Ella me hace Reír by Blossom Komatsu
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Son cada día más cercanos.
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Ino puso todo su dinero sobre la mesa.
Incluso con el negocio, sus misiones y el dinero que la Hoja da a los clanes importantes, como el suyo, a penas llega a fin de mes.
Preocupada, pensó que debería trabajar más.
Ino Yamanaka es de aquellas personas con una ética de trabajo fuerte, que esforzándose y trabajando duro, puede conseguir todo. Ino no teme a trabajar más y más, ella no espera que el dinero le llueva.
- Hija, voy a casa de Yoshino, vienes?
- No mamá, me encargo del negocio.
- Segura?- su madre comenzó a acariciarle el cabello- puede estar cerrado en lo que vuelvo.
- No, no, deja, trabajaré esta tarde, no pasa nada.
- Si quieres...
La señora Yamanaka salió de la casa regalándole una sonrisa a su niña, Ino contestó igual y la vio irse.
Chocó ambas manos con fuerza.
- Hora de ponerse las pilas.
...
Llevaba casi diez horas trabajando.
Ino limpió el sudor de su frente con el dorso de la mano, agotada, y bufó.
Aún le faltaba medio invernadero por organizar.
Plantas, regar, mover, transplantar, peinar, tantas cosas que siente que la vida no va a alcanzar.
- Necesitas ayuda?
Y de repente, el mundo perdió significado y desapareció.
Ino giró la cabeza despacio, con sus ojos iluminándose a la par que notaba quien era su visita.
Su luz, casi la encandila.
Sonriendo como siempre, llenando su mundo de alegría.
Y aquella sonrisa es sólo para ella, rebosante de amor.
Pudo notarlo.
- Naruto...- suspiró enamorada.
- Quieres que te ayude, Ino-chan?
El pecho de Naruto brincaba, estuvo buscándola por toda la aldea para pasar el día (de nuevo) juntos, y el último lugar que imaginó fue la florería.
Más bien, Shikamaru le dijo que podría estar ahí.
- Sí, porqué no?
Ama la bella sonrisa de Ino, tan elegante y dulce a la vez, como la de una reina.
Su reina.
- Genial!
Naruto enfundó dos guantes de jardinero en sus morochas manos y pasó a tomar sitio al lado de Ino, que puso un Ficus en medio de los dos.
- Riega las plantas sin flor y yo me encargo de las de flor.
- Sí, madame!
Es demasiado lindo~
La ternura y, al mismo tiempo, masculinidad de Naruto, la derrite.
No cree aguantar a confesarse.
Secó su frente antes de respirar tranquilo y dirigirse hacia Ino del otro lado del invernadero.
- Ino-chan! Terminé!
La aludida sonrió y fue a observar el trabajo de él, sorprendida que Naruto haya sido tan excelente.
- wow, tienes mano con las plantas.
- Amo la jardinería! Es mi hobby preferido.
- Enserio?
Poco a poco, sienten que sus mundos colapsan para formar uno nuevo.
- Sí! Por eso me encanta venir aquí!
En parte, Ino se alegró de que Naruto disfrute la florería tanto como ella, por otro, sufrió una decepción; creyó que habría posibilidad de que Naruto visitara tan frecuentemente la florería para verla a ella.
Pero sólo es por las plantas.
Y su ánimo decayó otra vez.
- Ino-chan?
- Quieres tomar té?
- Sí!
Hará lo que sea por cambiar tal desventaja.