The night prince - Meanie #Wa...

By Svtuniverse

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Los lobos de acero son una organización de investigación policial encargada de los casos más difíciles. Cuand... More

Prólogo
Objetivo
II
Veneno
III
Notas
IV
Noches
V
Nostalgia
VI
Traición
VII
Interrogatorio
VIII
A ciegas
IX
Jeju
X
Vendido
XI
Te necesito
XII
Error
XIII
Libertad
XIV
Lucha
XV
Ladrón
XVI
Acusado
XVII
Familia
XVIII
Epílogo

I

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By Svtuniverse


Las luces de la ciudad se fueron apagando, una a una, mientras la vida volvía a su curso. Una nueva mañana empezaba y era hora de ponerse manos a la obra. Niños preparándose para ir a clase, trabajadores de camino a sus oficinas, policías regulando el trafico de la mañana... Todos despertaban tras el sueño, mientras que él los observaba desde el tejado. Dio un sorbo a su café, apoyando los codos en el muro de la terraza y sabiendo que otra vez, había perdido la lucha contra el insomnio. Solía subir allí cada vez que no podía dormir, se encaramaba a la barandilla de la azotea y contemplaba el despertar de la ciudad. Le relajaba observar como todo lo que parecía haberse detenido, volvía a funcionar como si la noche no hubiese existido. El miedo parecía no existir a esas horas, mientras los habitantes comenzaban a salir como si no hubiesen estado escondidos en la seguridad de sus casas.

— ¿Ya no llamas antes de entrar? —Preguntó al recién llegado, sin necesidad de mirar para saber de quién se trataba. Solo había una persona lo suficiente valiente como para atreverse a molestarle con su presencia después de una larga noche despierto. Los demás tendían a huir cuando estaba cerca, ahuyentados por su fama y su seriedad característica. Todos temían su pasado, basado en rumores y extraños misterios, no querían comprobar si eran verdad o simples leyendas urbanas—. Pensaba que por lo menos seguía existiendo la educación en este sitio.

— ¿Desde cuándo necesito avisarte para poder subir a la azotea de MI edificio? —Se quitó las gafas de sol con un elegante movimiento y lo observó con seriedad—. Si te escapas del trabajo cada vez que tienes oportunidad, no me queda más remedio que buscarte ¿Te crees que me gusta madrugar para verte la cara, Wonwoo?

— Podría ser, tengo mis dudas sobre tus... — Al girarse y ver su postura, supo que no era buen momento para bromear. Sus brazos cruzados, su mirada fija en él y la seriedad de su rostro solo avecinaban problemas. Era la señal de que no se libraría fácilmente de todo lo que había estado haciendo estos días o mejor dicho, de lo que no había hecho. Aquel era el último hombre con el que uno querría meterse. No importaba su estatura, tenía el coraje suficiente para hacer temblar al hombre mas duro—. ¿Por qué me buscabas, "jefe"?

— Llevas mucho tiempo ignorando mi autoridad o saltándote cualquier encargo que te hago —Dijo acercándose hasta él—. Ha llegado el momento de impedir que trabajes solo. Te voy a asignar a una unidad y... No, no estarás al mando.

"Te voy a asignar a una unidad" y "No estarás al mando". Su peor pesadilla se había hecho realidad. Su tan amada soledad iba a terminar de forma trágica, bajo las órdenes de alguien más. No había nacido para trabajar en equipo, hacía años que no podía acercarse a nadie más que no fuesen el hombre que había roto su paz y el único amigo que conservaba. Había hecho de la soledad un hábito y nada bueno podría salir de aquello. La mayoría lo consideraban un tipo peligroso, alguien a quien temer, su peor pesadilla. No quería tener que enfrentarse a un grupo de ineptos que no sabían nada de él y que lo observaban como si pudiese matarlos en cualquier momento. El personal, e incluso aquellos que se cruzaban con él por la calle, le juzgaban sin pararse a conocerle o a saber su verdadera historia ¿Porque iban a ser diferentes sus nuevos compañeros?

— Jihoon, negociémoslo —Le rogó, maldiciendo la hora en la que su rebeldía había causado estragos en la organización—. Mejoraré, pero tú y yo sabemos que trabajo mejor solo. Ya sabes, "el príncipe de la noche", "el bandido solitario"...

— Tienes tres horas para adecentarte y presentarte en la sala 13 para que te los presente, "príncipe"—. Recalcó con retintín en su voz. Si creía que iba a salirse con la suya solo porque eran amigos, lo llevaba claro. Él mandaba aquí y se cumplirían sus ordenes costase lo que costase. «Quizá te venga bien» pensó para si mismo con paternal preocupación «Quizás así consigas llenar el vacío de tu corazón, ese que yo solo no puedo llenar...». Wonwoo era uno de sus mejores agentes, poco ortodoxo en cuanto a sus formas, pero muy eficaz. No quería perderlo porque estaba demasiado encerrado en sí mismo.

El agente especial supo que no había marcha atrás, había conseguido que Jihoon se enfadase lo suficiente como para quitarle toda la inmunidad y libertad que tenía. «Seré alguien ejemplar y volveré a trabajar solo más rápido de lo que crees, ya verás» pensó mientras regresaba a las oficinas.

———————————

Puso la mano en el pomo de la puerta, pero no la abrió. Era incapaz de pasar. No le gustaba esta situación, no podía evitar sentirse incómodo y pensar en todo lo que ocurriría cuando entrase. Suspiró mientras cerraba los ojos, preparándose mentalmente, consiguiendo ocultar su preocupación y volviendo a su característica inexpresividad. No dejaría que viesen más allá de lo que quería mostrar, no iba a permitir que leyesen lo que sentía. Bajó el pomo y empujó la puerta despacio, había llegado la hora de enfrentar su castigo. Mientras los demás no supiese lo mucho que le importaba su aceptación, todo iría bien. Podía ser el hombre frío y despiadado que todos creían que era sin pensárselo dos veces, había aprendido de memoria a interpretar su papel.

— Debes de ser el nuevo, el famoso Wonwoo. Bienvenido —Habló el joven que se encontraba de pie ante una pizarra llena de datos. Una sonrisa se dibujó en su rostro mientras le indicaba con la mano que tomase asiento—. Soy Choi Seungcheol, ex-marine y líder de la unidad Andromeda, aunque todos me llaman Scoups.

— Prefiero quedarme de pie, gracias —No estaba preparado para encontrarse con tanta amabilidad de parte del líder, ¿Dónde quedaban las miradas de miedo?¿El temor ante en un presunto asesino camuflado de héroe? Estaba desconcertado.

— Cómo prefieras —Se encogió de hombros sin borrar esa expresión del rostro. ¿De verdad había estado en el ejército? Tenía el aspecto de alguien que era incapaz de dañar ni a una mosca—. Deja que te presente a tus compañeros de equipo. The8 es nuestro hacker experto, no hay código que se le resista — Señaló a un chico con gafas que no dejaba de teclear en un enorme ordenador que parecía ser más potente que cualquiera que pudiese haber en la NASA. Por su rostro impoluto no debería rondar los veinte años y el mullet que se había dejado no le ayudaba a parecer mucho mayor, solo le daba el aspecto de un adolescente en plena etapa rebelde ¿Desde cuándo contrataban a gente tan joven en la empresa?¿Estaba lo suficientemente preparado para estar allí a pesar de la edad?

— ¿No eres demasiado pequeño como para estar aquí? —Preguntó más por curiosidad que por ser descortés—. No me malinterpretes, pero no sé si estás cualificado siendo tan joven.

— ¿A quién llamas pequeño, mocoso? —Contestó levantándose de la silla y acercándose más rápido de lo que podía prever—. Mira, niñato, tengo suficiente edad como para estar aquí y aunque no la tuviese, soy capaz de hackear todos los ordenadores de esta edificio en el tiempo que tardas en atarte los cordones. Si te vuelvo a oír decir que soy "pequeño", "no estás cualificado" o cualquier cosa por el estilo, verás por dónde te meto el teclado.

Se quedó observándole, sin mostrar la sorpresa que le había causado su coraje. ¿No le tenía miedo?¿No había oído lo que decían sobre él? Trataba de descubrir si le agradaba su carácter o solo había sido por el asombro. Su vocabulario y sus aires de furia parecían estar acordes con la idea inicial de que se trataba de un adolescente. Sin embargo, al igual que con el líder y las reacciones que tendría su grupo, había vuelto a fracasar con sus suposiciones.

— Ten cuidado, el último que le llevó la contraria sigue en la UCI —Dijo un chico sentado encima de la mesa con las piernas cruzadas. Su pelo naranja resaltaba entre la oscuridad de su ropa y del mobiliario. ¿Cómo pretendía camuflarse si parecía que estaba en llamas? Tuvo que reprimir el impulso de preguntarle si se había escapado de una versión barata de los Juegos del hambre.

— Hoshi, por favor, deja de asustar al nuevo. Hace días que dejó la UCI y se encuentra cómodamente en una habitación privada del hospital —Contestó Scoups con toda la tranquilidad del mundo. Dejó a un lado sus cavilaciones sobre el inquiero hombre y procesó lo que le estaban diciendo ¿Aquél tipo había mandado a alguien a la UCI solo por llevarle la contraria? « Por el amor de dios, Wonwoo ¿Cómo te puede impresionar lo que él ha hecho? Has cometido crímenes peores, no deberías sorprenderte » se dijo así mismo—. Y bájate de ahí ¿Cuántas veces te he dicho que para sentarte tienes la silla?

—Sí, mi capitán, mi capitán —Dijo mientras saltaba de la mesa y hacía el saludo militar con todo el descaro del mundo—. Soy Kwon Soonyoung, Hoshi para los amigos, es decir, para esta panda de aquí— Se oyó la voz de The8 de fondo: «¿Quién ha dicho que sea tu amigo, idiota? Cuando no ignores mi ideas, hablamos»—. En el fondo me quiere, no puede resistirse a mis encantos. Nos vamos a casar y todo — «Maldito, Kwon ¿Quién se va a querer casar contigo?» volvió a murmurar por lo bajo y maldecir, provocando su risa —. Soy el encargado de la diversión y por supuesto de la acción. Lo mío es el engaño, antes de que te des cuenta de que todo es una farsa, habré conseguido lo que necesito. Nadie me supera, soy irremplazable y me quedan de lujo todos los disfraces que uso.

— Cualquier día te meto en la cárcel de la que te libré, Hoshi, no me tientes con tantos aires de grandeza —Dijo su nuevo jefe, sin dejar ver si se trataba de una broma o de una amenaza real. Observó con curiosidad al hombre, analizando las posibles razones por las que había podido ser atrapado. Estaba frente a un estafador, incluso era posible que fuese uno de los grandes. «Vaya, vaya, interesante. No soy el único con crímenes a sus espaldas» pensó, olvidándose de la incomodidad inicial. Incluso se permitió sonreír, unos segundos, imperceptible para cualquiera que no le hubiese estado observando atentamente. Cuando Jihoon le ordenó que bajase, no esperaba que le hubiese lanzado a un equipo tan poco ortodoxo como él. ¿Habría alguien más como ellos dos?

— No te preocupes, te acostumbrarás, todos lo hemos acabado haciendo y al final no se trabaja tan mal. Mi nombre es Vernon —Comentó despreocupado un joven rubio mientras le tendía un vaso con lo que parecía ser café. A pesar de que ya había tenido su dosis de cafeína diaria, no dudó en aceptarlo. Agradecía la calidez de la bebida y ayudaría a calmar sus nervios—. Soy el ingeniero, me encargo de abrir todas las cerraduras que me piden, preparo todo lo que van a necesitar para una misión y de vez en cuando realizo trabajos de mecánica. Avísame si se te estropea la moto, estaré encantado de echarle un buen vistazo a ese monstruo.

— Yo que tú, tendría cuidado. Tiene las manos muy largas y lo mismo desaparece en el garaje. El ladronzuelo sabe lo que hace — Escuchó una voz muy cerca de él y al levantar la cabeza se encontró con el ser más bello que había visto en mucho tiempo. Sus ojos brillaron bajo la máscara de indiferencia que había creado. No era de piedra, sabía apreciar la belleza en cuanto la veía—. Soy Minhyun, Hwang Minhyun, es todo un placer tenerte ante nosotros. Siempre he sentido curiosidad por conocerte un poco mejor —Su sonrisa atrapó su mirada por completo, haciéndole olvidar por un segundo toda la información que había recibido. Los nombres de sus compañeros, sus ocupaciones, los posibles antecedentes de dos de ellos... No había nada más que él. ¿Se trataba de un ángel?¿Estaba allí para buscarle? Porque no le importaría irse con él a dónde quisiese.

— Ya basta de coquetear Minhyun, ni si quiera estará interesado en ti. Ponte a trabajar, luego tendrás tiempo de ligar —Espetó Scoups, consiguiendo que sus mejillas se tiñeran de rojo y se retirara rápidamente de su lado. ¿De verdad estaba intentando coquetear con él?¿Por qué?—. Discúlpalo, cuando se trata de buscar nuevos casos y encontrar información es el mejor, pero le pierde cualquiera que sea guapo y atractivo.

Espera... ¿El líder acababa de decir que era guapo?¿En qué clase de sitio le había metido Jihoon?¿Qué estaba tramando ese viejo brujo? Algo se escondía detrás de todo aquello y ahora no le cabía la menor duda. Mientras paseaba su mirada por cada uno de los rincones de la sala, prestando atención a las rarezas y particularidades de sus futuros compañeros, alguien le llamó la atención. Un chico mucho más alto que él, permanecía sentado en una esquina, con el móvil entre las manos y haciendo caso omiso a todo lo que allí sucedía. Lo recorrió de arriba abajo. ¿Por qué él no se había presentado todavía?¿Por qué hacía cómo si no estuviese allí? ¿Qué clase de modales eran aquellos?

— ¿Quién es él?

— Tu peor pesadilla —Contestó Hoshi dedicándole una gran sonrisa—. Analiza los comportamientos de las personas mejor que cualquier psicólogo de la ciudad, con solo observar tu rostro es capaz de decir cuales son tus miedos y debilidades. Un hueso duro de roer

— ¿A quién llamas pesadilla? — El chico levantó la cabeza del móvil para dirigirla hacia él, dándose cuenta por primera vez de su presencia. Desde el principio se había negado a aceptar que entrase alguien nuevo al grupo, no les convenía. Solo serviría para alterar el orden que por fin habían conseguido establecer. Ahora que se llevaban bien entre ellos y comenzaban a trabajar en equipo, tenían que abrirse a un completo desconocido que no le daba buena espina. Por no hablar de las malas experiencias del pasado—. Me llamo Mingyu y espero que hagas tu trabajo sin estorbar, ellos te habrán acogido a la primera, pero yo no me fío de nadie que irrumpa así como así en Andromeda —Se incorporó con elegancia para dirigirse a la puerta, deseando salir de allí y de las repentinas miradas dirigidas a él. Si analizaba a Wonwoo, no veía nada malo, pero lo mismo pensó de alguien que acabó traicionándoles. No se equivocaría de nuevo, no tropezaría dos veces en la misma piedra—. Me voy, si me necesitáis, sabéis cómo encontrarme y... Hoshi, con necesitar me refiero a que tengamos una misión o que sea cuestión de vida o muerte, no estoy de humor para bromas —Al pasar junto al nuevo, pudo descubrir una sombra de incertidumbre reflejada en su rostro. Iba a tener que ganarse su respeto si quería que lo aceptase allí y no iba a ser fácil, sobre todo desde que su ex-compañero decidió convertirse en el mayor traidor de la historia. No iba a dejar que alguien más les hiciese daño, eran como su familia y no quería volver a consolarles mientras él mismo se recomponía trozo a trozo. Haría cualquier cosa por mantener intactos los corazones de sus amigos, no necesitaban más heridas que cerrar—. Jihoon tendrá razones para dejarte con nosotros, pero no se me olvida de donde vienes y lo que has hecho. No voy a dejar que destruyas lo que tanto esfuerzo nos ha costado construir, te estaré vigilando —¿Se había pasado?¿Estaría haciéndolo bien con tanta indiferencia y desprecio? Él no era alguien que prejuzgara a la gente, pero tenía que asegurarse antes de que todo acabase mal.

Se marchó dejando que el silencio reinara en la sala. Wonwoo no podía dejar de pensar en sus palabras. «No se me olvida de dónde vienes y lo que has hecho...» ¿Por qué de pronto le molestaba lo que alguien pudiese pensar de él?¿Por qué se sentía aún más vacío desde que él se fue? Aquellos sentimientos le incomodaban y quiso desaparecer de allí, volver a su tejado y observar la ciudad actuando como si no estuviese rota, como si sus calles no acogiesen la maldad del mundo mientras se derrumbaba. Él no quería que estuviese en el equipo y el nuevo no quería estar dentro, si se marchaba, ambos ganarían. ¿Pero cómo podía desobedecer a Jihoon sin recibir las consecuencias? Le debía mucho a su jefe, no podía decepcionarlo más de lo que ya estaba. Había sido la única persona capaz de creer en él, de preguntar primero y juzgar después. Le había dado una especie de hogar seguro y no podía defraudarle.

— No quiero estar aquí y no tardaré en marcharme —Les dijo a los que quedaban en la sala, logrando que hasta The8 dejase su ordenador para mirarlo—. Ya sabéis quién soy, no necesito presentación y menos cuando en unos días acabaré desapareciendo de vuestras vidas como si solo hubiese sido una sombra. No os preocupéis, vuestro equipo seguirá intacto.

Arrugó el vaso de plástico tras terminarse el café que le había entregado Vernon y lo lanzó a la papelera con un impecable movimiento. Ninguno se atrevió a detenerle cuando se marchó, solo dejaron que se fuera por donde había venido con la certeza de que no tardaría en volver hasta ellos. Antes de que se cerrase la puerta, pudo escuchar la voz del hacker preguntándole a los demás.

— ¿Quién le habrá convertido en el príncipe de la noche?¿Quién habrá hecho que aparezcan todas esas barreras que hay en él?

⇢⇢ NOTAS ⇠⇠

¡Hola! 

Un nuevo jueves ha llegado y os traigo el primer capítulo recién editado. Puede que siga habiendo fallos, porque esto siempre es complicado y se escapan cosas; pero espero que sean menos de los que había antes de reescribirlo. Aún así, podéis decirme si veis algo raro y cuando acabe todo, volveré a hacer una corrección de todo. 

A Wonwoo se le ha acabado el chollo y ahora tiene que trabajar en equipo ¿Podrá adaptarse o sus nuevos compañeros se lo comerán vivo? Y lo que es más importante ¿De dónde saca Jihoon a los reclutas para el equipo Andromeda?

¡Nos leemos (づ。◕‿‿◕。)づ!

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