El café de aquellos ojos hacen que no quiera dormir por siglos, esa sonrisa puede curarme de mi melancolía, tu voz no es mas que la música que necesitan mis oídos para darle empuje a mi alma.
Cariño, eres la musa de mis tristes y terribles escritos.
Te espero con ansias cada noche en la que me encuentro solo, pero tu nunca llegas solo queda imaginar tu efímero rostro frente al mio, solo queda sostener una mano invisible que asemeja a la tuya y besar unos labios que se convierten en aire al abrir los ojos.