diferente.
Su vuelo era de dos horas, el mío de dieciocho, más una escala
¿Qué nos deparará el destino ahora?
Ya superamos lo más difícil
Pero...
Un océano completo nos separa...
¿Quizás cuándo volvamos a vernos otra vez?
¿Seremos capaces de aguantar?