-Muy bien chicos, ¿qué haremos? -pregunto dudoso.
-No tenemos muchas balas, así que un enfrentamiento directo no sería buena idea. -comenta Gabriel.
-Ellos piensan que sólo estamos Beth y yo aquí. -digo. -Podemos utilizar eso a nuestro favor.
-Si, ¿pero cómo? -pregunta Lukas.
-Algunos podrían ocultarse en los arbustos. -le comento al grupo. -Mientras que Beth y yo hablamos con los tipos, así mientras nosotros los distraemos ustedes se les acercarán por la espalda y los matarán con los cuhillos.
-Pero, ¿y si algo sale mal? -pregunta Nancy
-Aurixana podría colocarse en una de las ventanas con un arma por si algo sale mal. -comenta María.
-Si. -dice Aurixana.
-Yo tengo algo que te ayudará. -dice Beth.
-¿En serio? -pregunta Aurixana.
-Si, Chris sigueme. -dice Beth.
Yo comencé a seguirla, le pregunté hacia donde íbamos, a lo que ella contestó que íbamos íbamos la habitación de Noé. No había estado en ella, ya que cuando llegamos a la casa no la revisamos por completo. La seguí hasta el segundo piso y al final del pasillo había una puerta marrón, en ella había un cartel que decía "Noé". Entramos y era un cuarto amplio, tenía un escritorio en el cual habían un par de libros, algunas hojas blancas y un lápiz; un televisor que estaba sobre una mesa; una cama, una mesita de noche y algunos cuadros; habían dos puertas más además de la puerta por la que entramos, una debía ser el baño, y la otra un armario o algo así. Beth me dijo que me sentará en la cama, que iba a buscar algo, tras decir eso entró en una de las puertas, yo me senté y comencé a mirar la habitación con más detalle, también había una ventana que estaba cubierta por una cortina, me acerqué a ella y corrí la cortina, desde ahí se podía ver toda la parte delantera de la casa, sería un buen lugar para que Aurixana se colocara para evitar algún problema, tras volver a correr la cortina miré debajo del escritorio y ahí había una hoja de papel arrugado, me dirigí hacia ella y la tomé, luego me volví a sentar en la cama, tras leer un poco de lo que contenía pude notar que era una carta de amor para ¿Mi hermana? Terminé de leerla y al final decía "Te amo. Atte:Noé". Ahí me puse a pensar en varias cosas, ¿Qué edad tenía Noé? ¿Él y mi hermana tuvieron algo? Tenía esas y otras dudas en mi mente. Estaba pensando hasta que la voz de Elizabeth me sacó de mis pensamientos.
-¿Chris? -pregunta ella. Al parecer llevaba algunos minutos llamandome. -¡Christian!
-¿Qué pasa? -pregunto confundido.
-Llevas 5 minutos viendo esa hoja de papel, ¿qué es lo que dice? -pregunta con curiosidad.
Yo le entregola hoja y ella comienza a leerla, después de un par de minutos ella comienza a sonrojarse y coloca una cara de sorpresa.
-¿Dónde encontraste esto? -pregunta nerviosa.
-Ahí. -digo señalando debajo del escritorio. -¿Qué edad tenía Noé?
-Él tenía 27 años. -dice ella.
-Vaya... ¿Ustedes tuvieron algo? -pregunto. -¿Él acaso sabía qué edad tienes?
-No. Y no. -dice ella. -Yo le dije que tenía 21 años.
-¿Por qué hiciste eso? -pregunto confundido.
-Porque si. -dice ella ya fastidiado. -Ya olvidalo Chris, ya él... murió.
-Esta bien. -digo. -¿Qué era lo que podría ayudar a Aurixana?
-¡Ah! Casi se me olvida. -dijo y volvió a pasar por la puerta para salir rápidamente.
Ella salió de ahí con un rifle de precisión en sus manos, era algo grande, luego me lo pasó, era pesado, apunté para revisar la mira y estaba bien, sería perfecto para Aurixana, el único problema era que no tenía silenciador, y si la comunidad estaba muy cerca de escucharía el disparo, cosa que alertaria a los habitantes de esa comunidad. Pero sólo usariamos esta arma en caso de emergencia. El arma estaba cargada, tenía un cartucho de 5 balas y Beth me había dado un cartucho más, con eso bastaría para cualquier emergencia que ocurra. Después de eso bajamos y le dijimos a Aurixana que tendría que colocarse en la habitación de Noé, ya que allí había una ventana que le permitiría apuntar a todo el frente de la casa sin que la vieran. Estuvimos discutiendo más cosas sobre el plan y al final quedó así: Beth y yo estaríamos esperando dentro de la casa hasta que esos tipos lleguen, Aurixana estaría en la habitación de Noé con todas las luces apagadas apuntando hacia afuera para evitar que algo salga mal, Nancy, María, Steffany, Gabriel, Lukas y James se esconderian entre los arbustos y cuando nosotros comencemos a hablar con esos tipos, los muchachos se acercaran hacia los tipos lenta y silenciosamente para matarlos con los cuchillos, eso sería todo, o eso esperamos...
Ya estaba por anochecer así que decidimos comer para irnos a dormir ya que al día siguiente íbamos a practicar nuestro plan.
No podía dormir, María y James hablaban entre ellos, yo sólo veía el techo, pensando en el plan, en las posibles formas de que algo salga mal, o qué hacer después que llevemos a cabo nuestro plan, ya que si funciona mandarán a más personas de esa comunidad, y ya no sería tan fácil, mandarian más personas con mejor armamento, y ¿qué haríamos después? Tendríamos que huir y no tenemos como cargar toda esa comida, no tenemos un carro, sólo podríamos llevar una cierta parte de esas provisiones, debemos pensar en eso también, mañana lo hablaré con los demás, debemos ver hacia donde ir, lejos de este lugar, lejos de esas personas. Seguí pensando por un rato, y a los pocos minutos, sin darme cuenta, me quedé dormido.
Me desperté más tarde de lo normal, veo mi reloj y son los 11:37am, comienzo a colocarme mis zapatos, me levanto y tomo mi cuchillo y mi arma, y cuando estaba por salir, Aurixana abre la puerta, y tenía un valde con un poco de agua.
-Hasta que te levantas. -dice ella nerviosa mientras que esconde el balde detrás de ella.
-Jajaja, ¿qué ibas a hacer con eso? -pregunto, riendo.
-Nada... -dice sonriendo.
-Jajajaja. -río. -Buenos días, Aurixana.
-Buenos días, Christian. -dice soltando el valde y acercándose a mi para darme un beso en la mejilla.
-Supongo que los demás están abajo. -comento.
-Si, estábamos esperando a que te despertaras, pero como no lo hacías decidí venir a hacerlo. -dice.
-¿Para eso era el valde? -pregunto sonriendo.
-Jajaja, si. -dice ella riendo. -Lukas fue el de la idea.
-Jajajaja. -río. -Bueno, bajemos con los demás.
-Esta bien, vamos. -dice ella.
Bajamos las escaleras y me senté en el comedor, ahí había una lata de frutas destapada, tomé una cuchara y comencé a comer, Aurixana se sentó a mi lado y poco después llegaron Lukas, Gabriel y James.
-¿Qué pasó? -pregunta Lukas. -¿Por qué no está todo mojado?
-Jajaja, cuando llegué él ya estaba despierto. -contesta Aurixana riendo.
Yo sólo río un poco y termino de comer, me levanté del comedor y todos juntos salimos de la casa, ahí estaban todos, hablando entre ellos, cuando llegué hasta ellos les saludé y les comenté lo que había estado pensando la noche anterior, y todos estuvieron de acuerdo, podríamos irnos de una vez, pero necesitamos las armas de esos tipos, así que estuvimos practicando el plan el resto del día, Aurixana estaba en la habitación de Noé con las luces apagadas, yo me estaba asegurando de que no se viera desde donde estaba, luego de terminar con eso, los muchachos practicaron el sigilo, Beth y yo nos colocabamos de espalda a los arbustos y los chicos debían acercarse a nosotros sin que los escucháramos, todo salió bien, estábamos listos para llevar a cabo el plan, sólo debíamos esperar hasta el día que viene para llevar a cabo nuestro plan. La noche llegó, entramos a la casa y nos sentamos en el comedor, charlamos un rato, Lukas hizo un par de chistes, Gabriel hablaba con Steffany, Nancy sólo comía y se reía de los chistes de Lukas, María y James estaban hbalndo de su vida antes de todo esto y Aurixana y yo hablábamos de cualquier cosa que se nos ocurriera, cuando nos comenzó a dar sueño nos fuimos a acostar, esa vez Aurixana se fue a dormir conmigo.
-Chicos, ya nos vamos a dormir, buenas noches. -dijo María.
-Buenas noches. -dijimos Aurixana y yo al unísono.
-Chris. -dice en un susurro, a lo que yo volteo a mirarle esos hermosos ojos cafés. -¿Quién te dio ese reloj?
-Ah, mi reloj... -digo señalando mi reloj. -Era de mi padre, mi tío lo encontró en nuestra antigua casa y me lo dio antes de irse.
-¿Y no has visto más a tu tío? -pregunta ella.
-No. -contesto. -Se fue un día y no volvió.
-Que mal. -dice. -¿Y lo extrañas?
-No. -digo. -Bueno, tal vez un poco.
-Entiendo. -dice ella. -Bueno, ya deberíamos ir dormir, mañana nos tendremos que levantar temprano. Buenas noches, Christian, descansa, te amo.
-Tienes razón. Buenas noches Aurixana, descansa, yo igual. -digo para darm la vuelta y cerrar los ojos para poco después quedar dormido.
Me despierto y siento un pequeño peso en mi pecho, miro hacia abajo y es Aurixana que está recostada en este. Me le quedo mirando por un rato hasta que ella comienza a abrir sus ojos.
-Buenos días. -digo.
-Buenos días. -dice ella.
-Ya tenemos que levantarnos. -digo viendo mi reloj.
-Si... -dice bostezando.
Me levanté y miré hacia la cama, ahí estaban María y James aún dormidos, los iba despertar, pero decidí dejarlos dormir otro rato, me coloqué mis zapatos y salí del cuarto junto a Aurixana. Bajamos y buscamos unas latas para comer y también una para Sultán, abrimos las latas y comenzamos a comer, Sultán ha estado triste desde la muerte de Elena, por suerte no ha dejado de comer, espero que pronto se le pase. Terminamos de comer y fuimos a levantar a los demás. Todos desayunaba mientras Aurixana y yo guardabamos algunas cosas. Hoy nos esperaba un largo día, teníamos que acomodar todo lo que nos íbamos a llevar y prepararnos para realizar nuestro plan, le había preguntado a Beth a qué hora vienen normalmente, a lo que ella contestó que casi siempre venían entre las 1:00pm y las 2:30pm.
Una vez que acomodamos todo, pusimos los bolsos en la puerta de la casa, y luego nos fuimos a colocar en nuestras posiciones, Aurixana se fue hacia el cuarto de Noé, los demás se fueron a esconder entre los arbustos, encerre a Sultán en una de las habitaciones, y luego Beth y yo tomamos nuestras armas y esperamos. Ya era la 1:30pm y nada, pasaron los minutos, 1:58 y nada. Esperamos por un rato más eran las 2:45pm, entonces escuchamos que gritan el nombre de Beth, yo reconocía esa voz, era Donald, salimos y ahí estaban los mismos sujetos, estaban mirando a Beth.
-Hola de nuevo. -dice Donald. -Supongo que ya saben por qué venimos.
-Si. -digo serio.
-Bueno, vayan por ellas. -dice Donald.
-Ve por ellas Beth. -digo. -¿Qué tan lejos está esa comunidad?
-No muy lejos, unos 500m. -dice. -¿Por qué?
-Por nada. -digo mirando detrás de ellos.
Ya los muchachos estaban comenzando acercarsele por la espalda, pero uno estaba por voltear.
-Entonces. -digo en voz alta llamando la atención de los tipos. -¿Les gusta la chica?
-Si, está muy buena. -dice uno de los tipos con malicia. -No sabes las cosas que quisiéramos hacerle.
Me dio rabia cuando dijo eso, pero tenía que mostrarme sereno.
-Si. Que pena que ya no lo podrán volver a hacer. -digo serio.
-¿A qué te refieres? -dice Donald acercándose a mi.
-A eso. -digo señalando detrás de sus hombres, entonces los muchachos ejecutan a todos los tipos clavando sus cuchillos en el cuello.
-¡Mierda! -dice viendo eso. Se volteó y me apuntó con su arma, pero antes de que lo hiciera se escuchó le sonido de un disparo. Era Aurixana. -Malditos. -dice con su último aliento.
Donald cayó al piso y empezó a salir sangre del lugar donde le dieron el disparo, le había dado justo en el pecho, tomé mi arma y le dispare en la cabeza para acabar con su sufrimiento. Después recogí su arma, entré a la casa, y liberé a Sultán, luego todos tomamos nuestras cosas para seguir con nuestro viaje. Debíamos irnos, y despedirnos de ese lugar que nos había dado refugio, Beth lloró un poco, debió de haber recordado las cosas que vivió con Noé en esa casa.
Hola a todos, aquí les dejo el capítulo, espero que les esté gustando la historia. Si les gustó el capítulo voten y comenten.