Disclaimer: La historia es de mi pertenencia, en ella sólo utilizo sin ningún fin de lucro, a los personajes de Naruto, cuyo creador es Masashi Kishimoto. Está prohibido re-suban esta o cualquier otra de mis historias, o adaptarlas.
Prompt: Chained/ encadenado
CharaSaku
Summary: Charasuke siempre tenía esa fastidiosa sonrisa petulante, y Sakura estaba cansada. Era hora de que ella le diera su merecido.
[.PINK LEMONADE.]
.If Walls Could Talk.
.
Si las paredes de esa habitación pudieran hablar, la imagen de ella— medio tsundere, digna y regia- sería realmente manchada. Las madres en Konoha no dejarían a sus hijos cerca de la chica, los vecinos dejarían de saludarla amistosamente y en su lugar lanzarían miradas chismosas, señalando. La imagen de la bella, trabajadora y orgullosa hija de los fallecidos héroes de la aldea de Konoha caería de la gracia de todo aquel que le admira y respeta.
Y es que algunas cosas deben mantenerse secretas...
.-.-.-.-
Su mente poco a poco dejaba de sentirse ligera y nublada, su respiración seguía siendo algo laboriosa y todo su cuerpo se sentía tan débil, algo adolorido, pero sobre todo aun sentía las vibraciones que el reciente orgasmo le había dado. Toda ella se sentía calurosa y sudada, no era para menos, considerando su posición actual y lo que hasta hace unos momentos habían estado haciendo.
Con letargo abrió sus ojos, moviéndose y enfocándose en su acompañante.
Sasuke se había retirado de encima de ella, medio reclinado contra la cabecera, una sonrisa complaciente en sus labios, atención en su miembro. Sakura le observó en silencio, aun tratando de recuperar toda la consciencia y voz. Él era apuesto, claro... y el imbécil lo sabía. Pero su belleza iba más allá de su rostro, hasta su cuerpo. Formado por el arduo trabajo como ninja, músculos marcados y buenas proporciones, todo él era orgullo y envidia masculina, cosa que el idiota siempre usaba a favor para atraer la atención de las féminas.
Una breve tonada de sus labios salía, mientras su mano deslizaba el condón recién usado de su aun duro miembro. Ante la vista, Sakura resintió el palpitar caliente en sus regiones bajas. Se abofeteó mentalmente, no era propio ese tipo de pensamientos.
Pero queda algo fuera de lugar, considerando el estado actual...
Pero no podía evitar, la imagen que había visto fue un detonante, y la necesidad de satisfacer este calor regresó a ella. Cerró los ojos con fuerza —de poco sirvió, porque aun en su mente reproducía la imagen de su mano masculina bajando el delgado látex lubricado y con semen que cubría el duro pene de Sasuke.
No se conocía a sí misma, nunca antes creyó que hubiera un lado de ella que pudiera ser así de... incorrecto.
Claro, el coito era un acto natural del ser humano, pero desde que ella comenzó a salir con el individuo en cuestión, este acto no comenzó con la idea de reproducirse. Y es que desde el primer beso entre ellos una chispa se encendió y recorrió sus cuerpos, propagándose y creciendo hasta ser una llamarada de lujuria hambrienta del contacto físico y la complementación. Desde jóvenes entre ellos existía una tensión, y ahora que Sakura había aceptado sus sentimientos por el mayor coqueto sin vergüenza de la aldea, Sasuke no había puesto freno en cuanto a expresar y demostrar el deseo que por ella sentía.
Sus manos siempre tocando su cuerpo, como si no pudiera tener suficiente de ella. Esas manos ásperas pasando por cada curva de su cuerpo, sosteniendo y mallugando partes de ella que ni la misma Sakura había explorado. Su boca, con esa irritante media sonrisa socarrona, posándose en su piel, abriéndose y capturando sus labios, sus pezones, sus labios bajos... todo lo que estuviera expuesto, saboreándole, haciéndole sentir tanto calor y lujuria hasta que estas llenaban su cabeza y ella perdía el juicio. Siempre tan atento y entregado a ella, a darle placer y borrarle la mente.
Recordar cada vez que ellos han tenido sexo, caliente, rudo, crudo y placentero sexo...
Y luego la sonrisa socarrona de él.
Y esto último creó un hilo de nuevos pensamientos en ella.
Algo incómoda por eso, hizo memoria. Sakura buscó entre memorias de experiencias, pero no podía recordar con exactitud las veces que Sasuke se mostrara desecho y descompuesto luego del sexo. Es decir, él la dejaba exhausta, ella perdía el decoro y la vergüenza siempre le atacaba al recordar sus gritos y suplicas, mientras que Sasuke... ese idiota sólo sonreía con complacencia.
Es como si el pudiera reducirme en pudin con una sola atención, y yo no logro lo mismo con él. Como si él me estuviera haciendo un favor y yo... ¿y si yo realmente no provoco nada en él?
Y esta conclusión sólo le daba a ella un mal sentir.
—¡Oh, demonios! —La exclamación de él le despertó de su ensueño, y abriendo los ojos Sakura miró alarmada a su novio.
Manos en ambos lados de su cabello alborotado, Sasuke parecía pasar por una gran desesperación.
Asustada, se sentó en la cama, pensando lo peor. —¿Qué sucede?
—¡No, Sakura...! ¡Se acabaron los condones!
Como sintiendo que la idiotez de su novio pesara sobre su cuerpo, Sakura de dejó caer en un golpe sordo contra el colchón.
—Estúpido Charasuke, creí que sería algo malo.
Como que el condón se hubiera roto.
—¡Pero Sakura, es malo! —Con pucheros en su tono, él se dejó caer junto a ella, y no perdiendo oportunidad tomó su cuerpo y lo acercó al de él. Sus brazos fuertes rodeando los hombros de ella, él comenzó a lloriquear.
—¿Por qué? ¿Por qué? Sólo lo hicimos dos veces hoy, y aun estoy duro, Sakuraaaa, ¿Qué haré?
Sakura exhaló algo irritada, no por la falta de condones, sino más bien por la actitud del chico. Charasuke muchas veces era tan molesto, haciéndole cuestionar a ella ¿cómo demonios podría estar enamorada de éste chiste?
Como respuesta, su cuerpo respingó ante la sensación tintineante que los labios de él provocaban, pues su boca dejó de moverse al decir tonterías, para ahora repartir besos en su cuello expuesto. Ella mordió sus labios, perdiéndose momentáneamente en las acciones de él en el cuerpo de ella, soltando un suspiro y dejando caer sus defensas de nuevo.
Sasuke siempre tenía ese control sobre ella, siempre lograba que su buen juicio se hiciera papilla y que su cuerpo se abriera y le diera la bienvenida.
—Viendo el lado bueno, sin ellos se siente bien... ¿no es así, Sakura? te gusta sentirme sin barreas entre nosotros, te gusta sentir mi duro pene deslizarse dentro de ti, ¿verdad...?
Dios, su ritmo cardíaco comenzó a acelerarse ante sus palabras, y ese calor que le había sofocado regresaba. Quería que él le llenara de nuevo.
Sus ojos verdes se hicieron pesados por el deseo, ella estaba por acceder y separar sus piernas para él de nuevo, pero el ver esa media sonrisa en su rostro —la petulancia y seguridad en él, porque sabía que sus palabras eran suficientes para tenerla a ella dispuesta y entregada, y todo esto fue un corto en la mente de ella, de repente ya no tan nublada por sus intentos físicos.
Como si él me estuviera haciendo un favor y yo... ¿y si yo realmente no provoco nada en él?
Nada...
Otro tipo de calor se adentró a su sistema. Y su palma hizo contacto con el rostro de él cuando Sasuke se inclinaba a besar sus labios.
Estruendoso y doloroso golpe, empujando al chico más allá que unos cuantos centímetros, y el sofocado grito de dolor de él.
¿Qué importaba el poderoso sharingan ante la molestia de su novia? Más si su usuario estaba todo caliente y distraído con la ya mencionada.
—¡Ouch, Sakura!
.-.-.-.-
Un par de días después y ella no podía deshacerse del mal pensamiento. ¿De dónde salía esta repelente idea de que Sasuke no le tomaba en serio?
Bueno, él siempre actuó así con las chicas, principal motivo por el que ella le rechazó por años, creía que solo jugaba.
Es que parece que soy su juguete. Como una muñeca a la que puede hacer a su antojo... ¡idiota, idiota!
Estaba harta de pensar eso. Estaba harta de que aquel idiota le molestara incluso cuando no estaba presente. ¡Maldición, maldición, ella era la hija del antiguo Hokage, discípula del actual, Kunoichi destacable y ninja medico prodigio a sus dieciocho años, no era una puberta calenturienta e insegura!
Eso último se lo repetía constantemente, a ver si así se lo creía.
Lo cierto es que esta vez, más que nunca, Sakura podía decir que tenía problemas de chicos. ¿Problemas amorosos? Bah, sólo se trataba de Charasuke.
Sí, su novio. La única persona con la que se veía en un futuro y el único al que su corazón parecía aferrarse —a pesar de la oposición de su mente—, él era importante. Y el que Sakura sintiera que para él ella no significaba lo mismo, que ella no tenía control de su cuerpo como el Uchiha lo tenía del de ella... ¿Qué si un día decidía que ella era demasiado aburrida y le dejaba? así de zorro que era.
Bien, dolía su pecho.
Estaba esta confusión e inseguridad en ella, y necesitaba hablar con alguien.
Si esto no se tratara de algo como sexo, de inmediato iría con Ino. Pero la última vez que menciono la palabra con "pe" la rubia se desmalló, al parecer su cabeza colapso de tanto calor en su cara.
Repasó mentalmente la lista de personas con las que pudiera hablar de esto, sin embargo cada sugerencia iba siendo descartada. Hasta que rendida, aceptó que debía ir con la única con suficiente experiencia y atrevimiento como para ayudarle en esto.
¡Aaagh, con lo mucho que detesto a Hyuga!
.-.-.-.-
Su vida quizá no fue un lecho de esas rosas rojas como esas que gustaba de regalar a toda chica que topara, pero Sasuke sabía aceptar los baches que la vida le daba, y simplemente vivir al día. Claro, había ciertas situaciones que ponían en la curda floja su estabilidad, —estas mayormente relacionadas con sus personas importantes— pero de ahí en más, Sasuke no perdía la sonrisa fácil de su rostro.
Mas ahora, que tenía todo lo deseado, y sentía su vida era perfecta~.
Por eso tarareaba bajo un sin sentido, caminaba con entusiasmo hasta la casa de su novia, y en su mano una bolsa de papel oscuro.
Esta vez compré dos cajas. Sonrió de lado, apresuró el paso, totalmente animado de poder comenzar cuanto antes donde lo dejaron el otro día.
O más bien, antes de que Sakura le diera ese guantazo en la cara.
Hizo una mueca, recordando el dolor. Aunque aún podía recibir ciertos golpes de ella, no eran como antes. Hah, la gatita siempre ha sido algo rejega. Saboreó eso. Quizá era medio masoquista, pero aceptaría todo lo que ella le diera.
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Claro que no había esperado esto.
Ni en sus sueños más locos y eróticos, habría pensado que Sakura le fuera a atacar así. En cualquier otra situación sería una vergüenza ser tomado desprevenido, ser quitado de su protección para luego ser derribado.
Pasó saliva con mucha dificultad para creer que no estaba soñando.
Ojos negros muy abiertos mirando con incredulidad a un par en color verde que le veían con enojo. Sakura tenía un gesto de mucha molestia, cubierto de un gran y profundo sonrojo en su rostro. Quizá debería resaltar el hecho de la desnudes de la chica, porque no había prenda alguna en ella —ni en él, gracias a ella que fue rápida momentos antes, —y como su modestos y sonrosados senos sutilmente se movían con su pesado respirar. Sus piernas a ambos lados de su costado lo mantenían a él en la cama, su peso completo en él, sentada sobre su tenso estómago. Sasuke podía sentir el calor irradiar de ella y chocar contra la piel expuesta de él.
Ella se acercó más, hasta que sus narices se toparon y sus ojos se ligaron. Debido a la tensión e incredulidad, Sasuke cerró momentáneamente los ojos, aceptando el beso que ella proporcionó. Sakura tomó sus manos con las de ella, y las levantó por sobre su cabeza, haciendo fuerza en su agarre, y luego moviendo sus labios más bruscos. Con sus dientes tomó brevemente su labio inferior, y Sasuke evitó un gemido de dolor.
Esto era un tanto fuera de personaje para ella, porque siempre era Sasuke quien iniciaba y tomaba iniciativa para sus encuentros físicos. Un poco atontado ella le estaba dejando. Pero oh, bien dicen que no bajes las defensas ante el enemigo, porque cuando ella rompió el beso y retomó la distancia entre sus rostros removiéndose de sobre él, que Sasuke se dio cuenta de lo que hizo. La sorpresa dejaba paso a la confusión, porque cuando él quiso imitar los movimientos de ella, que no pudo sentarse o moverse sobre su lugar.
La restricción en sus manos y el tintineo de metal contra metal se lo impedía. De nuevo, trató de mover sus manos hacia al frente pero las pesadas esposas alrededor de su muñeca cerradas en el barrote de la cabecera detrás de él no le dejarían, una especie de supresión de chakra, supo.
Regresando su mirada a ella, enmudeció.
—Uh... gati- ¿Sakura?
No preguntó, porque era más que obvio lo que estaba sucediendo- o sucedería. Sin embargo su confusión no era el "qué" sino el "¿Qué demonios?"
Tomando en curva, anonadado y excitado, esperó que su novia dijera en voz alta la situación. Quizá así compruebe que no era un sueño.
—Siempre, siempre muestras esa cara de seguridad... tú nunca, a pesar de no tener ropa puesta, te muestras vulnerable. De hecho, pareciera que entre más piel muestres más confiado eres. No sólo de ti, sino de tu poder en mí —Estiró su mano de nuevo, tomando el olvidado paquete de condones que él había llevado. Abriendo la caja y tomando un sobre. Sakura lo miró por un momento, y Sasuke tenía dificultad para saber qué era lo que estaba pasando por su mente.
Ella volvió a removerse sobre su estómago, su parte intima rosando la piel de su abdomen, y por poco él no pudo contener el siseo de sus labios.
—Y no lo entiendo. Sé que me deseas, pero quizá, —hizo una breve pausa, y ahí él podía identificar el tono como frágil, muy raro en ella. —no te satisfago lo suficiente.
¿Por qué ella hablaba rendida? Como si eso fuera una verdad absoluta.
—Sakura, —su tono lento y serio -igual, raro en él. —no es tal cual, pero si me dejas e-
—No. Si es verdad, si no lo es y sólo es inseguridad mía, no importa ahora, porque si luego de esto no rompo esa estúpida sonrisa irritante de tu boca, lo de nosotros se terminó.
No le dio tiempo de hablar, porque tomando entre sus labios el condón aun en su paquete, ella colocó ambas manos sobre el pecho de él, con sus rodillas aun a ambos lados de su torso, apoyando su peso en ellas y el colchón, Sakura comenzó a mover sus caderas.
La fricción del sonrosado vello en ella sobre los tensos músculos de su vientre fue casi demasiado. Sasuke cerró sus manos en puño, incapaz de moverlas hasta donde ella y sujetarle con fuerza, mientras acallaba sus quejas al morder su labios.
Pero que perdía la mente y razón, cuando Sakura siguió con el movimiento de caderas, deslizándose sobre él, y Sasuke podía sentir su miembro hinchado y deseoso de atención cuando sus redondas nalgas topaban brevemente contra él.
Su corazón latiendo muy rápido, calor esparcido en todo su cuerpo y acumulándose en su ingle, en su pene, endureciéndolo y llenándolo de desesperación.
Y esto ella podía verlo, sin embargo el enojo seguía en su rostro, porque Sakura le daba a Sasuke tal mirada que él temía le fuera a azotar otro golpe. Sin embargo lo que ella hizo fue, con una mano y sus dientes, estirar de la punta del empaque que guardaba el condón, y abrirle.
Demonios, si no él no tuviera cierto control sobre su cuerpo, la sola imagen de ese acto lo habría hecho eyacular antes de lo debido.
Pero su suerte no era tanta, o no su auto control, porque Sakura se deslizó hacia atrás, y Sasuke sintió el redondo trasero de su novia pasar por sobre su doloroso miembro, así como su húmeda vagina, hasta que el rostro de ella estuvo paralelo a su amiguito.
Una vez más, pasar saliva era una tarea tan difícil como respirar.
Con brusquedad Sakura sacó el condón del empaque refunfuñando, y luego con la misma delicadez —su otra mano se cerró sobre el erecto pene. Aquí Sasuke no puedo evitar, y respingó un tanto mientras acallaba un gemido. El proceso en el cual ella trató de colocar el condón sobre su pene fue tortura pura. No sabía si ella lo hacía a posta, pero su mano apretaba de vez en vez su miembro, luego el desliz del delgado material protector por su longitud hasta su base, y el titubeo de sus dedos delgados en la sensible piel de él...
Esto era más doloroso que sus golpes, por diversas razones.
No supo en que momento había cerrado los ojos, pero cuando la voz de ella le llamaba, —tan cerca de él que su aliento cálido chocaba con su caliente cara, que ojos negros trataban de enfocarse en los verdes de ella.
Sakura mordía su labio, unas pequeñas arrugas entre sus cejas, un signo de molestia y frustración, pero su rostro igual de rojo, su aliento inconsistente, que ella también necesitaba el ansiado contacto.
—Saku-hmm..
Y lo hizo, la pelirrosa pegó sus labios con los de él en un beso fuerte, tan brusco y desesperado. Sus bocas se abrieron, sus lenguas se tocaron, y el frenesí continúo; su mano estaba sobre su pene, haciendo presión y provocando que sus bocas chocaran y se movieran sin tanta gracia a pesar del apasionado contacto.
Sasuke creía que era demasiado, que la idea en sí ya era mucho— su novia siempre queriendo ser tan recta y vergonzosa en la intimidad, tomándolo por sorpresa y dominándolo de tal manera.
Lo que ella estaba haciendo sobrepasaba lo jamás pensado en él, pero luego ella levantó las caderas, volvió a su posición original: ella sobre él, y con su mano aun sosteniendo su miembro y los dedos de su mano libre entreabriendo los pliegues de sus labios vaginales, que Sasuke sintió la punta de su miembro bajo ella.
Poco a poco Sakura se fue sentando sobre él, engullendo su pene, que cuando se dejó caer por completo, enterrándolo en sí misma, que ahora Sasuke no pudo, y un muy audible gemido resultó de él.
Ojos fuertemente cerrados, puños sobre su cabeza y la incapacidad de siquiera sostenerse en algo tangible, que su sangre corría caliente y-
—Mm...
Mierda,
Sakura se levantó de a poco, y Sasuke podía sentir con tanta sensibilidad como su miembro aun estático era despejado por sus paredes, dejándolo más deseoso y frustrado, porque ella era la que tenía el mando. Y de nuevo, ella se clavaba sobre él, esta vez menos lento, igual de brusco, otra vez, más rápido, más profundo.
—Hmm.... Ah, —su boca como o, soltando dulces y complacientes gemidos de placer, ella comenzó a marcar el ritmo de su gusto, moviéndose sobre él, adentrando el miembro de Sasuke tan profundo, sentándose tan fuerte sobre él que podía sentir su miembro tocar ese punto especial dentro de ella. Más, más, más... ella marcaba las penetraciones, sus manos aferrándose al su pecho, sus ojos desenfocados en el rostro de él.
Sus dedos se clavaban en la piel de su pecho, sus senos rebotaban con cada sentón que ella daba, con cada movimiento de su cuerpo controlando el de él, haciéndole retrasarse, de placer, de impotencia por no marcar él las embestidas y tomarla a ella como el más quería.
Sin malentendidos, la vista, el acto que ella estaba realizando para placer de ambos era un lujurioso sueño que Sasuke nunca esperó se hiciera realidad, pero la ansiedad y desesperación por no penetrarla como él deseaba estaba ahí.
Sin embargo el placer y éxtasis aumentaba, porque Sasuke podía sentir como el interior de Sakura se acalambraba y contraía alrededor de él, la presión y fricción de ella estrechándose alrededor de él era un bliss que le hacía cerrar los ojos con frustración y dejar salir ruegos, su nombre mezclados en estos, con gemidos y gruñidos.
Más aun, con el creciente burbujeo caliente que sentía quemaba todo nervio y músculo desde su ingle hasta su vientre y moliendo su mente, cuando la chica sobre él se contraía, soltaba algún sollozante gemido y se desplomaba sobre él.
Y explotó.
Enroscado los dedos de sus pies, agarrotando sus músculos y cuerpo entero, liquido caliente y la sensación de su alma abandonar su mente.
Nada. En blanco. Estática en su mente aguada y cuerpo lánguido.
.-.-.-.-.
Cuando abrió los ojos miró al techo, centrándose en respirar. El cálido peso que aún estaba sobre él era la prueba de que no, no había soñado esto. Eso y que se sentía demolido. Extraño, porque quien hizo todo el esfuerzo fue Sakura.
Su novia tsundere se lo cogió.
Su novia, la Kunoichi destacable y el siempre "buen ejemplo" de la aldea le había encadenado y lo había montado hasta hacerle perder la voluntad y fuerza.
Ella, con ojos verdes cristalizados por lágrimas provocadas por un gran orgasmo que le miraban con esa timidez tan poco típica de ella, con mejillas rojas por la actividad carnal, cabello revuelto y labios hinchados.
Sasuke sentía su pene endurecerse de nuevo, —aun dentro de ella. Y Sakura también lo sintió, porque el color en su cara aumentó.
Sin embargo no abordó este hecho aún, pues sus ojos oscuros por la lujuria se centraban en él. Sus ojos no se habían despegado de él, y no siendo ella la usuaria de un poderoso sharingan como su novio, sí había quemado en su memoria el derrumbe del rostro de Sasuke. Como se contaría con placer, desespero mientras gemidos intangibles salían de su boca. La fascinación con la que ella vio una faceta diferente de él, una que realmente había deseado ver hace tanto, y sobre todo que ella había logrado deshacer el ego de aquel que amaba.
—Quiero creer, —hizo una pausa para aclarar su garganta, pues su voz sonaba demasiado ronca, —que no terminaras con lo nuestro, gatita- Ouch,
Ella pellizcó su costado ante la mención de aquel aborrecible sobrenombre.
Y es que ella había obtenido lo que buscaba, ver las reacciones incontrolables de su rostro siempre seguro y petulante, y no esa sonrisa de confianza. Sí, Sakura corroboró que podía hacerle perder el juicio, tenerlo expuesto y vulnerable. Como él la hacía sentir a ella. Realmente, ella tenía poder sobre el cuerpo de su novio.
Su pequeña mano pasó sobre su frente, moviendo los mechones de su cabello negro, haciendo un mejor contacto visual con él.
—Por ahora... —respondió, un tono juguetón.
—Si me quitas esto, —movió sus manos y el metal resonó, —puedo convencerte.
—Hm... quizá te juzgué mal. —Su mano fue a dar a la muñeca de él, tocando su piel y el templado metal alrededor de él. Luego deslizó su mano de regreso hasta su hombro, su voz como un ronroneo— que irónico. —Realmente se siente bien ser el que está arriba. ¿Qué tal si retomamos esto luego de deshacerme de ese condón?
Sí, a Charasuke su novia tsundere se lo cogió más de una vez.
Y le gustó.
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