Todavía no sé cómo sucedió, pero una semana después yo estaba abordando un jet privado de la compañía donde trabaja Lía, camino a Irlanda. Mis amigas me presionaron al máximo hasta que tuve que venir. Recuerdo que Mary dijo: En situaciones desesperadas hay que tomar decisiones apresuradas.
Sin pensarlo nos encontramos haciendo maletas.
A pesar de ser tan distintas somos muy buenas amigas.
Realmente espero que valga la pena.
Dios mío hasta las escaleras del jet tienen un lujo, la azafata parece una modelo de revista, razón tenia Lía en no dejarme venir con mis jeans y tenis.
Mi amiga siempre luce espectacular dice que hay que estar lista para cualquier evento.
Yo prefiero estar cómoda, pero hoy opte por un vestido con matices azul y negro hasta la altura de las rodillas, unas sandalias doradas, mi pelo suelto y maquillaje leve.
-Bienvenidos a bordo, espero que este vuelo sea placentero y seguro para todos, nuestro piloto les da la bienvenida.
De pronto la azafata hace un silencio repentino y se queda pálida mirando hacia la puerta del jet que todavía se mantenía abierta. Miro a Lía queriendo una respuesta y su cara es un poema, esta impresionada.
-Ana, ese es el dueño de WineAA, nunca viaja con el personal de la compañía siempre lo hace solo.-Me dice Lía apenas en un susurro.
Vestía un espectacular traje gris, que le quedaba muy bien. Su semblante serio intimidaba.
Hiso un gesto con su cabeza a modo de saludo y le estrecho la mano al piloto. Siguió hasta el final del jet donde había un espacio cerrado me imagino para tener privacidad.
Nunca me ha gustado estar mucho tiempo sin hacer nada, imagínense este viaje de diez horas. Me acomodé en mi asiento y me dediqué a escuchar mi lista de canciones.
Lía estaba repasando su plan de trabajo con Marcos su compañero.
Cuando Marcos nos informa que la presentación seria dentro de dos días, y que tendríamos tiempo libre antes.
-Cuando lleguemos tendremos dos días libres hasta la presentación?, eso significa que...
-Tendremos tiempo para cumplir nuestro sueño, iremos a un bar en Irlanda. Lía comienza a reír como loca y Marco también.
-Hasta que al fin te dignas en decir algo productivo y cambias esa cara de aburrimiento con la que vienes - dijo Marcos aplaudiendo-
-Marcos deja de molestar a Ana, mira que me costó que viniera.
-Saben que estoy aquí verdad, escuchándolos hablar de mí. Para que vean que si puedo ser relajada me iré a otro asiento para escuchar mi música o leer y así ustedes pueden dejar de fingir que trabajan y se terminan de comer con la mirada.
La cara de Lía era de sorpresa y Marcos quedo viéndola mas embobado que antes, no se como Lía no se ha dado cuenta de que le gusta a Marcos.
-Ana no te vayas ven aquí. -Lía me dice con vos de súplica, se que hasta cierto punto esta apenada, nunca la había visto sonrojarse.