Las chicas del curso de héroes estaban reunidas en torno a la mesa de café de la sala. En al residencia reinaría el silencio de no ser por sus carcajadas y comentarios ruidosos.
—Momo, ¿verdad o reto? —preguntaste con una sonrisa que fácilmente podía confundirse con la de Bakugō, la malicia implícita.
—¿Reto? —la alumna ejemplar titubeó mirando a sus compañeras para finalmente fijar su vista en ti— Reto —.
Lo pensaste unos segundos—. Besa a Tsuyu —la nombrada te miró sin entender nada, no pusiste el reto con algún motivo especial, simplemente querías molestar. Intentaron negarse, de hecho lo hicieron, pero no consiguieron que cambiaras de parecer.
Sus labios apenas se rozaron antes de sentarse rápidamente en sus lugares con un gran sonrojo, sería divertido verlas incómodas por las próximas semanas, pero ya veías que ibas a tener a Ochako molestando en breves para que intervinieras solucionando el problema que creaste. Era el turno de Momo, quien te miró con ganas de tomar venganza.
Obviamente elegiste reto, tú no eras una cobarde, harías frente a cualquier situación, no te importaba besar chicas, comer algo asqueroso o hacer una baile ridículo, la vergüenza la habías perdido hacía mucho. Pero no estabas lista para eso.
—Besa a Tokoyami —¿qué? ¿cómo? El chico no tenía boca, pero más importante, ¿por qué de todo el mundo tenía que ser justo él? Su mera existencia te generaba sentimientos encontrados, el chico era mitad pájaro, incluso hacía ruidos de ave, aunque el resto de su cuerpo era humano, te generaba un dilema. ¿Te gustaban los animales por sentirte atraída hacia el enigmático chico pájaro? Una parte de ti decía que no, después de todo, él era humano..., O eso te gustaba pensar.
Recordaste lo que estabas pensando antes, no tenías vergüenza, pero en éste caso se trataba de tu amor platónico, te encantaba él, su misterio, su seriedad, que cuando hacían equipo hablaba más y se preocupaba porque estuvieras bien, eso era adorable. Él había llamado tu atención desde el día uno, no siempre porque te atrajo, al principio era curiosidad, hasta que le empezaste a conocer y se convirtió en cariño. Toda tu clase pensaba que te gustaba Deku, no te esforzabas por desmentir el mito, él estaba reservado para Uraraka, además sólo sentías una profunda admiración, pero también admirabas a Todoroki, así que la pelusita estaba lejos de ser especial.
Te armaste de valor, levantándote del cómodo sillón para ir hasta la cocina, lugar donde algunos de los chicos se habían juntado a charlar, era raro y absurdo, pero desde que empezó el año las chicas iban por un lado y los chicos por el otro, juntándose solamente para ocasiones especiales y tareas. Lo observaste de pie junto a Kirishima, notó tu presencia de inmediato, ¿era raro decir que te atraía? Era un pájaro, aunque quizá era ese tipo de atracción en la que alguien te empieza a parecer lindo porque conoces su personalidad y lo físico pasa a un segundo plano.
—¿Podemos hablar fuera un momento? —pediste amablemente, el chico sólo asintió, ignorando las miradas de los presentes que se posaron de inmediato en ustedes.
Lo sacaste de la cocina, al estar en la sala te sentiste demasiado observada por las chicas, así que terminaste por ir al jardín, nadie te molestaría ahí. Sabías que probablemente estaban tus compañeras mirando por la ventana, pero no te importó. Diste un par de pasos al frente para cortar la distancia entre ustedes y dejaste un beso en su pico—. ¿Tienes sensibilidad ahí? Digo, es como un hueso... ¿Tenemos sensibilidad en los huesos? —el chico parecía no entender lo que estabas diciendo, era como si le hablaras en otro idioma.
—Tengo sensibilidad en el pico, sí —oh, entonces sí había sentido tu beso. Estaba serio como de costumbre, probablemente a la espera de una explicación. Temiste hacerlo sentir incómodo, sabías que nunca participaba en cosas como el juego de la botella o el yo nunca nunca, juegos absurdos que hacían tus compañeros para estar con aquellas personas que les interesaban; siempre pensaste que podía ser por falta de interés o algún complejo relacionado a su apariencia, era uno de los que menos forma humana tenía de la clase, e incluso Shoji podía dar besos normales.
Te sentiste mal unos instantes, probablemente si le decías que era un reto iba a tomarlo como una burla, tal vez era la ocasión correcta para confesar tus sentimientos, pero él se te adelantó—. ¿Necesitabas algo? —cruzó sus brazos sobre su pecho, no sabías en qué momento había vuelto a existir distancia entre sus cuerpos, pero no te gustaba, tenerle cerca era agradable, incluso si no podías experimentar tal cosa como mirarlo a los ojos y sentir que era el ser más hermoso sobre la faz de la tierra porque se te hacía raro el hecho de que te gustara un pájaro.
—No realmente, estaba jugando con las chicas y me retaron a besarte —sabías que Momo lo había elegido por tener pico, por ser raro. Te pareció cruel, él no merecía tal humillación—. Pero me gustas, por eso lo hice, no por el reto —aclaraste, procurando que no se sintiera ofendido. No pronunció palabra, así que lo tomaste como un rechazo, pero estaba bien, no era una película romántica, en la vida real difícil es encontrar a alguien que corresponda tus sentimientos, no podías obligarlo.
—Volvamos adentro... —te palmeó la cabeza antes de empezar a caminar, por lo menos no había sido cruel o desagradable, es más, parecía que desde ese día empezó a tratarte mejor.
Pasaron las semanas y todo marchaba con normalidad, excepto la relación de Momo y Tsuyu, esa seguía incómoda. Las clases de ese día habían terminado y volvían todos juntos a las habitaciones, hasta que Koda agarró con timidez tu manga para apartarte del grupo. Tu compañero siempre te había resultado adorable, los tímidos no eran tu tipo hacía ya un tiempo, si fuera de otra forma estabas segura de que te hubieras fijado en él.
—Lo siento —soltó en un susurro lleno de vergüenza, el chico de tez melocotón parecía incómodo.
—¿Por qué te disculpas? No has hecho nada malo, ¿cierto? —alzaste una ceja con confusión, intentando entender el estado del chico.
—Yo... Ah... Le dije a Fumikage que me gustabas... Por eso no correspondió lo que sientes... ¡No es que todavía me gustes! U-un poco quizá, pero no tanto como a él... No, no importa realmente... Quiero qu-que ambos estén bien —oh, querías abrazarlo. El niño más tímido de la clase acababa de venir a decirte como pudo que Tokoyami también sentía cosas por ti pero estaba siendo un buen amigo. Era un acto lleno de gentileza, dejar el camino libre para que pudieras estar con el chico que te gustaba, incluso si Koda aún tenía sentimientos por ti—. Lo siento —repitió.
—Oh... No te preocupes —sonreíste palmeando su cabeza, justo como Tokoyami había hecho contigo—. Gracias por decirme ésto, Koda —una sonrisa tímida se dibujó en sus labios, parecía querer correr a esconderse por lo que le quedaba de vida, pero no lo ibas a permitir, ahora se había ganado parte de tu respeto, no sentías que de haber estado en esa situación fueras a actuar como él.
Caminaron juntos hasta las habitaciones, alcanzando al grupo, fuiste tú la que habló todo el viaje, el chico sólo asentía y se reía por lo bajo cada tanto. En el trayecto cruzaste algunas miradas con Tokoyami, parecía curioso.
A la noche golpeaste su puerta y salió a atenderte ya en pijama—. Hola —saludaste dando un paso atrás, te daba vergüenza ahora que sabías que sentía lo mismo, se suponía que debía ser al revés.
—Supuse que te vería tarde o temprano —comentó de forma casual, cerrando la puerta detrás de sí—, Koda te contó... —parecía indeciso, como si no supiera qué hacer a continuación.
—Eres un buen amigo —afirmaste al tiempo que asentías—, espero que seas igual de buen novio —sentiste que acababas de ir muy rápido, soltar una carcajada nerviosa fue inevitable—. Lo siento, fue un chiste —estabas segura de que acabas de ruborizarte.
—Ambos sabemos que no —su tono carecía de expresión alguna, pero sus ojos tenían un brillo especial, en otras circunstancias lo encontrarías aterrador, pero ahora logró resultarte adorable.
Ambos sabían que no era una broma, parecía no oponerse a la idea de empezar algo y corresponder tus sentimientos. Nuevamente cortaste la distancia entre ustedes con un casto beso, una parte de ti agradecía que no tuviera una boca normal, la saliva de otro era algo asqueroso, con él no tendrías jamás ese problema. Al separarse puso su mano sobre tu cabeza y despeinó tu cabello, parecía estar dándote un mimo.
Un suspiro salió de tus labios y luego de darse las buenas noches corriste a tu habitación con el corazón acelerado, estabas segura de que ese era el principio de una bonita historia.
***
Halosh, -GenderfluidWeirdo- y ArelyFuentes4 he aquí el fic con Tokoyami ;u; espero que les guste, está medio meh, pero pese a tener ganas de hacer algo con él no tenía muchas ideas, así que fui a por lo básico.
Gracias por leer :3