—No quiero volverme loca, pero ¿Por qué hiciste eso? ¿No se suponía que no harías nada al reino?... ¡aun! — pregunto Carmilla
Aunque ella seguía golpeándolo, Jezabel seguía recio a decir lo que planeaba, hasta que él la detuvo con un dedo.
—Ese no es el tema por ahora, y lo cambiaremos por mi pregunta— dijo Jezabel—¿En serio realmente se tragan eso de que lo hace por mi o por alejarse de ustedes? — pregunto a Marcus y Ritsumary sin volver a su forma de Azrael
«Se veía demasiado serio que le creo... o bueno, le creyeron todos» gruño Ritsumary «él siempre ha sido y es respetado por su seriedad, así que es sorprendente que se le escuchase decir eso, o que tú al final digas que es una mentira»
Jezabel le dio un pequeño golpe en la cabeza a Ritsumary, Carmilla aunque quería estar en la conversación, no dejaba de mirar las nubes, sabía que él no haría algo tan estúpido, pero había estado demasiado tiempo fuera que le seguía costando creer eso, Jezabel seguía golpeando la cabeza de Ritsumary y ella quería detenerlo pero estaba cansada por la pelea que había tenido antes con Zartremist. Marcus detuvo a Jezabel.
—Escucha, el general es alguien que nunca dejaría su puesto si no fuese por algo realmente importante o cualquier cosa que afecte al reino, creo que escuchar de la nada que se iba... nos alteró a todos— continuo Marcus pensándolo bien
Ritsumary gruño un poco adolorida pero continuando con el tema.
«Yo también estuve así, pero después hablaste y supe que había algo más, más bien, tiene que haber algo más a solo decir eso así de directo»
Jezabel alzo las manos en señal de victoria.
—Tenemos una ganadora... pero eso será después, ahora... ¿Alguien me puede decir la razón por la que nunca había escuchado sobre ese lugar religioso? Y no sé preocupen por las nubes, tardarán un poco más para lo que pasará
Los tres se miraron, parecía que no se esperaban una pregunta así, Carmilla no sabía sobre el lugar hasta que lo vio por sí misma, así que al menos pensaba que Jezabel lo sabía, o algún general de su armada, pero si no lo sabe el rey que debe ser el primero en saberlo, tampoco sus súbditos.
—Bueno, es algo complicado de decir— dijo Marcus con la mano derecha en su barbilla Por lo que sabemos, Arcaida en un principio es un país reconocido y a la vez no... Algo así como un estado que no pertenece a nadie, más que a sí mismo para auto-gobernarse... y nunca ha estado más allá de sus fronteras.
Ritsumary le pico los costados a Azrael con la punta de una espada que había conseguido mientras corría hacia ahí, le sorprendió que él se dejara así que continuo mientras los demás hablaban.
—Se sabe que es un país noble, comprado con éxito al reino Yirela a un costo inimaginable, está cerca la costa al mar, así que es algo así como un país turístico al mismo tiempo— dijo Carmilla
—Nadie sabe quién fue el que la fundó, pero el más grande rumor dice que por cierta persona, hubo quienes se reunieron rezando a los dioses, los nobles fueron los primeros en ocupar el lugar y de ahí en adelante se divide entre ricos y religiosos— continuo Marcus—, otro rumor dice que un héroe fue el que la fundó esperando que sea un lugar de paz próspera, obviamente alejada de ti, y por lo que se ve hasta ahora lo era
—Por lo que dices no siento la diferencia de cualquier otro país— dijo Jezabel al escucharlos
«Algo si es cierto, ese lugar tiene el mayor índice de guerreros santos, paladines y magos de alto renombre, aunque no creo que sean tan buenos como los demás países» gruño Ritsumary «pero sus fuerzas son comparables con lo más cercano a un héroe»
Jezabel detuvo la punta de la espada y Ritsumary continuo tratando de picarlo en otros lados, algo que él ya no se dejó hacer.
— ¿Alguna vez te han atacado ese tipo de guerreros?—pregunto Carmilla mirando esa escena—, sabes que llegue cuando empezaron a venir menos héroes a pelear contigo.
Jezabel trató de recordar mientras volvía a golpear en la cabeza a Ritsumary mientras ella le seguía picando con la espada.
Habían muchos así, algunos de gran habilidad, gran fuerza, conocimiento envidiable en muchas artes, más básicamente sagradas, ya que era lo que le lastimaba o hería más que magia elemental, algunos parecían solo confiar en sus poderes más que en su habilidad, eran buenos, pero ese talón de Aquiles les haría morir la mitad de tiempo de lo que un héroe experto podría hacerle daño a Jezabel.
—Les diré que todos con quién peleaba eran bastante hábiles o tramposos, y puede que sí, pero no conozco, o más bien, no recuerdo si tuvieran algo en común, ya sea la magia, la intensidad, o la ropa ya que algo distintivo tendrían que tener, ¿Lo tienen?
Carmilla mostró su cuello para dar un ejemplo.
—Ellos siempre portan un tatuaje detrás su cuello, tiene forma de una "A" encima de otra—dijo Carmilla
Jezabel volvió a sus pensamientos y después se rindió, aunque le dio un golpe más fuerte a Ritsumary que la hizo caer al suelo.
—Tendré que preguntarle a mis mascotas si ellos saben algo— dijo al suspirar
— ¿Eh? ¿A ellos?
—Sí, recuerda que son con los que combaten antes de llegar a mí
—Si pero la tortuga gigante no tiene cerebro
— ¿Tortuga gigante? — preguntaron Marcus y Ritsumary algo confundidos
—Sí, pero las crías si tienen... volviendo al tema... entonces, el país ese Arcade o Arcaida es un país multi-millonario dividido entre lo Santo y lo mundano, que es un lugar donde puedes hacer turismo, y a su vez tiene defensas por si quieres hacerle algo... además de algún tipo de fuerzas suicidas que vinieron aquí... me interesa, algún día iré a ese lugar... tal vez igual como turista
Jezabel camino hacia la academia, los demás le siguieron detrás.
»Bueno, es tiempo que se haga sonar mi sinfonía de destrucción favorita
—Oye— dijo Carmilla
—Claro que no haré mucho, en cambio tu dime todo lo que hiciste y por qué te tardaste, era solo de ir por ese idiota aunque fuese a la fuerza si era necesario— dijo Jezabel algo molesto—, Apuesto a que a estos dos también les interesaría saberlo ¿No?
Ritsumary y Marcus no hablaron, era demasiado obvió que si querían.
—Empezando de una vez diré... que nunca pensé que sería algo muy complicado de hacer, sabía sobre mi olfato, además de cubrir bien su rastro, y cuando se reunía con algunos héroes estos eran hostiles hacia mí... bueno en realidad eran sus aprendices o cualquier otro tipo que estaba ahí, y sé que me dijiste que cualquier medio... sentía que sería más difícil si lo hacía yo sola, la próxima vez no subestimare a nadie más— explicó Carmilla cansada—, y esas armas... son un dolor de cabeza muy serio cuando las usan bien.
— Entonces esa espada solo es una de otras armas
—Sí, de 10 héroes retirados que visitó... más bien que yo logré ver qué visitaba... solo 3 le dieron sus armas, pero tenía que pasar diferentes pruebas para probar que era digno, esas marcas y fuerza dicen que realmente hizo lo que pudo, y lo digo por experiencia propia, ya que lo intentaba atrapar antes que la tomara, pero era recibida casi a golpes por otra persona.
Jezabel levantó su mano y la movió un poco hacia ella como si la rociara con algo, al hacerlo ella se recuperó de sus heridas y su ropa volvió a ser limpia.
—Aun así me daré un baño... Uno muy largo— dijo sin agradecer y aún sonando cansada
—Ya veo... déjalo así, es más interesante que antes así que está bien
— ¿En serio? Él con un poco más de tiempo puede mejorar más rápido que ellos
— ¿Recuerdas lo que dije?, G.B es de los idiotas que no se van sin una razón, son los que piensan más allá de su propio peso y pensamiento, algo lo retiene de hacer lo que quiere por sí mismo, algo debió pasar, algo lo bastante grande que tengo envidia que sea más que yo como para que él venga aquí, es por decir, una última visita antes de entrar al infierno por propia voluntad, y estoy probando saber qué y cómo es ese infierno
De entre los que estaban ahí Jezabel era el más entusiasmado de todos, por más desinteresado, por más que no actúe como un Rey Demonio, era clara una cosa, no podía dejar de lado el mostrar una expresión tan aterradora al mirar hacia la nada y saber qué hará lo que sea por cumplir su objetivo.
—Mi señor, todo está listo~~— dijo Chronique al aparecer de la nada frente a Jezabel con una rodilla en el suelo en señal de reverencia.
—De acuerdo, vamos
Dio otro paso y se transformó en su verdadera forma, una gran túnica que cubría una sombra que exhalaba una bruma tan densa por los extremos y el piso, hacía mucho que los mortales Ritsumary y Marcus habían visto esa forma, más ahora notaban lo ansioso que estaba pues la bruma se hacía cada vez más densa a tal punto que parecía desintegrar o secar el suelo y algunas ramas de árboles solo con simple toque o el paso de aquella oscuridad en el aire, Carmilla y los otros dos podían sentirlo pero no les afectaba.
Jezabel levantó una manga derecha sin mostrar la mano que le sostenía, con un parpadeo ellos dos aparecieron justo en la entrada de la academia, no sabían cómo y trataron de concentrarse en entender que pensaba Jezabel en este momento, pero les era casi imposible saberlo del todo a pesar del tiempo que tenían con él y casi no separarse cuando hacía algo anormal para un profesor.
En el cielo, la espiral que parecía formar un tornado oscuro se detuvo, después empezó a ir de reversa, girando de manera contraria, la gran nubes no se había movido en absoluto, las gentes debajo el lugar estaban atónitos, pensaban que lo que se aproximaba era algo sagrado, algún ser de los dioses venía a la tierra al ver a tanta gente reunida como decían sus textos, pero las esperanzas de todos se desvanecieron después de ver lo que se acercaba.
De las nubes negras empezaron a bajar justo a los lados una alfombra, de ellas descendían soldados formados en fila horizontal, pero no cualquier tipo, estos tenían las armaduras oscuras, de un brillo casi deslumbrante, cada uno traía consigo una bandera, y está era de un color que cualquier persona, sea soldado, civil o un Rey esperaría ver de alguien del que se dice destruirá el mundo.
La insignia del Rey Demonio grabada entre la tela de color blanco puro, era hecha de una tela de la más fina seda jamás creada, solo por la simple vista uno ya quisiera sentir en su piel ese suave toque de aquella prenda, algunos pensaban así, otros seguían en shock, entre ellos los guerreros que solo venían al torneo o vigilar a sus respectivos propietarios de los reinos. Había otras banderas, pero estas únicamente eran blancas ondeando al paso de los soldados sin alguna insignia en ellas.
«Esto debe ser una broma... definitivamente tiene que serlo» era el pensamiento dominante en ese momento de todo el mundo
Y antes de seguir con ello el centro de la espiral se abrió, todo mundo se quedó en silencio, el mismo aire se detuvo, no había ser vivo alguno que provocará ruido alguno sin que sintiera miedo de hacerlo, y ahí lo vieron, un ser cubierto de una gran túnica negra con algunos detalles brillosos, no podían verse sus extremidades inferiores o superiores, habían oído rumores de su apariencia, era un ser tan desconocido como su poder, un ser del cual solo su simple presencia era capaz de silenciar a cualquiera frente a él y de cualquier tipo de título que tuviese, la túnica de color negro, poco a poco se volvió grisácea y de bordes plateados, el rey demonio avanzó majestuoso, detrás de él 4 seres más, eran casi tan conocidos como quien estaba enfrente.
Un Hada con una mirada vacía en primer lugar, tenía una armadura liviana color negro, detrás un Minotauro de pelaje color ceniza con su hacha en el hombro casi sin protección o armadura alguna, un Elfo de complexión delgada hasta casi notarse los huesos de su cuerpo con la mirada desagradable a todo el lugar, sin portar nada en su cuerpo salvo unos harapos sucios, y solo con un asentir a cada lado que miraba y por último un adolescente, era alguien hermoso para las chicas, y demasiado serio para los chicos, de cabello corto color rojizo ojos color tenía una armadura azul con líneas azules, traía una espada en la cintura, su mirada y la postura que tenía daban a entender que mataría al primer que hiciera algo estúpido por más inocente que fuere.
Algunos soldados de la academia habían estado hace tiempo cuando él se presentó en aquella incursión, y también que él era el profesor Azrael, no sentían el mismo miedo desde su primera vista y ni que decir cuando daba clases, no mostraba hostilidad alguna, y ahora no sabían del por qué hacía esto, pero muy dentro de sí mismos, su supervivencia decía que escucharán primero y después tratarán de entender qué demonios planeaba y que silenciaran a quien tratará de hacer algo estúpido si no querían sufrir las consecuencias.
Jezabel no tardó en bajar hasta casi hasta el final de la alfombra, se detuvo solo a dos escalones, los generales se acomodaron 2 a cada lado. Nadie hablo nada, el silencio reino y solo el aire siguió su movimiento, algunos de los presentes estaban nerviosos por semejante aparición, era algo difícil de creer que el aparecería el mismo día que se organizaba esto, todo mundo tenía la idea que los héroes lo mantenían alejado de cualquier lugar, pero ahora que desde hace tiempo no se ha sabido nada de ellos, les era sumamente perturbador y desconcertante el que él esté aquí... Aunque por otra parte...
«Sé que me tienen miedo, pero al menos uno de ustedes diga algo, la típica pregunta del por qué estoy aquí, es difícil dar una entrada como está si no estás acostumbrado a hacerlo... ¿me preguntó si tendré que hacerlo después?... Creo que empezare a ensayar después de esto»
Eran los pensamientos de la mente de un Rey Demonio que era igual a un NINI encerrado en su cuarto sin saber que hacer al salir a la superficie o hacer algo como esto
«Bueno si no quieren, yo empezare»
Tosió levemente y pensó que decir primero.
—Aquel que se hace llamar Azrael hágase presente
—Inclínense ante mi señor Jezabel
Dos voces salieron al mismo tiempo, uno era el rey, el otro el Minotauro, Jezabel estuvo a punto de mirarlo y decir "¿En serio?".
—...
—...
El silencio volvió a reinar sobre el área, nadie sabía que había ocurrido, hubo uno que otro murmullo pero se silenció enseguida, el Minotauro mantuvo su postura pero hacia lo posible por qué no se notará el mar de sudor entre el pelaje que empezaba a brotar de su frente, aunque del otro lado, Chronique quería reírse y acuchillarle hasta el aburrimiento por lo que hizo, no siendo la única de ahí que quería hacerlo, Jezabel inclinó un poco la cabeza.
— Disculpen la rudeza de mi subordinado... es solo que tanto él como yo y los demás no estamos acostumbrados a salir tan a menudo...
Trato de minimizar el daño hecho, sabía que esto solo los aturdiría más, así que rezo por qué no pierdan el pensamiento de que él sea alguien lo bastante maldito como para matarlos si no aceptan su disculpa. Así que empezó de nuevo y sin saludo alguno.
—Vengo por el sujeto... no, más bien por el Dullhalan que se hace llamar Azrael y por lo que me informan, él ahora está radicando en este lugar— dijo con una voz de ultratumba «Que bueno que hice cambiar mi voz, sino estaría en serios problemas... aunque, creo que debí elegir una mejor»
Todo mundo susurro ante lo que dijo, Ritsumary no sabía que planeaba, pero algo, un malestar en su estómago le decía que algo muy malo estaba por ocurrir.
—En serio tienes las suficientes agallas para venir aquí y mostrar tu descarada cara— dijo Zartremist— pero lo siento, el ser que buscas tiene una cita llamada Zartremist, así que no creo que su majestad sea tan descortés como para impedir algo como esto, ¿no?
«Aquí está, esto es a lo que quería llegar, estoy muy segura» pensó Ritsumary
La manga derecha se puso por donde se suponía era la barbilla como si pensara y le diera razón a ella.
«!Que cita ni que nada¡» pensó Jezabel «pero vamos bien»
Jezabel bajo su manga y después apunto a las banderas.
—Es cierto, eso sería descortés, pero por lo que ustedes pueden ver yo solo vengo por él y me iré enseguida
— ¿Eso es cierto?
—Es cierto, ¿o acaso quieren que las banderas cambien de color?
Zartremist sabía que no era la única que quería que eso no pase. Blodenhell quería atacarlo, pero no podía hacer algo realmente innecesario sin que quienes estaban detrás de Jezabel hicieran una masacre. Los alumnos y demás soldados no querían verse tan involucrados, pero eso ya no era una opción.
La capitana sonreía, tenía la confianza de empuñar el arma que los herreros de su país habían hecho muy recientemente, añadiendo al final el material de las Saints Row y un dragón como la combinación del núcleo mágico para darle más poder. Esta arma inclusive podía ser confundida al transformarse en otro tipo de arma más pequeña ocultándose tanto su poder como su forma para un ataque sorpresa.
«Pensaba usar esto contra ese profesor... pero que mejor hacerlo con el objetivo final» pensó Zartremist algo ansiosa
—Señorita, es de mala educación el llevarse todo el entretenimiento por usted misma— dijo otra voz a un lado de ella, Worren se acercó sin tener una postura de pelea, pero no por eso se podía tomar a la ligera
No quería suspirar de alivio, solo río un poco para darlo a entender.
—Lo siento, le sé que me vendría bien hacer esto primero— respondió ella
Pero un tumulto empezó atrás.
—! Pero princesa, usted no puede...
— ¡Déjenme!, ¡él quiere llevarse a mi marido!, ¡no le será muy fácil hacerlo! — grito Louise al salir de entre su guardia
—Como si te dejará hacerte la valiente, estúpida—dijo su hermano
—Cállate
Todos los más fuertes estaban en la vanguardia, al menos podrían hacer tiempo para que la gente escapase, aunque eso casi sería imposible.
Zartremist miró a los otros 4 que venían con Jezabel, eran bien conocidos entre los militares y gente de los lugares que atacaban, salvo sus nombres eran desconocidos sus apodos es daban fama.
Desde la Hada del desierto maldita, hasta el Mitad dragón del infierno, pasando por el Minotauro Berserker y el Elfo oscuro de la Locura.
—Y pensar qué tal reunión pasaría este día... no sé si es posible que me riera de tal situación— dijo ella empezando a sudar
Todo estaba listo para empezar el fuego cruzado, hasta que...
—Vaya forma de confortar a las masas querido Rey— dijo una voz entre ellos sobresaliendo en un tono muy diferente a las demás que eran dudosas y susurrantes.
Azrael salió de entre la gente, aun mirándose herido, pero su actitud de siempre estaba latente en él, paso entre los 4, muy pocos creían su farsa, pero esperaban ver cómo salía de esto ya que se veía bastante interesante para los demás.
—Hay algo que todos deben saber... — dijo Azrael—, una razón por la cual decidí arriesgarme a que me cambiase de lugar o más bien tratar de irme...
Todo mundo puso atención a sus palabras.
—Yo, necesito un maestro, alguien que me proporcione energía mágica para seguir viviendo... como un familiar, por ello no he mostrado todo lo que tengo, y solo mi habilidad me ha ayudado... — dijo en un tono solemne
Todos comprendieron lo que decía, salvo...
—Esto es como una obra de teatro de calle con buenos actores— susurro Marcus ante lo que veía y escuchaba
Jezabel bajo el último escalón, detrás de él solo la alfombra hacia el cielo desapareció, las nubes empezaron a tornarse de su color blanco de siempre, además de la luz el sol volviendo a iluminar todo el espacio y las áreas.
Volteo a mirar al Minotauro y este no parecía entender al principio, hasta que bajo la mirada y enseguida lo supo.
Sin esperar se puso en cuatro patas y Jezabel se sentó como si fuese una silla, tal acción en privado sería normal, pero al frente de todos y el Minotauro siendo alguien de una raza de gran fuerza no era de exagerar que dejó en shock a todos, más a Ritsumary y Blodenhell, ella miró a los demás, y por primera vez habían cambiado sus expresiones, el hada queriendo estallar de risa, el mitad dragón serio pero con cierta mirada de incredulidad, el elfo oscuro por su parte, seguía observando los alrededores como si nada.
—Es muy descortés de tu parte dejar tus recintos sin siquiera una despedida, ¿sabes? — Pregunto Jezabel—, tus responsabilidades se han acumulado tanto, todo este tiempo que mi plan de conquista ha sido atrasado muuucho tiempo.
Jezabel hablaba como si nada no tenía donde reposar los codos o algo, así que solo se inclinó hacia enfrente colocando el codo en su muslo apoyando la cabeza como siempre estuviera aburrido o cansado. Azrael solo sonrió cruzando los brazos y suspiro.
—Soy responsable, pero me aburría hacer lo mismo, comandar, esperar órdenes, volver a comandar, y volver a esperar ordenes, así que solo me decidí hacer esto, ya que te encontrabas en tu castillo sin salir, más no espere que lo hicieras justo ahora
—Ha, ¿estabas en algo? — pregunto al levantar la cabeza un poco
— Exacto, estaba... y tú los has espantado, tanto a los invitados como a los intrusos
La última palabra confundió a los asistentes.
—Entonces me disculpo, pero igual como dije, solo vengo por ti y me iré, necesito lo que sabes para seguir adelante
—No hay problema, pero yo esta vez declinó de ello, ya sabes, hay que tener ciertos cambios...
— ¿Es por los que paso con ese héroe, cierto?
Azrael se sobre salto un poco. Era la primera vez que todos lo veían así.
—Sabes que han pasado 250 años desde que se encontraron... y al final te dignas a tratar de ver lo que él te enseñaba de este mundo, realmente no lo entiendo
Azrael pareció más alterado que de costumbre. El rey demonio volvió a su postura aburrida.
—Siempre lo supe, solo que quería ver el resultado, más nunca espere que inclusive un Hundrest se uniera a ti y que sea la jefa de sirvieron las de mi castillo... ¿dónde está ella?, quiero al menos saludarla
—Ella está algo lejos, encargándose de algo, pero veo que a pesar de mis medidas lograste saber eso
—Soy alguien con mucha experiencia en saber lo que se quiere, como por ejemplo... la descendencia de aquel héroe
—No te atrevas...
Jezabel pareció reír ya que salió una risa un tanto macabra y del corazón... Si es que lo tenía. Y antes que volviera a discutir el mitad dragón se movió tan rápido que logró bloquear un golpe venido de la nada. Azrael se había movido demasiado rápido para los ojos de todo mundo menos para el que lo detuvo.
—Tan cliché tu forma de responder que siento que ahora adivinas que pido algo a cambio— dijo Jezabel
—No volveré a ser de tus generales
—No pensaba en pedir eso... sino otra cosa
El rey se levantó de su lugar y camino de un lado a otro, Azrael seguía haciendo fuerza contra el general, este seguía inmutable ante ello, pero solo hubo un momento y Azrael logró escaparse para ir más allá, hasta que se detuvo en seco.
—Es trampa hacer eso~— dijo el hada con una sonrisa radiante
—Debería decirlo ahora ya que de todas formas algún día lo dirás— dijo el con la mano en la barbilla—, el mismo héroe que hizo que tú mente se alejara de mi control, fue el mismo que me debilitó, creo que encontró una forma de hacerlo desde diferentes flancos, pero nunca pensé que tú seguirías mi juego después de tanto tiempo, lo que hizo me ha tomado tiempo en arreglar
Antes de seguir hablando alguien paso por encima de Azrael y bajo su arma lo más rápido que pudo, solo para que el golpe pase de lado.
— ¿Cómo?
— ¿Eres Zartremist cierto?, Deberías tener la modestia de esperar a que termine de hablar con Azrael primero— dijo Jezabel como si nada
—Lo siento pero esa discusión empezó conmigo, ¿no es así? — Preguntó ella— así que eso debería decirle yo a Azrael
—Zartremist no hagas las cosas peor... — trato de hablar Azrael
—No soy la única persona que vino a este lugar a hacer lo que quiere, si es que eres un humano... ¿Así que por qué no lo decidimos como uno? ¿Con sus generales y los que quieran participar?
Todo el mundo empezó a hablar, aunque Azrael no lo mostraba Jezabel se emocionó por el resultado que había sacado de la nada.
—Eso suena muy tentador, pero debería advertir que ellos pueden dejarse llevar demasiado cuando pelean— dijo Jezabel evitando que su voz denotara emoción
—Por mí no hay problema con eso, no he tenido suficiente diversión hoy
—En ese caso
Los generales se formaron frente a él.
»Sí logran estar de pie solo por 10 minutos dejaré este lugar, si no es así, habrá un resultado inesperado aquí, no diré cuál, quiero guardarme eso hasta el final
Zartremist tragó saliva, había usado el arma en la que tanto había puesto esperanza de que al menos diera en el blanco, pero nunca se esperó que algo le bloquease, y después provocará eso.
»Para que sea más justo haré algo, si quiere ayuda puede hacerlo, por mi parte haré que el nivel de mis generales sea igual a quien decida enfrentarse
Azrael se movió cayendo al suelo.
»Por supuesto, él también estará ahí con la misma dificultad
Aunque eso era una buena noticia, no dejaba en claro que quería realmente Jezabel.
«Entonces alguien ocupará un puesto más» pensó Ritsumary
—Creo saber a qué quiere llegar con todo esto— dijo Marcus
Azrael quería enfrentarlo más, pero solo se quedó de pie.
—Solo déjalos en paz, ellos no son responsables de todo lo que pasa— dijo él
—No, creo que es una buena idea, pero aun así dudo de la palabra del Rey— dijo Zartremist
—Rhondrew deja aquí tu arma
El minotauro quería replicar pero solo obedeció hizo aparecer su hacha y la dejó a un lado donde estaba Jezabel, esta se enterró en el suelo como si fuera un yunque a pesar de su tamaño de solo 1 metro.
»Los demás hagan lo mismo
Ellos obedecieron, salvo Chronique que no usaba.
»¿Tienen algún tipo de arma que puedan aportar? No importa si es de baja calidad, no por eso ellos dejarán de ser peligrosos
Momentos después, ellos tenían solo espadas delgadas y Rhondrew solo un gran escudo casi de su tamaño.
»No creo que sea irrespetuoso decir que están más en ventaja ahora— dijo Jezabel sentado entre un grupo de soldados y otros sirviéndole como sillas en la misma posición que Rhondrew hace momentos.
El área designada fue el mismo donde había sido el torneo hace momentos, el área donde estaba Jezabel solo, era parecido a como si fuese radiactivo, ya que había un gran círculo alrededor de él donde no había nadie excepto sus soldados.
Ahí estaban los generales y del otro lado los que se les iban a enfrentar, los mismos de hace momento, salvo por los príncipes aquellos dos hermanos valían por uno, Azrael suspiró de manera pesada.
—Siento mucho todo esto, no podía decirlo a nadie hasta que fuese completo un contrato amo-sirviente— dijo Azrael en un tono apenado
—Podría decirte que no hay problema, pero eso significaría que hayan muchas dudas al respecto por ello— respondió Zartremist preparándose
—Por mi parte hay algo que me gustaría saber, pero eso será en otro momento, así que tome esto como un favor que pediré— dijo Worren mientras observaba a sus contrincantes
—Dijeron que tú eras el mejor maestro que cualquier otro, tanto quiero saber si es cierto como algún día combatirlo, ya que no tuve la oportunidad... Además estúpida, ¿podrías poner atención al ambiente y dejar de ser tan estúpidamente atenta con él? — pregunto el príncipe
La princesa Louise estaba demasiado pegada a Azrael en un modo en el que ella estaba abrazándolo por la espalda con la cabeza recargada en un hombro.
—Solo por hoy— dijo Azrael
—No quiero, además le debo haberme salvado de esos asaltantes, así que es el deber de una esposa el estar en paz con su esposo— respondió ella
—Aunque él no hubiese aparecido tú te los hubieras cargado de todas formas ya que eres el gorila de la familia
Ella no respondió y puso más fuerza en su abrazo.
— ¿Algún problema con que me quiera sentir una verdadera princesa una vez?
Ni siquiera su hermano se esperaba ese tipo de respuesta y menos en este tipo de situaciones, Azrael le tocó la cabeza y le acarició con una sonrisa algo inquieta, no había nada que decir ante eso.
—Juventud
—Una dulce juventud
El príncipe suspiro, los demás tenían también sus armas preparadas.
—Solo intenta no ser una molestia para los dos— dijo con una voz cansada
Habían decidido a quien enfrentarse, algunos eran obvios, otros no tanto, Zartremist contra Rhondrew, Worren contra el Elfo (Neurust) los príncipes contra Chronique y Azrael contra el mitad dragón (Kronwel)
El ambiente era tenso, los retadores y los locales estaban ya en el centro, todo era casi un mar de silencio, hasta que...
— ¡USTEDES PUEDEN PROFESOR AZRAEL, PRÍNCIPES!
—! CAPITANA ZARTREMIST, CAPITAN WORREN, CONTAMOS CON USTEDES ¡
Entre otros gritos de apoyo que empezaron a tomar fuerza.
—Quiero apoyarlo, pero eso sería admitir mi derrota, pero, ser un general del Rey Demonio... por ello era tan reservado— dijo Fiolerence entre la gente
Había venido lo más rápido posible después de arreglar unos asuntos llegando solo momentos antes de que empezara eso.
Fearry y los demás ya habían exterminado a los intrusos tenían una gran vista de lo que pasaba desde la azotea donde estaban, Chronique se encargó de erigir una barrera muy grande que avisaría con precisión por si alguien interrumpía, pero aun así tenían que estar en guardia.
El primero en moverse fue Worren, no había mucha información sobre las habilidades del Elfo Neurust, pero habían rumores sobre que podía manipular el arte de la espada al nivel de un caballero santo, y ni qué decir de las habilidades con el arco.
—Debo decir que es un honor pelear contra alguien como usted— dijo Neurust—, ningún humano ha llegado tan fácil a enfrentarme, usted es el primero
—No por ello tendría que dejarme llevar y no pelear en serlo
Los ataques de Worren no dejaban alguna abertura al moverse, estaban llenos de intención asesina en cada uno de los movimientos, Neurust por su parte seguía esquivando y evadiendo cada vez más rápido al mismo ritmo de Worren, hasta que tomo distancia unos pasos más adelante.
—Mi turno
Con un salto hacia enfrente dando un giro aparentemente imposible logro llegar por sorpresa, Worren no supo cómo pero lo había bloqueado apenas con la punta de su espada que estuvo a centímetros de estar en el cuello.
—Disculpe, sus instintos son muy buenos
Logro alejar la espada y tomar un poco de distancia.
—Cómo se esperaba de un Elfo— dijo Worren algo emocionado y nervioso— de un simple paso, este puede ser muerte para cualquiera... aun así, creo que igualmente me dejaré llevar después de todo
Sin perder tiempo se preparó para un enfrentamiento más.
— ¡Toma esto!
—! Haaaaa¡
Un fuerte choque de armas entre un gran martillo y un gran escudo se dejó sentir y escuchar de manera ensordecedora, como si una campana cayera desde una gran altura y no se rompiese, la fuerza de ambas partes como se había dicho eran iguales, solo dependían de la habilidad para poder vencer, pero entre los dueños de aquellas armas, eso estaba en segundo plano, inclusive llegaron a estremecer el suelo con aquel impacto. Este había hecho que ambas partes se alejaran una de la otra en una distancia corta.
Zartremist de un lado Rhondrew del otro, ambas corrieron nuevamente contra su rival, no se veía el cansancio de las peleas que habían tenido antes, como si estuvieran recién preparados, esta vez no con todo, Zartremist salto de frente al minotauro, este se volvió a cubrir, pero el arma de la capitana se transformó en un látigo alejando el escudo de Rhondrew y preparando un golpe a puño limpió, logro conectarlo, pero al mismo tiempo sintió un dolor en su estómago, ambas quedaron en el suelo con diferentes síntomas.
—Eso... Me... dolió- dijo Rhondrew en el suelo— ¡me encanta!
«Rhondrew contrólate, tus impulsos masoquistas están a punto de salir» le dijo Chronique en su mente
Rhondrew se levantó enseguida.
«Si, lo siento, es que hace mucho que nadie me hacía sentir dolor»
«Y Chronique dice que yo soy el raro» dijo Kronwel
«El señor seriedad de dragón ha hecho un chiste» dijo Neurust burlándose
«! Cállate, solo me alegra saber que no soy raro! »
—«Y por eso lo eres»— respondió Chronique
Los demás asintieron lentamente.
Volviendo con Zartremist, se levantó sosteniendo su arma con una mano y con la otra cubriéndose el estómago, su armadura casi estaba rota por el golpe que había recibido.
— ¿No por simplemente ese golpe te rendirse o sí? — pregunto Rhondrew sacudiéndose su armadura
— ¿Quién demonios crees que soy?
Zartremist se quitó la armadura arrancándola por una de las grietas que tenía y tomando su arma nuevamente.
—Ahora sí, ¿En que estábamos?
Los ojos de ella tenían una intensidad de poder, una que daría lo mejor y último de sí para ganar costará lo que costará.
El escudo de Rhondrew ya no servía aunque no le daba mucha importancia a eso, sabía que sería un problema de fetiche por ello, así que solo se preparó para que no se le notase. Zartremist fue de frente a Rhondrew transformando su arma en un gran mazo, el impacto fue igual de fuerte, está vez encontrándose el brazo derecho de Rhondrew y el puño de la minotauro dando el mismo resultado como si fuera un encuentro de armas pesadas, al sentir el impacto Zartremist dio un giro a la derecha transformando una parte del arma en una daga corta directo al antebrazo logrando su objetivo a costa de un dolor en los brazos por el primer impacto.
—El escudo solo era un limitador, ella es realmente fuerte, no fue suficiente... tengo que...
— ¿Te importaría si tomo esto? — pregunto Rhondrew
Estaba sosteniendo el arma de Zartremist con una mano, algo que le sería imposible a ella.
—Veo que tiene la gema de ese dragón... Deberías saber que para que te aceptara debes ser tú quien vaya a por esas rocas, lo tomara como una prueba
— ¿Entonces por qué tú lo usas como si nada?
No pudo evitar preguntar eso ante lo que Rhondrew hizo, ella levanto el arma y la transformo en otros tipos aún más fuertes en apariencia y poder.
—Yo lo he podido hacer por qué mi voluntad es más fuerte que el control que quiere tener esta arma por sobre el portador, ¿o acaso no crees llegar a ese nivel?
— ¿Voluntad?, Me... ¿me falta voluntad?
—No, es solo que sientes que perderás algo si decides que tienes que ser más fuerte que otros, el orgullo de un dragón nunca muere, es como la esperanza o el espíritu, y para dominar una parte de ello tienes que tener o igual o más que a quien quieras tomar, este dragón que te dio el material te ha observado, y la prueba es, que tienes que saber si realmente es lo que quieres y que hacer con esta arma ¿o acaso me equivoqué?
Zartremist sintió algo, tenía razón y a la vez lo sentía un engaño, pero solo se limitó a sonreír. Rhondrew arrojo la daga al suelo y Zartremist preparo sus puños sin importarle más que no fuese suficiente.
—Te diré la respuesta... !Una vez que estés en el suelo ¡
Fue de nuevo contra Rhondrew, el minotauro resentida el anterior ataque que había recibido, pero lo resistió por respeto a quien venía a volver a pelear.
—Los humanos son tan grandes como para que no me haga de igual estatura~ — dijo Chronique—, eso no es hacer trampa, ¿verdad~?
Los príncipes a pesar de ser buenos en las armas y magia, tenían dificultades para lidiar contra Chronique, era un hada que solo con su paso podía dejar secó lo que sea, no importando el material, era una maldición muy fuerte, y ahora había optado por ser igual de medidas que ellos, como si fuera un humano, además de evitar por momentos su maldición para no afectar a los otros
«! No dejaré que se lleven algo que es mío!» pensó Louise
Ella se fue de frente, otra vez.
—! Espera, Louise!
Trató de atacar en una postura diferente, pero Chronique fácilmente la esquivo, pasando en una finta flexionando su cuerpo hacia la izquierda y después a la derecha como si no tuviera huesos algunos, Louise cayó al suelo como si fuese una principiante.
— ¿Eso se suponía que era un ataque? ~
—No, pero esto si
Arrojó algo a Chronique y lo volvió a esquivar pasando una espada por la mejilla.
— ¡Aun no es un ataque completo! — grito el príncipe tomando su espada
Apenas pudo detener el avance de los dos lados, uno por el aire, la princesa se impulsó con magia para atacarle desde su lado, había sostenido los bordes de las espadas con las manos.
—Haa me tomaron por sorpresa, yo también puedo hacer lo mismo~
Al decir eso desapareció, para después aparecer enseguida con uno igual a ella.
— ¿A eso te referías con una sorpresa? — pregunto Louise con una mirada férrea
Chronique sonrió, una parte el cerebro del príncipe advirtió enseguida de peligro, inconscientemente tomo a su hermana y lo tiro al suelo junto a él mirando como un tercer y cuarto clon de Chronique salía debajo el suelo con armas apuntando hacia enfrente justo en el lugar donde estaban ellos.
— ¿Podrías concentrarte? — pregunto él haciéndose a un lado y levantándose
— ¿Les gustó la sorpresa~?— pregunto Chronique acomodándose el cabello y con una expresión de satisfacción pura.
Los dos Chronique que estaban enfrente habían desaparecido, y los que habían atacado se mantuvieron, había sido una finta casi perfecta y mortal, una que pensaron que realmente los iba a matar a los dos sin importarle nada.
«Chronique...»
«Lo siento mucho mi señor, no volverá a pasar... creo»
Por otro lado, Azrael se enfrentaba a Kronwel, no había casi movimiento, ambos eran demasiado buenos como para que los dos terminaran sus peleas con pocos golpes, no sería una mentira decir que se conocían en su forma de pelear, algo como para tomar demasiadas precauciones el uno del otro, solo que Azrael estaba más feliz que de costumbre.
— ¿Realmente deseas recibir golpes? Y pensaba que eso era de Rhondrew
—Es por una buena causa... la mía, además, ¿hace cuánto que no tenemos un enfrentamiento así?, ¿No quieres saber si puedes vencerme está vez?
—Sí lo hago se molestara
—Pero no está aquí hoy así que no hay problema, ¿o acaso no crees que me puedas ganar?
Kronwel tomo la postura con una espada grande mientras la sostenía con sus dos manos, realmente quería hacerlo, Azrael solo tenía una delgada, pero que denotaba poder.
—Solo porque nuestras armas son de héroes no significa que no puedo hacerlo con una normal
—Lo sé, pero quiero que todo esto se vea serio
—Sí pregunta que pasó, diré que fue tu culpa
Sería de mala educación decir que entre ellos esto era normalmente algo típico, pero igual había un significado más profundo al respecto, ambos eran demasiado buenos en batalla, las habilidades de Kronwel casi estaban a la par con las del nivel de Azrael, si se enfrentará contra la parte que es Jezabel tendría demasiados problemas, pero con un Azrael con limitaciones podía tener una oportunidad, aunque sea la más mínima de ellas.
Ambos usaban espadas, esquivando y atacando con gran fuerza más que un juego, se lo tomaban demasiado en serio ya que la sangre de dragón era una de las más fuertes, y no dejando que nadie le sobrepasará en poder, algo que le hacía descontrolada su fuerza y estado de ánimo a más no poder mientras más tiempo estaba en batalla, en cambió Azrael se divertía, sabía que no era momento, pero la emoción de enfrentarse a este tipo casi era igual a las demás veces que su vida estaba en riesgo.
Los choques de ambas armas eran espeluznantes a un grado que inclusive los espectadores podían sentir el aire de las ráfagas en su rostro y ver las chispas brotar de aquellos filos chocando entre sí, en un último choque ambas armas no resistieron partiéndose a la mitad, sin perder tiempo ambos presionaron sus manos.
—[!Blody Roar!]
— [!Modo Asura!]
Blody Roar era un estado en el que la magia se proyecta en el cuerpo del portador dándole el doble de fuerza de su especie, si fuera un humano le sería imposible, pero para alguien como él no.
El modo Asura era igual al anterior, solo que este gastaba la vitalidad por fuerza, agilidad o alguna otra habilidad deseada, además que si no se lograba controlar podría ser demasiado desastroso a un nivel mayor cada vez.
Y en este caso ambos eran un par de locos listos para el desastre si era necesario o aunque el momento no lo fuera.
Solo habían pasado unos minutos, los generales observaban lo que ocurría, sus retadores estaban ya en el límite o inconscientes, y todo por qué los 10 minutos ya habían pasado.
— ¡El último golpe lo decidirá todo! — grito Kronwel
—! Toma esto!
—Mhmm... ¿Que hacen?
Estaban solo a unos pasos y se acercaron demasiado rápido, después nada, solo un gran cráter y una nube de polvo en donde había sido el impactó, el silencio reinaba expectante entre la multitud, después ambos salieron disparados hacia los bordes de la arena atravesándolo como si fueran papel hasta unos metros más adelante.
«Eso de ahora... fue alguien interfiriendo» Pensó Ritsumary «controlo a esos dos como si nada»
No había sonido alguno de júbilo o algo así, todo dependía del resultado al que se llegó, pero aún tenían dudas si cumpliría con su promesa, el silencio reino inclusive aunque el polvo había desaparecido. Repentinamente se escuchó un aplauso, todo mundo busco a quien hacia ese sonido, hasta ver que era el mismo Rey Demonio quien lo estaba haciendo, después se acercó al borde, aunque si no lo conocieran se notaba nervioso, algo le había alterado y solo Ritsumary se dio cuenta.
—Fue muy entretenido con todo respeto, todos aquí son fuertes y merecen mis respetos, eso me hace cambiar de opinión al respecto de todos los que se enfrentaron a mis Generales— dijo con su singular voz
— Pensé que tú entrarías al desastre en algún momento— dijo Azrael entrando por el mismo agujero donde había chocado
Las heridas en el eran más serias que hace momentos cuando peleó contra Blodenhell, pero igual estaba nervioso como Kronwel y los demás generales que habían perdido instantáneamente su expresión de seriedad.
—Podría hacerlo, es más eso me ahorraría problemas, pero ¿me crees tan tonto como para hacer un caos sabiendo que la diosa de la guerra Misteltyn está aquí? — Pregunto—, quería comprobar si seguía aquí, pero veo que solo se ocultó de mí
Todo mundo inclusive los involucrados expresaron sorpresa, los generales tampoco habían sabido de eso hasta ahora, solo Chronique se mantuvo en su lugar pero cerro los ojos y se sentó en el suelo, Misteltyn se presentó en medio de todo mundo con la misma ropa.
—Hola...V-veo que están aquí...
El mismo niño que los soldados habían visto y los visitantes hablado con él antes al igual que los que habían venido se presentó de la nada en medio de Azrael y Jezabel, aunque parecía nervioso, más bien, era una visión demasiado diferente a la que todo y digo, todo mundo tenía sobre la diosa llamada Misteltyn... salvo que era más cercana su actitud a la de un niño.
— ¿Podemos terminar esto?, Realmente no soy buena en discusiones ajenas, solo en las peleas provocadas con estas y si no harán nada más que esto, me gustaría volver a disfrutar de este lugar, tómenlo como un día neutral para todos por favor, un solo día de paz, no me gustaría y siento que a ninguno de ustedes el que me ponga a crear desidia (caos) a todo lo que han hecho y harán, ¿cierto?
Y terminando de decir eso desapareció.
Aunque los dos querían golpearle por casi arruinar el acto, no podían, porque tenía el poder de hacerlo, así que solo lo dejaron pasar.
—No me gustaría incomodar más a un dios cuando estoy solo de paso, y en mi estado sería una tontería, así que diré algo mejor a lo que pensaba y me iré, he de decir que estoy satisfecho con lo que pensaba al respecto de ti, sabía que tenías potencial y veo que no me equivoqué, esto de seguro les gustara a algunos y a otros no tanto...
Jezabel extendió las manos hacia Azrael y dijo.
»Desde este momento, cedo mi puesto al Dullhalan Azrael, de aquí hasta mi recuperación, más sin embargo el no usará más que sus propios medios y poderes, mis generales actuarán conforme sea su agrado, decidiendo si atacar alguna ciudad o no, Azrael no tendrá forma de comandarlos, también siendo su decisión el combatir con ellos o unírsele. Mi castillo aún espera retadores y algún valiente el cual decida aprovechar mi debilidad, pero no por eso dejaré de ser el más fuerte
Una bruma cubrió a Azrael, su cuerpo se recuperó completamente. Tan rápido como desapareció esa bruma se lanzó al ataque, quería reducirlo de un golpe, pero el general mitad dragón lo detuvo solo con su mano derecha, era el único que estaba en buen estado la ráfaga de aire casi hace volar a los demás detrás de Azrael.
—! Esto es una maldita trampa ¡ — grito el—, solo dejas a alguien más hacer el sucio trabajo, ¿que acaso piensas que no iré por ti?
—Tu maldición [Toma de nivel] estará vigente, ni aunque tuviese máximo poder puedo quitarte que tengas el mismo nivel que con quien peleas, así que, arriésgate, te reto
Logro retroceder muy rápido y evadir a su obstáculo, pero solo avanzó medio metro para detenerse por culpa del hada que se colocó frente a él. Sin decir ni escucharse nada Azrael creo una barrera entre los dos, una explosión estremecedora se creó en ese espacio, las llamas se alzaron como un tornado hacia arriba, volvió a tener las heridas aún peor que antes, pero alejó al Hada lo suficiente para avanzar, y solo al estar a casi centímetros, se detuvo, de sus pies aparecieron varias imágenes desconocidas encerradas en un círculo lleno de imágenes de solo una línea.
Jezabel bajo los brazos y dio media vuelta. Azrael peleaba por moverse lo más que podía, pero su cuerpo no le obedecía.
—Te estaré esperando, toma el tiempo que necesites, tú y los que quieran, no por nada he sobrevivido 400 años, adiós... me gustaría volver en un ciclo para hacer esto y disfrutar como Misteltyn, un día neutral... No estaría mal
Cada uno de los generales se despidió en señas desapareciendo uno en uno, salvo el hada, parecía solo sonreír a pesar de su rostro casi terrorífico.
—Ha~~— un suspiro de alguien se escuchó—, Por cierto~, mi señor espera que todos sobrevivan, porque tenemos informes que sus ciudades serán atacadas por gente ajena a nosotros, son de ese lugar Arcaida, así que los mandaremos a sus sitios correspondientes como agradecimiento por cuidar de Azrael y dar una buena pelea, bueno será cuando terminen esto, así que si sufren mareo alguno es normal, me gustaría desaparecerlos por siempre~... pero eso solo sería muerte para mí si desobedezco su orden, y no sería divertido ver como se defienden tanto de nosotros como de los "ajenos", así que me quedaré aquí y no me moveré en absoluto, hagan como si no existiera, creo que es una buena opción~
Nunca había sido tanto ni sentido este estrés acumulado un solo día como ese, uno qué pasaría a la historia. Pero no era todo tranquilidad, Azrael estaba en su lugar, no se había movido en absoluto, hubo quienes querían acercarse, pero su miedo por lo que había pasado y por el hada inerte en ese lugar, era más grande que su preocupación, muy aparte de lo que había pasado, ahora estaba por crearse otra situación.
Algunos fueron con Misteltyn preguntando y rezando si era la verdadera diosa de la guerra, ella solo dijo que si, aunque su apariencia de niño difería con muchas tradiciones.
—Solo tome esta forma para matar el tiempo, no siempre estaré así— dijo Misteltyn mientras masticaba algunas frituras ya gratis para ella
—Las apariencias engañan, podríamos...
Pero sintieron una poderosa fuerza cuando iban a preguntar algo obvio.
—Ni en toda su vida se les ocurra ponerle a este festival alguna adoración a mí o a otro dios, no vine aquí para eso y matare a quien se atreva— dijo Misteltyn tan secamente que su voz paso a la autoridad y casi hace desmayar a quienes le rodeaban—, y porque si lo hacen, la próxima no los defenderé de él si decide atacar
Eso era un doble sentido, y ellos en el fondo de sus corazones sabían que si le desobedecían sufrirían lo más lejano a la muerte a manos de alguien como él.
—Lo siento... solo, no lo hagan— dijo ya calmado y notando lo que acababa de hacer