Ahria se levantó energéticamente una vez acabada de comer, ordeno la cocina, llamo a Jerry y se fue a arreglar todo en tiempo record, Jade solo miraba la escena entretenida, en cierta manera estaba lista, sin embargo, entro a darse los últimos retoques a su cuarto.
Jerry estaba tan impresionado como Ahria, por lo que tampoco quiso perder tiempo, se fueron en su auto para no tener que cargar bolsas, decidieron ir a comprar ropa primero, terminaron comprando zapatos, vestidos, pantalones, todo lo que encontraban bonito lo terminaron comprando, hacia bastante tiempo que no salían juntos ni menos a comprar.
Una vez que se aburrieron, se dirigieron a comprar al súper mercado, y una vez que guardaron todo fueron a comer a un restaurant cercano, ya era de tarde por lo que cuando terminaron se fueron al departamento, en estos casos como odiaba el piso en donde vivía, solo habían escaleras y tenían que llegar al cuarto con muchas bolsas, Jerry tampoco disfrutaba del todo ya que su departamento estaba en el tercer piso, tampoco era tarea fácil para él, estaban tan cerca los tres que él prefería pasar tiempo con ellas que con su compañero ermitaño.
Cuando por fin terminaron de subir y guardar todo, se fueron a arreglar para salir, primero irían por unos tragos y después a bailar.
Ahria vestía unos pantalones ceñidos a su cuerpo, con top rojo que, hacia resaltar su piel clara, unos zapatos con plataformas y su pelo lo llevaba en una coleta alta, Jerry vestía unos jeans bastantes pegados a sus piernas con una camisa negra un poco abierta haciéndolo lucir provocativo.
Jade se sentía preocupada por su atuendo, ocupaba un jeans negro pegado a su cuerpo, lo se sentía extremadamente apegado, junto con una polera brillante de tiras, dejando libres sus hombros, decidió peinarse hacia un lado y ocupo unos zapatos con plataforma negros, eran extremadamente altos, esperaba no arrepentirse.
Fueron a un pequeño bar, donde cada uno tomo unos combinados, no podían parar de reír, de verdad se sintió mal, pues se había perdido de esto durante años, cuando ya eran pasadas las 12:00 decidieron ir a bailar.
Llegaron a una discoteca de nombre "Laberinto" y cuando Jade entro se pudo dar cuenta de por qué el nombre, estaba lleno de pasillos que conectaban a la pista de baile, a la barra y a los baños, es decir si no conseguías el camino adecuado terminarías en el baño equivocado.
Inmediatamente se sumergieron a bailar, al principio comenzó a sentirse nerviosa porque hacía años que no salía a fiestas, pero a medida que sonaba la música su cuerpo fue respondiendo, como si lo necesitase. Jerry estaba al medio de ellas bailando hasta que sacaron a bailar a Ahria y se quedaron bailando solos los dos.
Así estuvieron un rato, gritándose sobre la música, saltando y riendo, hasta que sintió unas manos en su cadera, se asustó, se dio vuelta para ver al idiota que se sobrepasó, pero hay estaba Adam con una sonrisa que le llegaba a los ojos observandola, llevaba un pantalón negro y una camisa similar a la de Jerry, maldición lo hacía ver más apuesto.
- ¿Te importa si bailo con Jade? - Jerry negó riendo.
-Estaré buscando a chicos, cualquier cosa llámame - le dijo por sobre la música, asintió nerviosa mientras se mordía el labio.
-No pensé que te encontraría acá ¿Me estas siguiendo? - Pregunto divertido alzando una ceja, Jade lo estudio con la mirada ¿Cómo podía pensar eso Adam?
-Yo diría que es al revés, ¿No deberías estar buscando esos conceptos que no entendiste? - Contraataco, molesta por la insinuación.
-No puedo, salí a despejarme, es que hay una mujer que no me deja pensar, me tiene nervioso con la respuesta que me dé. - le dijo mientras coloca un mechón rebelde en su sitio
-Que cruel de su parte que no te da la respuesta y tu tan pobre sufriendo que vienes acá - respondió irónicamente, odiándose internamente por querer que la siguiera tocando.
-Vine con unos amigos y.... espera ¿Ya lo decidiste? - Asintió orgullosa, lo había dejado perplejo- ¿Cuándo pensaba decírmelo?
Se encogió de hombros disfrutando de su cara, Adam la quedo mirando, negó con una sonrisa malévola, el tomo de su mano para adentrarse por uno de los pasillos, saliendo en una terraza donde se podía ver la playa, donde no era tan fuerte el ruido de la música y había poca gente. La apoyo contra el barandal, y puso sus manos a su lado para quedar más a pegado a su cuerpo, bajo su cuerpo quedar a su misma altura, la quedo mirando durante unos minutos donde ninguno decía nada. No le apetecía hablar, le encantaba el verde gris en el que se habían convertido sus ojos, Jade no podía evitar sentirse nerviosa, aunque se mantuvo firme.
-No puedo creer que no me llamaras, lo prometiste - demando por fin, sin dejar de mirar sus ojos, parecía que no solo ella estaba atrapada.
-No se lo he dicho a nadie, aun cumplo mi promesa -mintió, ya que quería hacerlo sufrir.
- ¿Por qué no has llamado? - pregunto esta vez acercándose un poco más a ella.
- ¿Por qué tengo que darte explicaciones? - Le dijo irritada, le estaba colmando la paciencia el hecho de darle explicaciones.
- ¿Jade me dirás? - negó divertida de su frustración y no lo oculto ya que su sonrisa se agrando más - ¿disfrutas esto verdad?
Ella asintió por lo que Adam Bufo frustrado, estaba tan cerca su boca que su aliento le hacía cosquillas en su mejilla.
-Mañana, a las 2 en mi departamento ve a almorzar y te lo diré- le dijo sonriendo, no sabía de donde había salido esa idea, mañana podría culpar al alcohol, pero estaba segura, ahora que Adam sabía que ya lo había decidido no la dejaría de hostigar.
- ¿Me seguirás haciendo esperar? – pregunto ofendido, Jade negó divertida, justo lo que había pensado.
-Bueno si no quieres saber la respuesta, no vallas - se limitó a decir mientras se encogía de hombros abriéndose paso para entrar de nuevo.
Adam la tomo por la cintura devolviéndola a la misma posición.
-Jade Lawre, eres la mujer más difícil que conozco sin contar a mi mamá - Susurro muy cerca de su odio - y me encanta.
Un escalofrió la recorrió por todo su cuerpo, además de un calor extrañamente familiar ¿Por qué me decía esas cosas? ¿Qué podía tener ella de especial?
-No todo podía ser tan fácil ¿no? - respondió nerviosa
-Deja ese labio quieto, ahora mismo - Dijo con un tono más grabe, mirándola desafiante, inmediatamente se soltó el labio - Gracias.
- Es un reflejo, no lo controlo Adam – se excusó y no mentía.
-Que reflejo más hermoso- le respondió con una media sonrisa, sin dejar de verla.
-Deja de coquetearme, te aseguro que lo que me digas no me hará cambiar de opinión. - Se preguntó internamente si la respuesta habría sido no, esa noche habría cambiado las cosas.
-lo sé ratona, pero me encanta coquetearte - Bien, si iba a hacer esto tendría que poner eso como condición para enseñarle, no podía estar coqueteándole a cada rato.
-Deja de decirme ratona - le demando enojada, su ceño se había fruncido - ¿Por qué ratona?
-Bueno - su mano volvió a despejar un pelo suelto poniéndolo detrás de su oreja - primero, eres la ratona que se aleja del gato - levanto sus cejas provocativamente - y segundo siempre pasas en la biblioteca.
- ¿Me estás diciendo ratón de biblioteca? - pregunto mientras lo veía ofendida.
-Una hermosa ratona de biblioteca- sonrió provocativamente
Y sin más vio cómo se estaba acercando cada vez a ella, su mano había encontrado camino en su cadera mientras que la otra estaba apoyada en su rostro, acercándola cada vez más a él, sintió su aliento sobre su boca, la iba a besar, se quedó helada, sentía una corriente en todo su cuerpo, Adam quería besarla.
Tubo el impulso de acercarse a él, y sellar el beso, pero no podía, sabía que era una mala idea, agradecía a su parte sobria que le decía detente, detente.
-Tu labio jade- le dijo sobre su boca con voz muy ronca, para después sentir los labios de Adam, liberando su labio de su agarre al inferior.
Inmediatamente hiso lo primero que se le ocurrió, lo piso con los tacones que llevaba, lo que provoco que la soltara.
- ¿Cómo se te ocurre tratar de besarme? - demando enseguida, se sentía roja, pero era difícil explicar si era de vergüenza o enojo.
Adam se alejó cojeando, de verdad le había dolido
-Lo siento, pensé que...
- ¿Qué? ¿Qué clase de mujer creías que era? - Pregunto sintiéndose herida
-No jade, es que creí...
-Olvídalo - No tenía caso, le dio la espalda para mirar hacia la playa.
-Iré a buscar algo para beber ¿deseas algo? - lo oyó un poco cerca, pero manteniendo su distancia. Sin embargo, ella solo se encogió de hombros, no quería verlo.
Adam quería besarla, ¿creerá que con eso aceptará darle ayudantía? ¿Cómo puede recurrir a algo tan bajo? y lo peor de todo es que ella también quería, gracias a su parte centrada del cerebro que reacciono, pero su roce, su aliento, sus labios suaves, ¡Adam Fols ¿qué estás haciendo conmigo?!
No pasaron más de 5 minutos en los que volvió con un vaso, se tomaron el trago en silencio, ahora el mantenía distancia con ella.
-Jade, de verdad no quise incomodarte - le dijo apenas termino de beber su bebida.
- ¿Que pretendes Adam? ¿Te quieres asegurar de que te de clases?, ¿piensas que me enamorare y hare todo lo que deseas?
-Jade, realmente me deje llevar - Bufo frustrado, pasándose las manos por el pelo- Me pareces tan hermosa.
-No Adam, soy una mujer físicamente corriente, en todas partes hallaras morenas de ojos cafés, tú tienes un capricho, me niego a complacer a un hombre.
-Te estás equivocando de nuevo, pero no are nada más por ahora, te demostrare que quiero tu ayudantía y no, escúchame, no eres un capricho, te prometo que mantendré mis impulsos controlados.
Asintió, aunque realmente no sabía que significaba, pero creía que se mantendría lejos. Decidieron volver a la pista de baile por un pasillo, una vez que llegaron se pusieron a bailar, realmente Adam Fols sabia moverse y llevar el ritmo, aun con esos zapatos no lograba quedar a su altura, de apoco la tensión entre ellos fue desapareció dejando una sensación agradable y empezó a divertirse con él, salto, grito, y sobre todo bailo muy apegada a él, aunque no sabía si era el hecho de que Adam la tuviera aferrada a ella o que ella deseaba con ansias su tacto.
Fueron varios tipos a sacarla a bailar, a lo que se negó una y otra vez, era mejor estar con un psicópata conocido que uno desconocido.
Cerca de las 4:30 de la mañana le empezó a dar sueño, pero no lograba encontrar a Jerry ni a Ahria, le solicito a Adam que la acompañara afuera y luego de meterse en dos pasillos diferentes que los llevaron a la barra y al baño de mujeres encontraron la salida, se apoyó en un auto y marco sus números, nada, no contestaban.
-Si quieres te llevo a tu departamento- dijo Adam, realmente no le parecía una mala idea, estaba realmente cansada, asintió mientras le mandaba un mensaje a Ahria y a Jerry <<No los encontré, me volví con Adam al departamento, los veo allá bss>>
Se subieron a su vehículo, puso música y aunque quiso cantar se lo guardo para ella, aun no podía cantar con gente, un paso a la vez se recordó. Ninguno hablo hasta que llegaron a los departamentos Jade se dio cuenta que no hablar no se sentía extraño, era demasiado cómodo.
-Te vez realmente hermosa, por un momento tuve miedo que te fueras a bailar con otro, me dejaras solo y después te viera besándote. Le dijo dándose vuelta para verla, cuando ya habían llegado a los dormitorios, aun con las manos apoyadas en el volante.
-Adam sin manipulaciones -lo amenazo riendo, ese chico siempre la alagaba.
-Está bien, - empezó a reír - pero es verdad me gusta cómo te vez, estas distinta.
- ¿Gracias?
-Oh, no me mal intérpretes, diferente para bien, diferente hermosa. - oh -oh acá iba de nuevo, era mejor que cambie el tema.
- ¿No quieres pasar un rato? – Apenas lo dijo se arrepintió, no lo pensó demasiado solo lo dijo, creyó que los tragos que se había tomado le pasaron la cuenta, Adam abrió sus ojos de seguro no se lo pensaba, su cara se había vuelto de un color rojo, empezando a sonreír con malicia, Jade se percató en seguida las intenciones, por lo que agrego con voz firme y sin temblores - No es que quiero que nos besemos o cojamos, solo para tomar o comer algo.
-Oh, pensé que querías besarme, y dejarte llevar – dijo con un deje de tristeza en la voz, pero aun divertido Adam.
- Hombres uno no puede ser amable, que al tiro piensan que una quiere estar debajo de ustedes – negó divertida, no podía hacer nada era la costumbre de los mujeriegos.
Adam río pasándose las manos por su pelo - Venga vamos, tengo hambre.
Asintió mientras se bajaba del auto y empezaron a caminar, se quedó parada mirando la escalera, realmente tendría que subir con esos tacos hasta el cuarto piso, que dolor de solo pensarlo, después de estar bailando toda la noche y subir las escaleras no podría ponerse tacos de nuevo.
De repente sintió que Adam la tomaba entre sus brazos, involuntariamente puso sus manos alrededor de su cuello sujetándose, Adam sonrió satisfecho mientras empezaba a subir la escalera.
- ¿Que estás haciendo? - le pregunto un poco asustada.
- ¿No es obvio? - le pregunto riendo, eso hizo que Jade bufara frustrada- Tienes unos tacos gigantescos y después de estar bailando creo que tus pies te duelen
-No era necesario, me estaba armando de valor para subir.
-Sí pero cuando llegáramos arriba ya sería la hora de almorzar.
-No soy una jodida damisela en apuros.
-Pero yo si soy un caballero - La quedo mirando directo a los ojos con una sonrisa cálida - ¿Sabes? realmente no pesas tanto, podría llevarte así al altar.
-En tus sueños me casaría contigo Fols.
-En mis sueños es donde me encanta tenerte, eres mía y no pones objeción, aunque esto es muy agradable. - le dijo alzando las cejas, Jade se ruborizo, ¿de verdad soñaba con ella?
-Pervertido
-Ratona
-Engreído
-Enojona
-Manipulador
-Hermosa
-Oye, eso no es un insulto - le respondió riendo
-Lo sé, pero me encanta decírtelo, y ver tu sonrisa.
No dijo nada más, se quedó observándolo con la mirada seria, aunque internamente se deleitaba con sus ojos. Llegaron al departamento, la bajo con sumo cuidado, ella abrió la puerta e inmediatamente se sacó los zapatos dejándolo en una esquina
-Las últimas veces que estuve acá, nunca me abrieron la puerta - rio Adam mientras entraba
-No sabía que querías, bien podías ser un psicópata- se encogió de hombros mientras iba a la cocina por unas bebidas.
-No soy un psicópata jade - Adam la seguía por todo el departamento.
-Dije podrías, no paraste de buscarme ni un minuto. ¿Que querías que pensara? - le paso una lata de bebida mientras buscaba algo de comer en los estantes.
-Realmente no quise asustarte, quería que te dieras cuenta que de verdad estaba interesado en las clases.
-No me asustaste, solo pensé que era un capricho tuyo - aun lo creía, pero tenía que darle una oportunidad, encontró unas papas fritas, las puso en un recipiente y le señalo para que vallan a la pequeña sala.
-No eres un capricho ¿Cuantas veces debo decirte eso? - ella se limitó a encogerse de hombros mientras tomaba bebida- Jade, para ser bastante inteligente eres terca.
- Espérame - No espero que le respondiera, se adentró en su cuarto e inmediatamente dejo caer su pantalón, quedando solo con sus pantaletas, se soltó el pelo y desmaquillo, estaba buscando su pijama en el closet cuando se abrió la puerta.
-Jade, se acabaron las papas, donde... - ahí estaba Adam, parado en la puerta mirándola embobado, sus ojos verdes cambiaron de color a un verde azulado, no pudo terminar la oración, se había perdido en la figura semidesnuda de Jade.
Inmediatamente se cubrió con la puerta del closet, estaba roja de vergüenza además de sentirse enojada - Sal de acá tarado.
- lo siento es que las papas...
- ¡Que salgas! - Le grito
-está bien, está bien - cuando escucho que se cerró la puerta, salió del closet, Adam la había visto Semi desnuda, ¡oh dios mío! pensó.
Busco rápidamente su pijama, un pantalón largo y una polera corta, salió rápidamente de la habitación, pero no lo encontró por ninguna parte, salió del departamento, diviso el estacionamiento, pero su auto ya no estaba, cobarde, se había ido sin decir nada, volvió a la casa busco su teléfono y marco a su número al 5 tono le respondió.
- ¿Aló? - Le respondió muy nervioso Adam.
- ¡¿Por qué te fuiste?! - Le pregunto exaltada, bueno eso fue su intento por sonar calmada.
-Jade, sabía que saldrías de tu cuarto y me gritarías, tal vez me pegarías yo, yo solo quise salvar a mis bolitas - Le respondió con una risa nerviosa.
- ¡Ay, pero si serás! ¿No sabes tocar la puerta?
-No sabía que te encontraría así.
-No entiendo como pasaste el examen.
-Viste que estas molesta, fue mejor que me largara, mas rato iré al almuerzo.
- ¡Ah! ¡Adam, si le cuentas a alguien de esto estas muerto, escuchaste, te buscare por todo el mundo y el que te deje estéril será el menor de tus problemas!
-No, no se lo diré a nadie, esa imagen queda solo para mí - le respondió con tono provocador
- ¡Adam! - Le grito roja de vergüenza
- ¿Qué? es verdad con ese vestido te veías hermosa, pero sin el déjame decirte que eras más que hermosa.
-Cierra el pico Fols, esta será la última vez que me veas así
-Ya no te enojes, nos vemos más rato a las 2. Adiós hermosa - y antes que pudiera decirle algo, le corto.
Estas cosas solo le pasaban por tratar de ser amable, se sentó tratando de tranquilizarse, que Adam la haya visto Semi desnuda la puso nerviosa, recordaba su cara una y otra vez, sus ojos verdes azulados la habían dejado con la boca seca, ¿Y si tal vez me esté gustando Adam? Elimino ese pensamiento enseguida, ella sería su tutora, y él debía de tener muchas mujeres detrás esperando una oportunidad, ella no se convertiría en una de ellas.
Miro el reloj ya eran las 5:30 de la madrugada, sería mejor que se acueste. 5 minutos más tarde sintió la puerta principal abrirse, e inmediatamente apareció una Ahria contenta, reluciente con los zapatos en la mano, en su pieza.
- ¿En verdad te volviste con Adam? - Asintió mientras se sentaba en la cama- ¿Por qué no veo esas cosas?
-Te estuve llamando.
-No escuche el celular, pero vi tu mensaje y quede más tranquila- Le sonrió amigablemente.
-Ve acostarte, tenemos un invitado a almorzar y quiero que tu cocines - le dijo muy sonriente.
- ¿Adam vendrá mañana? - Pregunto con asombro y alegría.
-Aja, y quiero que tú sigas practicando.
-Jade, sabes que no soy buena con lo salado, ¿por qué no lo invitas a la once?
- No importa, vendrá y lo comerá todo, como nosotros con Jerry.
Ahria desapareció dejando la puerta cerrada, Jade se volvió a acomodar con un pensamiento, "Adam Fols, ya verás lo que te esperara más rato", y así sin más se sumergió en sus sueños.