Andrea: Sam... ¿Samuel?-empezó a respirar agitadamente mientras miraba a su alrededor asegurándose de que nadie la había escuchado.
Samuel: Beatriz me dijo que has estado llamando todos los días para saber cómo estoy.
Andrea: me alegra escucharte animado-sonrió con los ojos humedecidos-¿Cómo te encuentras?
Samuel: bien, esta tarde me darán de alta... Todo marcha perfectamente, gracias.
Andrea: que bueno escuchar eso...-el silencio se hizo entre ellos y ella suspiró.
Samuel: la vez que viniste a verme me dijiste algo que me dejó desconcertado...-ella tragó saliva-no logro recordar todo lo que hablaste concretamente pero si recuerdo que dijiste que te casabas por el niño, para verlo crecer, ¿Por qué?
Andrea: disculpa que no haya ido a verte, pero después de que Daniel descubriera que fui a verte al hospital y después de que Flavio se fuera de la casa me prohibieron las salidas-ignoró las palabras de Samuel.
Samuel: por favor Andrea, no evadas mis palabras...
Andrea: tengo que colgar, lo siento, Daniel esta al venir y no quiero que me descubra, me alegro de que estés bien Samuel, adiós...
Al otro lado del teléfono Andrea ya le había colgado y Samuel suspiró bajo la atenta mirada de Beatriz a la cual le pasó el teléfono mientras se acomodaba en la cama, nada de lo que pasaba con Andrea tenía sentido y menos aquella conversación, en su cabeza había demasiadas preguntas sin respuestas...
Samuel: cada vez estoy más convencido de que ese niño es mi hijo, Beatriz-ella sonrió ampliamente entusiasmada de escucharle-empiezo a pensar que Andrea estaba embarazada antes de que me detuvieran, que a raíz de mi condena se vio en la obligación de hacerle creer a Daniel que ese niño era suyo para protegerlo de cualquier cosa que le pudiesen hacer si se enteraban de que el niño era mío...
Beatriz: fíjate en lo que hicieron con Irina... en cuanto supieron que ese niño era de Flavio no lo dejaron nacer y acabaron con él-suspiró con tristeza-si llegan a saber que ese niño era tuyo le hubiesen hecho lo mismo.
Samuel: tengo que enfrentarla, necesito saber la verdad, necesito saber si ese niño es mi hijo.
Beatriz: ¿y tú venganza? ¿Seguirás incluyendo a Andrea en ella?
Samuel: primero quiero escucharla... ahora si me interesa saberlo todo, después decidiré si la incluyo o no, hay demasiados frentes abiertos en esta historia, necesito ir cerrándolos-se quedó pensativo-¿sabes? me dijo que Flavio se fue de la mansión...-en ese momento Irina entró por la puerta escuchando perfectamente lo que ambos hablaban sobre Flavio.
Irina: ¿Cómo que se fue de la mansión?
Samuel: Andrea me lo acaba de decir por teléfono...
Beatriz: me parece lo más lógico... al saber lo que su padre hizo con Irina me parece que es la reacción más coherente por su parte.
Irina: ¿lo ha hecho por mí?
Beatriz: estoy segura de ello Irina... -miró su reloj-bueno chicos se me hace tarde y todavía debo resolver un asunto, a la tarde paso por ti para recogerte, ¿Vale?-Samuel afirmó y ella salió de la habitación, caminó hasta su coche mientras cogía su teléfono-necesito que me hagas un favor, si tranquilo, es fácil, necesito que me busques a alguien... Flavio del Junco, necesito saber de dónde está y que hace, por favor, sé rápido.
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Irina se había quedado en la habitación con Samuel haciéndole compañía, ambos se observaban sin saber que paso venía ahora, todo se había desorganizado desde que llegaron a Houston, aquella venganza había perdido el fin desde que se encontraron con sus amores del pasado y supieron que su amor estaba más latente que nunca, ella suspiró sentándose a su lado.
Samuel: ¿Cómo te encuentras?
Irina: he de confesarte que no estoy muy bien, la verdad-se apartó el pelo tras la oreja visiblemente afectada-tengo ganas de saber cómo está, me imagino que no ha sido fácil enterarse de bueno... "eso" pero lo pienso egoístamente y yo lo pasé mil veces peor.
Samuel: entiendo... tal vez nos hemos pasado mucho tiempo juzgando a las personas equivocadas, al final Beatriz tendrá razón ¿no te parece?-él suspiró.
Irina:-su rostro cambió por completo-no sé Samuel, Andrea se casó con otro cuando estabas en la cárcel y ni te vino a ver.
Samuel: sabes que cada vez que ella venía a la cárcel me golpeaban... por eso dejó de hacerlo, por otro lado estoy empezando a creer que se casó con Daniel porque ya estaba embarazada.
Irina: ¿o sea que antes de casarse ya estaba embarazada de él? ¿Y dices que juzgaste a la persona equivocada? No sabría que decirte.
Samuel: de él no Irina... de mí-Irina abrió los ojos-y para evitar que le hicieran abortar al niño, creo que por eso se casó con Daniel.
Irina: ahora entiendo su reacción el día que Flavio supo que perdí un hijo de él... hasta me dio abrazo... me comprendía perfectamente, hubieran hecho con ella lo mismo que hicieron conmigo.
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Andrea miraba al niño constantemente mientras una idea arriesgada rondaba su cabeza, ahora que Samuel estaba del lado de Beatriz era un hombre con poder, tal vez si le contaba toda la verdad sobre su hijo, él la protegería de la agresividad de Daniel, sería la oportunidad ideal que esperó durante 5 años para salir de esa casa, la oportunidad de formar su propia familia al lado del hombre que siempre amó.
Andrea: Sam cariño... -el niño se acercó-mamá tiene que hacer una cosa, ¿vamos a casa de la tía?
Sam: ¡¡SI!!-miró a su perra-¿la puedo llevar conmigo?
Andrea: por supuesto, estoy segura de que Canela echa mucho de menos a Alexandra...-la empleada llegó con la merienda del pequeño-después de que Sam tome la merienda voy a salir, si el señor llegase a llamar o preguntase por mi le dice que fui con el niño a comprar unas cosas para el colegio.
-Si señora.
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Por la tarde Samuel recibía el alta a manos de su doctor, su cabeza estaba bastante mejor después de aquello fuertes golpes, ya se sentía con fuerza para volver nuevamente a la empresa y calcular los daños ocasionados por quien lo atacó, a su vez había programado una reunión con la policía para denunciar los hechos una vez recuperado, se ponía la camisa mientras la puerta se abría.
Patricia: Ignacio esta que echa humo sabes-soltó una risa cerrando la puerta y apoyándose en ella.
Samuel: después de nuestra última conversación no me imagine volver a verte.
Patricia: ya sabes algo más de mí, soy bastante insistente.
Samuel: ¿Qué quieres?
Patricia: por ahí escuche que sabotearon parte de tu producción de vino-él soltó una risa-te dije que Ignacio iba a por ti, te lo advertí.
Samuel: ya lo estaba esperando, no me pillaba de sorpresa-ella se acercó a él.
Patricia: sabes que te convengo Samuel... piensa en mí oferta ¿si?-tomó las solapas de su camisa y humedeció los labios acercándose.
Samuel: está bien... ¿a qué estarías dispuesta Patricia?
Patricia: a todo Samuel... a TO-DO-sonrió de forma picaresca.
Se acercó definitivamente a Samuel e impactó sus labios con los de él mientras su sonrisa era triunfadora, tal vez era buena idea tener a Patricia completamente de su lado para sabotear a Ignacio y una vez que se cansara de ella expondría las pruebas en su contra que demuestran la doble contabilidad de ella y Daniel así como las artimañas de todos sus enemigos.
Andrea había dejado a Sam en casa de Isabella para poder hablar con Samuel en persona, tenía en su mente la definitiva idea de decirle la verdad sobre el pequeño Sam, decirle que ese niño era su hijo, abrió la puerta temerosa por si estaba durmiendo, se asomó levemente y se quedó fría en la puerta viendo a Patricia sobre los labios de Samuel, él mantenía los ojos abiertos por eso cuando la vio aparto a la mujer de sus labios sorpresivamente.
Samuel: Andrea...
Andrea: lo siento, se me olvidó tocar-cerró la puerta de golpe y salió corriendo del hospital, Samuel lo intento pero aquella mujer lo tomó del brazo.
Patricia: es una mujer casada, ¿recuerdas? La mujer del hombre que trato de matarte-dijo con una sonrisa.
Samuel: y tú ¿No te acuestas con su marido?-ella abrió los ojos.
Patricia: ¡eso es mentira! ¿Quién demonios te dijo eso?
Samuel: pues lo sé y punto, pero no me importa-se acercó a ella con una sonrisa y la rodeó de la cintura acercándose a su cuerpo, notó perfectamente como ella perdía el norte entre sus brazos-¿quieres trabajar para mí? Está bien-se acercó a su rostro y de forma seductora olió su cuello-pero procura no fallarme... en el momento que lo hagas te hundo preciosa-la soltó bruscamente con una sonrisa.
Patricia: has cambiado...
Samuel: ya no soy el mismo imbécil de antes, ya deberías darte cuenta.
•
Andrea: ¡Fui una tonta, Isabella!-sollozaba en brazos de su cuñada-estaban ahí, besándose y yo pensando en decirle...-soltó un llanto-que Sam es su hijo.
Isabella: estoy seguro que se trata de una mera confusión, dijiste que cuando te vio la apartó de él bruscamente, a lo mejor esa mujerzuela lo besó sin su consentimiento.
Andrea: ¿y qué?-sus lágrimas desfilaban por su rostro bordeando sus labios amargamente-el hecho es el mismo, se estaban besando Isabella... tiene algo con aquella mujer.
Isabella: si... como también lo tenía con Irina ¿no?-levantó la ceja-me parece a mí que Samuel está jugando con todo el mundo por su dichosa venganza...
Andrea: y no le culpo-limpió sus lágrimas-todo lo que ha sufrido por culpa de todos, no se lo merecía-suspiró-mejor estoy como estoy... si obedezco todo irá bien con Daniel.
Isabella: ¿¡Te oyes!? "si obedezco todo irá bien" Eso no es normal-refunfuñó-¡Sepárate de Daniel de una vez! ¡Vete con Samuel y olvidaros de todo!
Andrea: ya Isabella-suspiró-me voy a casa antes de que llegue Daniel, si no me encuentra...
Isabella: ¿te va golpear otra vez?-interrumpió señalando uno de sus moratones-¿te parece normal eso?
Andrea: Isabella... no me tortures más ¿Vale? Ya fue suficiente por hoy.
•
Flavio ahogaba las penas en un bar, había sido una dura tarde buscando trabajo y una dura tarde más llena de negativas y de puertas cerradas, ya no sabía en cuántas empresas había buscado trabajo, tampoco a cuales podía recurrir, solo sabía que en todas le habían dicho la palabra estrella del momento... NO, suspiró frente a su cuarto licor y sintió una mano en su espalda acompañada de una sonrisa.
Beatriz: me ha costado encontrarte, te mueves rápido-se sentó a su lado y ordenó al camarero algo de tomar.
Flavio: ¿encontrarme? ¿Para qué?
Beatriz: quería conversar contigo, ¿Cómo te encuentras? Me enteré que saliste de la casa de tu padre, me alegro.
Flavio:-resopló con los ojos aguados-si y estoy sin trabajo, sin dinero, sin el amor de mi vida, con el dolor por la pérdida del bebé de Irina y por si fuera poco con una familia que no merezco todo lo que me adora, me siento un mal hombre, más hundido no puedo estar-hundió la cabeza entre sus manos.
Beatriz: yo no creo que lo seas sinceramente...-suspiró-tu hermana y tú tan solo sois víctimas de las manipulaciones y de las órdenes de tu padre, pero para eso estoy yo aquí, por eso te buscaba, quiero que vengas a trabajar conmigo, te quiero en mi equipo.
Flavio: ¿contigo? No... eres la enemiga de mi padre, siempre lo fuiste, además ¿Crees que Samuel estará de acuerdo con esto?
Beatriz: ignora a tu padre, deslígate de una vez de él y claro que Samuel estará de acuerdo... y estoy segura de que Irina estará contenta de esta propuesta-él ladeó el gesto-vendrían con ganas de venganza y justicia pero se están dando cuenta de que se están equivocando, que el verdadero culpable de todo es de tu padre.
Flavio: me gustaría hablar con ella, ha de haber pasado un infierno cuando perdió a nuestro hijo, pero no sé cuáles son las palabras concretas para arreglar todo este desastre que provoqué...
Beatriz: tienes que hablarle desde aquí-tocó su pecho-sé que vuestro amor es sincero y que estáis destinados a ser muy felices...
Flavio: a ella le duele que haya tenido una hija con Isabella y no comprende que la hayamos tenido si supuestamente no hay amor entre nosotros.
Beatriz: son cosas que ocurren Flavio, Isabella es una gran mujer, es lógico que en algún momento de vuestro matrimonio hayáis sentido amor...
Flavio: sí, claro, en algún momento...
Beatriz: bueno... mañana te espero temprano ¿vale?, Samuel también se incorpora y así los dos podréis hablar.
Flavio: puedo preguntar algo-ella afirmó-¿Por qué haces todo esto?
Beatriz: por que sois buenas personas Flavio, y porque sé mejor que nadie que todos sois víctimas de tú padre.
•
Andrea entró por la puerta de su casa, allí se encontró a Daniel con una copa de licor acompañado de una mala cara, él niño venía tomado de la mano de su madre, apenas pudo saludar a su padre cuando vio como este le asentaba una bofetada a su madre, Andrea cayó al suelo de forma inmediata y Canela comenzó a ladrar sin control tratando de echarse a Daniel.
Andrea: ¿¡QUE DEMONIOS TE PASA!?-se levantó del suelo con lágrimas en los ojos.
Sam: ¡No le pegues, papá!-sollozó
Daniel: ¡ME HAS DESOBEDECIDO! ¡HAS IDO A VERLE OTRA VEZ!-el niño incrementó sus llantos escuchando los gritos de su padre hacia su madre-¡CALLATE YA!-al acto el niño frenó sus llantos asustado y se tapó la boca.
Andrea: ¡No le hables así al niño!-se inclinó hacia su hijo-Sam, cariño ve a tu cuarto y llévate a Canela cariño, está demasiado nerviosa.
Sam: no mami, no...
Andrea: hazme casi mi amor, luego voy a tu cuarto ¿sí?-el niño pasó al lado de su padre, este trato de tocarle pero el niño se apartó con recelo-¡No me vuelvas poner una mano encima delante del niño!-bruscamente la agarró de los brazos.
Daniel: te pongo las manos que se me dan la gana ¡PARA ESO ERES MI MUJER! ¡SE PERFECTAMENTE QUE TE FUISTE A VER A ESE IMBECIL OTRA VEZ AL HOSPITAL!
Andrea: ¡Suéltame de una vez!-sollozó-¡ESTOY CANSADA DE TUS MALTRATOS!-se soltó y salió corriendo a la habitación del niño evitando los maltratos de su marido-mi amor...-lo vio sollozando con Canela sobre la cama.
Sam: ¿Por qué papá te pegó? ¡Eso es malo! ¡Papá es malo!
Andrea: Ay Sam... tu padre es una persona muy complicada-lo abrazó tiernamente.
Sam: no mamá, los papas se quieren, no se pegan-sollozó-él te hace mucho daño... No quiero estar con él ¡Le odio!
Andrea: tranquilo hijo-apretó su abrazo-pronto nos iremos de esta casa los dos solitos ¿vale?... aguanta un poquito...