Una vez más habíamos peleado, tenía el corazón destrozado como cada vez que peleábamos por cualquier cosa sin sentido, estaba en esa plazuela a la que siempre solía ir, engulléndome una hamburguesa, no tenía otra manera de matar mis penas, estaba triste, yo lo quería y el simplemente no me comprendía, estaba llorando sin control alguno mientras le daba voraces mordiscos a la hamburguesa doble con papas, jamón y queso, mi móvil sonó, con la esperanza de que fuera él contesté.
¿Hola?-dije nerviosa-
Hye Sun –dijo mi amiga al otro lado-
Dime –limpié mis lágrimas mientras daba el último mordisco-
Tienes que venir a redactar la última nota informativa para el noticiero, ¿Dónde estás? –dijo ella-
Salí por un café –dije limpiando mis labios-
Te escuchas extraña. ¿Estás bien? –dijo ella-
Si, voy a la oficina –dije para luego colgar-
Mi vida de periodista sedentaria me había llevado a algunos kilos demás, había descuidado mi apariencia y ahora mi futura suegra, una ogra gruñona, me molestaba con que tenía que bajar de peso cuando yo tenía otras prioridades, como casarme, mire una vez más celular mientras caminaba hacia la oficina, nuestra última foto estaba como fondo de pantalla, habíamos peleado por precisamente eso, mi apariencia, no tenía la figura de una típica mujer coreana, no era delgada y menos alta, pero como dijo él, yo “tenía mi gracia”.
Lo conocí en una fiesta de la productora en la que trabajo, es actor y para ser sincera, ni yo me sentí bien cuando lo conocí, llevaba el vestido mal acomodado y el cabello en una coleta, el solo se acercó y se ofreció a acompañarme, era muy guapo y tenía la mirada encantadora, eso fue lo que más me había gustado, yo no era precisamente “miss corea” pero me sentía bastante bien conmigo, luego de la muerte de mis abuelos y de mi salida de casa para llevar una vida independiente, todo fue diferente, no tenía tiempo para mí y salía casi siempre volando a la oficina, la familia de mi “novio”, me empezó a molestar porque estaba gorda y al parecer su mamá, quería una Barbie con su hijo, al principio a él no le molestaba pero luego, el empezó a notar los descarados comentarios de la gente, eso no le hacía nada bien a su imagen de actor, por lo que siempre peleábamos y ahora cuando nuestra relación iba mejorando de a pocos, las cosas volvieron a salir mal y esta vez fue precisamente por el comentario de su madre.
Será la fiesta de mi hermano –dijo él- pero mamá no quiere que vayas –dijo él avergonzado- lo siento.
Solo lance un suspiro, sabía que era mi culpa hasta cierto punto y no era atractiva para seguir siendo la novia de un actor, con él simplemente no me daban ganas de pelear, pero cuando su familia lanzaba comentarios fuera de lugar decidía callarme o retirarme del lugar en el que estábamos, cosa que no le agradaba, pero esta vez sí fue letal y casi trágico ya que no solo su madre lanzó el descabellado comentario si no el también comento frente a mi sobre el tema.
Lo siento pero tú y yo ya no podemos seguir con esto, no puedo llevarte así a una fiesta –dijo él- perdón Hye Sun.
Era débil y frente a él aún más, solo me retire del café en el que estábamos y me lance por una hamburguesa.
Volví a mi mundo real cuando el director me habló.
Hye Sun –gritó mi director-
Dígame –dije-
¿Hiciste la nota informativa?-dijo él-
Estoy en eso –dije-
Moví ágilmente los dedos por el teclado y a la media hora ya lo estaba imprimiendo, pase a la oficina del director a entregárselo.
Hye Sun debo decir que siempre me dejas con la boca abierta –sonrió él-
Gracias señor director –sonreí-
Quería informarte, una nutricionista presentará su libro en nuestro programa y quería saber si puedes hacer un marco teórico para la entrevista, Sam se encargará de las preguntas, tu solo indaga sobre ella –dijo el director-
De acuerdo –sonreí-
Estaba por salir cuando el director habló.
Hye Sun –dijo-
¿Sí?-giré a verlo-
¿Tienes algún problema?-frunció el ceño-
No, señor director –le contesté-
No quiero ser entrometido –dijo él- llevas trabajando buen tiempo en la productora y… veo a todos como si fueran mis hijos.
No entiendo a qué va esto –dije extrañada-
Hye Sun, has engordado mucho –dijo el director-
¡Oh Por Dios! El también con eso, arrugue levemente la hoja de papel que tenía en la mano, y lo miré.
No necesito ayuda señor director, he tenido unos cuantos problemas –dije- eso es todo.
Me preocupo por que eres parte esencial del equipo –dijo él- tómalo como un consejo, visita a un especialista –me miró serio-
Gracias pero estoy bien-dije de manera testaruda para salir de la oficina-
Me encontré con Shin, al instante me miró preocupada y se quitó las gafas.
Mírate nada más –dijo ella- ¿Qué ha pasado?
He peleado con JongHyun –dije al borde del llanto-
¿Y ahora que te dijo ese bastardo? –Dijo ella enojada-
Odio que lo llames así –dije mientras me limpiaba las lágrimas-
Hye Sun –me dijo enojada- siéntate aquí.
Me acerqué y me senté a su lado, por suerte no había nadie frente al otro escritorio, estábamos las dos solas en la oficina.
Dime que no le has pedido una oportunidad a ese bastardo –dijo ella-
Te dije que estábamos saliendo pero… -me limpié las lágrimas- peleamos de nuevo
¿Y ahora por qué? –Me miró enojada-
Su mamá comentó otra vez de mí –dije triste- y… él –me sentí aun peor- también habló mal.
Ese muchacho necesita una buena patada –renegó-
Dijo que no quería que vaya a la fiesta de su hermano, supongo porque estoy gorda –dije viéndola- y a él como que ya no le apetece salir conmigo-
Su madre y él están locos, realmente no sé qué le viste –dijo ella-
No sé qué le pasó –dijo ella-
Hye Sun voy a ser sincera –me tomó de las manos- soy tu amiga y te quiero… en verdad has engordado mucho y ya ni siquiera te arreglas.
¿Tú también con eso? –me levanté de la silla y me enojé-
Te lo digo porque te quiero, además… eso puede afectar tu salud-me dijo con tranquilidad-
Estoy cansada de que todos me digan lo mismo –salí corriendo de su oficina-
Me encerré en el servicio higiénico a llorar, me sentía muy mal, saqué de mi bolsillo una barrita de chocolate y la empecé a comer mientras lloraba, al menos algo dulce me entretenía, tenía muy claras las palabras de Jong Hyun, de Shin y de mi director, todos me tenían harta diciendo que estaba gorda, llegué a la conclusión de que todos eran unos estúpidos superficiales, estuve hasta las seis en el baño mirándome al espejo, toqué mis mejillas y hasta me levanté el polo para ver mi abdomen, no era para exagerar, tenía algo de rollitos pero no era para tanto, miré mi reloj para finalmente ver la hora de salida, sonreí y salí, una nota estaba en mi escritorio.
“Discúlpame Hye Sun : ( ”
Sonreí al ver la nota, me parecía dulce y es que Shin si sabía cómo disculparse, bajé las escaleras viendo el noticiero que se emitía en el último piso de la productora a través de los televisores, tomé el tren directo a casa, aun mirando mi celular, esperando que JongHyun me llamase pero fue en vano, pasaron dos horas llenas de angustia y desesperación, en ese trayecto preparé la cena y hasta me di un baño, me amarré el cabello en un moñito y empecé a mirar la televisión mientras comía mi tercer plato de ramen, iba a apagar el televisor para ir a mi habitación cuando la puerta me detuvo, estaba segura que no esperaba a nadie y me sorprendió tanto que sonara a esa hora, caminé arrastrando los pies y me encontré a …
JongHyun-susurré-
¿Podemos hablar? –dijo serio-