Aquella monjita había trabajado por mucho tiempo en el orfanato Capti. Estaba muy preocupada porque ya no cabía un niño más y ella generalmente debía encargarse de todo sola. Lo que menos le agradaba eran las labores de limpieza, sobretodo, cuando debía remover la ceniza del letrero en la entrada que decía: clausurado.
Historias Fugaces - Microrrel...
By salomondeirkalla
Con toda humildad presento esta compilación de diversos microrrelatos. Intento que mis historias cuenten con... More