CAMILA
Tal como lo había dicho antes, estaba que explotaba del estrés, Dinah, Ally y Normani acompañándome en el jardín de la casa, ayudándome y dándome ideas para la planeación de la boda que había dado inicio hace tres meses, nos quedaban cuatro y no sabía cómo demonios sobre llevarlo, Nick pasaba horas en su oficina casi todos los fines de semana, esto para estar libres de trabajo cuando se acerque el gran día, se estaba esforzando tanto que casi no lo veía por las tardes hasta llegada la noche y que tenerlo en nuestro departamento.
No se me había pasado por la cabeza volver a ver a Lauren Jauregui y mucho menos en mi casa, sentada al lado de mis padres, conversando con mis amigas y tener encima esas esmeraldas sobre mi cuerpo.
En cambio me lleve una gran sorpresa al saber que sus padres eran grandes amigos de los míos y por ende tener una reunión aquí, cada quien en lo suyo era imposible, ya que en menos de lo que yo creía iba a sentarme lejos o incluso despedirme, por el simple hecho de que su hija mayor acabó besándome en la fiesta el día anterior, pero no, estaban mis amigas hablando animadamente, yo con una risa forzada al estar presionada por la boda.
Al final acompañe a mi madre a la cocina, al descifrar mis preocupaciones, suspiro y me miro seria, habrá notado mi disgusto es lo más seguro.
—Es suficiente, no puedes tu sola con la boda es eso ¿no? — Se acerco y me dio un abrazo, apartando mis mechones de cabello atrás de mi oreja.
¡Aparte!, Lauren esta aquí, junto con su familia, no puedo quedarme, es ... es ..
—Si, es mucho estrés.
— Sabes que no es problema si contratas a alguien que lo haga por ti, te parece si llamo a Carlos para que pueda tener toda la carga él, es profesional y sabes que hace un trabajo magnifico.
No lo había pensado, era tantas cosas las que me atormentaban y me preocupaban hoy ,que creo que era una pequeña luz en mi mísero camino.
— Si, llámalo y agenda una cita con él, es en cuatro meses y ....
En esos momentos Lauren entra y me quedo callada, lo que faltaba era su atrevida sonrisa en mi.
—Oh Lauren querida —Ella permanecía al otro lado de la isla de la cocina con un plato sucio en sus manos, apenada un poco al encontrarnos e interrumpirnos, de inmediato aparte el contacto de ella, cualquiera, no estaba de ánimos para ver a nadie, mucho menos a ella.
—Lamento interrumpir, es solo que venía a dejar esto.— Mi madre se porto de lo más amable, suponía que dejábamos esta conversación para después, me pasaba mis manos por mi cabello, nerviosa por notar que aun sin yo mirarla, ella lo seguía haciendo.
— Oh no te molestes cariño, deja que lo hagan por nosotros, en estos momentos no sé como calmar los nervios de Camila — Ofrecí una pequeña sonrisa y Lauren realizo un puchero comprensivo.
— ¿Nervios por su boda acaso?. — Preguntando mientras se acomodaba con sus brazos en la encimera. Yo la mire incrédula.
—¿Debería ser por algo más? —La desafié y ella me sonrió de una manera sugerente que creo que mi madre no capto, ¿Qué le pasa? no tiene vergüenza.
— En absoluto, pero me parece que deberías tomarlo con calma y llamar a tu organizador de bodas. — ¡Eso es lo mismo que le digo yo! —Agrego mi madre desesperada.
Lárgate Lauren, porque no entiende que su presencia me ponía de los nervios, sentía que mi mundo se complicaba aquí y ahora, hacia meses que no la veía y pensaba que no lo haría jamás, de verdad cometí un terrible error con ella, si ella quería podía arruinarme pero quien iba a creerle, más sin embargo sabía que su estadía aquí en Miami, en mi casa y en mi vida no eran buenas señales, de vuelta no la quería no pensé ni un mínimo en aquello y estaba sucediendo lo que me temía y creía haber olvidado. Enterrado.
— Creo que mis padres querían más vino . — Usaba su más linda cara de inocente y agradable persona que mi madre se apresuro a decir que lo serviría ella misma, dejándome sola con ella sin pensar que eso me molestaba de sobre manera, no te vayas mamá.
—Bueno, creo que tenemos una charla pendiente. — Inicio su camino lento hacia mí y yo la ignoraba, a punto de irme y ella me sujeto del brazo. — Quítate de mi camino Lauren. — Solté con enojo.
—Camila no voy hacer nada que tu no me pidas, me encanta la idea de volver a verte de nuevo, enójate, pero al menos me alegro de que recuerdes siquiera mi nombre. — sonreía. — Me hace pensar que recuerdas lo demás.
— Esto no es divertido y te agradecería que no vuelvas a dirigirme las palabras.
La aparte de un empujón pero fue inútil, me había acorralado en una esquina de la cocina y me quedaba inmóvil, tomo mi barbilla entre su mano y me dio un beso fuerte y cálido, no le correspondí no podía. Al no encontrar respuesta alguna de mi parte más que odio, se aparto sola y me miro la mano izquierda, la tomo entre la suya y me miro con su sínica sonrisa.
— No me gusta el anillo, es muy insulso para mi gusto, pero el chico se esforzó.
Dicho eso, se doblo sobre sus tobillos y camino de nuevo al jardín, yo le daba vueltas y vueltas a mi cabeza. Ella paro de inmediato, volviéndome a encarar.
— Ah por cierto, estos tres meses sin verte me hizo tener tantas ganas de tenerte otra vez ... Como te extrañe. — Me lanzo un beso y siguió.
No me puede estar haciendo esto, no es posible, desapareció hace tres meses, es pasado, siento un vuelco en mi estomago, una preocupación inmensa que me hace sentarme en el taburete más cercano, las consecuencias de hace tres meses existen para mi, ¿por qué aparece ahora?, no tiene sentido alguno, no sería capaz de hacerle esto a Nick, estas comprometida Camila, fue un error, solo eso, vas a solucionarlo, es más no hace falta hacerlo, tienes un prometido maravilloso, un futuro prometedor, tu vida perfecta, no te martirices por algo tan, tan insignificante y que es basura pasada. Las personas cometen errores y si no lo recuerdas, no sucedió.
Trataba de convencerme de una mala pasada, ¿Quien era ella para venir e intimidarme? Nadie importante, estaba más que equivocada si pensaba que podía jugar conmigo, ¿Por qué debería de dejarme?, tengo una vida perfecta y ella no lo arruinaría con sus estúpidas acciones, si bien podría olvidarlo y seguir sin importar que ella quiera meterse en mi vida, lo mejor que podía suceder era que me alejara, no pasara nada si me mantengo firme y no darle la oportunidad de ponerme de los nervios. Me dirijo de nuevo al jardín con mi mejor cara tranquila, después de haber hablado con mi madre y olvidar la discusión con Lauren.
En una copa Dinah me sirvió y acompañada de Normani sentadas en las sillas de madera alrededor de la mesa donde los padres de Chris, y Lauren mantenían una conversación animada con los míos sobre ellos, mis amigos no sabían la historia muy bien y como no, me apoyaban en contra de lo que yo creyera mal hacia Lauren, no dijeron palabra alguna, solo se limitaron a conversar e integrarse sin incomodidad. Ally que estaba en descuerdo por mi actitud hacia ella como una extraña dijo que debía aclarar la situación de una vez.
—Por supuesto que no, no es tan fácil Ally .
— Y Lauren, ¿Cómo planeas llevar a cabo tu proyecto?
— Mantengo a flote mi parte y espero que pueda asociarme más adelante para que esto que tengo sea más grande.
Notaba su incomodidad al hablar, Chris estaba serio y de vez en cuando la miraba con una media sonrisa. Sus padres tensos y ella los miro una vez para saber si había dicho lo correcto para luego mantener la mirada en el suelo, perdida. Se repuso al instante.
— Me alegra que tus hijos tengan tanto éxito Clara — Estrechaba su mano y ella le correspondió con una alegre sonrisa. — La independizaron muy pronto. — Dijo.
— Oh no, yo decidí esto. — Asimismo Lauren interrumpió como si fuera una ofensa el cumplido.
— Bueno eso es cierto, pero ahora ya están aquí. —Mike era el nombre de su padre, un hombre bastante amigable, al parecer mantenía una relación muy rara con sus hijos, abrazo a Lauren de una manera acogedora y ella parecía sumamente sorprendida, anonadada. Pero seguro era mi imaginación, poco después se separo de su asiento, mi madre nos llamo al estar lista la comida.
— Pasen todos por favor. — Papá ofrecía y mi teléfono vibraba en aviso de un mensaje. Era Nick, llegaría en 20 minutos aquí, no podía estar más contenta.
— Oh por favor, Lauren, quédate. — Escuchaba susurrar un poco alto a Mike.
Lauren tomaba sus objetos, movía la cabeza y le decía algo por la bajo a su padre, al parecer estaba enojada, o al menos eso es lo que me parecía, se acerco a él y le dio un abrazo que apenas y lo tocaba, bebió lo poco que quedaba de su copa y dirigió su mirada en mi. Del mismo modo su padre parecía resignado, por mi parte, ella se despidió de mi con un beso cerca de la comisura de mi boca, no pude mover mi mejilla para que fuese allí por lo tanto, su acto me dejo sin protestar. Se marcho y su padre seguía con expresión de angustia.
Pero se va por el disgusto de sus padres.
— Lo siento Camila, fue algo grosero de mi parte que presenciaras eso, que pena.
—No se preocupe, ¿Por qué se fue? — Pregunte no muy segura de seguir indagando.
— Me dijo que tenía cosas que hacer. Es algo complicado ahora que ah decidido regresar. —Me contesto de forma melódica.
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—Por dios Camila, nosotros no sabíamos que esto pudiese ocurrir. —Chillaron las chicas en la sala.
Nick hablaba con todos animadamente y yo trataba de no chocar la mirada con él mientras durara la tarde aquí, ya no estando Lauren me dejaba más tranquila que él este aquí. Sin problemas y sobre todo que en estos momentos estaba con mis amigas rememorando lo ocurrido ayer.
— Pero esta aquí. — Exclame.
— Pero no te preocupes, note que estaba muy lejos de ti y que a pesar de todo, se porto muy bien con nosotros. — Normani murmuraba.
— Como haya sido, debes de mantenerte lejos MIla, no permitas que esto te atormente, sigue como si nada.
Mis amigas no estaban en este problema, aunque lo estuvieran no creo que fueran a seguir los consejos de las otras, pero yo no tenia inconveniente y más me valía hacerlo, por ello Dinah tenía las palabras correctas para decirme ahora. Opte por hacer caso por primera vez, por favor lo que yo menos tomaba era eso, consejos.
— Basta, Chicas, no tenemos por qué tener nuestra atención en esto, tenemos mejores cosas que hacer, como agendar mi cita con Carlos para mi boda. —Anuncie de forma irritada y convencida a la vez.
— Tienes razón Mila, respiremos hondo y lo pasado pisado. —Todas nos miramos entre si y estaba dicho que sería un secreto muy bien guardado.
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—¡Mi amor!, no puedo creerlo, Camila Cabello a meses de casarse, me duele mi alma. —Grito Carlos y me envolvió en un efusivo abrazo de oso. Yo me solté a reír a carcajadas.
— Gracias por recibirme. — Me ofreció asiento y estábamos de frente.
— Eres mi amiga y sabes que no necesitas cita, estoy más contento yo porque me hayas elegido para la planeación. No te voy a decepcionar.
— Lo dudo mucho, estoy estresada y no sabía cómo comenzar. — En efecto, no lo habría dicho mejor . Suspire.
—Tranquila cariño, yo hare que te liberes de la presión, empezaremos ya mismo, pero antes que todo, tranquilízate, no va salir nada mal, me encantaría que los dos estén juntos en el proceso.
— Claro, lo estaremos es solo que a veces tiene mucho trabajo.
— Cuidado cielo, a veces ese es muy buen pretexto para estar con la otra.
Me escurrí en la silla, con respecto a su comentario. Él pareció notar mi expresión de alarma y se río.
— Tranquila Camila, estoy seguro de que tu novio sabe lo que tiene y lo que pude perder si lo hace, era broma, ninguno de los dos sería capaz de hacer semejante pecado, mucho menos tu.
-Mierda.- Pensé, no me quedo más que asentir, apenas manteniendo una sonrisa. Que mierda de persona soy...
—Bueno, ¿te parece si empezamos con la fecha para la siguiente cita?
— Sí ... Por supuesto.
Subiré los capítulos cada tres o cuatro días
— Patrick 🔥🌹