Nicolás, Nicolás, Nicolás... Ese nombre se repite en la mente durante todo el viaje que hago de regreso a casa. Eliah se la pasa regañándome por haber viajado solo y sin decirle a nadie, los gemelos insisten en preguntarme cosas sobre esos chicos con los que estuve, en cambio Mike permanece en silencio y solo me mira de forma extraña cada cierto tiempo.
Una vez que llegamos a la ciudad, los gemelos son los primeros en desaparecer de la camioneta del Padre de Mike. Luego dejamos a Eliah en su casa y estando a solas con Mike, él continúa con ese silencio que me ahoga. En serio me gustaría alguna vez poder leer sus pensamientos.
—¿Estás enfadado conmigo? —pregunto curioso cuando llegamos a casa.
—No —dice él —Simplemente siento algo extraño.
—¿Algo extraño?
—Tengo un mal presentimiento de todo esto —Mike se me acerca, cierra sus ojos por unos segundos para pensar con claridad y luego se me queda viendo —¿Hay algo que no me estés diciendo?
—¿Por qué me preguntas algo así?
—Te siento más distante que nunca.
—Pues —balbuceo un poco algunas palabras antes de responderle con toda la claridad posible —Estoy aquí, Mike; pero también estoy allá. ¿Entiendes? Los chicos con los que estuve hoy eran mis amigos, saben más de mí como nadie más.
—No, eso no es cierto. Quizás ellos te conocían antes, pero no conocen la persona que eres ahora.
—No entiendo por qué todo el mundo se termina molestando conmigo solo por querer encontrar mi pasado, es mi derecho ¿No?
—Nadie se enoja contigo por aquello —Dice Mike algo frustrado con la situación mientras el motor de su camioneta se apaga y eso de alguna forma relaja algo el ambiente entre él y yo —En primera, mentiste hoy. Me mentiste a mí —Mike toca su pecho con dos de sus dedos mientras dice eso —¿Por qué fuiste sin compañía? No tienes que hacer las cosas solo.
—Los policías no querían que yo viajara, si no hubiera viajado el día de hoy no habría descubierto que tenía amigos, que esa casa era mía, que hay dos habitaciones en dicho lugar y que probablemente vivía con mi hermano. ¿No entiendes? Tengo un hermano.
—Tenías.
—Okay, nos vemos —Mike siempre insiste en que mi vida pasada está olvidada, que no existe y que debo enfocarme en esta.
—Noah, espera... —Me bajo de la camioneta de Michael, cierro la puerta y luego lo miro directo a los ojos.
—Gracias por traerme —digo por última vez, me doy media vuelta y empiezo a caminar hacia la entrada de mi casa. Mientras abro la puerta escucho como la camioneta de Mike se aleja y yo solo presiono mis labios con algo de rabia.
Al entrar a mi hogar, Denise y Simón están sentados en el sofá del comedor mientras miran algo de televisión, ellos me saludan y me preguntan si el estudio con los chicos se ha alargado más de lo normal.
—Viajé temprano a mi ciudad y descubrí más cosas sobre mí —Digo sin anestesia, ¿No se supone que somos honestos ahora? —Vengo llegando a esta hora porque Mike ha ido con los chicos a buscarme.
—Noah si esto es una broma te juro que es de muy mal gusto —dice Simón con una voz algo seria.
—No es una broma —digo sonriendo de forma pequeña, me acerco a ellos y tomo asiento en el sofá individual que está al costado del de ellos —Resulta que entré a mi casa, encontré mi habitación, también hablé con mi vecina y gracias a algunas cosas que dijo pude encontrar a mis amigos, además tengo un hermano que se llama Nicolás y no tengo idea de donde está ya que al parecer desapareció el mismo día que yo. Probablemente sea él quien quiso matarme puesto que hace unos días recordé que estaba en un bote peleando con alguien, ese alguien me lanzó al agua y terminé aquí.
—Oh por Dios —dice Simón, poniéndose de pie y mirándome enfadado —¿Te das cuenta de lo peligroso que puede ser todo esto? ¿Viajaste solo?
—Pues los policías dijeron que era mejor que me alejara, pero resultó ser que fue mejor que me acercara a todo eso. Estoy recordando.
—Basta —dice Simón —Fue mi idea que no viajaras a menos antes de que analizáramos si era un lugar seguro. Te estás adelantando demasiado a las cosas, Noah. ¿No tienes paciencia acaso?
—Simón deja de gritarle —dice Denise —Es... es increíble toda la información, pero ambos tienen que intentar calmarse.
—¿Cómo quieres que me calme? —Grita Simón —Noah te estás poniendo en peligro. ¿Qué hubiera pasado si aquel chico que dices que te lanzó al agua hubiera aparecido en tu camino? ¡Te habría matado!
—Bueno... yo... —Paso mi mano por mi cabello y lo sacudo un poco gracias a la desconfianza que Simón ha instalado en mí —Eso no podríamos saberlo.
—Basta —dice Simón —No quiero que viajes más.
—¿Por qué no?
—Pues porque no estoy dispuesto a perder a otro hijo —A Simón se le humedece la mirada, se me acerca y me toma ambas manos con mucha fuerza —No pude proteger a Brandon, no estuve allí para él. No cometeré ese error dos veces ¿Bien? No harás nada sin mi permiso o el de Denise. Te guste o no somos tus tutores legales, quizás no sientas que somos tus padres pero nosotros si sentimos que eres nuestro hijo. Nuestro deber es protegerte ¿Okay?
—Simón... —Denise le toma el hombro a su esposo y éste suelta mis manos. Me lanza una mirada algo enfadada y sin hacer contacto visual con Denise, Simón se da la vuelta y cierra la puerta de su cuarto con un golpe al momento de encerrarse allí.
Denise se me acerca y me abraza, trata de calmarme y me dice que tenga un poquito de paciencia con Simón. Asiento en silencio ya que mi mente se ha quedado en blanco. Me invita a tomar un té con ella para calmarme los nervios y yo acepto de forma avergonzada. Estando ambos un poco más calmados le narro todo lo sucedido, le cuento absolutamente todo, incluso lo de que tenía un novio: Jordan.
Al finalizar, me siento horrible por haber hecho sentir mal a Simón cuando no era mi intención lastimarlo, con algo de incomodidad me acerco a su cuarto y le golpeo la puerta, él dice que está abierta y yo la empujo para poder entrar.
Al verlo él está en su escritorio, leyendo algunos libros o quizás solo fingiendo leer mientras yo estoy allí. Él levanta su mirada y se queda en silencio, me muerdo mi labio inferior mientras pienso en las palabras que debo decir.
—Lamento haber sido... digo, haberte hecho enfadar.
—Eres un testarudo, lo sabes ¿No?
—Creo que estoy empezando a descubrir esa personalidad ahora —digo, levantando los hombros con resignación y sonriendo de forma pequeña. Simón se levanta desde su escritorio y toma asiento en su cama, yo me siento a un lado de él y nos quedamos mirando cada uno nuestros zapatos —¿Estás enfadado conmigo por viajar solo o por mentirte?
—No es el enfado lo que me tiene así —dice Simón —Siento que con cada cosa que descubres, te alejas de nosotros y la verdad está cada vez más cerca que nunca.
—Pero eso fue lo que siempre quise —susurro —Descubrir quién soy, lamento si crees que me estoy alejando de ti o Denise, ustedes dos son las únicas personas que confiaron en mí cuando nadie más lo hizo y les estaré agradecido eternamente.
—¿Pero? —Pregunta Simón —Siento que viene un pero en este dialogo tuyo.
—Pero —afirmo —No creas que me estoy alejando ¿Si? Mi corazón está lleno de amor y es por ustedes dos.
—Noah —Simón suelta una respiración agotada y me mira con mucha sinceridad al hablar —Hoy hubo nueva información sobre ti en la oficina, te lo iba a decir lo que llegaras a casa pero te adelantaste con lo que tú supiste —¿Mas información nueva el día de hoy? —Eres León Hernández, tienes 18 años con tres meses, tu fecha de nacimiento fue el 10 de abril del 2000, eres hijo de Daniela y Arturo Hernández, ambos... ambos...
—¿Ambos fallecidos? —pregunto sin pensarlo. Simón toma mis manos con cariño y asiente ante dicha pregunta.
—Ambos —asiente él —Hace muchos años.
—¿Qué hay con lo de mi hermano? ¿Nicolás?
—Pues en los registros no existe ningún hermano —me informa Simón —¿De dónde fue que obtuviste esa información?
—Un amigo me lo dijo —confieso —se asustó mucho cuando le dije que yo no estaba con él. Realmente yo siento que algo no anda bien acá pero no pude preguntarle nada más a Jordan, mi amigo; ya que Eliah me lanzó a la camioneta para regresar a casa.
—Puedo averiguar aquello, de hecho es mi trabajo hacerlo. Pero Noah, es demasiado extraño que aquel chico te haya dicho que tenías un hermano cuando no existe nada de eso en tus registros.
—Tal vez debería volver a preguntarle.
—No vas a ir solo, ¿De acuerdo?
—¿Y si Eliah me acompaña? —Simón abre su boca para negar dicha solitud pero en el fondo sabe que necesito hacer esto.
—...Bien —dice Simón —Pero necesito saber todo lo que hagas, no quiero que te acerques a lugares que sientas puedan ser peligrosos, ¿De acuerdo?
—Por supuesto.
—Y Michael también que te acompañe, puedo darle las llaves de mi viejo auto que está en la bodega para que conduzca si es que su Padre no le presta la camioneta.