Lucy trataba de dormir pero podía hacerlo. Rodaba por todo el colchón tratando de encontrar una posición cómoda para descansar.
Su meta finalmente estaba lográndose cuando logra escuchar un particular sonido. Trata de ignorarlo pero el sonido se intensifica cada segundo que pasa.
Rendida ante ello decide pararse de su cama yendo a investigar.
Aquel sonido provenía de su ventana. Alguien lanzaba piedras en ella, suponía quien podría ser.
Observa la hora en su celular antes de aburrir sus cortinas. Once treinta de la noche.
Deja ver su rostro asomado por la cortina. Shawn sonríe extendiendo una caja de pizza, en su otra mano cargaba un bellísimo ramo de tulipanes, los favoritos de Lucy.
— ¿Que haces aquí? —pregunta en un murmullo mientras abre la ventana.
— Quería disculparme —sonríe.
— ¿Disculparte?
— Si —asiente con la cabeza— por lo de esta tarde, ya sabes, por dejarte sola —se sentía apenado. Había preferido pasarlo con Sophia Johnson.
Lucy había olvidado aquello. Quería enojarse pero no podía. No después de escucharlo y verlo sosteniendo aquel ramo de tulipanes. Se sentía la persona más tonta del universo.
— ¿Cómo pretendes subir? —cuchichea— y olvídate de la puerta principal, no quiero despertar a mis padres o Harper.
Shawn parece pensarlo. Una grandiosa idea corre por su mente— Por el balcón.
— Estas loco.
— Vamos Luthie, como si no lo hubiera hecho antes —gorjeo— anda, como en los viejos tiempos.
Durante su niñez. Cuando Shawn tenía una increíble condición física y descubrió lo bien que se le daba escalar. El chico acostumbrada subir por el balcón de su amiga para pasar el rato o cuando estaba castigado y no lo dejaban salir. Durante un tiempo acostumbró a escabullirse todas las noches, eso se convirtió en una rutina para ambos.
— ¿Cómo lograrás subir lo que traes contigo?
Shawn observa ambas cosas y da una mueca. El plan se le complicaba mucho.
— Puedo dejarlas aquí, yo subo mientras tú bajas por ellas.
— Despertaré a alguien y preguntará que hago con eso —Lucy se empeñaba a destruir su plan.
Shawn rueda los ojos— Lucy, no arruines mi idea.
— Perdón.
— Mira, ya se. Puedes decir que te deje esto en tu puerta y me fui.
Lucy lo observa para seguido mirar la puerta de su habitación— Si nos descubren es tu culpa.
— Nunca lo han hecho. Anda, ven por esto.
Lucy rueda los ojos y suelta una carcajada, corre hasta la puerta de su recamara saliendo caminando escaleras abajo, tenía que ser demasiado cuidadosa para no despertar a nadie.
Logra abrí la puerta con el menor ruido posible, sale por las cosas encontrándose a Shawn ya en su balcón, vuelve a entrar a su casa cerrando bajo llave. Corre por las escaleras hasta llegar a su habitación donde cierra su puerta bajo llave.
— Hola —saluda Shawn con una sonrisa.
— Hola.
Ambos quedan en silencio mirándose fijamente. Lucy es la primera en apartar la mirada, Shawn sonríe victorioso.
— Bien. ¿Cuál es el plan ahora?
— Lo normal. Comer pizza —Shawn se encoge de hombros— pondremos algunas almohadas en el balcón, tal y como lo hacíamos antes.
— Sacaré algo para sentarnos y una manta, el frío está horrible.
— Te ayudó.
Lucy se dirige hasta su armario donde saca un par de mantas. Una para colocarla en el suelo y otra para poder cubrirse del frío. Shawn toma un par de almohadas.
— ¿Sigues conservando esa olorosa manta? —burla Shawn.
— No es olorosa —defiende Lucy.
— Lo es —Lucy rueda los ojos y camina hasta el balcón para comenzar a acomodar.
Cuando era pequeña, Lucy solía llevar con ella una manta con ella a cualquier parte que fuera. Nunca la soltaba.
Aquel artefacto prosigue en la vida de Lucy y no estaba dispuesta a dejarla por nada del mundo.
Una vez todo andado en el balcón, Shawn trae con el la pizza colocándola en medio. Ambos adolescentes se colocan sobre las almohadas.
— Esto me trae muchos recuerdos —dice Shawn soltando un suspiro.
— Como en los viejos tiempos.
Shawn la mira y sonríe.
Un silencio apodera el lugar. Últimamente pasaba aquello, silencios incómodos donde ninguno sabía que decir.
Lucy se remueve en su lugar. Shawn sigue sin despegar su mirada de ella.
— Deja de mirarme así —pide.
— Siento no haberte traído esta tarde.
— No te preocupes, estoy acostumbrada a que me dejes plantada últimamente —bromea. Aunque en el fondo era algo que realmente sentía.
— Calla —empuja su cuerpo contra el de ella.
— Jack se ofreció a traerme de regreso.
— Ahora te juntas mucho con él, parece tu nuevo mejor amigo —eleva una ceja.
— Lo estoy considerando —se encoge de hombros. Shawn hace una cara de indignación haciendo que Lucy se echará a reír— Sabes que tú eres mi único mejor amigo, nadie cambiara eso —lo codea.
— Espero serlo hasta que seamos viejitos.
— Lo seremos, siempre estaré para ti.
— Y yo siempre estaré para ti. Dejaría cualquier cosa si es necesario para ir a tu rescate.
El cáncer se vino rápidamente a su mente— ¿Cualquier cosa? —Shawn asiente con la cabeza— Veamos, —quería ponerlo a prueba— si algo me pasara en este momento, —niega con la cabeza— no, si me enterara de algo, que padezco de alguna enfermedad gravísima, ¿dejarías Harvard por estar conmigo?
— Que dramática, Lucy —ríe.
— ¿Lo harías? —insiste.
— Claro que sí, tonta —sonríe— me quedaría contigo hasta saber que esta enfermedad gravísima tuya desapareciera. ¿Por qué la pregunta?
— Curiosidad —se encoge de hombros.
Shawn asiente con la cabeza. Toma una rebanada de pizza otorgándosela a Lucy. La chica piensa unos segundos antes de aceptarla. Finalmente lo hace, una no le haría daño.
— ¿Cómo has estado?
— Todo en orden, creo —ríe
— ¿Crees?, Sabes, me siento mal, extraño —se corrige— últimamente no sé nada de ti, tienes conversaciones con Jack o salidas extrañas.
— Tiene mucho que no tenemos una conversación.
— Cuéntame algo.
Dile lo del cáncer, es momento de que lo sepa pensaba el subconsciente de Lucy.
— Tengo... tengo mucho nerviosismo de entrar a Harvard.
¡Tengo cáncer!, gritaba una y otra vez en su cabeza.
Shawn la observa —Yo también estoy muy nervioso, no sé lo que nos espera.
— Espero no me cambies por alguien más —bromea codeándolo.
— Nunca, ya te lo dije. Espero tu no me cambies por alguien más.
— Para nada —sonríe.
— Me alegra escuchar eso —pasa su brazo sobre los hombros de Lucy.
— La pizza se enfriara.
— Comamos pizza.
La pizza no tardó mucho en ser devorada, Shawn fue el responsable de aquello. Mientras comían platicaban de cualquier cosa que se les venía en mente, al parecer habían perdido todo rastro de incomodidad con el que comenzaron su velada. Volviendo a ser los mismos chicos raros.
— No vi cuando llegaste, la maestra sí que tardo mucho —dice Lucy limpiando su boca con una servilleta. Shawn suelta un suspiro bajando su cabeza.
— Te mentí —admite.
— Lo sabía —lo había escuchado también.
— ¿Por qué me conoces tan bien? —Lucy sonríe— Estaba teniendo sexo en el cuarto de servicio con Sophie.
— ¿En el cuarto de servicio?, que incomodo —se remueve en su lugar— ¿Estuviste todo este tiempo metido ahí? —pregunta sorprendida.
— No —ríe al recordar lo que había sucedido— El guardia se dio cuenta de los ruidos, tocando la puerta, y al ver que no salíamos el decidió usar la llave —Lucy lo observaba con una sonrisa burlona— nos sacó de ahí enviándonos con la directora que para nuestra mala suerte aún estaba en el instituto, mañana iré a limpiar la escuela.
— Da gracias a que no los expulsaron.
— Pensaba que lo haría, pero nos dijo que no lo hizo ya que eran los últimos tirones para salir.
— Viviste una gran historia el día de hoy.
— Nunca lo hagas en un cuarto de servicio, es muy incómodo.
— Me lo imagino —sonríe de lado— Traías condón, ¿cierto?, no quiero sobrinos —Lucy sabía todo aquello.
— Sí, tenía uno guardado coincidentemente —miente— Además, tampoco quiero bebes por el momento
— Entonces, ¿lo tuyo con Sophia va para algo serio?
— Supongo que sí.
— Me alegro que seas feliz —no mentía. Le agravada ver feliz a su amigo, aunque ella no fuera la causa de aquello.
— Estaré igual de feliz cuando encuentres a alguien— toma sus mejillas apretándolas.
— Cameron es un gran candidato.
— Nop.
— ¿Por qué no? —eleva una ceja— ¿Qué te hizo?
— Nada, es solo que no me da buenas vibras, tiene algo en el que no termina de agradarme.
Lucy decide no responder. No quería iniciar una discusión a causa de Cameron.
El resto del tiempo se la pasaron platicando sobre Harvard y de lo ansiosos que se sentían al estar dentro las instalaciones. Lucy no sabía se podría ir, pero le agradaba la idea de pensar en ello. Shawn salió de la recamara de Lucy a las cuatro y media de la madrugada. Tuvieron mucho tiempo para hablar aunque ninguno de los dos fue capaz de confesar su secreto.
La mañana siguiente, Lucy despertó a las dos cuarenta y cinco de la tarde, salió de su habitación inspeccionando cada cuarto donde no encontró rastro de su mama o Harper. Bajo las escaleras, yendo hasta la cocina encontrándose una nota en el refrigerador.
"Cariño.
Harper y yo fuimos con tu abuela a un mandado, regresamos más tarde.
No te quisimos despertar ya que te veías muy cansada. Deje tu desayudo en el microondas, cuando llegue llevare la comida.
P.S. Por favor, no calientes la comida en el microondas.
Te amo."
Ya tenía su explicación del porque se encontraba sola en casa. Camina hasta el microondas donde se encontraban dos waffles dentro. Los saco poniéndolos en la tostadora y corre escaleras arriba para poder tomar su móvil.
Toma asiento frente a su waffles para empezar a devorarlos, mientras lo hacía revisaba un poco su aplicación de mensajes, en ese momento un nuevo mensaje de un número desconoció aparece. Lucy achica sus ojos tratando se descifrar de quien se trataba por su foto de pantalla. Pero al leer su mensaje dedujo que se trataba de alguien dentro del hospital.
Desconocido: ¡Buen día!
No puede ser, soné como un señor. Comenzaré de nuevo.
Hola.
Conseguí tu número por la agenda del hospital, espero no te moleste.
Te saludo con un buen día y luego pensaras que te acoso, pésima impresión.
Mucho blah blah y nada de contexto. Solo hablaba para saber si vendrás esta tarde a la reunión. Eso es todo. Adiós.
Por cierto, soy Peyton.
Lucy: Hola. Pensé que eras alguien intentado venderme algo por el comienzo de tu mensaje, un saludo muy formal.
Por lo del número no te preocupes, ya tienes una pésima primera impresión por mi parte.
Ten por seguro mi asistencia, así puedo conocerlos mejor:)
A los segundos las palomitas se tornan en azul indicando que ya lo había leído.
Peyton: Oye! Tan mal vecino soy?
Me alegra, así todos también podremos conocerte mejor:).
Seguro te divertirás, tendremos karaoke
Lucy: Estoy ansiosa por conocerlos.
Genial lo del karaoke aunque lo de cantar se me da fatal, eso se lo dejo a Shawn.
Peyton: ¿Shawn?
Lucy: Dios, comparto tanto tiempo con ese sujeto que a veces olvido que no estamos en todo juntos.
Shawn es mi mejor amigo, el canta y será doctor en su tiempo libre:)
Peyton: Gran oficio jaja.
Lucy: Total. Bien, te veo más tarde.
Peyton: Nos vemos.
Sale una inconsciente sonrisa del rostro de Lucy. La chica niega con la cabeza y sale de la aplicación para así terminar de almorzar. Al no tener nada más en su plato se pone de pie junto este para colocarlo en el lava-trastos.
Al estar en su habitación, se posiciona frente su armario pensando que podría usar para esta tarde.
No podía negar que se sentía extraña. Pensaba que cuando estuviera invitada a una fiesta en el hospital seria para darle la bienvenida como practicante no porque ella fuera la paciente.
― ¿Qué haces? ―pregunta Marie apoyándose en el marco de la puerta asustando a Lucy.
― ¡Mamá! ―lleva una mano a su pecho― Me asusta ―confiesa― No tengo nada que ponerme ―gruñe sentándose en una esquina del colchón.
― Tienes ropa muy bonita en todo eso ―señala un bulto de ropa.
Lucy gira su cabeza hasta donde señalo su madre, inspecciona con la vista todo lo que se encontraba. Después frunce el ceño.
― No es lo suficiente bueno para esta tarde.
― ¿Saldrás con Shawn?
― ¿Lucy y Shawn tendrán una cita? ―llega corriendo Harper.
― ¿Por qué pretender que saldré con él?
― Te quieres ver bien ―encoge sus hombros Marie.
― No solo tengo que verme bien para él.
― Yo no dije eso ―Marie eleva sus brazos al aire.
― Entonces, ¿no saldrás con él? ―insiste Harper.
― No, ―rueda los ojos. Era culpa de ella al estar siempre pegada a su mejor amigo― no lo haré.
― ¿Para que buscas ropa?
― Para la fiesta en el hospital de esta tarde.
― Lo había olvidado por completo ―confiesa Marie.
― A mi igual, hasta que Peyton me recordó.
Harper y Marie se voltean a ver cómplices.
― No, no ―Lucy eleva su dedo índice― conozco esas miradas suyas y se lo que pretenden. Peyton es solo un conocido.
― Claro ―cantan al unisonó.
Lucy ruda los ojos. Estaba ruborizada pero no quería que su mama y Harper se dieran cuenta de eso por lo que cubre su rostro con una almohada.
― Te ayudo a conseguir algo decente ―informa Harper acercándose al bulto de ropa regada.
― Por favor ―responde aun con la almohada en su cara.
Después de estar horas eligiendo un buen atuendo se deciden por unos jeans junto con una blusa rayada blanca con café. Para el maquillaje elige algo sencillo, no quería ir tan producida a un hospital, por ultimo ata su cabello en una media coleta.
Faltaban unos minutos para que la fiesta diera inicio, sin embargo Lucy pensaba que era un poco temprano como para llegar, además no conocía a nadie como para pasar el rato mientras todos llegaban.
Estaba tirada en el sofá viendo friends siendo acompañada por Harper cuando alguien toca la puerta.
Harper mira a Lucy esperanzada que ella se pusiera de pie― Atiende ―dice Lucy despegando su vista de la televisión mirando a su hermana.
― Ve tú, ―crea un puchero― yo quiero ver el capítulo.
― Yo también quiero verlo.
― Tú has repetido la serie muchísimas veces.
Lucy se pone de pie mostrando su lengua a Harper. Atiende la puerta encontrándose con Shawn.
Shawn la barre con la mirada de arriba hacia abajo incomodando a Lucy― ¿Saldrás? ―es lo primero que sale de su boca.
Lucy inmediatamente se pone nerviosa, ¿Qué debería de decirle?, aunque por obvias razones no podría decirle que iría a una fiesta porque preguntaría donde es y no puede decirle que en un hospital ya que sería muy extraño que ella fuera a uno.
― Sí, saldré.
― ¿A dónde iras?
― Lucy, ¿estas lista para ir al hospital? ―pregunta Marie secando sus manos en el delantal sin darse cuenta que Shawn se encontraba parado en la entrada.
― ¿Iras al hospital? ―pregunta confundido. Marie se da cuenta de lo que acaba de hacer caminando a la cocina nuevamente, Lucy solo cierra los ojos y Harper y Shawn esperan impaciente una respuesta por parte de su hermana. Ella creía que era momento de hablarle con la verdad a Shawn.
― Si ―tenía que pensar en algo rápidamente― La abuela me consiguió un trabajo de medio tiempo, ya sabes para ir practicando. Harper suelta un suspiro rendida.
― ¡Genial!, ¿puedo ir?
― No lo creo.
― Claro, quieres estar delante de mí ―bromea Shawn.
Lucy suelta la risa más falsa del mundo, Harper solo la mira negando con su cabeza.
― Para nada ―pega su hombro― Solo tenían un puesto vacante, además no avisamos que irías.
― Qué mala suerte, también veré si puedo dejar solicitud en alguna farmacia, para ir aprendiendo.
― Sería una gran idea ―sonríe.
― Bueno, al ver que vas de salida me voy, solo venía a invitarte por un helado.
Por un momento, Lucy estuvo a punto de cancelar aquella fiesta para ir con su amigo, pero no, tenía que conocer gente nueva con la que conviviría.
― Nos vemos ―se despide se su amigo.
Shawn agita su mano, da vuelta y camina saliendo del campo de visión de Lucy. Cierra la puerta pegándose en ella soltando un suspiro.
― Lo siento mucho, no sabía que estaba aquí ―se disculpa Marie entrando nuevamente a la sala.
― No te preocupes, supe cómo resolverlo.
― Lo resolvió demasiado bien como para ser Lucy ―Lucy le da una mirada amenazante a Harper― Estas cosas no sucedería si... ―continua.
― Si le dijera la verdad, lo sé. Pronto le diré.
Harper asiente con la cabeza, realmente no pensaba que su hermana le confesara aquello a Shawn por el momento, pero respetaría su decisión.
― ¿Ya nos vamos?
Lucy mira la hora en su celular donde un mensaje de Peyton es alumbrado en la pantalla.
Peyton: Te estamos esperando, ¡¡¡¡¡llega ya!!!!!!!
Lucy suelta inconscientemente una sonrisa, eleva su cabeza asintiendo.
En el trayecto al hospital Lucy tenía su atención puesta en su celular hablando con Peyton. Sacando pequeñas sonrisas mientras hablaban, Marie notaba la acción de su hija sin embargo no quiso decir nada.
― Llegamos ―avisa Marie asiendo que Lucy elevara su cabeza asomándose por la ventana.
― Bájate conmigo, por favor ―pide.
― Ya estas grande, además ya conocer a Peyton y a tu enfermero. Diviértete ―anima Marie.
― Me da pena.
― Bajete ya ―habla Harper desde la parte trasera.
― ¿A dónde irán ustedes?
― Con la abuela ―Marie se inclina para abrir la puerta del copiloto.
― Mejor vayámonos, ―Lucy toma la puerta del vehículo― Shawn me invito un helado.
― ¿Bajaras del auto? ―la voz de Peyton es escuchada.
Lucy voltea encontrándose con el chico parado frente a ella sosteniendo la puerta. Harper se pega en la ventana observando detenidamente al sujeto. Era guapo, pensó.
― Sí, solo me estaba despidiendo.
Harper baja la ventana del auto― Hola ―saluda.
Peyton la mira con una sonrisa― Hola, soy Peyton ―extiende su mano.
La niña corresponde al saludo― Soy Harper, hermana de Lucy.
― Mucho gusto, Harper ―ladea su cabeza― ¡Oh!, hola señora.
― Dime Marie.
― Nos vemos más tarde ―Lucy se apresura a decir saliendo del coche.
― Adiós ―se despide Peyton con un movimiento de mano― aquí la cuidamos, Marie. Literalmente ―Marie ríe.
― Gracias, Peyton ―sonríe― Me marcas cuando quieras irte ―avisa mirando a Lucy. Ella asiente con la cabeza.
Sin decir más, la señora Miller enciende el vehículo poniéndolo en marcha.
― Te pareces mucho a tu mamá ―opina Peyton una vez solos.
― Todos dicen que soy una copia idéntica a mi papá.
― Necesitare ver eso ―Lucy asiente con la cabeza― ¿Entramos?
― Entremos.
Se dirigen hasta las puertas del hospital, seguido caminan hasta el elevador para que los lleve al piso correspondiente. El silencio dentro del elevador era muy incómodo, Lucy no sabía que decir, nunca fue buena para iniciar conversaciones mientras que Peyton debatía en una buena conversación, no quería quedar en ridículo frente a la chica que le atrae.
Al llegar al piso indicado salieron de este encontrándose con un lugar lleno de globos, confeti y muchas cosas decorativas. El lugar no estaba lleno, por lo que Lucy dedujo que solo asistirían los que tomaban quimioterapias, los enfermeros y alguno que otro doctor.
― Ven te presento a los demás ―dice Peyton tomando la mano de Lucy llevándola hasta donde estaba Tania y otros tres chicos más.
Lucy estaba nerviosa por conocer a los otros integrantes, además le ponía nerviosa el que Peyton estuviera tomando su mano.
― ¿Qué decían? ―pregunta Peyton al escuchar risas.
Todos voltean su mirada hasta Peyton para después poner toda su atención en Lucy.
― ¿Cómo te llamas? ―pregunta un chico no tan alto de cabellera clara.
― Lucy, Lucy Miller ―responde.
― Un gusto en conocerte Lucy, soy Corey ―saluda estirando su mano la cual Lucy corresponde.
Se quedan uno minutos así hasta que la una castaña llega hasta ellos tomando a Corey del cuello.
― Hola, yo soy April y él es mi novio ―señala a Corey.
Lucy inmediatamente suelta la mano del chico.
― Yo...
April suelta una carcajada mientras todos los demás niegan con la cabeza sonriendo. Lucy mira a Peyton.
― No te puede ser ―ríe tomando su estómago― Debiste haber visto tu cara, ¡fue épica!
― No entiendo nada.
― Soy April, y este mocoso, no es mi novio.
― Ella es así, siempre haciendo sus chistes sin gracia.
April golpea el hombro de Peyton― Oye, no son sin gracia. Ustedes son un público difícil ―acusa.
― Da igual ―ríe Peyton― la otra chica es Sofía
La mencionada camina hasta Lucy sonriéndole― Hola.
― Veo que ya conoces a la pandilla ―Dylan se acerca al círculo.
― En eso estoy.
― Trátenla bien, yo iré a comer un poco de pizza. Nos vemos luego.
El resto de la fiesta fue tranquilo, Lucy se llevó muy bien con los chicos. Tanto que quedaron en salir todos un día de estos fuera del hospital. También escucho sus historias lo cual hizo que Lucy sintiera que ella de igual forma podría salir adelante.
cuéntenme: ¿son nuevas lectoras o ya había leído la primera versión?