Error, Perfección y Actitud
La vida del ser humano está llena de errores, estamos destinados a equivocarnos por naturaleza, por más que tratemos de realizar algo perfecto nos equivocamos siempre.
Lo buenos de esos errores es que nos sirven de experiencia para no volver a repetirlos, queda de parte nuestra aprender de ellos para no tropezar con la misma piedra, o también podemos ignorar que fue lo que hicimos mal y volver a caer en el mismo abismo. Es como cuando vamos por una carretera y sabemos de memoria que a un par de kilómetros la vía está llena de baches, en vez de esquivar los huecos, caemos nuevamente en cada uno de ellos.
¿Es propio de la naturaleza del hombre tratar de ser perfecto? Los seres humanos vivimos en una constante lucho con nosotros mismos tratando de hacer las cosas a la perfección, pero mientras más luchamos por ser perfectos, más nos equivocamos.
Todo es cuestión de actitud, de cómo decidamos afrontar los errores. Siempre estaremos en un círculo vicioso que se repite constantemente, pero no debemos olvidar que en nuestras manos está la decisión de repetir el mismo error, o aprender de ello.
Nadie es perfecto, es verdad. Pero corregir los errores, y buscar cometer lo menos posible, es algo que todos deberíamos hacer.