Sonó el teléfono, Mónica se levanto y contesto pero esta vez era para su hermana. Esta se puso a hablar en el salón con el inalámbrico impidiendo que escuchásemos la televisión, de esta forma consiguió enfadar aun mas a Mónica. No pude evitar enterarme de la conversación, deduje que era su novio por la forma en la que le hablaba, era muy cariñosa con él, no paraba de decirle todo lo que le quería y las ganas que tenia de que estuviesen juntos. No podía tenerle mas engañado, era realmente buena haciéndolo, aunque su voz parecía de una chica verdaderamente enamorada, en realidad estaba mas pendiente de la revista que tenia delante que de escuchar lo que su novio la decía. Solo pareció mostrar atención total cuando le dijo que tenía un regalo para ella. Tras colgar dijo que había quedado con el y que se marchaba, diez minutos mas tarde por fin me quede a solas a Mónica.
Creía que en cuanto nos quedásemos a solas iban a empezar los reproches por todo lo ocurrido el día anterior, pero la forma de mostrar su enfado parecía que iba a ser la indeferencia. Siguió mirando el televisor como si yo no estuviese en la habitación. No sabia si pedirla perdón, pues no recordaba del todo lo sucedido en la discoteca, o esperar a que fuese ella la que me dirigiese la palabra a mi, pero esa pasividad me estaba matando. Finalmente trate de romper el hielo hablando de otra cosa que no fuesen las broncas del día anterior.
Anda que tu hermana vaya forma de ser tiene, tiene que ser difícil vivir con ella
Si que lo es – Contesto Mónica sin ninguna intención de continuar la conversación
No entendía porque no me hablaba, podía comprender su enfado, era lógico que lo tuviese, pero cuando me llamo para quedar pensaba que seria para al menos hablar del tema. De repente parecía como si no nos conociésemos, como si fuésemos unos auténticos desconocidos y la situación era muy violenta. Notaba a Mónica muy nerviosa, más aun desde que se fue su hermana y cada vez más según iban pasando los minutos. Supuse que seria por tener que dejarse ver junto a mí delante de sus padres. Estaba pensando en todas esas cosas cuando oí la puerta abrirse, mi corazón palpitó rápidamente y note que comencé a sudar. Según las pisadas se acercaban al salón me ponía más nervioso aun
Hola – Dije cuando vi aparecer a los padres de Mónica
Hola – Contestaron ellos casi a la vez mirándome serios y de medio lado
Hola – Dijo Mónica - ¿Qué tal la tarde? – Pregunto interesándose por las ventas de la tienda
Muy bien, venimos muy contentos ¿Verdad? – Dijo la madre de Mónica buscando el asentimiento de su marido
Así es, aun es el primer día y no se puede valorar, pero mejor de lo que esperábamos
Si, así que nos vamos a celebrarlo cenando fuera – Rió su madre
Hacéis bien – Os lo merecéis – Dijo Mónica
Bueno, toma las llaves de la tienda, si queréis estar tranquilos os podéis quedar en casa, tardaremos en venir – Dijo su padre a pesar de que se le notaba que no quería que me quedase en su casa con Mónica.
No – Contesto Mónica – Iremos a dar un paseo y a la tienda, que quiero ver como ha ido el primer día
Esta bien, como queráis, ser buenos – Dijo su madre
Hasta luego – Dijo Mónica
Esperar un segundo – Me levante y dije antes de que se fuesen – Creo que os debo una disculpa por lo que paso ayer en la tienda – Me quede callado esperando una respuesta pero no dijeron nada, solo me miraron haciendo que mi vergüenza fuese en aumento – Se que lo que hice no estuvo nada bien, solo es que no estoy acostumbrado a beber y me puse algo violento al hacerlo, pero nunca soy así, en serio – Continué mientras miraba al suelo – Ya he pedido perdón a Mónica por eso y por lo que ocurrió por la noche y sentía que debía pediros perdón a vosotros también, ya que siempre os habéis portado tan bien conmigo
Me sentí como un niño pequeño pidiendo perdón a sus padres, no era mi estilo pero ese gesto tan pelota hacia ellos seguro que me iba a hacer quedar bien delante de Mónica y realmente lo necesitaba. Ella sabia que estaba mintiendo pues si que estoy acostumbrado a beber pero seguro que la agradaría que sus padres pensasen lo contrario. Además si quería seguir entrando en su vida tan espontáneamente como lo había hecho hasta ahora necesitaba sin duda alguna la aprobación de sus padres. Continuaron callados, se miraron entre ellos y empezaron a reírse de forma cómplice
Siempre me has caído bien, un fallo lo tiene cualquiera, se que no eres así, así que estas mas que perdonado – Dijo su madre
Bueno nos vamos ya a cenar – Comento su padre saliendo – ¡Hasta luego chavales!
Es un buen chico – Oí decir a su madre mientras se alejaban por el pasillo saliendo de la casa
Tome asiento de nuevo y sonreí aliviado, otra vez había librado un escollo que me tenia muy preocupado y parecía todo el camino allanado para recuperar por completo la confianza de Mónica. Si había conseguido que sus padres me perdonasen y diesen su aprobación a que me quedase con ella seguro que Mónica me perdonaba antes incluso de que llegase a hipnotizarla. Estaba pletórico y por primera vez en todo el día respiraba totalmente tranquilo. Sin embargo Mónica seguía mirando el televisor, parecía darla igual lo que emitiesen pero la cosa era no dirigirse a mí. Al menos tenía la intención de salir a dar un paseo, así que antes o después no tendría la pantalla para distraerse de mis palabras.
Eran ya casi las once y aun no habíamos cenado cuando Mónica apago el televisor y levantándose me dijo que fuésemos a cenar fuera también nosotros. Tenía la esperanza de que se arreglase para salir pero no lo hizo, mantuvo su vestimenta nada arreglada y se calzo unas zapatillas deportivas para salir a la calle. Caminamos durante no mucho tiempo en el más absoluto de los silencios hasta que nos sentamos en la terraza de un restaurante cercano a su casa. No podía aguantar más esa situación así que decidí ser más directo con ella
Mónica, siento lo que paso anoche, me porte muy mal contigo
No pasa nada, estas perdonado
A pesar de decirme eso sabía más que de sobra que no lo estaba. Al menos comenzamos a charlar aunque ella seguía distraída y nerviosa. Hubiese preferido que se enfadase mas para descargase su rabia acumulada y hacer borrón y cuenta nueva en lugar de que me perdonase falsamente. Creo que tenia muchas cosas que echarme en cara pero no lo estaba haciendo y el no saber que había ocurrido exactamente en la discoteca hacia que no fuese consciente de hasta que punto podía estar enfadada conmigo. La pregunte por su tío y me contesto que había estado en la fiesta, que por eso se habían salido al final varios familiares por la noche, para celebrar su recuperación. La pedí disculpas de nuevo por haber confundido a uno de sus primos con otro chico y volvió a decirme que no pasaba nada. Desde que quedamos ese día aun no la había visto reír y eso me preocupaba. Vale que no fuese igual de alegre que Carolina pero normalmente con Mónica pasaba también ratos divertidos y esa cita parecía más un velatorio que una quedada entre amigos.
Cuando acabamos de cenar nos dirigimos a la tienda, me hizo ver su intención de irse a casa pronto lo cual hizo que me desilusionase, pero no estaba en situación de mostrar mis deseos de que se quedase más tiempo. No me atrevía a presionarla. Entramos en la tienda y me invito a pasar a la oficina, me senté en el sillón mientras ella me decía que esperase a que mirase unas cosas. Creo que estuvo revisando las ventas, pues paso un buen rato observando las cosas que faltaban, tras hacerlo y llamar de nuevo a sus padres, se sentó en la silla del ordenador de la oficina mirando cosas en el ordenador. Yo ya estaba realmente aburrido.
¿Por qué no te sientas y vemos la televisión un rato? – Pregunte para que por lo menos dejase de trabajar
Espera un segundo – Me dijo mientras seguía concentrada en el ordenador – Ya esta - Se sentó en el tresillo, pero lo mas alejada que podía ponerse de mi
Te noto rara Mónica, ¿Qué te ocurre?
No me pasa nada, solo que estoy cansada de salir ayer, he dormido poco
¿Por qué si al final saliste no me llamaste? – Pregunté
Deja el tema anda – Contesto ella mirándome con una mirada nada amistosa – Mira esta película esta bastante bien
¿Quieres ver una película ahora? – Pregunte haciéndola ver que no me apetecía para nada
Si – Contesto ella apagando la luz principal para dejar la habitación mas a oscuras – Pero si no quieres no tienes porque quedarte
Vale, veremos la película… - Dije resignado
Y así pasó la siguiente hora, mirando una película que para colmo no me gustaba nada y lo peor de todo es que lo más probable es que cuando acabase Mónica se iría a su casa. No podía imaginarme una cita mas aburrida pero me quedaba el consuelo de que al menos aun quería verme. Me gire por un momento y descubrí sorprendido que se había quedado dormida, eso era ya la gota que colmo el vaso. Me acerque a ella y suavemente la desperté.
Si que te interesaba la película – La comente riendo
Vaya, me he quedado dormida, es que estoy muy cansada – Dijo ella – Creo que debería ir yéndome a casa, el lunes tengo examen y mañana tendré que repasar
Mónica, si quieres podemos hacer una sesión, así te iras a dormir mas relajada – Me ofrecí
Esta bien – Dijo ella
Me sorprendió bastante que estando tan resentida, habiendo pasado toda la tarde-noche sin dirigirme casi la palabra y queriéndose ir a casa aceptase tan inmediatamente el hacer una sesión. Fue una grata sorpresa pues deseaba obtener respuesta a muchas preguntas que invadían mi cabeza. Hizo un amago de levantarse indicándome que iba a dar las luces de nuevo, pero la indique que era mejor así, pues el ambiente era más relajante. Ella me insistió en darlas así que lo hice yo, pues si ella se mantenía aun en la postura en la que se había quedado dormida seria más fácil hipnotizarla. De nuevo con las luces dadas cogí la silla de la mesa de oficina y me senté a su lado. La notaba muy nerviosa, no tan relajada como en las anteriores ocasiones en las que la había hipnotizado. Era como si aceptase a regañadientes el hacer la sesión aunque no lo dijese, como si fuese más una obligación que algo que hiciese por gusto. Tendí mi mano para agarrar la suya pero ella la retiro, no insistí en hacerlo pues no tardaría mucho en poder tocarla sin que opusiese resistencia alguna.
Bien Mónica, ponte lo mas cómoda que puedas y comienza a respirar lentamente, llenando tus pulmones despacio, aguantando el aire en ellos durante unos segundos y soltándolo. Coge el aire por la nariz, expúlsalo por la boca y concéntrate en ese cansancio que tienes, no trates de evitarlo, trata de que te relaje facilitando el que poco a poco vayas cayendo dormida. Muy bien sigue así respirando, inspira, expira, inspira, expira, cada vez mas relajada y desestresada.
Vale – Contesto ella
Sigue así, llena tus pulmones aguanta el aire y expúlsalo, poco a poco lo vas haciendo mas despacio y tu corazón va latiendo mas lentamente, tu ritmo cardiaco se ralentiza, trata de escucharlo, de sentirlo, cada vez mas despacio y mas cansada, mas y mas cansada. Cierra tus ojos, ya que no quieres que apague la luz, por lo menos que no te deslumbre. Siente que al cerrar los ojos te quedas como dormida, cada vez más cansada. Tu cuerpo se relaja, tu mente también lo hace, estas muy cansada, tienes mucho sueño, te cuesta hasta pensar. Cuanto mas piensas mas sueño sientes, pensar cansa mucho, muchísimo y no deseas hacerlo, solo deseas escuchar para relajarte mas y mas – Poco a poco iba acercando mi boca a su oreja para susurrarla mas suavemente, para que notase mi aliento calido – Cada vez mas dormida y mas entregada a la sesión, mis palabras ya entran directamente en tu mente y van sustituyendo tus pensamientos, tus ideas se evaporan, salen de tu cabeza y van siendo sustituidas por mi voz. Mi voz te guía, te dirige y eso cada vez hace que te sientas mejor Mónica, porque no tienes que pensar, mi voz te relaja a la vez que te cansa y hace que te entregues
Trate de agarrar de nuevo su mano, pero nuevamente la aparto, si que se había relajado algo pero aun la notaba tensa, nerviosa, casi desconfiada me atrevería a decir. Parecía que la costase introducirse en la sesión como nunca antes la había costado y eso que había llegado a dormirla sin que ella quisiese. Seguí hablando mucho tiempo, sin tocarla, de vez en cuando miraba al reloj, ya eran casi la una y media y llevaba una hora hablándola directamente al oído. Me dolía hasta la espalda de inclinarme hacia ella pero no quería sentarme en su mismo tresillo por miedo a que la relajación que había conseguido hasta entonces desapareciese.
Cada vez te notas mas cansada, déjate llevar Mónica, deja un lado la tensión, olvida los exámenes, los estudios. Olvida la tienda, todo va bien, no tienes problemas, no tienes responsabilidades, solo tienes sueño, cansancio, estas agotada, muy agotada. Siente como ese cansancio recorre todo tu cuerpo y se va haciendo mas intenso, es una especie de hormigueo que según va avanzando hace que pierdas el control de tu cuerpo. Ese hormigueo va subiendo desde tus pies hacia tus piernas, nota como se relajan y dejan de estar nerviosas, siente como te gusta el que se relajen así. El hormigueo sube hacia tu tronco, relajándolo, separándolo, alejándolo de tu control y sumiéndole en el mas profundo de los sueños, con tus brazos ocurre lo mismo, aunque quieras ya no puedes moverlos, ya no te responden porque están totalmente dormidos
Me estaba costando mucho pero iba apreciando como iba quedando relajada, aunque me llamaba la atención el que no respondiese asintiendo a todas mis frases como hacia normalmente, con una voz monótona. Eso era señal según creía de que su mente no estaba aun entregada a la relajación, que solo era su cuerpo el que estaba dormido. Parecía que todo lo conseguido hasta entonces se había esfumado. La última vez que la hipnotice en su casa no me llevo más de una hora y se quedo totalmente entregada hasta el punto que movía su cuerpo obediente a mis órdenes, sin apenas despertarse y ahora con el doble de tiempo había obtenido la mitad de resultados. Aunque me fastidiase en el fondo compensaba el acabar teniendo a una mujer así totalmente entregada.
Siente como ese hormigueo sube por tu cuello, llega a la cara, siente como se distribuye por toda ella, por tus sentidos que van cayendo dormidos, que no perciben ya mas que mis palabras que les duerme mas y mas. Mis palabras te duermen más e impiden que despiertes, cada letra que pronuncio hace que caigas mas profundo. Parece que no puedes estar mas cansada pero cada vez lo estas mas y mas, hasta limites de cansancio y entrega que desconoces. Nota el hormigueo de nuevo entrando en tu cabeza, en tu mente, en lo más profundo de tu consciente y lo hace desaparecer, te encanta que desaparezca. Ya estas totalmente relajada, tu cuerpo no te responde y tu consciente ha desaparecido, ya solo escuchas mi voz Mónica, nada te molesta pues deseas seguir relajada y dormida, nada te importa. Todo lo que hago es bueno para ti. Todo lo que digo es verdad para ti. Cae mas profundo Mónica, sigue vaciándote, cada vez estas mas vacía, mas hueca, mas en blanco y te encanta esa sensación, no quieres despertar
No quiero despertar – Dijo ella inconscientemente cayendo entregada a la sesión
Su cara por fin dejaba de tener ese gesto de enfado que había mantenido toda la noche. Había dejado de fruncir el ceño y sus labios no se apretaban fuerte entre si manteniendo una pose que llegaba a ser amenazante. Ahora estaba totalmente inexpresiva, muy relajada, como siempre que llegaba a esos puntos de relajación extrema. Alargue por tercera vez mi mano buscando la suya y esta vez no la aparto ni se mostró nerviosa cuando llegue a agarrarla, sino todo lo contrario. De nuevo mis caricias sobre su mano tenían sobre ella ese efecto tranquilizador y relajante que conseguía que se mostrase más receptiva a mis palabras. Eche hacia atrás las mangas de su camiseta, pues a pesar del buen tiempo vestía una camiseta de manga larga y la empecé a acariciar por todo el brazo. Lo hice varias veces mientras descansaba mi garganta, cansada ya de hablar durante tanto tiempo. Mientras la acariciaba recordé la masturbación mutua que nos habíamos hecho días atrás y mi lívido creció al mismo ritmo que lo hacia mi paquete, a pesar de que el aspecto de Mónica no fuese tan apetecible como la ultima vez. Decidí ponerme más cómodo, no temía que Mónica despertase así que me quite los pantalones y la camiseta, pues el calor era aun más agobiante dentro de la tienda y me senté a su lado.
Muy bien Mónica, ya estas relajada, dormida, entregada. Tu mente ya me pertenece, tu me perteneces, estas totalmente hipnotizada
Estoy totalmente hipnotizada – Afirmo ella
Así es Mónica, estas vacía, ya solo deseas hacer lo que yo te diga que hagas, solo deseas obedecer
Solo deseo obedecer – Respondió obediente
Así es, deseas obedecer porque estas muy a gusto hipnotizada, sin pensar en nada, solo haciendo lo que yo te diga. La única forma de mantenerte totalmente relajada es obedeciéndome, perteneciéndome
Perteneciéndote
Sigue relajándote Mónica, deseas caer mas profundo, sentirte mas entregada, mas alejada de tu antigua vida y mas cercana a tu nueva apariencia, lo deseas con todas tus ganas
Lo deseo con todas mis ganas
Ahora Mónica vas a ser sincera conmigo, como siempre has de serlo, totalmente sincera, no puedes mentirme, no deseas mentirme ya que soy tu confidente. Siempre deseas que sepa todo acerca de ti, no te importara el tema, por vergonzoso o insignificante que te parezca me dirás la verdad siempre.
No deseo mentirte, he de decirte la verdad – Respondió ella obediente
¿Por qué no me llamaste cuando saliste anoche de fiesta con tu familia para venir con nosotros? – Pregunte esperando verla reconocer que no deseaba ir con mis amigos
Porque me entere en la tienda de que pasaste toda la fiesta fuera con mi hermana porque te aburrías con mis primos, y no quería que sintieses vergüenza ajena de ellos o te aburrieses si se juntaban con tu grupo
¿Tu hubieses venido conmigo y mis amigos si no hubiese estado tu familia?
Si, deseaba estar contigo
¿Te gustaba la idea de ir con mis amigos?
No, pero por ti lo hubiese hecho
Joder pensé, resultaba que todo lo había hecho pensando en lo mejor para mi y tenia toda la razón, sus primos eran tan raros que no me hubiese gustado nada el tener que presentárselos a mis amigos. Resultaba que no me había llamado para no ponerme en una situación comprometida, no por evitar la compañía de mis amigos. Ahora entendía mas que nunca su enfado, la había gritado y ella solo deseaba que pasase bien la noche, sin tener que hacer de niñero de su familia. Después de todo se había comportado tal y como a mi me gustaba que lo hiciese, aunque yo no lo sabia y por eso la grite. Seguí acariciándola un rato y la indique que abandonase su posición de sentado para que se tumbase en el sofá. Tuve que ayudarla a hacerlo, pues su hipnosis no era lo suficientemente profunda como para que su cuerpo respondiese pero no me costo conseguirlo. Una vez tumbada deslice mi mano por debajo de su camiseta, haciendo ese movimiento que mas y mas profundo la introducía en el trance, jugando con su ombligo finamente, de forma sensual y placentera
Siente mi mano Mónica en tu vientre, te encanta que te haga esto ¿verdad?
Si, me encanta
Deseas que lo haga, porque nada te da una sensación tan placentera como mis manos recorriendo tu cuerpo
Deseo que lo hagas
Muy bien mi niña cuanto mas acaricio tu vientre mas profundo caes en la hipnosis mas cerca te sientes de la entrega absoluta y te encanta sentirte así
Me encanta sentirme así
Ahora voy a subir a acariciar tus pechos, ¿Deseas que lo haga? – Se hizo el silencio por un momento y temí que no respondiese positivamente a ese intento de tocar sus senos así que proseguí – Cuanto mas te acaricio mejor te sentirás, mas profundamente entregada y relajada, mas alejada de tus problemas y mas desestresada
Si, lo deseo – Respondió ella
Poco a poco subí mi mano por debajo de su camiseta, con la otra ya acariciaba mi pene deseoso de llegar de nuevo al orgasmo. Llegue a sus pechos y comencé a acariciarla, no quería apretarla fuerte por miedo a hacerla despertar así que me conforme con sentir sus pezones totalmente erectos en la yema de mis dedos. Mientras lo hacia la dije:
Quiero que recuerdes todas las sugestiones que poco a poco te he ido dando y que parece que hoy has olvidado. Quiero que las recuerdes porque te encanta cumplirlas Mónica, te relaja hacerlo, te hace sentir bien, más feliz. Eres más feliz cuando las cumples y me siento orgulloso de ti cuando las obedeces. Deseas que me sienta orgulloso de ti
Deseo que te sientas orgulloso de mi – Respondió obediente
Eso es mi niña, recuérdalas, dímelas para que las escuche y te las recuerde si las has olvidado
Deseo hacer sesiones con toda mi alma, lo deseo todos los días a pesar de que nunca recuerde lo que sucede en ellas y cada vez es mas fácil para mi relajarme y caer mas profundo, mas entregada, sobre todo cuando tus manos recorren mi cuerpo – Dijo ella al momento
Muy bien, sigue – La indique
Debo sentirme tan excitada cuando estudie para mis exámenes que no pueda concentrarme, solo dejare de sentirme excitada cuando me aleje de los libros
Muy bien Mónica, ¿Lo estas cumpliendo?
Si, lo estoy cumpliendo
Quiero que me relates como fue la ultima vez que te pusiste a estudiar Mónica, quiero que lo hagas con todo detalle
Ha sido esta mediodía, después de comer me fui a mi habitación y saque mis libros de Sociología de la Educación. Me senté en mi escritorio y abrí el libro nerviosa, últimamente me cuesta estudiar y mi mente se distrae mucho, no puedo concentrarme – Empezó a contarme Mónica
En que te distraes pequeña
Siempre que me pongo a estudiar empiezo a sentirme muy caliente y excitada, no puedo estar más de cinco minutos delante del libro porque empiezo a pensar obsesivamente en sexo. He tratado de concentrarme pero sentía como una ola de calor me invadía de arriba abajo, cada vez me sentía mas caliente y mas excitada. He parado por un momento a tratar de buscar información en Internet para el examen, a ver si haciendo otra cosa se me pasaba la excitación terrible que sentía pero no ha sido así. Casi sin darme cuenta había abierto una página de videos eróticos y miraba con deseo lo que las imágenes me mostraban. Por un momento he reaccionado cerrando la página y he vuelto a mirar el libro, he tratado de estudiar durante un tiempo, ignorando las sensaciones que mi cuerpo me transmitía. Mientras estudiaba no podía parar de acariciar mis brazos. Diez minutos después no podía más. Estaba casi jadeando, parecía que iba a tener un orgasmo y deseaba tocarme irremediablemente. Ya no quería estudiar, solo quería aliviarme así que de nuevo abrí la página de los videos y me deslice en la silla para apoyarme y ponerme más cómoda. Una nueva ola de calor me recorrió todo el cuerpo de forma mucho más violenta que antes, mi entrepierna estaba ya empapada y a pesar de que trataba de resistirme no podía evitar el llevar mi mano hacia ella para empezar a acariciarme por encima del pantalón. Empecé a emitir gemidos, medio de placer, medio de angustia, pues en cualquier momento podría entrar alguien a la habitación. No me levante a echar el cerrojo, estaba tan caliente y tan a gusto que no quería estropear el momento. Por un segundo me sentí como la protagonista del video, siendo penetrada, acariciada. Sin pensar en lo que hacia me deshice de mi camiseta, pare un momento de tocarme para bajarme el pantalón y poder acariciarme por encima de la ropa interior. Mientras con una mano acariciaba mis pechos con la otra recorría mi sexo cada vez más fuerte. Seguí así un buen rato, según el video iba llegando a su clímax yo también lo hacia, lleve mis manos a mi espalda y me quite el sujetador lanzándolo sin perder tiempo encima de la cama. Mis gemidos eran demasiado altos y me dio miedo ser descubierta así que tan rápido como pude me levante, cerré la puerta de la habitación con el cerrojo y me tumbé en la cama sin dejar de mirar al monitor. Con ambas manos comencé a acariciar mis pechos desnudos, buscando mas placer aun jugando con mis pezones. Me sentía como un animal saciando sus más bajos instintos. El video estaba a punto de acabar así que me deshice de mis braguitas y lleve mi mano a mi sexo sin dejar de acariciar con la otra mis pechos. Ya totalmente desnuda solo deseaba correrme, buscaba el roce de mis manos, de la colcha sobre mi piel, mi cintura se movía rítmicamente y mi cuerpo se arqueaba al ritmo de una sensación de placer que recorría todo mi cuerpo. Mi dedo totalmente húmedo se introducía ansiosamente entre todos los pliegues de mi coño, notaba mi propio aliento caliente y me imaginaba como debía sentirse la mujer del video. Separe las piernas todo lo que pude para introducir otro dedo y sentir mas placer, cuando la pareja del video llego el orgasmo yo también lo hice emitiendo un enorme gemido que me proporciono la mas intensa de las sensaciones. El orgasmo fue largo y placentero. Después me quede tumbada en la cama, descansando de la media hora de placer que me acaba de dar a mi misma y oliendo mis propios fluidos. Me sentía mal por lo que acaba de hacer así que volví a vestirme y me fui a ver la televisión.
La descripción no podía ser mas grafica, mientras Mónica la relataba la imaginaba perfectamente en su habitación. Mientras me lo contaba no pude evitar acariciar mi pene. Deseaba que fuese ella quien lo hiciese pero prefería esperar a que cayese más profundo. La pedí que siguiese diciéndome cuales eran sus sugestiones
No debo molestarte cuando estés con tus amigos, a no ser que me pidas que vaya contigo – Dijo ella sin dudar
Muy bien Mónica, continua – La indique
Me encanta que me miren todos, pero sobre todo que lo hagas tu, me sentiré especial cuando me mires y dará igual como lo hagas o durante cuanto tiempo, siempre confiare en ti
Sigue contándome Mónica, que mas te gusta
He de estar obsesionada por la imagen, vestir siempre sexy, sobre todo con ropa de la tienda y con lo que vea en las revistas de moda que comprare a diario. Me encanta maquillarme, siempre que quede contigo me pintare los labios del mas intenso de los rojos porque se que te gusta. Mi prenda fetiche serán los tacones, siempre los calzare y sentiré una sensación agradable cuando lo haga. Cuando quede contigo usare lencería elegante pero provocativa, no me importara gastar grandes sumas de dinero en ello porque se que lo deseas.
Cuando acabo de hablar hice memoria por un momento. No recordaba que se hubiese dejado ni una sola de las sugestiones, es mas las recordaba perfectamente tal y como yo se las había dicho así que no sabia porque ese día no estaba cumpliendo ni una de ellas. Mientras aun acariciaba sus pechos seguí diciéndola:
Muy bien Mónica, lo recuerdas todo perfectamente, eres una buena chica. Sigue relajada, alejada de la realidad, deseas seguir así Mónica
Si, deseo seguir así – Contesto
Recuerda que debes cumplir las sugestiones, no lo olvides nunca Mónica, nada debe impedir que realices las sugestiones
Nada debe impedir que realice las sugestiones.
Siente ahora como mi mano baja por todo tu cuerpo, de nuevo hacia tu ombligo. Cuanto mas te toco mas profundo es tu sueño, mas te entregas a la relajación
Mas me entrego
Ahora voy a seguir bajando Mónica, te relajaras mas y mas cuando lo haga, no te sentirás atacada por que confías en mi, solo lo hago para que te sientas mejor, todo lo hago para que te sientas mejor
Todo lo haces para que me sienta mejor – Contesto sin dudarlo
Ahora Mónica, cuando empiece a tocarte, reaccionaras como cuando estabas estudiando, te sentirás excitada, cada vez mas y mas
Si, cada vez mas y mas excitada
Esa excitación te gustara y hará que te relajes, así te encontraras bien Mónica, porque estas descubriendo que el sexo no es malo, es placentero. Poco a poco estas descubriendo tu cuerpo tu sexualidad y no debes arrepentirte por ello. Debes explorarte, pasar ratos agradables contigo misma, no debes avergonzarte por ello
No debo avergonzarme por ello – Contesto mientras introducía mi mano buscando su sexo
Eso es, ¿ves como te gusta? Cada vez mas y mas
Inmediatamente reacciono empezando a mojar mi mano, no quería ir deprisa, pues ya estaba yendo aun mas rápido de lo que tenía pensado. De repente me di cuenta que me estaba dejando llevar por mi excitación, había muchas preguntas que todavía tenia que contestarme. Sin sacar mi mano del pantalón, y masajeando despacio su entrepierna manteniéndola en un estado de excitación total, seguí preguntándola
¿Por qué no has discutido con tu hermana cuando se estaba metiendo contigo?
No tenia ganas de discutir, es imposible hacerla entrar en razón así que lo mejor es pasar de ella para ver si se calla – Contesto Mónica razonablemente
¿Y porque estas enfadada conmigo? – La pregunte directamente, pues aunque ella dijese que me había perdonado estaba convencido de que no lo había hecho
Por lo que me dijiste en la fiesta de mis padres y después en la discoteca – Por fin parecía que me iba a enterar de lo que la dije en la discoteca
Mónica, quiero que me relates que es lo que ocurrió exactamente en la biblioteca
Según la pedí que me lo contase alguien llamó a la puerta de la tienda, en un primer momento pensé que seria algún ruido de alguien apoyándose en la verja pero la insistencia era tal que sin dejarme ver me asome desde la entrada del almacén. Sorprendido vi que eran los padres de Mónica, ellos no podían saber que estábamos allí, ya que la luz de la oficina no se veía desde la calle pero tan rápido como pude me dirigí a apagarla. Seguían llamando, sabia que la habían dado a Mónica las llaves pero temía que tuviesen otras y pudiesen entrar así que coloque la camiseta y los pantalones de Mónica correctamente y comencé a despertarla
Mónica, ahora mismo dejaras de sentirte excitada, poco a poco empezaras a despertar sin recordar lo sucedido durante la hipnosis. Me estarás muy agradecido por haber hecho esta sesión
El teléfono móvil de Mónica empezó a sonar, me acerque a la mesa del despacho y vi que la llamada era de sus padres, la silencie para poder despertar a Mónica con más tranquilidad y volví a dar la luz para que Mónica no se enfadase por haberla apagado.
Sigue despertándote sintiéndote bien, descansada y relajada, con muchas ganas de volver a hacer sesiones. Nota como vuelves a ser tú, como vuelven tus pensamientos, tu mente se despeja y tu cuerpo vuelve a responderte. Sigue así Mónica, despierta tranquila, calmada
El móvil volvió a sonar, observe que Mónica se desperezaba así que rápidamente se lo di indicándola que eran sus padres. Ella oyó también la puerta así que se levanto y pidiéndome que la siguiese se dirigió a la puerta mientras apagaba las luces. En cuanto abrió la puerta dijo su madre bromeando:
Anda que primero nos llamas diciendo que vengamos a buscarte cuando vallamos para casa y luego no nos abres
Perdona – Dijo Mónica - ¿Lleváis mucho tiempo esperando?
No – Contesto su padre – Tienes cara de haberte quedado dormida jaja
Si, me quede dormida viendo la televisión
Es que es una dormilona – Comente por decir algo
Sus padres rieron y dijeron que iban para casa. Mónica se despidió fríamente de mí y se fue con ellos. Su expresión volvía a ser seria, tal y como estaba antes de la sesión pero no me importaba, pues aun estando enfadada había accedido a hacer la relajación y había llegado a estar muy entregada. No creía que fuese a tardar en volver la Mónica que a mi me gustaba ver. Me dirigí hacia mi coche para volver a casa, yo también estaba realmente cansado y tenia ganas de dormir. Cuando me metí en la cama eran casi las cuatro de la madrugada, pero había merecido la pena el trasnochar. Justo antes de dormirme recordé que la madre de Mónica dijo que ella les había llamado para que fuesen a buscarla a la tienda. Me pareció extraño, sobre todo porque Mónica no me comento que sus padres podrían presentarse allí, pero no le di ninguna importancia. Al día siguiente ni siquiera recordaba esa circunstancia.
Me desperté con el sonido de mi móvil, era un número desconocido y aun no eran ni las diez de la mañana. No suelo contestar las llamadas de gente que no conozco así que ignore el teléfono y a pesar de ser muy pronto y haber dormido poco me levanté para estudiar. No había terminado de desayunar cuando volví a recibir una llamada del mismo número, volví a pasar de él. Me puse a estudiar, tenia que tratar de aprobar el único examen que tenia pensado hacer si quería tener un verano sin problemas en casa pero cada dos por tres sonaba la dichosa llamada así que acabe optando por apagarlo. A diferencia del día anterior me encontraba muy tranquilo, aproveche bien el tiempo sin ninguna distracción pues tenia la situación con Mónica de nuevo controlada.
Antes de la hora de comer baje con mis amigos para tomar algo como acostumbramos a hacer especialmente los domingos. Aun coleaba lo sucedido el viernes y a pesar de explicarles por activa y por pasiva que Mónica estaba en la discoteca con su familia siguieron vacilándome hasta hartarse. Supongo que era mejor para ellos creer que me estaba dando plantón a reconocer que me llevaba bien con ella, pues la verdad les producía autentica envidia. Aguanté sus comentarios estoicamente, tampoco me podía enfadar pues si yo estuviese en su lugar haría lo mismo, incluso mas, pues siempre me ha encantado meterme con mis amigos. Confiaba en que Mónica hubiese vuelto a cumplir ya sus sugestiones puesto que lo único que me faltaba para ser aun más el centro de las risas seria que apareciese de nuevo con las pintas que había estado llevando toda su vida.
Después de comer volví a estudiar, pensé por un segundo el quedar con Mónica pero rápidamente deseché esa idea por una buena razón, al día siguiente ella tenia examen y pasaría toda la tarde "estudiando". No podía darme mas morbo la sensación que Mónica debía tener al ver que no sabia apenas nada del temario y en lugar de estudiar se iba a pasar todo el día excitada y tratando de aliviarse. Seguro que no habría pasado un día más erótico que el que estaba teniendo en su vida.
Encendí el teléfono y empezaron a llegarme mensajes, varios de ellos eran llamadas del número de teléfono desconocido, otros de llamadas de Mónica, solo dos de ellos no correspondían a llamadas recibidas mientras el móvil esta apagado. Uno era de Mónica, pidiéndome que la llamase en cuento leyese el mensaje, el otro decía que porque no contestaba a las llamadas y lo firmaba Carolina. Supuse que habría buscado mi número en el móvil de Mónica sin que ella lo supiese puesto que voluntariamente jamás se lo habría dado. No entendía la forma de comportarse de esa cría, estaba claro que no era su tipo de chico pues siempre se junta con hombres más mayores aun que yo pero sobre todo con trabajo y mucho dinero. De mi no iba a obtener regalos y sabia que a no ser que me pillase a traición como sucedió el día anterior jamás tendría nada con ella. Tampoco puede decirse que tuviésemos personalidades afines, si bien nos gustaba la fiesta, ella parecía ser lo único por lo que vivía mientras que yo tenía otras inquietudes, era mucho más responsable. Siempre pensé que lo único por lo que buscaba estar conmigo, incluso tratar de que me sintiese atraído por ella, era fastidiar todo lo posible a Mónica, tratar que me alejase de ella para que volviese a ser la mujer solitaria y triste que siempre había sido. La maldad de Carolina parecía no tener fin, al menos Mónica parecía no defenderla como hasta entonces lo había hecho.
A pesar de saber que clase de mujer era Carolina me picaba la curiosidad, ¿Por qué querría hablar conmigo? Cogí el teléfono y la llame
Hola Carolina – Dije esperando que me contase algo
Hola – Contesto ella
¿Por qué querías hablar conmigo? – Pregunte
Por nada en especial ¿Es que te sienta mal que te llame? – Contesto devolviéndome la pregunta – ¿Te molesta hablar conmigo? – Me dijo irritada
No, no es eso, solo que me ha extrañado que me llamases
Ya me imagino que no te molesta hablar conmigo, después de lo de ayer seguro que lo estabas deseando jaja – Replico orgullosa de lo que había hecho
Bueno, eres tu la que me esta llamando, a lo mejor te gusto mas a ti – Comente entre risas
Tu me dirás que satisfacción saco de hacer una paja – Concluyó ella
Ninguna supongo – A excepción de la satisfacción de hacer daño a tu hermana, pensé – Pero ahora en serio, para algo me habrás llamado tantas veces
En realidad si, he quedado esta tarde con mi novio y me ha pedido que le lleve el pantalón, así que ya me lo estas trayendo porque no se me ocurre ninguna excusa para decirle que se los he dejado a un chico sin que suene a cuernos – Dijo riendo
Esta bien. Me ha estado llamando tu hermana, supongo que querrá verme, así que cuando vaya para allá te los acerco
Tu tráemelos de todas formas, que dudo que vayas a quedar con ella – Dijo dando a entender que no fuese a ver a Mónica
¿Por qué dices eso? – Pregunte extrañado
Pues porque lleva todo el día de morros, mucho mas que ayer.
¿Pues que le pasa?, vale que ayer seguía enfadada pero parecía que se la estaba pasando
Después del enfado que tenia queda contigo y haces un plan tan divertido que se queda dormida jajaja. Supongo que será por eso. Desde luego que si a mi me piden perdón con algo tan cutre ya pueden irse olvidando de volver a verme - Dijo menospreciando mi cita con Mónica
Pues me ha estado llamando esta mañana – Me defendí
será para dejarte fijo – Contesto riendo aun mas
¡¡Que no estamos saliendo!! – La replique ya enfadado
Pues quien lo diría…
Bueno te tengo que dejar que tengo mucho que hacer, adiós – La dije para no tener que seguir hablando con ella
Hasta luego ex cuñado – Se despidió ella
Mientras colgaba aun la escuchaba reírse a carcajadas. Esta vez había conseguido ponerme de mal humor. Me dejo algo extrañado por todo lo que me contó sobre Mónica, pero sabiendo como era supuse que seria mentira. No había nada que me hiciese pensar que las cosas estaban aun peor que el día anterior, sino que después de que se dejase hipnotizar seguro que de nuevo tenia muchas ganas de verme y por eso me había estado llamando. A pesar de que no tenía pensado quedar con Mónica esa tarde, después de ver las llamadas que me había estado haciendo, y teniendo en cuenta que de todas formas tendría que acercarme hasta su casa para llevar el pantalón a Carolina, la llame por teléfono también a ella.
Hola Mónica – Dije en cuanto descolgó
Hola – Contesto en tono serio
Me has estado llamando
Si, te he llamado varias veces… - Comento esperando mi respuesta
¿Y que querías? – Pregunte intentando que fuese ella la que me pidiese quedar y no al revés
Pues me preguntaba si querrías quedar esta tarde – Su voz era nerviosa, muy dubitativa, incluso asustada, o al menos eso me pareció
Esta bien. Si quieres paso ahora mismo por tu casa – Me ofrecí
No. Estoy en la tienda
Pero si es domingo – La dije
Ya. Pero tengo que hacer cosas, ahora te veo, adiós
adiós – Dije, aunque ella ya había colgado
Si que es cierto que la encontré aun enfadada, pero me extraño más el tono de su voz, como si tuviese miedo de escucharme. La note muy distante, pensé que debería esforzarme mucho de nuevo para recuperar su confianza, no iba a ser lo mismo controlarla ahora que antes, pues ya no estaba igual de tranquila conmigo. Aun así había preferido quedar en la tienda en vez de en su casa, asegurándose el estar a solas conmigo, así que no debía estar tan enfadada como su voz demostraba.
Olvide mis intenciones de pasar la tarde estudiando y tan pronto como me prepare para salir fui a por el coche al garaje. Conduje tranquilo hasta el barrio de Mónica, los domingos da a gusto moverse por la capital pues apenas hay trafico, menos aun a las cuatro de la tarde. Mientras conducía me sentía espléndido, en los últimos días había conocido a Mónica como nunca jamás lo había hecho, aunque en ese momento no fuese todo tan bien como debiese. Había conseguido que sus padres me aceptasen, que viesen bien el que estuviese tanto con ella hasta el punto de que me quisiesen como su novio. Había logrado coger confianza con su hermana y me quedaba tiempo de sobra para preparar el último de mis exámenes, solo tenia que contentar a Mónica para que la situación fuese perfecta.
Me dirigí en primer lugar a buscar a Carolina a su casa, no quería que me interrumpiese en medio de una sesión con Mónica pidiéndome los pantalones de su novio, deseaba que la tarde fuese larga y tranquila, sin interrupciones, pero nadie contesto al portero automático. La llame al móvil y me decía que estaba apagado. Muy propio de ella, me había hecho ir hasta allí metiéndome toda la prisa del mundo para al final no estar. Resignado camine hacia la tienda. Al llegar llame a Mónica al móvil ya que aparentemente tampoco había nadie y me dijo que empujase la verja y pasase hasta la oficina. Mientras pasaba por la tienda me percaté de que todo estaba como antes de la inauguración, ya habían repuesto todo lo vendido, de nuevo estaba limpia y ordenada hasta el último detalle y seguro que era fruto del trabajo de Mónica.
Pase por el almacén a oscuras, no estaba la luz encendida así que me dirigí casi a tientas hasta la puerta de la oficina, de donde salía una luz tenue que parecía la luz que desprendía la pantalla del ordenador. Caminaba despacio, no quería tropezarme con ninguna de las cajas que había por el suelo aun sin colocar en las estanterías. Llame a Mónica pidiéndola por favor que encendiese la luz pero no tuve respuesta. Me detuve a medio camino, pues no veía casi nada, llamándola de nuevo y quedando en silencio esperando escucharla pero no fue así. Escuche un ruido en el otro lado del almacén y pensé que Mónica quizás estuviese allí tratando de asustarme pero al no volver a escucharlo seguí hacia el despacho. Estaba claro que Mónica trataba de gastarme una broma y me sentí contento por ello, si siguiese pensando en la discusión no haría esa clase de cosas.
Entre por fin en la oficina creyendo que estaría allí, detrás de la puerta o escondida en algún otro sitio esperando a que pasase para cogerme por sorpresa. Ya avanzaba al grito de - ¿Dónde estaaas? - mientras me reía por la ocurrencia que había tenido. Una vez dentro del despacho al menos veía algo por la luz del monitor, aunque tampoco mucho porque era la parte de atrás la que daba hacia mí. Mire detrás de la puerta pero no estaba allí, tenia las luces al lado pero no quise darlas para seguir con la broma, era una buena forma de empezar la tarde riendo en lugar de con la frialdad de la anterior cita. Me pareció escuchar de nuevo un ruido en el almacén, pero seguí buscando en el despacho- ¿Monicaaa?, te voy a encontraaar – Dije de nuevo riendo mientras miraba detrás del tresillo sin verla. Ya solo podía estar detrás de la mesa de oficina o me tocaría buscar en el almacén, así que aun riendo di dos pasos y agachándome miré debajo de la mesa. Tampoco estaba allí.
Me incorpore de nuevo mientras miraba de pasada la pantalla del ordenador. Se me quito la risa al instante y el pulso se me acelero totalmente cuando vi lo que el monitor mostraba. Aun estaba con la cara totalmente desencajada cuando escuche pasos en el almacén que se dirigían corriendo hacia la puerta de la oficina. Tan velozmente como mis reflejos me permitieron hice lo mismo pero justo antes de poder agarrar la puerta vi que Mónica se me adelantaba dando un tremendo portazo y echando la llave antes de que pudiese salir de allí.
Entonces entendí el porque del nerviosismo en su voz, el porque de la cita del día anterior en la que parecía no querer estar conmigo y el porque de que tuviese tanta obsesión en que nuestra cita acabase en la tienda. Comprendí ese cambio tan radical que sufrió respecto lo que le dijo a sus padres, ese odio visceral que les contó que sentía hacia mi por las broncas del viernes que en cuestión de horas se tornó en ganas de verme. Entendí de repente porque parecía estar asustada cuando habló conmigo esa misma mañana y que no solo lo parecía, sino que lo estaba y por cierto, tenía muchos motivos para estarlo. Recordé lo que me contó Carolina hace entonces apenas una hora; que su hermana aun estaba enfadada conmigo; y que no la creí debido a mi idea de que tenia todo controlado. Que equivocado estaba.
Apreté el pomo tanto como mis fuerzas me permitían, pero estaba claro que la puerta estaba bien cerrada y que no podría abrirla. Di golpes, de haber tenido fuerza para hacerlo la habría echado abajo sin dudarlo ni un momento, pero lo intente varias veces y no pude. Lo probé golpeando incluso con el tresillo, pero la puerta no cedía ni un milímetro. Puedo asegurar que me visión se nublaba por la preocupación, que el stress era tal que pensaba que iba a sufrir un desmayo en cualquier momento. Me puse a dar puñetazos de nuevo a la vez que gritaba que me abriesen, pero sabia que no seria así. Llame a Mónica a voces pero solo escuchaba su llanto desconsolado al otro lado, sin obtener respuesta. Pasarían diez minutos sin que ella hiciese otra cosa que escuchar mis gritos y mis golpes desesperados que no servían para nada. Esperaba que al menos alguien me oyese y fuese a ver lo que ocurría pero no pasó.
Decidí tratar de tranquilizarme a pesar de la situación y ponerme a pensar. Me aleje de la entrada y me senté al ordenador, viendo lo que había hecho que todo se derrumbase por completo. Tenia que comprobar lo que Mónica sabía así que, con los ojos puestos en esa imagen fija en la que aparecía yo viendo la televisión y ella sentada al ordenador, pulse al play para ver todo lo que había conseguido grabar. Nada mas empezar a verlo me lleve un nuevo disgusto, no solo estaba grabada la imagen, sino que el sonido se escuchaba con una claridad absoluta. La paciencia me duro menos de dos minutos, pase el video rápidamente, parando para ver determinados momentos. Estaba grabado el momento en el que me recitaba todas sus sugestiones así como mis intentos de ganarme su confianza por medios poco ortodoxos. Pase mas adelante y me vi a mi mismo acariciándola muy sensualmente al principio y descaradamente al final, tocando sus pechos e intentando masturbarla hasta que llamaron sus padres. Absolutamente toda la cita del día anterior estaba grabada, incluso su excitante relato de cómo se ponía al tratar de estudiar.
Salí del video y mire hacia donde se suponía que debía estar la cámara grabando el día anterior y aun estaba allí. No se veía a simple vista pero tampoco estaba excesivamente camuflada, era una de las cámaras de seguridad que tenia la tienda. ¿Cómo había podido ser tan tonto? Mónica no tuvo que pensar mucho para conseguir grabarme in fraganti. Estaba claro que alguna sospecha, por pequeña que fuese, había tenido sobre lo que hacia durante las relajaciones, pero pensaba que había conseguido borrarlas de su mente. Quizás su cambio de look y sus calentones al ponerse a estudiar la habían hecho sospechar aun mas de mi, pero sobre todo lo habría hecho mi intento frustrado de hipnotizarla en la discoteca, estaba convencido que ese había sido el detonante de la situación en la que ahora me encontraba.
Fijándome de nuevo en el monitor del ordenador trate de borrar el video, pero no pude hacerlo. El programa controlaba todas las cámaras de la tienda y no era capaz de acertar a eliminar esa grabación. De todas formas estaba convencido de que Mónica tendría mas copias, no iba a ser tan descuidada de dejarme a solas con esa si fuese la única. Ya me encontraba taquicárdico, me imaginaba que Mónica habría hablado con sus padres acerca de lo que la estaba haciendo o incluso peor, que hubiese hablado con la policía. Me imaginaba dentro de unos días dando explicaciones a todo el mundo acerca de lo que había estado haciendo con Mónica y me di cuenta de que me había excedido demasiado con ella. Estaba claro que me había ganado la partida y me tenía en sus manos. Mientras pensaba en estas cosas aun la escuchaba llorar al otro lado de la puerta. Trate de mirar por las cámaras y conseguí conectar la del almacén, Mónica estaba sentada apoyada en parte exterior de la puerta de la oficina, inmóvil. Viéndola en esa posición, sin reaccionar, un primer pensamiento positivo vino a mi cabeza ¿Y si no había dicho nada a nadie? ¿Y si la daba vergüenza reconocer lo que la había pasado? Me levante y me dirigí hacia la puerta sentándome tal y como estaba ella. Deje de gritar y trate de hacerla entrar en razón.
Mónica, déjame salir – Espere un buen rato a que me hablase pero no lo hizo – Mónica no vas a poder tener encerrado aquí toda la vida
Mónica no contesto pero empezó a llorar mas desesperada que antes ¿Acaso la idea de encerrarme había sido solo un impulso y ya no sabia que hacer conmigo? Parecía ser así, ya que llevaba una hora encerrado sin que ella se moviese
Mónica ¿Qué es lo que vas a hacer? Antes o después alguien vera que estoy aquí encerrado y saldré
De nuevo escuche mas fuerte su llanto, estaba convencido de que no sabia que hacer así que aprovechando eso seguí hablando para ver si conseguía que ella misma me abriese la puerta
En serio Mónica, abre la puerta, antes o después voy a salir
Hoy no vendrá nadie a la tienda – Hablo por primera vez entre gritos y sollozos
¿Y? como mucho me quedare encerrado hasta mañana cuando abran la tienda, voy a salir y no puedes hacer nada para evitarlo – Dije
Voy a contar todo a… - Dijo gritando pero no la deje a acabar
¿A quien vas a contar todo?, ¿a la policía?, no creo que vayan a creerte, es mas te tomaran por loca ¿acaso crees que piensan que con la hipnosis puede hacerse esto?
Mónica se quedo callada, no me contesto a ese ultimo razonamiento y creo que era porque ella pensaba exactamente lo mismo, que si no había ido ya a la policía era por miedo a que no la creyesen así que seguí intentando convencerla de que nadie la creería si contaba todo lo que había ocurrido
¿a lo mejor se lo vas a contar a tus padres? Tampoco pienso que te vayan a creer, van a pensar que era todo un juego entre nosotros
Mis padres si me creerán – Chillo convencida de ello – Me conocen muy bien y saben que no haría esas cosas
Pero últimamente has cambiado mucho. Tú forma de vestir, la seguridad en ti misma, seguro que piensan que has cambiado tanto que serias capaz de hacerlo. Y no creo que vallas a contárselo a nadie mas porque no tienes confianza para hacerlo con nadie
De nuevo se quedo callada, casi asintiendo lo que la acababa de contar. Por momentos yo me iba tranquilizando viendo que la situación no era aun tan grave como podía esperar y Mónica se ponía más nerviosa al no saber que hacer. Siguió pasando el tiempo en silencio, esperaba que Mónica me abriese en cualquier momento, en cuanto razonase un poco pero no fue así por lo que trate de hablar de nuevo con ella
Mónica, lo que no me puedes negar en que un poco te gusta el cambio que te he provocado
NO – Grito ella categóricamente
Ahora destacas más, vistes mejor, la gente te mira, eres mucho más popular. Incluso los desconocidos son amables y hablan contigo
Me da igual no me gusta – Grito de nuevo
Además no vives tan estresada, has aprendido a alejarte un poco de los estudios para pensar en otras cosas…
Para mi lo importante son los estudios, no quiero cambiar
La veía convencida en sus argumentos, en sus deseos de ser como siempre había sido, firme en sus valores de siempre así que decidí no seguir la conversación por allí. Solo me quedaba una cosa por intentar, pero sabía de antemano que ya no me serviría para nada, pues Mónica estaba más que prevenida. Trate de nuevo tranquilizarme, baje el tono de mi voz y dije:
Mónica, por lo menos no puedes negarme que te relajabas mucho en las sesiones, que descansabas mejor, que te sentías bien…
Eres un cerdo, un salido, un imbécil, y todavía eres tan tonto que crees que eso funcionara, ¡Que te jodan! – Dijo mientras escuchaba que se levantaba y salía de la tienda
Oí a lo lejos el ruido de la persiana metálica al cerrarse. Parecía que me había dejado encerrado y se había ido, aunque antes o después tuviese que volver para sacarme si no quería dar explicaciones a sus padres de porque lo había hecho. Volví a sentarme en el ordenador, quería borrar por lo menos las grabaciones de la conversación que acabábamos de tener pues descartaban que la hipnosis fuese un juego entre nosotros. No tarde mucho en hacerlo y de paso borre la otra grabación. Llevaba ya dos horas encerrado cuando elimine los videos y lo único que me preocupaba era salir de allí cuanto antes. Cogí el teléfono móvil para ver a quien podía llamar aunque estaba claro que solo Carolina podría tener las llaves para sacarme de allí. Justo cuando estaba pensando en eso fue ella quien me llamo a mí
Hola, me has llamado hace unas horas
Si, era porque estaba en la puerta de tu casa para darte los pantalones, pero nadie contestaba – Dije tratando de disimulas mi estado de nerviosismo
Es que estaba durmiendo y nunca me levanto si llaman jajaja
Vale, no pasa nada, estoy con tu hermana así que no he venido para nada – Mentí
¿Entonces me puedes traer los pantalones? – Pregunto ella
Pues es que ahora mismo Mónica ha salido a hacer unos recados y me he quedado cerrado en la tienda viendo la televisión
Vale, voy para allí, que no quiero encontrarme con la petarda de mi hermana
Coge las llaves, que sino no podrás entrar
Vale voy para allá – Dijo al colgar
Bueno, por lo menos no tardaría mucho en estar de nuevo libre pensé, aunque no sabia que hacer una vez que lo estuviese. No podía presentarme delante de Mónica a pedirla disculpas, pues nadie en su sano juicio perdonaría lo que la estaba haciendo. Solo me quedaba rezar para que siguiese teniendo miedo o vergüenza de contar lo que la había pasado. Recogí toda la oficina tan rápido como pude para que no se viesen los destrozos que había preparado en mi intento de salir. Carolina no tardo mucho en llegar y nada mas hacerlo me pidió los pantalones, salí de la tienda con ella mientras me contaba que se había cruzado con su hermana mientras salía de casa y que la había visto llorando y muy nerviosa. La pregunte si había hablado con ella y me dijo que no, que solo la había apartado de un empujón y se había metido a seguir llorando a su habitación. Carolina me miraba suponiendo que había discutido conmigo y por primera vez desde que la conocía la vi con gesto serio
¿Os ha pasado algo? - Preguntó
Si, bueno… - Conteste tratando de inventar una buena excusa – hemos discutido por lo del otro día
Ya sabia yo que no te había perdonado – Comento para que reconociese que me había confundido
Si me pensaba que si, pero es que tiene mañana un examen y lo lleva muy mal, no cree que vaya a aprobar y esta muy irritable. Yo creo que es por eso, si no no lo entiendo – Dije tratando de explicar la desesperación de Mónica
¿Y te ha dejado encerrado por eso?, a mi me lo hace y la mato – Dijo recuperando su risa habitual
Hombre, luego vendría a sacarme supongo – Dije riendo yo también esperando que se conformase con esa explicación
Es que se preocupa mucho por los estudios, no pasa nada porque suspenda una vez, nadie la va a decir nada. Pero ya la notaba yo rara últimamente, creo que con tanto quedar y eso ha dejado la universidad apartada y ahora se esta arrepintiendo, incluso ha dejado de arreglarse otra vez… - Contó Carolina recuperando el tono serio
¿Pero tan mal la has visto? – Pregunte, aunque sabia que así era ya que hasta Carolina parecía preocuparse por ella
Si, en serio, parecía que hasta iba a darla un ataque de ansiedad
Oye Carolina, ya se que has quedado con tu novio, pero si esta sola en casa debería estar con alguien ¿Por qué esta sola no? – Pregunte tratando de solucionar el lío en el que estaba metido
Si, mis padres se han ido al pueblo a pasar la tarde
Entonces a lo mejor deberías quedarte con ella por si acaso – La aconseje
En todo caso la digo que se tome unos tranquilizantes o algo y me voy, no voy a tirar la tarde por quedarme con ella – Contesto tras pensar un rato lo que iba a hacer
Joder Carolina, y eso que parecía que estabas preocupada por tu hermana – Dije tratando de convencerla, aunque sabia y quería que no se quedase
Si quieres quédate tu – Me dijo enfadada
Si me ve se va a enfadar mas aun – Replique
Pues si quieres te quedas mientras la doy los calmantes sin que te vea y cuando veas que se la ha pasado o que se queda dormida te vas – Concluyo – Yo esta claro que no me voy a quedar
Vale – Dije al momento
Parecía que sin buscarlo y por casualidad se me planteaba una pequeña posibilidad de controlar todo de nuevo. Fuimos a su casa entrando en silencio, me quede escondido en la habitación de Carol esperando que Mónica accediese a tomar las pastillas. La preguntó si quería tomar algo para calmarse y se negó, Carolina insistió mucho pero no la hacia cambiar de opinión, ya pensaba que lo iba a dar por imposible y se iba a ir cuando empezó a decirla que estaba preocupada, que se tenia que ir y no quería dejarla así, que sino pasaría toda la tarde pensando en ella. Me sorprendió ese arrebato de cariño hacia su hermana y a Mónica pareció sucederla igual ya que para que se fuese tranquila accedió a hacer lo que la sugería. Amablemente se ofreció para llevárselo a la habitación y tras coger varias cosas en el botiquín vino a consultarme que debía darla.
A ver, ¿Qué hay que para tranquilizarse?, porque normalmente yo me fumo un porro y listo – Dijo riéndose
¿Por qué te ríes? – Pregunte – Parecías muy preocupada hace un momento
Ya, es que sino me pongo así no se lo toma ni de coña jajaja ¿Soy buena actriz a que si?
Si Carolina, claro que si – Conteste con cara de asombro
Inmediatamente me puse a buscar entre todas las medicaciones que había traído, buscaba lo mas fuerte que pudiese haber, algo que la dejase muy relajada, lo mas somnolienta posible. No tarde en encontrar un calmante pero no era potente, así que la di varias pastillas a Carolina para que las llevase, diciéndola que había que tomar más de una según decía el prospecto. Así lo hizo y tras dar a Mónica la misma explicación que yo acababa de darla volvió contando que se les había tomado. No espero ni un segundo a ver si su hermana se quedaba mejor, se despidió de mí y se fue corriendo de casa.
Hacia unos minutos estaba encerrado en la tienda y ahora estaba de nuevo a solas con Mónica, que además no tardaría mucho en quedarse atontada. Aquel debió ser mi día de suerte. Espere unos minutos y cuando dejé de escuchar la respiración agitada que la provocaba a Mónica el llanto salí con cuidado de la habitación, sin hacer ruido, en dirección a su habitación. La puerta estaba abierta así que me asome silenciosamente y la vi tumbada en la cama, mirando hacia arriba como hacia durante las sesiones. Su cara tenia los rasgos propios de haber pasado mucho tiempo llorando y aun mas sin dormir, pero ahora estaba tranquila y calmada. A pesar de que estuviese sedada tenia miedo de que empezase a gritar al verme, pues no soy medico y no sabía exactamente el efecto que tendría sobre ella los sedantes que había tomado.
Armándome de valor entre en la habitación muy despacio, no pareció percatarse de ello puesto que seguía con la mirada fija en el techo. Me acerque poco a poco hacia ella y en cuanto me vio empezó a respirar muy deprisa, pero ni siquiera podía llorar. Se giro torpemente sobre si misma para quedarse tumbada dándome la espalda mientras con las pocas fuerzas que tenia me pedía por favor que me fuese. No podía hacer nada, sus "gritos" apenas se escuchaban fuera de la habitación, para ella debía ser como una autentica pesadilla. Me senté en la cama a su lado, antes de hacer nada suspire profundamente pues mis acciones de las últimas semanas me habían llevado a una situación extrema que yo no deseaba. Ahora no me quedaba mas remedio que seguir adelante, era la única forma de que no revelase nuestro secreto y poder vivir tranquilo. Al igual que la primera vez que la hipnoticé en ese mismo sitio, puse música relajante que encontré en el ordenador, cogí la silla del escritorio y me senté al lado de la cama. Estirando mi brazo agarre su hombro haciendo fuerza para que se tumbase de nuevo boca arriba, pero no necesite mucha, pues los calmantes la impedían resistirse. Por sus ojos brotaban lentamente lagrimas que empapaban su cara pues sabia lo que iba a suceder, ella misma lo había visto en video.
Antes de comenzar a hipnotizarla cogí aire varias veces, no solo Mónica estaba nerviosa, yo lo estaba al menos tanto como ella y debía calmarme para que todo fuese bien. La música sonaba suavemente, no se escuchaba nada de ruido y solo tuve que bajar las persianas para que la luz del sol no molestase. Todo estaba listo para empezar así que aparté el pelo que caía sobre la cara de Mónica para verla bien y agarre su mano. Ella giro su cabeza lentamente, haciendo un gran esfuerzo y me miro con sus vidriosos ojos marrones como pidiendo por ultima vez que me fuese de allí. Ambos sabíamos que no me iría bajo ninguna circunstancia.
Me has puesto en un compromiso Mónica, no puedo hacer otra cosa y lo sabes, lo siento – Comencé a decirla arremangando su camiseta para acariciarla por todo su brazo
Lo cierto es que si que podía hacer otra cosa, podía intentar hacerla olvidar tanto lo que vio, como las sugestiones, tratar que fuese de nuevo como antes de empezar con las sesiones, pero una mezcla ente egoísmo, autoengaño y la creencia de que era mas feliz con su nueva personalidad me lo impedía.
Se que no hace falta que te diga que te tranquilices, pues jamás lo harías por voluntad propia, pero ya estas calmada, los tranquilizantes han hecho eso por mi – Dije con la voz mas suave que me permitía poner mi nerviosismo – solo tienes que dejarte llevar, escuchar mi voz, no tratar de resistirte y disfrutar. Sabes que en el fondo te gusta relajarte, dejar que te guíen, no pensar y sentir solo tranquilidad. Sentir como tu cuerpo deja de pertenecerte, como tu mente se vuelve totalmente en blanco. Escucha la música, tu misma la elegiste para otras sesiones, te encanta esta música que te lleva a un sueño que te encanta. Vas sintiendo esa sensación de tranquilidad que deseas. Te gusta caer dormida, entregada, ahora sabes que no solo te relajas, que caes hipnotizada y aunque te de miedo quieres que así sea. Poco a poco caes hipnotizada Mónica, mi mano te relaja, el roce de tu piel contra mi dedo hace que duermas, que te sientas tranquila, vas olvidando tu stress y tu ansiedad. Siéntelo como te relajas, como los problemas desaparecen. No hace falta que digas nada, solo relájate. Tu misma te das cuenta que te sientes mejor que hace unas horas, que olvidas nuestros problemas, yo solo quiero lo mejor para ti aunque tu no lo creas. Sigue cayendo Mónica, cierra los ojos para sentirte mejor ¿Te das cuenta? Has dejado de llorar, eso es porque tu cuerpo quiere sentirse bien, desea sentirse bien y reacciona a la hipnosis. Tu cuerpo quiere la hipnosis, tú deseas la hipnosis en lo más profundo de ti. Poco a poco vas notando ese hormigueo que recorre todo tu cuerpo, lo notas por tus pies, lo notas por tus piernas, sube por todo tu cuerpo y lo recorre una y otra vez provocando aun más sueño, más cansancio. Cae profundo Mónica, no te preocupes vas a estar bien, cada vez mejor, siente como todo se aleja, la habitación desaparece y solo quedamos tu y yo y la música que te arrulla como a un bebe, solo mis palabras en tu mente, deseas escuchar mi voz, aunque ahora estés enfadada, pero lo deseas como el comer, como beber, como respirar. Siente como al tocar tu brazo este cae dormido porque desea dormir, desea entregarse, nota como al tocar con mi dedo tu cara esta se relaja y va desapareciendo ese gesto tan feo que tenias. Tu cara se vuelve inexpresiva, tranquila, esta en paz. Prefieres sentirte así, en paz, sin pensar, solo escuchando y obedeciendo, así es más fácil Mónica. No pienses que esta mal lo que viste en los videos, tu te sentías fantástica cuando lo hacías, te gustaba que te mirasen, te morías porque te mirase, te sentías esplendida, maravillosa cuando lo hacia y nada antes te había echo sentir tan bien. Piensas que esta mal lo que te sucedía al estudiar pero te lo pasabas bien Mónica, disfrutabas de tu cuerpo, descubrías sensaciones nuevas y placenteras, alejabas tu mente del estudio. Mira como te gusta la hipnosis, ya has cerrado los ojos para dejarte llevar, para caer profundo, para entregarte totalmente. Sigue así Mónica, sigue cayendo, siente como mi dedo busca tu ombligo ¿Acaso has tenido antes una sensación que te llene mas que esta? Mira como te toco, como te acaricio cariñosamente, todo es por ti, por tu bien, para que te sientas mejor. Tus piernas se entregan, tu cuerpo, tu mente esta en blanco, vacía, lista para escucharme y relajarse. Siente mi voz, es lo único que deseas, dormir y dormir cada vez más. Todo se olvida, el tiempo se detiene para que te sientas mejor
Mónica estaba totalmente hipnotizada, aunque me daba miedo que no sirviese para nada lo que la estaba diciendo porque ni siquiera lo escuchase por el efecto de los tranquilizantes. No quería propasarme con ella, solo quería hipnotizarla mas profundo que cualquier otra vez, sin nada que la alterase para entrar en su mente como nunca antes lo había hecho, pero tenia un problema, sus padres volverían a la hora de cenar y esa hora se acercaba.
Sigues tranquila y relajada sin hacer ningún esfuerzo, tan relajada que nada te preocupa, solo quieres a seguir así cuanto más tiempo mejor, no deseas despertar nunca Mónica. Ahora vas a reaccionar a lo que te digo, tu cuerpo reaccionara a mis palabras sinceramente, sin mentir. ¿Hay más grabaciones de la tienda?
Si
¿En donde?
En mi ordenador y en un DVD en la mesilla
Esos videos hacen que te sientas mal, pueden acabar con las sesiones y tu no deseas que eso ocurra, mientras esas grabaciones existan nuestra relación esta en peligro y no deseas eso. Deseas que siempre nos llevemos bien, sin discutir, viéndonos lo más posible. Quieres seguir hipnotizada, sentirte cada vez más y más relajada y eso no podrá suceder hasta que no desaparezcan esos videos, deseas borrarlos, destruirlos. Cuanto mas te hablo mas deseas hacerlos desaparecer, mas profundo caes y mejor te sientes. Deseas eliminarlos para sentirte mejor. Destrúyelos Mónica para seguir con la sesión
Sus ojos se abrieron de nuevo con la mirada perdida. Las ojeras que la había provocado el llorar apenas se veían ya. Lentamente se incorporo quedando sentada en la cama, apoyo los pies en el suelo y se levanto dirigiéndose al ordenador. Me levante para ver de cerca lo que hacia y estirar de paso mis entumecidas piernas, pues llevaba mucho tiempo sentado. Cogió el ratón y entrando en una carpeta elimino sin dudar el video. Según lo hizo se dirigió a la mesilla de noche, se agacho sin doblar la espalda, que estando hipnotizada llevaba siempre completamente rígida, y abrió uno de los cajones. Saco el DVD y haciendo un pequeño esfuerzo lo partió en dos dejando los trozos encima de la mesa. Cuando hubo acabado volvió a tumbarse dócilmente en la cama
Muy bien Mónica, ahora te sientes liberada, no deseabas tener esos videos ni siquiera deseas recordarlos y al destruirlo puedes sentirte mejor aun. De nuevo mi mano te toca, y caes, caes mas profundo siente como son mis dos manos ahora las que acarician tu vientre, las que te lo masajean dándote un calor hipnótico, no deseas despertar deseas dormir
No deseo despertar, deseo dormir
Tu mente esta vacía, poco a poco va olvidando esos videos, no los recuerdas apenas ya, no recuerdas lo que ocurre en las sesiones, no recuerdas nuestra discusión en la discoteca, no recuerdas que durante las sesiones te hipnotizo. Lo único que recuerdas de nuestras discusiones es que me has perdonado. Repítelo Mónica
Lo único que recuerdo de nuestras discusiones es que te he perdonado
Muy bien, sigue diciéndolo, grábalo en tu mente para poder sentirte mejor, para no olvidarlo nunca
Lo único que recuerdo de nuestras discusiones es que te he perdonado, lo único que recuerdo de nuestras discusiones es que te he perdonado, lo único que recuerdo de nuestras discusiones es que te he perdonado, lo único que recuerdo de nuestras discusiones es que te he perdonado
Muy bien Mónica, sigues profundamente hipnotizada, sintiéndote cada vez mejor, tras cada segundo que pasa estas mas controlada, cada palabra mía hace que este mas entregada. Poco a poco las sugestiones se vuelven mas fuertes, de nuevo deseas cumplirlas porque no recuerdas que te hayan sido impuestas, deseas cumplirlas
Deseo cumplirlas
No harás nada por luchar contra ellas porque eres tu la que deseas que se cumplan, porque tu te sientes mejor al realizarlas.
No haré nada por luchar contra ellas
Cada vez que miraba el reloj era mucho mas tarde. Parecía que el tiempo se iba volando pero necesitaba estar más aun con ella. No quería despertarla por si todavía recordaba algo a pesar de llevar tres horas luchando por hacerla olvidar, pero teníamos que ir a la tienda para tener toda la noche para nosotros. No sabia como hacerlo para llegar hasta allí sin despertarla, suponía que si íbamos andando acabaría saliendo del trance o nos encontraríamos con algún conocido de ella poniéndome en un aprieto. De repente se me ocurrió una solución, cogí las llaves de su casa y dejándola dormida en su cuarto fui corriendo a meter mi coche en su plaza subterránea de aparcamiento. Volví a por ella y sin dejar ni un solo segundo de hablarla bajamos en ascensor y la monte en el coche. Al llegar a su tienda aparque en doble fila y espere a que no pasase nadie para entrar. Una vez dentro la mande tumbarse en el sillón y envié un mensaje desde el móvil de Mónica a sus padres diciéndoles que pasaría toda la noche en la biblioteca estudiando para el día siguiente. No tardaron en contestar dando el visto bueno. Por fin estábamos de nuevo tranquilos y con toda la noche por delante para seguir con la hipnosis.
Muy bien pequeña, sigues dormida, no has intentado despertarte, pasaras toda la noche hipnotizada, escuchando mi voz, olvidando todas nuestras discusiones. Nota como estas más entregada que otras veces, que no recuerdas haberte sentido mejor nunca.
No me he sentido mejor nunca – Dijo inexpresivamente
Claro que no, cada vez caes más profundo, después de esta noche desearas más que nunca estar conmigo, será más fácil que nunca el caer hipnotizada mas y mas profundo, estarás mas entregada cada vez. Después de esta noche cada vez que no estés conmigo estarás pensando en mí. Desearas hacer sesiones constantemente, desearas que te mire, vivirás para hacerme feliz. Iras recordando tu vida hasta ahora como algo lejano y sin sentido, solo te preocuparas por cambiar, por ser popular, por ser el centro de atención y por complacerme…
Solo me preocupare por complacerte
Eso es Mónica, deseas tanto hacer relajación que dará igual lo que suceda, siempre dejaras todo a un lado para estar conmigo. No te enfadaras nunca conmigo por miedo a no volver a verme. Sigue relajada, hipnotizada, entregada
Entregada – Dijo inconscientemente
Así pase más de doce horas seguidas, grabando en lo más profundo de su subconsciente todo lo que deseaba, haciéndolo lo mejor posible para que jamás se la olvidase. Cuando de nuevo amaneció no tenia casi voz, y no se que me hacia mas daño si el sueño, el hambre o la sed. En otras circunstancias nunca habría pasado tanto tiempo con ella pero la situación lo requería. No se me paso por la mente tratar de hacerla nada, mi lívido estaba por los suelos, solo quería asegurarme que cuando despertase no me ocasionaría ningún problema. Si todo iba bien ya habría tiempo para esas cosas. Ya era lunes y Mónica tenía que hacer un examen, así que fui dando poco a poco por terminada la sesión
Ya no recuerdas nuestra discusión, no tienes ningún motivo para estar enfadada conmigo, me has perdonado por completo. Ahora me iré y tú despertaras descansada y tranquila, has pasado la noche en la biblioteca Mónica y has venido a la tienda para coger el móvil que dejaste olvidado. Esta noche no has estado conmigo, ayer te fuiste enfadada y no volviste a verme, despertaste en tu casa y te fuiste a la biblioteca, pasaste allí toda la noche y luego viniste a la tienda. Esta noche no me has visto Mónica, pero has estado pensando en mí y en todo lo equivocada que estabas por haberte enfadado conmigo. ¿Qué has hecho esta noche?
He estado en la biblioteca y he venido aquí a por mi teléfono móvil
Muy bien pequeña ¿A que hora es el examen?
A las 10:00
Vale Mónica, descansa un poco mas, ya te despertaran cuando abran la tienda – Dije despidiéndola
Salí de nuevo a la calle para volver a mi casa. Confiaba en que tras toda la noche con Mónica, de nuevo desease verme y hubiese olvidado completamente la discusión, esperaba que así fuese pues había hecho un esfuerzo enorme. Me dirigí hacia mi coche y recordé que cuando fuimos a la tienda le había dejado en doble fila, por los nervios del momento se me había olvidado aparcarle bien y se lo había llevado la grúa. No me toco otro remedio que volver a casa en taxi. Cuando llegue a casa mi padre ya estaba levantado para ir a trabajar, la bronca fue considerable pues no había pasado por allí en toda la noche. Me daba igual lo que me dijesen, yo solo quería dormir así que me acosté pasando de ellos. A pesar de estar destrozado me costo mucho dormirme, aun tenia miedo de que Mónica pudiese recordar algo.
Continuara…