[Narra Luna]
Pagué la multa y esperé a que el oficial se marchase para irme yo también, habían pasado unos días desde que ocurrió esto, entonces fue cuando fui en busca de Laeti.
–Oye... –comencé– lo de hace unos días... siento haberte pillado así con aquel chico.
Hice una mueca.
–Ah, eso –respondió desinteresada–. No es nada, yo habría reaccionado igual si te hubiese visto a ti con un chico, tranquila, no te preocupes por ello.
Marina apareció por la puerta del local de la tía Muffet de Laetitia, gritando cosas raras. Cuando se nos acercó pudimos saber con exactitud qué ocurría.
–¡Chicas, ya no seré más Marina! –sacó un papel de sus espaldas– ¡Me he cambiado el nombre! Ahora soy Nuria... ¡aaah pero no os vais a librar de mi hardcore! ¡AJAJAJAJAJ!
Si soy sincera, pareciera que estaba poseída, de verdad, casi me da un algo. Tooodas sabíamos que Marina... digooo... Nuria estaba loquísima por escuchar hardcore y dubstep. Pero qué se le va a hacer, porque yo soy igual, así que no me voy a quejar. Si te gusta el dubstep y otra persona lo pone a tope qué más que seguirle el juego y ser feliz y hacer lo que quieras con tu vida.
–Hey –llamé su atención–, ¿podríais venir con migo a mi local a ayudarme con una cosilla? Me refiero, de limpieza, etcétera.
–Oki doki –afirmó Laeti
–¿Cuánto me pagas? –suspiré cuando Nuria mencionó esto.
–Mi amor "INCONDICIONAL" –hice unas comillas en la última palabra.
–No sé si bastará por toda la mierda que hay ahí dentro –se quejó–, pero por ahora te lo compro.
[...]
Cuando llegamos a mi "local" todo estaba un poco mejor que la última vez que estuve, limpié un poco, pero me rendí porque era demasiado. Ahora que estaba con las chicas y con la tía Muffet de Laeti que se había presentado voluntaria (más bien, Laeti la obligó... :v) podríamos hacerlo todo mejor.
Pasamos unos trapos por todas las encimeras, tiramos lo que quedaban de fotografías familiares, etc... pasamos fregonas por todos los suelos, tanto de la planta alta (que reservaríamos para las cocinas) como para la baja (en la que estaríamos las camareras y los clientes). Le dimos cera a los mismos, y en unas... muchas horas estuvo todo a punto, sólo faltaban las mesas y las sillas de aluminio, :v, una barra (eso era fácil de construir, con unos ladrillos y un tablón de madera), y todos los electrodomésticos (quitando lavavajillas, nevera y vitro, que ya tenía la casa incorporados) típicos de un café.
–¡Gracias, chicas! –les agradecí– Sin vosotras no habría conseguido esto :3