Al llegar al colegio, todos lo miraban. Algunos con burla, otros con asco. Incluso hubieron quienes le silbaron coquetamente, solo para hacerlo rabiar o sacarlo de quicio. No le importó. Estaba más concentrado en la mezcla de sentimientos negativos que le acribillaban por dentro luego del rechazo de Kyle.
No quería ser hipócrita y pedir perdón por algo de lo que en realidad no se arrepentía. Le gustaba el sexo, sentirse desconectado de la realidad unos segundos, el choque entre su piel sudorosa contra otra persona, quien fuese, que pudiera darle minutos, horas completas de descanso y evasión. Pero la lógica no lo dominaba por completo: más que ser racional, se sentía un asco, rechazado, idiota y torpe.
Siempre supo que Kyle era de un mundo distinto al de él: la comida nunca faltaba en su mesa, tenía dos padres que se querían, y que si bien peleaban, terminaban juntos pasase lo que pasase; las buenas notas lo definían, era muy inteligente y aplicado, de sentimientos nobles y una ideal de romanticismo que él, un simple pobre al lado de las vías del tren, jamás podría llenar. Tenía un hermano genio, una linda y perfumada cama, un cuarto con paredes y cortinas sin hoyos o grietas, ropa nueva todos los meses, y un gran futuro por delante.
Y él, Kenneth "muero cada dos por tres" McCormick era todo lo opuesto. Le costaba horrores, trabajo, muchas horas de esfuerzo y sacrificio conseguir ropa para su hermana y propia. Tenía suerte si había almuerzo una semana entera sin falta, sin contar las insípidas cenas que no ayudaban a su cuerpo en nada. Su familia era un desastre: sus padres siempre peleaban, su padre se gastaba el dinero en alcohol o prostitutas, su hermano mayor lo quería, pero como toda persona a bordo de un barco (que en este caso representaba a su familia) hundiéndose, prefirió rendirse ante lo irreparable del asunto familiar y buscar trabajo por sí solo, para él, por él, sólo él. No podía culparlo. Su pequeña hermana, la luz de sus ojos, sufría toda la mierda de una familia disfuncional, y su madre simplemente se consumía en drogas y resignación ante una vida barata y desafortunada.
¿Debía de mencionar lo horrible de sus constantes muertes? ¿El sentirse un cero a la izquierda, olvidado, frustrado al ser dejado atrás cada vez que su existencia se acaba por idioteces salidas de la nada? Sumado a todo aquello, no era un tipo brillante. Sí, entendía varias cosas. Y sí, era alguien "inteligente" en cuanto a la vida: sabía tomar decisiones difíciles en momentos críticos, administraba prácticamente solo su "casa", actuaba como una figura casi parental para su pequeña hermana, y conocía de la vida mucho más que cualquier joven de su edad.
Pero era una mierda académicamente. No solo por su desinterés en el tema, lo difícil de conseguir libros caros o lo imposible de pagar una universidad. Su maldición de muertes constantes, terribles y jodidas siempre le quitaban tiempo, ganas, vitalidad. ¿Para qué gastar tiempo en un imposible? Jamás podría pagarse una universidad, ser un profesional, o tener un título bajo el brazo.
No quería ser un marica. Desde pequeño poco y nada le importó el tema. Ser pobre daba igual: tenía todo lo que podía necesitar y más al lado de sus amigos, en los brazos de su hermana, en planes (vagos, borrosos, siempre cambiantes) futuros.
¿Por qué tuvo que enamorarse de un imposible? Gruñó con impotencia, rabia mal contenida y molestia, sentado en su asiento, mientras notaba como Kyle seguía atento a la pizarra y tomaba apuntes. Carajo, todo hubiese sido más fácil de solo poderse arrancar el corazón y no sentir una mierda.
Joder. ¡Ya hasta se parecía a los góticos, carajo! No, y mil veces no. No era pesimista. Solo realista. Y por la mierda, le dolía el corazón. ¿En serio podía exigirse pensar en positivo y no dar pena? Era la segunda vez que se enamoraba realmente, y todo indicaba lo que supo desde un principio: jamás se daría.
Tragó en seco y suspiró. Bueno, ya no había nada que hacerle. Kyle sentía asco por él, eso era seguro. Jamás volvería a poder acercarse, y ahora había subido de nivel "puta" a "sidoso en potencia".
¿Cuándo era la próxima orgía?
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En el almuerzo, Stan habló con Wendy sobre los videos. Estaba preocupado, no solo porque la "junta" de chicas estaba furiosa con el novio de "Anne", la chica perjudicada, sino porque su amigo estaba demasiado involucrado en el tema. Y no, no se refería a Kenny. Hablaba de Kyle.
—¿Entonces matarán al tipo?—preguntó como si nada. Wendy miró con cautela a su alrededor, y asintió en silencio, mientras que tomaba frutas y su almuerzo en una bandeja de la cafetería. Stan la imitó, seleccionando especialmente comida sin azucares para Kyle.
—Se decidió castigar al causante ni bien las primeras reproducciones se vieron en Facebook.—explicó Wendy de lo más calmada. Ambos caminaron hacia una mesa vacía y se sentaron juntos.—Anne tenía todo el derecho de hacer lo que quisiese con su cuerpo, el maldito era un ex. Arreglamos los detalles anoche, por teléfono. Todas estuvimos de acuerdo en...Terminar el asunto. Era un bastardo.
—¿Era?
—Stan, mejor no hagas preguntas tontas.—sonrió Testaburguer, tomando un sorbo de su jugo. A lo lejos, notó como Bebe se acercaba para hacerles compañía.—Kyle me pidió ayuda. A todas, de hecho, para borrar aquello.
—Sí.—asintió el del pompón rojo, luego de tragar un mordisco de su sándwich.—Quiere borrar el vídeo de las redes.
—Eso es muy jodido...Nos pasamos varias horas denunciando el contenido, usando todas las influencias de coonstagram, Facebook...
—Él se pasó la noche entera borrándolo de todos sitios, hackeando páginas, buscando detener su difusión.—habló Marsh con algo de pesar en la voz. No fue agradable encontrarse a su amigo en la mañana, con unas terribles ojeras y un mal humor más grande que el trasero de Cartman. – Incluso le pidió ayuda a...Espera.—su mirada sorprendida hizo sonreír a Wendy, quien inocentemente se hizo la tonta.—¿ Cartman también está involucrado?
—¿Quién más estaría dispuesto a "suicidar" a un idiota a cambio de algo de dinero y unos cuantos favores?
—Esta mañana se burlaba del asunto.
—Es bueno haciendo lo suyo, pero sigue siendo un pendejo.—se alzó de hombros Wendy, como si fuera lo más obvio.—Por cierto, dile a Kyle que nos encargaremos de bloquear ese video para Karen. La junta no quiere que nadie más vea esa atrocidad, sobre todo futuros miembros del comité.
—¿Karen está de postulante para ser un miembro de ese tal comité?
—Es una chica extremadamente tierna y aplicada. Se ganó nuestros corazones en las primeras reuniones. — justificó Wendy con una sonrisa.—Incluso me ayudó en la campaña de concientización contra el cáncer de mamas, y fue activista en las marchas contra la violencia de género. — Stan terminó su sándwich de tres bocados, tomó el jugo rápidamente y saludó a Bebe, quien venía ahora acompañada de más chicas, antes de sonreír con más alivio que nunca.— ¿A dónde vas?
—A ver a Kyle. Está en la sala de computación, no ha comido nada.—respondió animado, más fresco y energético.—Eres la mejor, Wendy. Gracias.—con un cariñoso beso en los labios y unas caricias algo cursis dejadas en las mejillas de la muchacha, Marsh se despidió de su novia y partió a la sala de computación cargando una manzana, una coca cola zero y otro sándwich.
Recorrió los pasillos buscando con la mirada a Kenny. Desde el toque de timbre, no había vuelto a verlo. Como fuese, tenía mayores y más importantes cosas que hacer. Al llegar a la sala de informática, entró sin tocar y se encontró con los ojos lloros de Kyle, su figura cansada y una cara de fastidio enorme.
—Dude, ya deja eso. El culpable ya...—comenzó Marsh, acercándose al pelirrojo para tomar asiento al lado de él.
—Me importa una mierda el culpable.—cortó Broflovski. Stan dejó lo comprado al lado del teclado que el de la ushanka verde ocupaba.—Tengo que borrarlo. Antes de que Karen lo vea.—Stanley se dejó ver sorprendido unos instantes, notando como Kyle temblaba debido a los nervios. Sonrió enternecido unos segundos, y con la punta del pie pateó el toma corrientes, ocasionando que el equipo entero se apagara de golpe.—¡Hey, Stan!—se sulfuró el judío, casi saltando de su asiento para molerlo a golpes.
—Deja a Wendy y las chicas ese asunto.—pidió calmado, haciendo que Kyle echara un grito frustrado, un quejido rabioso e histérico.—Karen no alcanzará a verlo. —con aquello, el pelirrojo pareció más calmado, pero aun nervioso. Se acomodó en la silla lo mejor que podía, y se masajeó las sienes, cerrando los ojos.
—Me siento como un pendejo.—admitió. Stan se quedó en silencio, alcanzando la cola cola zero y abriéndola para su amigo.
—¿Por lo que viste?—preguntó, prosiguiendo a sacar el sándwich de su envoltorio. Kyle abrió los ojos y con un pequeño gesto de agradecimiento en forma de sonrisa, tomó un sorbo de su refresco.
—En parte. Es difícil.
—Hiciste mierda a Kenny esta mañana. ¿En serio vas a apartarlo de tu lado?
—Tu no parecías muy contento de que fuéramos tan cercanos.—sonrió el pelirrojo, apenas con un ánimo para curvar los labios. El cansancio se lo comía por dentro. Stan frunció en entrecejo al recordar los constantes abrazos del rubio hacia su amigo, y suspiró. No es que fuese de su agrado que Kenny fuese tan apegado a su súper mejor amigo.
Ah, carajo. ¿Debía agregar un #nohomo a pesar de que tuviera novia?
—Dude, no voy a entrar en detalles. Pero yo soy tu súper mejor amigo.—comentó infantilmente. Kyle echó unas risas cansadas al aire, alcanzando el sándwich.—Además, uh... ¿Es que no lo notas?
—Siempre serás mi súper mejor amigo, Stan. — un mordisco a la comida, y luego un sorbo a la coca cola. Broflovski enrojeció ligeramente y volvió a tener un semblante apagado y triste.—Al principio pensé que solo quería sentirse querido, alguna mariconada de esas. Luego comprendí que...—silencio. Kyle gruñó antes las palabras que no querían salir de su boca.—Da igual. Es obvio que es un error. Kenneth nunca podría estar enamorado de mi. —Arrugó la nariz de repente.—Carajo, esa frase sonó taaaan marica...—se lamentó. Ya comenzaba a sentirse como una damisela de las novelas baratas contrariada por un príncipe azul e inalcanzable que le ofrecía amor. Solo que Kenny no era un príncipe, y él mismo tenía pene.
Carajo.
—¿Tú crees? Parece un perro abandonado, medio muerto. Nada más que más feo y con sida.—Kyle miró a su amigo con cierto enojo fingido, a lo que Marsh comenzó a burlarse y reír.— ¿Qué?
—Vete a la mierda, Stan.—las risas entre ambos comenzaron a llenar la sala. La situación era una mierda, pero si ambos se tenían, las cosas no parecían tan malas.
—¿Entonces? Dude, sea lo que sea que vayas a hacer, duerme un poco. Pasaste la noche en vela borrando el video de las redes, intentando salvarle el culo a Kenny. Tus ojeras son casi del tamaño de la gordura de Cartman.
—No podía dejar que ella lo viese. Karen tiene a Kenny en un altar. Lo que pasó fue una mierda, pero Kenny no tuvo la culpa...
—Siempre tan correcto. ¿No te estarás...?
—Chúpame los huevos. Solo hago justicia. – Dicho eso, y solo para escudarse de más "idioteces" dichas de la boca de su amigo, le dio varios mordiscos al sándwich, tomando más refresco y enfrascándose en algún punto perdido de la habitación.
Marsh suspiró ante la evasiva de su amigo, sonriendo. Conocía a Kyle. Y si bien sabía de antemano que él solía ser un romántico empedernido, de esos que te cantan canciones con guitarra bajo la ventana o creen en el amor de novelas, presentía que esta vez había algo "diferente". Y no, no se refería a lo homosexual de la situación ( aunque estaba clarísimo que ese "detalle" ya lo hacía todo distinto). Había algo más... Algo que no estaba seguro de cómo interpretar.
Algo que, a su entendimiento, se parecía a lo que él sentía a ver a Wendy.
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Cuenta la leyenda que yo actualizaba seguido (????)
En fin, espero les haya gustado este nuevo capítulo.
Estoy por publicar un fic de una ship crack, Twyle, así que si alguna gusta, puede darle una mirada rápida y eso.
Espero poder actualizar esto pronto. ¡Gracias por sus comentarios y paciencia! Les estaré respondiendo en breve. Se los lovea mucho, <3 <3 <3