Sabía que la desesperación del rubio lo llevarían a cometer una locura, por que todos los rubios que conocía eran tan idiotas? - refiriéndose al amante del ramen obviamente - Alibaba marchó solo a palacio buscando detener a su espantoso y malvado hermano, más no contaba con que los guerreros de Kou lo detuvieran.
Un enorme sujeto con sonrisa de locura se transformó en una criatura colosal parecida a un elefante. Como podía ser eso posible? Solo había una forma y la respuesta no era de su agrado... los experimentos de Koumei... Como había llegado al grado de experimentación genética con humanos? - Ya parecía más hermano de Orochimaru que de ella - apenas se iba un par de años y todo quedaba de cabeza.
Alibaba logró hacerle frente y vencer a la criatura, Sakura estaba alerta a cada movimiento más que lista por sí debía salvarlo, un rayo rojo llegó junto a él. Morgiana también había predicho su loca intromisión y fue en su ayuda. La fanalis se encargó de un hombre parecido más a un mono y varios más pequeños, pero que le dieron buena pelea, mientras el rubio se enfrentaba a otro parecido a un jaguar.
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Aladdin colapsó... en un intento por invocar a Ugo todo el Magoi que le quedaba se esfumó en un instante, de algún modo incomprensible su mente se encontraba muy lejos.
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Alibaba logró convencer a los guardias que bajaran sus armas, ya que ellos también estaban en desacuerdo con el mal gobierno, y ante la llegada de Sinbad y los representantes de la Alianza Ahbmad fue destituido de su cargo.
-Que es tanto escándalo? — su porte era digno de la realeza, sus ropas finas de la más alta calidad, con pasos firmes y delicados entro sin duda entre aquel lugar caótico — soy Ren Kougyoku la prometida del rey y exijo saber que está sucediendo.
-La princesa de Kou? — todos estaban sorprendidos, que debían decir?
-Parece que tenemos problemas Princesa — dijo el banquero — su prometido a sido destituido y están por elegir al siguiente gobernante.
-Oh, pero que interesante — mintió, ya lo sabía, Sakura se lo había contado todo — en ese caso pueden decirme si los planes de boda y el tratado con el imperio continúan en pie?
-Lamento decirle Princesa que Balbadd tendrá un cambio significativo, por lo que el tratado de exportación de esclavos será invalidado — respondió Alibaba — por favor vuelva a su país e infórmeles que no estamos dispuestos a vender a nuestro pueblo.
-Sabes lo que tus palabras podrían provocar? — los ojos fríos de Kougyoku no parecían nada los que hace algún rato lloraban de alegría — el imperio podría enviar sus tropas para conquistar Balbadd — quería saber porque su hermana estaba interesada en ayudarlos — que harás si eso sucede? Tienes algún modo de evitarlo?
El rubio apretó los puños con fuerza, no tenía idea de que responder ante su cuestionamiento.
-No creo que el emperador envíe sus tropas — dijo Sinbad — Ya que desde ahora Balbadd se convertirá en un fiel aliado de la Alianza de los siete mares, nuestra política es "Mantener La Paz, No Invadir Ni Ser Invadido".
-Ya lo veo — fue un buen movimiento de Sinbad — en ese caso, como representante del imperio les doy mi palabra que la deuda será revaluada — la sorpresa no tardo en marcarse en los rostros de todos los presentes.
-Pero que está diciendo Princesa?! — gritó el fiel sirviente de la chica — es una locura! — es que tenía una idea de lo que eso significaba?
-Silencio Kakoubun, la deuda que tienen a llegado a proporciones exageradas — sin duda el banquero había sido responsable — por lo que debe ser analizada por personal de ambos países para llegar a un acuerdo favorable.
No esperaban que la princesa se mostrara así de comprensiva y mucho menos que les ayudara de tal modo.
-Disculpe la pregunta — Sinbad se aventuró hablar — pero porque nos ayuda? — la duda lo carcomía, nada tenía sentido.
Kougyoku lo analizó, sin duda era apuesto pero dudaba que fuera del que hablaba su hermana, sus ojos pasaron al rubio, escuálido pero con una fuerte determinación, si no fuera por la intervención de Sakura lo más seguro es que ese sería su futuro esposo.
-Aprovecharse de una situación cómo está me parece deshonroso — la mandíbula de Kakoubon tocaba el suelo, si era justo la situación que habían estado esperando! — eres afortunado — le dijo al rubio — Alguien a quien aprecio te dio su apoyo, espero que no traiciones la confianza que deposito en ti.
-Que... de quien hablas? — La chica se dio media vuelta y camino rumbo a la salida con la misma gracia y determinación con la que había entrado. Quizá no debió haber dicho eso último.
-No seguiré perdiendo mi preciado tiempo, Kakoubon alista mis cosas nos marcharemos en cuento todo esté listo.
-Pe, pe, pe, pero princesa! — corrió tras ella sin terminar de creer lo ocurrido.
-Sin peros, estoy cansada — y de ese modo ambos salieron de la habitación.
Sakura sonrió mientras se mantenía oculta sobre los pilares, sabía que podía confiar en su pequeña hermana.
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-Por favor piénselo! Que dirán sus hermanos cuando vuelva? El emperador podría incluso desterrarla! — lloraba aquel hombre con desesperación — se lo imploró, recapacite! — aún no era tarde para decirles que no habría cambios.
-Lo sé... Kakoubon — su consejero dejó de llorar, no entendía porque ella lo estaba haciendo — también estoy aterrada, no me han dejado de temblar las piernas desde hace un rato — le confesó en un hilo de voz.
-Entonces por qué?
-Confío en ella... prometió que todo estaría bien y yo le creo.
-DE QUIEN HABLA?!!!....
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Parecía como si todo el pueblo se había reunido a las afueras del palacio, querían saber que les pasaría de ahora adelante.
Sinbad fue el elegido para anunciarles que el nuevo rey sería Alibaba Saluja, pero entre los gritos de euforia un grupo marchaba con intenciones ocultas.
-Entonces esto es lo que decidiste Alibaba?!
-Ya no hay nada por lo que pelear Kassim, ya nadie volverá a sufrir, les prometo que las cosas cambiarán — Alibaba no quería luchar contra él, no importaba el pasado, seguía considerándolo como su familia.
-No me interesa! Es que tus buenas intenciones borrarán el pasado?! — la alegría de los pobladores comenzó a desaparecer — Eso no revivirá a los que murieron de hambre!
-.......
-Es cierto, mi hija no volverá — lloraba una mujer de ropas desgarradas.
-Solo son palabras vacías, eres igual que los otros nobles! Y crees que vamos a volver a creer en tus mentiras?! — levantó su espada y la neblina oscura comenzó a salir de ella — Destruiré el palacio y ti con el!
-Que harás? — Sakura apareció junto al rubio sorprendiéndolos a todos — si no peleas muchas personas resultaran heridas y cientos morirán — aquella enorme multitud estaba dispuesta a pelear con los guardias y tomar todo lo que pudieran.
-Sakura-san donde...?
-Eso no es importante ahora, solo tú puedes detener a Kassim y hacerlo cambiar de parecer. Si no lo haces... lo mataré — los ojos de Alibaba se abrieron sin creer lo que escuchaba.
-Que dices? — apenas encontró la fuerza para hablar, no creía lo que había escuchado.
Sakura se puso una mascara parecida a un gato blanco, había llegado muy lejos como para retroceder, era un milagro que aún nadie la reconociera, que Alibaba lograra quitarle el trono a su hermano y más aún que la princesa de Kou se haya ofrecido ayudarlos, como para que en un arrebato de locura Kassim mandará todo el diablo.
-Ni siquiera tendrás que mancharte las manos — Un kunai apareció entre sus dedos — un corte y todo terminara.
-Sakura-san, es una locura — intervino Sinbad — Te pido que te detengas.
-Lo siento Sinbad — Donde había quedado el san? — pero no soy una más de tus sirvientes para que me des órdenes — Además no tenia sus contenedores de metal como para interferir.
Lanzó el kunai en otra dirección, dio justo en el blanco entre los ojos de aquel misterioso banquero, que se convirtió en un muñeco de madera.
-Tsk... Lo sabía — susurro — Entonces Alibaba, lo detienes o lo mato... decide.
-No... — los ojos ámbar del rubio estaban llenos de fuerza — No te dejare hacerlo, los detendré a ti y a él — Alibaba salto desde el balcón quedando frente al de rastas mientras desenvainaba aquella pequeña cuchilla que se hacía más grande con el poder de Amon.
-Su alteza a decidido bajar para ver de cerca a los pobres! — gritó Kassim con burla — voy a vencerte.
-Ya basta Kassim! Detén esta locura!
-No me detendré! No hasta que haya acabado contigo!
Kassim lo atrapó con su niebla oscura, pero las llamas de Amon la quemaron sin problemas. Sus espadas chocaron sin embargo la fuerza de un djinn no tenía comparación, el de rastras retrocedía solo para volver con más fuerza, Alibaba ya había luchado con aquellos hombre monstruosos y estaba agotado. Kassim le enterró la espada en el hombro, su mirada de locura y su risa maniática lo hacían aterrador, aún así retrocedió al sentir como un ardor recorría su mejilla.
Un kunai le había alcanzado a rozar el rostro, otra vez la figura de esa mujer se interponía en sus planes... Porque tenía una máscara?
-Se acabo el tiempo — Alibaba veía como su cabello rosado bailaba con el viento, se sentía muy débil para moverse — Kassim tengo una pregunta para ti. Realmente crees que traicionar a tu amigo, que hacer todo esto tiene algún sentido? — la imagen de aquel peli negro llegó a ella — Que no hay otra manera? — de algún modo sentía que estaba hablando con Sasuke — Que no puedes volver a estar con nosotros... conmigo? — dijo en un susurro, pero ambos pudieron escucharla con claridad.
Si pudieran ver su rostro tras la máscara verían sus ojos jades vacíos, sin vida y viendo a la nada.
-Lo destruiré todo! — a Kassim no le interesaba escuchar ni entender sus delirios.
Sakura sintió como algo se quebraba dentro de ella, se veía otra vez bajo aquel puente con su antiguo compañero mientras Sasuke estaba apuntó de clavarle un kunai en el pecho, debía detenerlo, le quitaría a Naruto esa pesada carga, ya no tenía salvación... debía matarlo.
Todo paso demasiado rápido, Kassim sintió algo caliente que le caía en el rostro, pudo distinguí el olor inconfundible de la sangre, pero porque no sentía nada? Al abrir los ojos lo entendió, Alibaba se había interpuesto, solo pudo escuchar el grito ahogado del rubio y ver cómo un gran chorro de sangre le salía de entre el cuello y el hombro.
-Que.... — estaba en shock — Alibaba! — el moreno lo sostuvo por reflejo antes de que tocara el suelo, aún sin entender del todo lo que estaba sucediendo las lágrimas salían sin control, estaba llorando? — Porque lo hiciste idiota! Se supone que yo debía matarte... NO TENIAS PORQUE PONERTE EN MEDIO!
-Ka...ssim, eres mi...amigo... — apenas le quedaba un poco de fuerza para hablar — eres...
-Que tonterías dices?! — Lo apretaba contra su cuerpo — Tú y yo no somos nada! — Alibaba negó.
-Aunque...lo niegues...para mi... — la sangre que se acumulaba en su boca apenas le permitía hablar — eres... mi familia...
-Muere... — Sakura sostenía el kunai con firmeza, sin dudar mataría a Kassim, parecía no importarle lo que había hecho con Alibaba.
-Sakura-san está fuera de control! — gritó Sinbad — Morgiana hay que detenerla! — pero la pelirroja no lo escuchaba, ni siquiera podía moverse estaba en completo shock.
El kunai llegó hasta el cuello de Kassim, pero antes de que continuara la mano de Sakura fue detenida por una mucho más pequeña y cientos de mariposas doradas aparecieron a su alrededor.
-Tranquila Onee-san, todo está bien — no importaba donde estuviera, reconocería esa voz sin duda — No dejes que te controlen... Despierta — el kunai callo al suelo, tras la máscara Sakura respiraba con dificultad.
-Que...que sucedió? — no pudo sostenerse más y se arrodilló frente a él — Aladdin?...
-Respira con calma, ya pasó — sus grandes ojos la veían con preocupación — estaban usando eso — señaló los pedazos de la espada que desprendía la neblina rosada, aquella que provocaba alucinaciones, un hombre de negro y con una máscara extraña logró que la neblina fuera imposible de ver, cuando la chica bajo para ayudar al rubio fue presa fácil — pero cuando quise atacarlo desapareció... por favor Onee-san ayuda Alibaba-kun.
Abrió los ojos sin poder creerlo, ella lo había hecho? Sin esperar más acercó su mano izquierda donde estaba su brazalete hacia ellos.
-Cúralos Fenix — un ave dorada apareció postrándose sobre la herida de Alibaba y Kassim para luego de unos segundos desaparecer, la palidez del rubio se había esfumado.
El sacrificio que estuvo dispuesto hacer Alibaba por salvarlo, y el inmenso ruck dorado de Aladdin eliminaron la oscuridad que casi logró consumirlo.
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-Maldita sea! — dijo Sakura furiosa, el suelo se agrietó tras su mortal golpe — Me descuide...
Ya había dicho que estaba dispuesta a deshacerse de Kassim de ser necesario, pero Alibaba no tenía porque salir herido.
-Esos hombres sin duda eran miembros de Al Thamen — dijo Sinbad.
-Como lo sabes? — pregunto la peli rosa, no tenía idea que él supiera sobre esos tipos.
-Que es Al Thamen? — cuestionó Aladdin.
-No se si se han dado cuenta que en los últimos años hay más pobreza, discriminacion, guerras y muerte, todo eso es obra suya, desde antes de la fundación de Sindria hemos estado luchando contra ellos.
-Sin duda son los responsables de la crisis económica que llevó a Balbadd a la ruina — aportó Ja'far con la misma tranquilidad que lo caracterizaba.
-Sinbad — Sakura llamó la atención del mencionado — Ya que al igual que nosotros tu intención era salvar el país, entonces ayudarás Alibaba en la reestructuración?
-Si él así me lo permite — el rubio asintió con entusiasmo.
-En ese caso mi presencia está de más.
-Que quieres decir Sakura-san? — Cuestión el rubio, la chica les había ayudado bastante y le había tomado aprecio.
-Hay asuntos importantes que debo atender con urgencia.
-Pero Sakura Onee-san también te necesitamos aquí — Aladdin no quería separarse de ella, apenas había reunido a todos sus amigos otra vez.
-Aladdin caminemos... — le sonrió ofreciéndole su mano que fue rápidamente tomada.
Se lo llevo un poco lejos de todos y donde nadie pudiera escucharlos le contó lo sucedido con Kougyoku.
-Entonces que Balbadd no se vuelva parte de Kou depende de esa deuda? — Sakura asintió — eres increíble Onee-san, me gustaría que todos supieran lo que hiciste — pero sabía que no podía decirles nada.
-Por eso debo irme Aladdin, independientemente que Alibaba se haya vuelto el nuevo rey el deber que Kougyoku era casarse con el actual gobernante y no lo hizo solo porque yo se lo pedí, además se comprometió en ayudarlos. No puedo dejarla sola en esto... y se que tú tampoco puedes dejar a Alibaba — suspiro con pesar, ella tampoco quería dejarlos ya se había encariñado con Morgiana y en especial con él — luego de arreglar todo ese lío... no lo se... necesito continuar con mi búsqueda, también hay lugares que aún quiero conocer, cómo Sindria — como sería el país gobernado por ese hombre?
-Hagámoslo Onee-san! — la tomó de la mano y con aquellos enormes ojos azul oscuro la vio lleno de alegría y determinación — volvamos a reunirnos en Sindria!
Sakura sintió una enorme alegría en su corazón, se puso a la altura del menor y le extendió el dedo meñique para que él hiciera lo mismo.
-Es una promesa — Y con sus meñiques unidos sellaron el acuerdo de encontrarse en aquel desconocido país.
No era una despedida como las que ella odiaba, sin duda pronto se volverían a encontrar.
A Kakoubon casi le da un infarto cuando la vio, pero antes de que gritara a los cuatro vientos quien era Kougyoku le dio un pisotón para que se callara, ahora entendía porque su princesa había hecho aquella locura. Sin que nadie se diera cuenta se marchó en la enorme alfombra voladora junto a la gente de Kou, luego de dos años de ausencia es momento de volver y recordarles un par de cosas.
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Se viene uno de los momentos más esperados
😆. Que creen que pasará? Déjenme sus comentarios 😁😁😁