Ambos calleron al suelo, estában rendidos ya que el Keller había desaparecido sus efectos.
Los llevó a un sueño profundo en el cuál no recordaban lo que sucedió, las palabras ya dichas sí, estában al pie de memoria.
Al día siguiente despertaron en otro lugar que parecía la cueva, pero esta vez en una dónde la figura alabada era el hombre de blanco.
Y varias personas vestidas con sótanas blancas esperaban a que la pareja despertara.
Cardenal: Rey Alexandre, se encuentra bien?
Alexandre: Dónde estoy? Quiénes son ustedes? [Su visión era borrosa]
Cardenal: Yo soy el Cardenal, el líder de este reino, al igual que usted también sly Rey.
Alexandre: Dónde está Lorely?
-Ella está bien, la vamos a proteger ya que ella porta una parte del Prequelle y Balbán no debe de saber dónde está.
Le doy mi palabra que ella está en buenas manos, y ahora debemos pasar al plan mi señor. [La mujer miraba al Cardenal]
Cardenal: Alexandre, Balbán te ha engañado como nunca antes lo había hecho. Es decir, nuestro Dios sabe perfexctamente que Balbán no es buemo ni para los condenados.
Luzbel ha sido encerrado gracias a él, pero no debería de ser así no es el padre del infierno.
Alexandre: Ustedes son la legión de sangre verdad?
Cardinal: Así es, Alexandre!, y aunque no eres puro estámos dispuestos ha ayudarte.
Alexandre: Por qué?
Cardinal: Debes de agradecer abtu madre, ella fue quién nos dijo que estábas en grabes problemas.
Sabes, ella forma parte de nuestra legión. Por esa razón no quiso seguirte ya que es un voto sagrado para nosoros y si lo ronpe ya jamás podrá regresar.
Alexandre: [susurró] Mi madre!
El carddnal le había mostrado lo que su madre había aportafo en la legión, heran hazañas verdaderamente impresionantes que Alexandre se arrepiente de haberla contradecido todo este tiempo.
Cardenal: Sigueme, este es el plan para obtener el Prequelle.
[Horas más tarde]
La legión de sangre junto a Alexandre llegaron a la cueva pero antes el rubio le pidió a las personas que yacían en la cueva se retiraran, sin darles una explicación debían de obedecer.
Luego de que el lugar estuviera vació entraron al lugar pero para que Balbán no se diera cuenta tuvieron que fingir ser de la orden negra.
Alexandre fue hacia la habitación donde se supone yacería Balbán, y por suerte este encontró que él no estaba.
Hace mucho que Alexandre no se adentraba a la habitación puesto que Balbán se había adueñado de él.
Miró que el Prequelle estába escondido y protegido con espinas, no tuvo más que sacarlo con sus propias manos, las espinas lastimaban a Alexandre pero no importaba.
Luego escuchó un gruñido detrás de él, Balbán había aparecido.
Pero el Cardinal también estába ahí presente, estába escondido en la penúmbra.
Que tomó a Balbán y le atravezó la espada de la divina pureza y lo desterró por un buen lapso.
Alexandre: Te agradezco...
Con el Prequelle manchado de sangre huyó de ahí, la legión de sangre mandó derrumbar la cueva. Con todo y pertenencias siendo de Alexandre que él aceptó.
Cardenal: Ya no existe la orden negra.