—Ustedes No Se Llevarán a Mi Hija.
—Supongo que Usted es el... El Prometido del Joven Taylor, ¿Verdad?
—Así es. Y esa niña es legalmente Mi Hija.
—¿Sabe Usted que La Adopción entre dos Personas del mismo sexo Dificultará su juicio, no?
—¿Qué? ¿Y eso qué tiene que ver?
—La Niña Necesita Atención Femenina, Joven.
—Escucheme Muy Bien. — Interrumpió Roger. —Sé Todo Lo que Tengo que Hablar con Mi Hija cuando crezca, Ustedes no van a venir a decirnos que No Podemos atenderla.
—A Menos Que Presente Una Prueba de que Pueda Hacerlo, La Niña que se quedará con ustedes.
Otro de los oficiales entró en el apartamento y sacó a la niña casi a rastras mientras lloraba y llamaba a sus padres.
—¿P-podemos despedirnos? — Preguntó Roger en un mar de Lágrimas. El oficial dudó un poco, pero al final les entregó a la niña, que dejó de llorar en el mismo instante en el que Roger la tomó en sus brazos. —No Llores, Mi Princesa... Iremos por ti, ¿Bien? — La Niña asintió, claramente sabía lo que estaba pasando. —Te Amo, Mi Princesa...
—P-papá... — la Niña extendió sus bracitos hacia Brian, y la tomó cuidadosamente para luego besar su mejilla.
—Te Portarás Bien, ¿Verdad? — La Niña asintió. —Adiós, Mi Amor...
El oficial casi le arrebató a la niña de los brazos, y antes de dejarlos hablar nuevamente, ya estaban en el ascensor, con una pequeña llorando y llamando a sus padres.
—¿Por qué Dejaste que Se La Llevaran?
—N-no Podía negarme... — Roger se abrazó a si mismo y dejó caer más lágrimas por sus mejillas. —L-lo siento...
Brian abrazó a su novio, dejando que llorara en su pecho. —Ya, tranquilo... La Vamos a recuperar.
Roger negó levemente. —No Debí Dejar que se la llevaran...
—Sshh, Está bien... — Brian enredó las piernas de Roger en su cintura y lo llevó a la habitación, se recostaron en la cama y Roger enterró su cara nuevamente en el cuello de su novio y dejó fluir sus lágrimas hasta que la noche llegó con el sueño detrás de ella.
Brian dejó a Roger recostado en la cama, con su respiración calmada y sus pequeños ojos hinchados se tanto llorar. Salió de la Habitación hacia la cocina, se recargó en la Isleta... No podía permitir que alguien rompiera su familia.