Suelo llover a menudo
porque no me gusta inundarme,
pero a veces llueve tanto
que me ahogo hasta liberarme.
Pero liberarme de la lluvia es complicado,
estresante,
doloroso.
Hay que atravesar varias nubes para desahogarme.
Es duro llover tanto,
pero mi lluvia a veces ayuda.
Lluevo y lluevo,
y me riego de pies a cintura.
Llover muchas veces es crecer,
regar,
dejar de arrastrar,
dejar ir cosas que no te dejan remar.
Antes de llover tengo que remar hasta donde debo ir
porque como no sé nadar, me puedo hundir
y es peligroso hundirte en tu inundación
porque luego puede que no sepas como salir.
Caer a un pozo oscuro,
donde no importa cuantas escaleras
o cuantas cuerdas te lancen.
No las ves.
Y no respiras.
Y no escuchas.
Y no tocas.
Y no hueles.
Todo es lo mismo en la inundación.
No importa cuánto nades,
nunca sales del todo,
nunca ves como antes.
Lluevo y lluevo,
y no paro de llover.
Ríos creo,
y no paro de llover.
Lluevo.
Lluvia.
Llovizna.
Lluviosa.
Tormenta.
Oscura.
Rayo.
Descanso.