5 meses después....
Asbel se estaba recién despertando, vivir en Southwest era algo lindo y un poco confuso. Asbel trabajo un poco en una cafetería cerca del apartamento en el que vivían. No era un apartamento pequeño era de buen tamaño para todos ellos.
Eran las 8 de la mañana y Asbel debía encargarse que sus hermanitos ya estuvieran despiertos para seguir llendo a la escuela. A Dylan y a Adrián mudarse de una ciudad a otra no fue algo tan difícil ya que se tenían a ellos y no dejarían mucho atrás solo sus amigos de la escuela pero de eso no pasaba. Ya que ellos se irían juntos.
Asbel estando solo con un pantalón de pijama entro a la habitación de sus hermanos quienes seguían dormidos.
— Vamos peques levántense —Asbel los movió para que se despertarán y solo tuvo quejas.
— As no quiero ir —dijo Adrián.
— Tampoco quiero —apoyó la noción Dylan.
— Deben ir, saben que estoy a cargo mientras nuestros padres no están.
Dylan fue el primero en sentarse sobre la cama.
— ¿Y cuando vuelven? —preguntó—, los extrañó.
— También los extraño —dijo Adrián desde la cama superior, ya que su cama era una litera. Debido a que el apartamento no caben dos camas king.
— Chicos regresarán pronto —fue la respuesta de Asbel—, recuerden que están arreglando todo para cuando nos tengamos que ir a San Diego.
El timbre del apartamento sonó. Asbel les indico a sus hermanos que tenían menos de quince minutos para estar listo y así poder desayunar y por ende para poder ir a la escuela. Mientras tanto Asbel fue a atender a quién seguía de insistente tocando el timbre y la puerta.
— ¡Maldita sea ya escuché!, deje de golpear tan fuerte —exclamó quitando los pasadores y poniendo la mano en la perilla.
Abrió la puerta y se llevó la sorpresa de la persona quién lo había ido a visitar..
— Darcy —dijo felíz—. Que alegria verte.
— Lo mismo digo cariño —dijo ella—, ¿puedo pasar? —pregunto y el castaño asintió.
— Claro pasa, siéntete como en casa —Asbel dejo pasar a Darcy y nomas ella entró este cerró la puerta.
Caminaron a la sala que era un espacio reducido ya que también era comedor, solamente había un sillón. Así que se sentaron en el sillón a platicar.
— Que lindo apartamento —dijo ella ya que a pesar de ser un departamento de buen tamaño seguía siendo algo reducido. La peculiaridad de los apartamentos.
— ¿Que haces por estos lares Darcy? —pregunto intrigado Asbel.
— Vine por asuntos familiares y como tú chico rubio me contó hace tiempo que vivías aquí decidí venir a visitarte y a dejarte esto Darcy saco de su bolso una cajita roja con un listón negro
— ¿Que es esto? —pregunto tomando la caja entre sus manos—, ¿quién te lo dió?
— Fue Elías, dijo que si te veía que te diera esto por tu cumpleaños que acaba de ser. Por cierto feliz cumpleaños cariño —ella saco de su bolso un sobre—, no es algo material pero podrás comprar lo que quieras.
Asbel dejo el regalo de Elías sobre la mesa del centro y se atrevió en abrir el sobre que su amiga le había entregado. Se quedó anonadado al ver que lo que había eran puros billetes.
— Darcy no debías darme dinero. Gracias por el regalo —se deslizó sobre el sofá y la abrazó.
— No es nada cariño —respondió ella abrazándolo.
Asbel se separó de la chica y fue cuando le decidió preguntar.
— ¿Cómo está Luke? —pregunto ya que hace varios días no sabía nada de él.
— Ya empezó la universidad —aclaro ella—, al igual que Elías. Él esta bien, aúnque habla mejor con Elías. Tú chico rubio ha dejado de ir a Roces's así que no sabría decirte con exactitud como se encuentra.
Asbel asintió, por alguna extraña razón algo le inquietaba. Pero cómo le dijo su amiga, más tarde llamaría a Elías para saber del rubio.
— As tenemos hambre —apareció Adrián pidiendo comida. Iba algo soñoliento ya que se acaba de despertar.
Darcy miro al niño y le sonrió. Adrián también sonrió y dió los buenos días por educación.
— Ahorita les hago el desayuno —dictó el mayor—, terminen de arreglarse y yo los llamo para que vengan a desayunar.
Adrián asintió y regreso por dónde vino para irse a alistar.
— ¿Tú cocinas? —fue la pregunta de Darcy hacia Asbel.
— Si, papá me estuvo enseñando algunas cosas en estos meses.
— ¿Y porque el interés por aprender a cocinar? —fue su otra pregunta.
— No sé realmente, quizás porque estoy con mis hermanos todo el día y ellos no se llenan con nada. Eso y aprender a cocinar puede ser muy útil para cuando decida vivir solo.
Darcy asintió.
— ¿Bien necesitas ayuda en algo? —se ofreció.
— No descuida no te quito más tú tiempo.
— Nunca me quitas el tiempo cariño, pero ya debo marcharme también, debo ir a la casa de mis padres.
Ambos se levantaron y caminaron a la puerta. Asbel caballerosamente abrió la puerta para su amiga. Ella salió y se despidieron en la salida.
— Un gusto volver a verte Darcy cualquier cosa que necesites aquí estamos.
— Gracias cariño, cuídate al Igual que tus hermanos y padres.
Se abrazaron y después Darcy se marchó. Asbel cerró la puerta y camino hacia la cocina a preparar el desayuno. Saco del refrigerador todo lo necesario para un desayuno tradicional. Huevos, queso, tocino, pan para tostar y jugo de naranja. Y por otro lado también saco el cereal y la leche. Por si sus hermanos preferían comer cereal.
— ¿Chicos quién va querer huevos? —preguntó desde la cocina de forma recia.
— ¡Yo! —respondió Dylan gritando desde la habitación—, y Adrián va comer cereal.
— ¡Esta bien! —respondió Asbel.
Asbel preparo huevos revueltos con queso para Dylan y para él. Cortó seis rebanadas del pan sandwich y los puso a tostar en la tostadora. En lo que los panes se tostaban, Asbel, en otro sartén se puso a freír tocino. Cuando los huevos estaban listos, el tocino frito y los panes tostados Asbel sirvió las porciones en dos platos medianos de porcelana.
De forma rápida preparó el cereal de Adrián y cuando los tres platos ya estaban en la mesa Asbel los llamo para que vinieran a comer.
— ¡Chicos el desayuno ya está listo! Bajen o me como todo.
Y de forma inmediata los dos menores aparecieron vestidos para ir a la escuela y con sus mochilas en las manos. Se sentaron en la mesa y comenzaron a comer su desayuno. Asbel por otro lado tomo los regalos que Darcy le entrego y los llevo a su habitación.
Entró y dejo la caja y el sobre sobre la cama. Se desvistió quedando en boxers. El castaño busco entré los cajones un jean azul y una playera roja. Se vistió con las prendas y se aplicó loción corporal para oler rico todo el día. Se colocó los zapatos y salió de la habitación para ir a hingerir sus alimentos junto a sus hermanos.
Adrián ya había terminado ya que era cereal.
— Adri ve y lávate los dientes —ordenó mientras comenzaba a comer.
El menor asintió y minutos después Dylan termino de comer, dejo el plato en el lavatrastes y fue a lavarse los dientes. Asbel se apresuró y en cuestión de segundos terminó de comer. Rápido fue a dejar su plato y los lavo. Después fue a su habitación tomo su celular, las llaves de la camioneta y después se lavo los dientes.
Cuando salió del baño sus hermanitos ya estaban esperándolo en la puerta.
— Bien enanos es hora de ir a la escuela —tomo las llaves del apartamento—, vámonos.
Los tres hermanos salieron del apartamento, Asbel dejo con seguro la puerta y los tres caminaron hacía el ascensor. Llegaron al lobby y cortésmente se despidieron del portero. salieron del edificio y caminaron hacía la camioneta que sus padres les habían dejado. Asbel subió a los menores en los asientos traseros de la camioneta y el subió del lado del conductor.
— Pónganse los cinturones de seguridad —pidió amablemente antes de encender el motor.
Los menos obedecieron y lo hicieron. Asbel condujo hasta llegar a la escuela de los menores. Se estacionó cerca y se bajo para ayudarlos. Estando los niños abajo de la camioneta Asbel los tomo de las manos uno de cada lado y los llevó a la entrada d la escuela.
Al llegar a la entrada Asbel se puso de cuchillas para estar a la altura de los menores.
— Chicos vengo por ustedes cuando salgan. Y no se preocupen hablaré con nuestros padres. Solo tengan un buen día —dicho esto Asbel los abrazo a los dos.
Los niños lo abrazaron igual. Se despidieron de Asbel y juntos entraron a la escuela juntos. Asbel se aseguró que sus hermanitos entrarán y se dispuso a regresar a la camioneta para ir a su trabajo.
Mientras el joven castaño conducía su celular vibró. Lo vio de reojo y se dio cuenta que era su padre. Así que contesto de forma veloz y lo puso en alta voz.
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— Hola papá buen día —dijo Asbel iniciando la conversación.
— Buenos días hijo, ¿como están? —Asbel reconoció la voz de su segundo padre.
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Hola queridos lectores...
Si después de tanto tiempo al fin está el primer capítulo publicado. Espero les haya gustado con mi a mí. Espero sus votos y comentarios, saben que amo sus comentarios son tan motivadores.
Bueno eso es todo por hoy.
Nos leeremos hasta la próxima...