Aquella mañana había estado acompañada de Jasper durante todo el receso, razón por la cual fui consciente que una chica estaba mirándolo más de lo normal, la cual no demoró mucho en caminar hacia donde nos encontrábamos.
—¿Jasper Ruiz? —Preguntó al detenerse al frente nuestro.
—Si —Respondió él con desinterés.
— Mucho gusto, mi nombre es Jazmín, soy de la facultad de deportes, el equipo de natación me pidió que te informará sobre la abertura de audiciones para ingresar al equipo de natación. —Explicó ella con una sonrisa de oreja a oreja. Estiró un sobre blanco que fue ignorado por Jasper.
—No me interesa.
Su contestación dejó sorprendida a Jazmín, quién puso sus cejas en línea rectas. Jasper cerró la puerta de su casillero son fuerza antes de tomar mi mano entre las suyas para llevarme con él.
—Deberías pensartelo, no cualquiera puede ser parte del equipo, además tu físico es ideal para esto —Insistió la rubia, poniéndose al frente nuestro para impedir nuestros pasos.
—No.
—Si —Dijo la rubia al unísono conmigo. Tomé el papel que ella aún le ofrecía al castaño.
Mi ex novio soltó un quejido bajito por mi acción y antes de que Jazmín dijera algo más del tema, Jasper nos hizo aún lado para continuar el camino.
—Oye, esto es fantástico —Dije con emoción al mirar la invitación.
—No, no lo es —Murmuró entre dientes. Arrebatando el papel de mis manos para luego arrugarlo y meterlo adentro de su bolsillo.
—Jasper —Me quejé, frunciendo mis cejas en el proceso.— tu casi siempre estas presente en las competencias del equipo de natación
—Eso no significa que yo quiera ser parte de ellos
—Cuando éramos novios, tú me habías dicho que te hubiera gustado estar dentro del equipo
—Cuando éramos novios, yo era un imbecil
—Ahora también —Dije en un tono burlón.
—Lo sé, por algo te perdí —Murmuró.
—¿Qué? —Detuvo la caminata que ya habíamos empezado. Él soltó un suspiro de frustración al notar mi interés por aquél tema de conversación.
—Ya lo has oído. Ahora, vamos por unos helados
Salimos al patio delantero en silencio. Había algo diferente en esta última semana en mi relación con Jasper, algo había cambiado entre nosotros y no me refería en algo malo, al contrario, algo entre nosotros había mejorado.
Una vez que ambos tuvimos nuestros
helados en la mano, nos disponíamos a dirigirnos hacia unas de las mesas de madera que habían allí. Sin embargo aquello quedó en segundo plano al percatarnos de la presencia de Fabian, quién recostado en un árbol mientras platicaba con unas chica, miraba en nuestra dirección con una sonrisa sarcástica.
Sostuve el brazo de Jasper con fuerza cuando intento dar un paso hacia adelante en busca de Fabian para así iniciar una segunda pelea entre ellos.
—¿Es que lo que ocurrió anoche no fue suficiente para ti? —Lo reñi entre dientes.
—¿Suficiente? —Volvió a decir en un tono sarcástico. — ¡El imbecil eligió meterse conmigo cuando yo estaba ebrio!
—Ya pasó... —Insistí. Me miró unos segundos con seriedad antes de soltarse de mi agarré y observarme con frialdad. — ¿Ahora que?
—Dímelo tú
—Jasper...
—Ya me acorde de lo que hiciste anoche, sé que te mestiste en medio de mi pelea con ese idiota
—Bueno, estabas ebrio y él estaba golpeadote mucho como para no hacer nada al respecto
—Aún así no debías ni debes meterte en medio de alguna discusion que tenga con alguien más
—Vaya, perdón por querer preocuparme por tí...
—Krizia —Dijo entre dientes— entiende que pudo haberte llegado un golpe por equivocación debido a tu intervención
—¡Pero si eso no pasó!
—¡Pero puedo ocurrir! —Se exaltó, tiró su cabello hacia atrás para tranquilizarse — y lo peor de todo es que si aquello hubiese ocurrido, me hubiera sido difícil protegerte en mi estado de ebriedad de ese momento.
—Estaba Rayan para defenderme si tal barbaridad hubiese pasado
—Aún así, no vuelvas a arriesgarte así, menos por mí
—Cómo sea —Me crucé de brazos.
Rodeó mi cintura con sus brazos y depósito un beso sobre mi cuello con ternura.
—No te pongas así, entiende que me es inevitable preocuparme por tí
—Entonces tu deberías entender que no puedo simplemente presenciar como te hacen daño y no intentar defenderte
—Lo entiendo, de verdad —Me volteó en su dirección para dejar un corto beso en mis labios.
—Te quiero mucho —Murmure.
—No más que yo te quiero —Y sin más, me besó, de esa manera que solo él sabía hacerlo.
En medio de nuestro beso, reaccione.
Estábamos besándonos adelante de todos.
Intenté alejarme de sus labios pero Jasper rodeó mi cintura en sus brazos para pegarme incluso más a él. Mordí su labios inferior con fuerza, provocando que soltará un quejido bajito y despegará sus labios de los míos.
Toqué mis mejillas calientes por el rubor que las consumió al ver miradas asombradas sobre nosotros. Miré con rapidez al castaño en busca de segunda salida rápida que se le ocurriera. Él rodeó mi cintura con su brazo antes de que ambos nos hiciéramos paso entre la gente chismosa para salir de allí.
Aún quedaba una clase por entrar, sin embargo ninguno de los dos le dio importancia en ese momento. Salimos al estacionamiento donde su motocicleta nos aguardaba, me puse el casco sin chistar y él comenzó a conducir tras asegurarse de que yo estuviera bien afirmada.
Cuando estuvimos adentro de mi casa, lo primo que hice fue lanzar mi bolso en medio de la sala mientras me volteaba en su dirección con el ceño frunció, él sonreía.
—Me besaste en medio de todos.
—Lo sé —Contestó.
—¿Por qué?
— Porque eres mía
— Eso no es una respuesta lógica.
—Porque me gustas
—Eso tampoco lo es, espera, ¿Que?
—Ya lo oíste —Despeino mi cabello al pasar junto a mi, sin borrar aquella sonrisa de satisfacción de sus labios.
—No me parece gracioso que utilices esa palabra sin ser real
—Es real, me gustas mucho.
Respondió mientras se dejaba caer en el sofá y pendía la televisión. Le quité el control remoto de inmediato y apagué la televisión. Él despeino su cabello mientras se ponía de pies para evitar juntar su mirada con la mía debido a la conversación que estábamos manteniendo allí.
—¿Por qué estás diciendo ese tipo de cosas?
—Porque es la verdad.
—Jasper...
—Buenas tardes, Krizia. Te quiero mucho
Dio un rápido pico sobre mis labios antes de tomar su bolso y prácticamente correr afuera de mi casa, para cuando quise alcanzarlo, él ya se había marchado.
Aquellas palabras habían quedado grabadas en mi mente por los siguientes dos días, la pintura celeste que minutos antes adornaban las uñas de mis manos, había sido arruinada por mis dientes ansiosos en mordisquear el barniz ya seco, un mal hábito que realizaba cada vez que algo me tenia nerviosa o angustiada. El motivo en esta ocasión tenía nombre y apellido: Jasper Ruiz.
Mi ex novio, quién se había convertido en más que un simple amigo y que ahora quería nuevamente regresar conmigo.
Vaya...
El problema de todo aquello, era la duda que existía después de querer volver a intentarlo con tu ex pareja
y es que te hace dudar si en esa ocasión lo vuestro confusionara o simplemente deben quedar como amigos y evitar posibles corazones rotos como la vez anterior.
Decidí ir a una cafetería a despejar mis pensamientos, y es que si me preguntan qué haría yo en aquél casó, les diría que la respuesta sería dependiendo de lo sentimientos de aquél momento, si aún siento amor, cariño y seguridad a su lado, le daría otra oportunidad a esa relación, siempre y cuando sea un querer sano.
—Hmm, ¿Te ofrezco algo más para beber? —La pregunta del mesero me sacó de mis pensamientos. Sonreí ruborizada por su inesperada aparición mientras negaba con la cabeza como respuesta. —Sería una invitación de la cafetera
— ¿Una invitación?
—Si, no creo que haya algo malo en ofrecerte una malteada grátis
—¿Por qué harías eso?
—Porque te he visto pensativa y me ha dado curiosidad saber lo que pueda estar dándote vuelta en estos momentos —Se quitó el delantal blanco de su uniforme y tomó asiento al frente mío.
—¿Por qué?
—¿Sólo me harás preguntas? —Su boca formó una sonrisa encantadora.
—Lo siento —Sonrei— pero no me es común recibir cosas gratis en una cafetería
—Lo sé, pero yo te conozco
—¿Disculpa? —Eleve una ceja.
—Estamos en la misma clase de fotografía —Rodó sus ojos al darse cuenta que yo no tenia idea de lo que me hablaba — y compartimos varias clases, me siento en los asientos primerizos.
—Rayos, creo que ahora tu rostro se me hace familiar —Él elevó sus manos al cielo en una señal de victoria —
¿Eres aquél chico que le encanta discutir con el profesor sobre el tema de la clase, como si estuvieran en un debate?
—Exactamente, querida
—Pues déjame decirte que cada vez que lo haces, todo el salón se divierte
—Lo sé —Se encogió de hombros y estiró su mano en mi dirección —Me llamo Julián
—Soy Krizia —Conteste su delicado apretón.
—Si, ya lo sabía, ¿Aceptaras la malteada?
—Pues ya que insistes, Si. ¿No tendrás algún inconveniente con tus jefes?
—No —Se acercó sobre la mesa para murmurar —los dueños son mis tíos, además, mi turno término hace cinco minutos.
—¿Y por que sigues aquí?
—Porque me has llamado la atención y para serte sincero, me gustaría quedarme un ratito aquí contigo para practicar de cualquier tema, ¿Te parece bien?
—Me parece bien —Mordí mi labio inferior, observando con disimulo su cuerpo ejercitado y su rostro bonito.
—Excelente, entonces iré por nuestros pedidos y regreso en unos pequeños minutos
—Está bien.
Julián Torres, cómo el bien había dicho, compartíamos un curso de fotografía que ya estaba por culminar, solo nos falta terminar ese semestre y listo, ambos tendríamos nuestro título técnico de fotógrafos.
Mientras que mí carrera universitaria, aún falta más tiempo para finalizarla.
Julián puso dos malteadas con un plato de donas en nuestra mesa y tomó asiento al frente mío con una sonrisa de oreja a oreja.
—Sigues pensativa, ¿Me dirás el motivo?
—No es nada importante —⟨⟨O mejor dicho, nada que te incumbe saber⟩⟩ Respondí en mí interior.
—Aun así, me interesaría conocer que te está dando vueltas —Solto una risita.
Miré con desconcierto al pelinegro, pues yo solamente quería tomarme una malteada y seguir resolviendo mis asuntos por mí misma, sin embargo Julián insistía en querer información de mí sentir, cosa que estaba comenzando a incomodarme, pero yo misma me lo había buscado por aceptar una charla con él.
—Bien, te lo diré —Puse mis codos sobre la mesa— Digamos que tengo un amigo íntimo y pues resulta que hace dos días me confesó su gusto hacía mí.
—Rayos —Solto un silbido.— Buena manera de arruinar la amistad entre ustedes. ¿Pero tu le correspondes?
He ahí el tema que me rondaba estos últimos dos días, mí preocupación no se trataba de la confesión de Jasper, en realidad era porque desde allí me había puesto a cuestionar mis sentimientos hacia mí ex novio, antes de saber que yo le gustaba, no había visto nuestra relación como algo más que una íntima amistad, claro que a mí me seguía gustando Jasper pues cuando termino nuestro noviazgo yo seguía gustando de él, por eso acepte su propuesta tan íntima entre nosotros. Sin embargo ahora que se que él también gusta de mí, las mariposas en mí estómago se han revuelto y sé que lo que ahora siento no es un simple gusto, estoy enamorándome nuevamente de mí ex novio.
Mierda.
—Krizia —El pelinegro agitó su mano al frente mío, haciéndome reaccionar — Te perdiste en tus pensamientos de nuevo
—Lo siento, ¿Que decías?
—Que si tu amigo te gusta también
—Pues no —Menti.
—Uf, que alivio —Sonrio de oreja a oreja. Lo miré con mis cejas fruncidas. — No me malinterpretes, es solo que, realmente me llamas la atención desde que estudiamos juntos y me gustaría mucho poder conocernos más al fondo
—Julian...
—Mira no te pido que salgas conmigo en una cita porque se que apenas me estás conociendo pero al menos déjame darte mí número para hablar y así puedas agarrar seguridad
Lo dudé por un momento pero al final le tendi mí celular para que él anotara su número, lo cual hizo en menos de un minuto. Julián era un chico alto, de piel canela y cabello crespo. Un galán sin duda alguna, me atrevía a decir que era incluso más guapo que Jasper, sin embargo el recién nombrado ya tenía ganado mí corazón sin importar si era o no más guapo que el resto.
—Bueno, ya debo irme —Retire mí celular de su mano, evitando contacto de piel.
—Esta bien, te veo el viernes —Nos pusimos de pie, al mismo tiempo. — En clases, claro
—Si, nos vemos, Bye —Tome la malteada y salí de allí sin más.
Hacía meses que no ligaba con alguien, si es que así podía llamarse lo que había pasado en la cafetería. Me gustaba ser coqueta cuando un chico guapo que me interesaba me coqueteaba, sin embargo en esa ocasión había optado por mantener un comportamiento distante. Sabía que era por Jasper y es que por más que intentaba buscar las palabras correctas para decirle que su gusto era correspondido por mí, no sabía cómo se lo diría frente a frente el día que nos toparamos, pues la última vez que nos habíamos visto fue el viernes, desde allí no nos habíamos comunicado ni por redes sociales, al siguiente día, lunes para se exactos, nos tocaba vernos en todas nuestras clases y por ende, debía si o si encontrar las palabra correctas para charlar de aquel tema.
Sin querer seguir pensando en ese tema, tomé mis libros de clases y el resto del día lo dedique en estudiar para un examen programado para el Lunes en la clase de Literatura.
Al día siguiente me desperté temprano para estar lista a tiempo, la profesora de literatura era estricta con el horario de exámen, sino llegabas a la hora indicada te dejaba afuera del salón y lo menos que necesitaba era un cero más en su clase, ya había conseguido uno por llegar quince minutos tarde aún anterior exámen suyo, solo que en esa ocasión me dio la oportunidad de subirme la nota, debí hacer varios trabajos extras pero valió la pena borrar ese cero.
La bocina de la motocicleta de Jasper sonó varias veces para avisar su llegada, bajé las escaleras corriendo de inmediato y tras salir de mí casa, me monte en la moto y rodeé mis brazos en su cintura. No recibí saludo de su parte ni tampoco intenté dárselo yo. Agradecía internamente que él haya pasado a buscarme para llevarme a clases, pues había dudado en que lo haría y realmente necesitaba un aventon, los buses a esa hora iban muy llenos y no podía darme el lujo de llegar tarde por razones ya dichas.
Mí ex novio estacionó su motocicleta cuando llegamos a nuestra facultad. Le entregué el casco y espere a que él se quitara el suyo para caminar juntos. Jasper hizo un movimiento con su cabeza para que lo siguiera hasta su casillero donde guardo ambos vasco, al cerrar la puerta pequeña de su casillero me miró con seriedad.
—¿Por que estas ignorandome?
—No lo hago —Sonrei con inocencia, a lo que él suspiró.
—Si es por lo que te dije el día Viernes...
—Jasper —Lo interrumpí— Antes de que digas algo sobre eso, quería decirte que tus sentimientos son co....
—Era broma Krizia —Ahora él interrumpió mis palabras—Lo que dije el Viernes era broma, quería ver tu reacción. Tranquila que no me gustas, bueno si me gustas pero no estoy enamorado, lo nuestro sigue igual
Mierda.
Estaba apunto de confesarle que yo si estaba enamorada, pero el prefirió interrumpirme con aquellas palabras feas. Le solté un golpe en el brazos, cosa que provocó que soltara una carcajada, pues él creía que había causado un alivio en mí pero no era así, en realidad había causado que me sintiera frajil ante él. Estuve todo el fin de semana practicando mí confesión de amor, como para que él venga a decirme que era broma.
—Te veo después del examen, idiota.
Jasper volvió a soltar una carcajada burlona. Elevé mí dedo de al medio y caminé hacia el salón de literatura a pasos rápidos para no ser alcanzada por él.