Despertaba de una terrible oscuridad, con los ojos hinchados por el sueño, luchó para poder abrirlos con los recuerdos golpeando sin cesar su mente. Recordaba el dolor y la desesperación, además de la opresión en su pecho al ver a su mejor amigo siendo atacado de una manera tan atroz e inhumana, pero lo que más le aterró era intuir que aquella mañana fueron por mucho, más animales que otras veces. Se preguntaba por cuánto tiempo había pasado por eso, ¿Alguien lo sabía? Todos en la escuela estaban conscientes de que Jimin era molestado, pero no se imaginaban a qué grado.
Vió en su rostro el pánico, pero aún así no lloró, no lo hizo hasta que se dio cuenta que era la única forma de que Zico parara de golpearlo, Jimin suplicó, no por él, no por su dolor, lo hizo para poder auxiliar a Taehyung y eso al castaño, le partía el alma, Jimin prefirió salvarlo antes que salvarse a sí mismo, con ese pensamiento abrió los ojos mirando la blancura del techo, estaba acostado en quien sabe donde, miró a su alrededor y se asustó al ver que era una habitación de hospital. Su cuerpo entumecido por la morfina no lo permitió sentarse.
Estaba seguro que si presionaba el botón rojo que estaba a su lado una enfermera vendría a atenderlo, paso tanto tiempo dentro de un hospital, que se sabía cada protocolo de memoria, lo presionó esperando y tratando de respirar profundo para detener la taquicardia que le anunciaba un ligero ataque ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué estaba en esa camilla? Lo último que recordaba era a Jimin caer inconsciente en los brazos de Yoongi ¿Dónde estaban ellos? ¿Qué había pasado con Jimin?
La puerta fue abierta dejando ver a un enfermero alto y pelirrojo en un traje azul claro, demasiado claro para su gusto
—¿Estás despierto?—dijo sonriendo—. ¿Volverás a golpearme?
Al ver la mirada confundida del castaño río por lo bajo, revisando los aparatos que estaban a su alrededor, además del suero que se conectaba a su cuerpo por medio de una intravenosa
—Ayer cuando llegaron estaban asustados por su amigo—susurró con empatía—. Quisimos acercarnos, pero nos atacaste, lo cual es impresionante si tenemos en cuenta que también estabas malherido, tuvimos que sedarte
Taehyung abrió mucho los ojos ¿Él realmente hizo eso? No lo recordaba, pero suponía que había entrado en un estado de shock.
—Jimin....¿Cómo esta Jimin? —su voz sonó mucho más grave de lo que comúnmente era
—Esta descansando en su habitación, tus familiares y amigos están aquí también
¿Familiares? Eso era imposible, sus padres no dejarían un momento sus atareadas vidas para encargarse de su hijo, desde que la vida familiar se había ido a un carajo, ninguno de los miembros intentaban tener una relación estrecha, su hermano mayor huyó a la primera oportunidad alegando un nuevo empleo en Japón, lo amaba tanto y lo necesitó también, pero ahora en él recaía la poca estabilidad emocional que tenían sus pequeños quienes ya presentaban problemas de conducta por la negligencia de sus padres ¿Era justo? No, pero entendía también el dolor de estos sólo que deseaba que existiera otro medio por el cual sedaran esa opresión sin tener que recurrir al alcohol y al trabajo.
—Bueno, le diré al doctor que estas despierto, tus heridas están en orden sólo necesitas guardar reposo y tomar unos bellos analgésicos para el dolor, creo que esta tarde ya podrás estar libre
—¿Y Jimin?—preguntó con insistencia
—Él se quedará un poco más aquí, no es mi deber decirte pero veo que estas preocupado, el chico tiene algunas fracturas en el tórax y un fuerte golpe en la cabeza.
Cerró los ojos con fuerza al escuchar el daño físico al que fue sometido por aquellos monstruos hijos de puta, y lo lamentable era que esas demostraban las heridas externas, Taehyung fue testigo del daño emocional que guardaba en su interior ¿Cómo podría llegar a sanar aquellas heridas tan profundas en su ser?
—¿Y los chicos que venían conmigo?
—Ellos no se han movido de aquí, han hablado también con las autoridades, lo más seguro es que tú también tengas que hacerlo, lo lamento por eso
Taehyung negó. —Esos hijos de puta deben pagar lo que han hecho
El enfermero asintió y sonrió al retirarse, no sin antes avisarle que pronto le llevarían algo para comer. Fue así que se quedó en silencio esperando pacientemente, desde niño comenzó a trabajar en canalizar sus emociones por decisión propia, paso de ser un chiquillo travieso y berrinchudo para convertirse en un genio artístico. Escuchaba a Beethoven por las tardes después de la escuela ademas de las melodías de Chopin cuando se sentía melancólico esta expresión musical lo arrullaba a la hora de pintar a oleo, sus padres vieron que tenía talento y estuvo con los mejores maestros, pero al memento en que su pasión se convirtió en una obligación dejo de tener sentido, fue ahí que necesito encontrar alguna otra cosa que lo ayudara a sobrellevar la tristeza que llevaba dentro, por sugerencia de su hermano mayor busco amigos y asó fue como conoció a Hoseok y fueron inseparables desde el primer momento, los unía el ámbito artístico. Él un pintor y su mejor amigo un bailarín. Amo el arte y se volvió egoísta.
—Taehyung
Y ahí estaba una de las personas que tanto daño le hizo por el simple hecho de ser abandonado cuando más lo necesitaba. Su hermano mayor Kim Namjoon, era alto, delgado y con una maravillosa mente acompañada de una sonrisa enigmática. El carismático de la familia, defensor de lo bueno y justo. Su hermano mayor, aquel que había huido hace dos años cuando las cosas se complicaron dejándolo a la deriva de sus emociones y con la carga de una familia rota, SeokJin le decía constantemente que Namjoon tendría sus razones para irse, pero aunque tenía razón su ahora ex novio no podía opinar porque cuando estaba cerca de su hermano lo único que hacían era pelear. Se acercó a su camilla con ojos preocupados y dedos temblorosos
—¿Qué haces aquí?—preguntó con mirada resentida
—Mamá me llamo hace dos días para hablar, llegue en la mañana, estaba en casa cuando recibí la llamada del hospital ¿Cómo ocurrió?
¿Su madre lo había llamado? bueno, suponía que ya estaba cansada de fingir cuidarlos. Deseo ser grosero pero su naturaleza se lo impedía, perdonaba todo a todos sin importarle el daño que se mantenía en su pecho al ser traicionado, miraba a su hermano como un héroe y eso no cambiaría, así que con alivio sonrió porque aunque sonara muy mal estaba realmente cansado de ser el responsable del hogar, ahora sólo esperaba que su estadía fuera lo más larga posible
—Lo hice para defender a un amigo
—¿Hoseok?—preguntó el mayor con preocupación
Taehyung negó aunque el nombramiento de su amigo le dijo que se llevaría un buen regaño de su parte cuando lo viera
—No, es Jimin mi nuevo amigo —susurró con pesadez los analgésicos estaban surtiendo un buen efecto, tanto que creía que en cualquier momento se quedaría dormido
—Algo por el estilo me comentó Yoongi cuando lo vi, están preocupados, Jeon no deja de caminar de un lado a otro como si eso pudiera despertarte
Su corazón dio un vuelco al recodar la manera en que Jungkook lo miraba al encontrarlo en el piso, esa mirada cargada de miedo, preocupación y cariño no era ni sera fácil de borrar
—¿Mamá y papá lo saben?—no quería escuchar la respuesta pero la pregunta se mantenía en su lengua con ganas descomunales de salir y causar grandes estragos en la mirada de su hermano quien no hizo más que tomar su mano esperando dar una respuesta aligerando la verdad
—Ellos lo saben pero no pudieron estar aquí—justifico como muchas veces antes
—Eso no es nuevo, no entiendo por qué me miras de esa manera ¿No crees que estoy acostumbrado al abandono?
Namjoon deseo decir algo para contradecir aquella dolorosa creencia pero ¿Cómo hacerlo después de que él mismo lo corroboro? aunque lo hubiera hecho para no hacerle daño, las consecuencias estaban y eran notables con sólo mirar los ojitos perdidos de sus pequeños hermanos
—¿Donde está SeokJin?—preguntó para cambiar el curso de la conversación y al mismo tiempo dar respuesta a su incertidumbre
—Me engaño, nosotros hemos terminado
Namjoon cerró los ojos y se levantó de repente de la silla al lado de la cama de su hermano, lanzó una maldición al cielo lo cual dejó a Taehyung consternado
—No es para tanto Nam
El pelinegro se acercó a su hermano y miró directamente a sus ojos descifrando aquello que no estaba diciendo en voz alta, le dio un beso en la frente sintiendo el peso de la culpa caer nuevamente en sus hombros, pensó que si se iba las cosas funcionarían, de verdad creyó que todos estarían bien con su ausencia pero vaya que estaba equivocado. Taehyung soltó una lagrima y cerro los ojos dejándose caer en la almohada
—De repente tengo mucho sueño— suspiró cansado, no era mentira o una vía de escape, sus ojos se sentían pesados por el medicamento para el dolor que el enfermero había inyectado en la intravenosa cuando revisaba el suero
—Descansa—fue lo último que escuchó.
Jungkook se paseaba por el hospital esperando a que Yoongi terminara de hablar con los padres de Jimin, estos estaban realmente alterados y no era para menos, si él lo estaba y sólo era su amigo, no quería imaginar lo que sus padres sentían. Jimin estaba inconsciente y todos tenían miedo a que no despertara, porque el golpe en su cabeza había sido peligroso.
Tuvo que sostener al Yoongi mientras repetía que todo era su culpa por no ser capaz de hacer algo cuando tuvo la oportunidad ¿Pero realmente podía? Jungkook no lo creía de esa manera siempre hay un límite que te indica cuando y hasta donde puedes intervenir, si Jimin no hacía su parte, lo que le correspondía, no había nadie que pudiera ayudarlo realmente. Para él fue difícil entenderlo, amaba a Taehyung incluso más de lo que quería admitir y le dolía saber que SeokJin no lo trataba como merecía y que lo traicionaba, pero no debía meterse en algo que no era suyo, solo debía ayudar en lo que su amigo necesitara, y quien sabe, algún día este recapacitaria.
Estaba por dar la vuelta en uno de los pasillos cuando escuchó a Namjoon discutir con alguien. —No dejaré que hagas lo mismo, entiende que no te quiero cerca de él
—¿Acaso te arrepientes? si mal no lo recuerdo, fuiste tú quien comenzó todo esto
—Lo sé Jin y es por eso que tengo el poder de terminarlo
Namjoon caminó furico a su lado sin darse cuanta de su presencia, no entendía de lo que estaban hablando así que no le tomo importancia, dio la vuelta y ahí lo miró con esa cara de idiota arrepentido sin quitarle la vista a el lugar por donde Namjoon salió. Se acercó a él tratando de ser razonable porque estaba dentro de un hospital, pero sintiendo aún internamente esa molestia acumulada
—Sé que quieres verlo Jin, pero ambos sabemos que eso no es lo mejor —dijo directamente
SeokJin lo miro cambiando su semblante a uno más formal y frío
—No es momento de hacer esto Jungkook, aunque lo intenten impedir él es alguien muy importante para mí y lo amo, estoy preocupado por lo que esta pasando así que por favor corta el rollo
El pelinegro suspiró entendiendo que la verdad él no era nadie para prohibirle a SeokJin estar allí, aunque le doliera, la verdad era que este tenía mucho más derecho de estar preocupado que él quien era un simple amigo
—Sólo recuerda que le haces daño SesokJin, no estoy dispuesto a verlo mal de nuevo mucho menos por alguien como tú, Taehyung no lo merece y lo sabes, suficiente tiene con lo que ocurre en su familia así que por favor aléjate.
Jin lo observó directamente sin tener algo con lo cual escudarse, porque aunque mal, entendía que estaba siendo egoísta
—¿Tanto lo quieres? sabes bien que él jamás dejara de amarme— trato de herirlo con sus palabras
—Estar tan seguro de eso es lo más idiota que puedes hacer Jin, nadie en esta vida es indispensable piensa en eso
Lo ignoro caminando hasta la puerta de quien más deseaba ver en esos momentos
—Sólo te estas haciendo daño Jungkook, amar a Taehyung viene con muchas cosas que no estoy seguro que soportes -remato antes de irse
Jungkook suspiro y cambio su semblante triste por una sonrisa para entrar, no importaba si estaba dormido o despierto solo necesitaba verlo, quería mirarlo y convencerse que todo el dolor valía la pena.
SeokJin salió como alma que lo lleva el diablo dando grandes zancadas por el estacionamiento, una vez dentro de su auto soltó un fuerte grito y algunos golpes al volante, las cosas se salían de sus cansadas manos y poco a poco se estaba convirtiendo en una mala versión de sí mismo que odiaba.
Amaba a Taehyung, en el tiempo que estuvieron juntos llego a entregarle su corazón puramente pero lamentablemente eso no era suficiente, el amor que le daba el castaño no se comparaba con su angustia por estar en los brazos de la persona que deseaba. Pero la espera había terminado, ya no serían llamadas a escondidas, fotografías a distancia o mensajes sin responder a veces por la diferencia de horario, ahora que la persona de sus desvelos había pisado Corea, Kim Namjoon no se escaparía.
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