Me considero una chica muy reservada en cuestión a mi vida personal, ya sea laboral, familiar o el estado de mi vida amorosa; Jordan no lo entendía. La habíamos pasado muy bien en el caffé, pero aún así eso no significaba que por tener una buena charla yo iba a querer ser de inmediato su esposa o alguna de esas estupideces. Desde aquel entonces por dos semanas seguidas no paraba de mirarme y de sonreirme. Me incomodaba porque en ese entonces mis sentimientos hacia el eran diferentes a los que el me demostraba. Yo no quería estar en una relación, y nisiquiera buscaba tener un amigo, solo quería tener a mi compañero de trabajo como un compañero de trabajo y listo. Pero el y su persistente actitud no me lo permitirieron.
Nosotros terminabamos de trabajar a las tres de la tarde. Un día, no me acuerdo bien el por
qué, tuvimos que faltar, eso significaba dia libre para mi. Desafortunadamente no tenia en cuenta que Jordan también tenía día libre como yo y que encima sabía la dirección de mi casa.
"DING-DONG" Demonios.
Lo sospechaba desde un principio, pero nunca lo había creido capaz de hacer eso. Abri la puerta y ahi estaba él, con una campera negra y unos jeans, revisando su celular con la mano izquierda.
"Que quieres? Es dia libre, no tienes cosas que hacer?" dije mientras me apoyaba sobre el costado de la puerta
Desvío su mirada de la pantalla del celular "Tu tienes cosas que hacer?"
"No. Es mi dia libre" Mi plan era ver una película y morir de una sobredosis de helado.
"Entonces me acompañas a comprar al supermercado?"
"Ni siquiera hago yo las compras y pretendes que te acompañe?" Las compras del hogar siempre las hizo mi mamá
"Si no es mucha molestia..."
"Bueno, al decir verdad, si es mucha molestia. Tengo cosas que hacer" Estaba por cerrarle la puerta en la cara cuando puso su pie para detenerla
"Dijiste que no tenias nada para hacer" Maldito seas. Odio que siempre este atento a cada palabra que digo. "Son solo un par de cosas y te dejo libre"
"Igual, no tengo ganas de salir. Solo quiero estar en la cama y comer pizza de ayer"
"Te puedo hacer compañía?" Siempre tan atrevido...
"Ni loca"
"Tienes dos opciones, o me acompañas al supermercado o entro a tu casa por la fuerza"
"No te atreverias" Yo a estas alturas lo estaba mirando con mirada desafiante
"No eres tan fuerte como tu piensas, puedo derribarte como a una lampara"
"No sé si tomarmelo como un halago o patearte en la entrepierna..."
"Tengo una mejor opcion"
"Cual?"
"Acompañame al supermercado"
A estas alturas yo ya me había dado por vencida y termin cediendo a su petición.
"Esperame cinco minutos, ahora vuelvo"
"Puedo pasar?"
"No, espera aquí"
Diez minutos después nos encontrábamos en la parada esperando el autobús.
"Qué es lo que necesitas comprar en el supermercado que necesitas de mi compañía?"
"Alimentos"
"Alimentos? Para eso me necesitas? Para comprar alimentos?"
"Nisiquiera sé para que te necesito aún... Pero si se que disfruto de tu compañía" El lado cursi de él siempre me dio risa.
"No me necesitas para nada entonces"
"En realidad si te necesito"
"Para qué?"
"Tengo que averiguarlo" Esas fueron sus últimas palabras antes de que llegara el autobús.
Llegamos al wal-mart y lo primero que hicimos fue hagarrar un carrito de compras. Como es usual, su lado infantil lo llevo a subirse al carrito como si anduviera en patineta.
"Estoy a dos minutos de irme si sigues haciendo eso"
"Lo siento" Se bajó del carrito y seguimos nuestro recorrido.
El supermercado era enorme así que primero dimos toda una vuelta por el primer piso y luego subimos al segundo.
"Qué es lo que precisas del sector de electrodomésticos y muebles?"
"Mi mamá me dijo que debo comprar una tostadora ya que la nuestra sé averio"
"Vives con tu mamá?" Debo admitir que me había picado el bichito de la curiosidad, hacía 45 que estábamos recorriendo el supermercado con el carrito sin hablar de nada serio
"Afirmativo"
"Ahora robas mis palabras?"
"País libre milady. Antes de que fueran sus palabras, pertenecían a otra persona" Siempre tiene algo inadecuado que decir en cualquier situación.
"Como sea, no respondíste a mi pregunta. Vives con tu madre?"
"Si, desde que tengo uso de razón"
"Nunca viviste sólo?"
"En mis primeros dos años de Universidad compartía un departamento"
"Con quién?"
"Estoy loco o estás muy curiosa por saber de mi vida privada?"
"Estoy tratando de tener una conversación" en ese momento recuerdo que me había puesto roja como un tomate "En ese pasillo están las tostadoras. Vamos"
Nos dirigimos a la parada del autobús y yo llevaba 2 bolsas mientras que Jordan llevaba una bolsa y la tostadora.
"Vivía con mi novia"
"Disculpa?" No comprendía.
"El Departamento. Yo conviví con mi ex-novia los primeros dos años de universidad"
"Por qué rompieron?"
"Le dije que iba a dejar la carrera, y que me iba a dedicar a mi verdadera pasión que es la música"
"Y qué dijo?"
"Me dejó. Un día estábamos cenando en nuestra mesa, a la luz de las velas y al otro ella tenía sus maletas en la puerta. Creo que esa cena fue la calma antes de la tormenta" No sabía que decirle, notaba un poco de anhelo y tristeza en sus ojos. Nunca había hablado con alguien sobre cosas tan íntimas, no soy buena dando consejos.
"Lamento que hayas pasado por eso. Yo por ahora tengo mi mente y mi corazón intacto"
"A que te refieres?"
"Me refiero a que soy muy joven como para andar por la vida llorando por alguien. No me gusta sufrir, y menos por gente que no vale la pena"
"Eso es porque aún no te has enamorado..."
"Quién te dijo que no me he enamorado o no estoy enamorada?" Se hizo un silencio hasta que el autobús llegó.
"Así que... Este es el adiós" estábamos en la puerta de mi casa, yo le entregué las bolsas.
"Hasta el Lunes"
"Lo dudo mucho... Es oficialmente el adiós"
"De que estás hablando?" Yo lo miraba con cara extraña, como si él estuviera hablando en chino.
"Renuncié"
"Por qué?" Creo que casi lo había gritado.
"No es para mi. Como te dije anteriormente, lo mío es la música"
"Dejarás todo y formarás una banda?"
"No"
"Entonces que tienes en mente" A estas alturas ya me estaba enfadando.
"Only time will tell"
"Así que no sólo hablas italiano sino que también hablas inglés... Todo un bilingüe" Eso fue lo más estúpido que dije en mucho tiempo.
"Trilingüe. También hablo español. No lo olvides"
"Como sea... Entonces, te vas?"
"Sip"
En ese momento me sentí mal, porque por más que lo conociera hace poco congeniabamos muy bien. No discutiamos tanto y nuestras conversaciones eran variadas y entretenidas. Así que me arriesgué y me tiré al río.
"Mira... Se que no nos conocemos hace mucho, pero entiendo tu situación. Créeme, te lo dice la chica que quería ser cantante"
"Aún puedes ser cantante si lo quieres"
"Lo quiero. Pero no sirvo para eso"
"Cantas mal?"
"Si"
"Muy mal?"
"Digamos que un gato en celo es Mariah Carey comparándolo conmigo"
Y el río. Y yo reí. Y nos miramos a los ojos, yo no podía mover mis ojos de los suyos, y el tampoco parecía poder mover los suyos de los míos.
"Quieres que te de... Mi... Número?" Creo que esa fue la primera y últimas vez que le dije eso a un chico.
"Claro" Sacó su celular "Dime"
"Pasamelo, lo agendo yo"
"Como en high school musical?" Me sorprendi al escucharlo nombrar high school musical, es un chico, los chicos no ven esas cosas
"En high school musical hicieron eso?" Estaba aún más sorprendida porque lo había olvidado por completo
"Si, Gabriella y Troy, en la fiesta de fin de año"
"Uugghh, odio envejecer" Agende mi número y le entregué su celular "Cada día me olvido más de las cosas de mi adolescencia"
"Suele pasar" el me miró a los ojos con un poco de tristeza
Hubo un silencio y posteriormente la despedida.
"Bueno, espero que salga todo bien con respecto a tus 'ambiciones musicales'"
"Gracias. Fue un placer haberte conocido"
"Lo mismo digo" Yo aún no quería que se fuera "Pero eso no significa que no nos volvamos a ver... Tienes mi número"
"Si... Lo sé, pero... Supongo que estaré ocupado y se me hará difícil comunicarme contigo"
"Oh, bueno, está bien" yo me sentía un poco avergonzada por dar por obvio que iba a querer comunicarse conmigo "Es el adiós entonces"
"Abrazo de despedida?" El me esperaba con los brazos abiertos. Yo no me resisti "Quiero que sepas que te aprecio"
"Yo también he llegado a apreciarte" me sentía nerviosa y al mismo tiempo triste
Me quedé en la entrada de mi casa viendo como se alejaba bajo la lluvia con las bolsas de supermercado en una mano y en la otra un paraguas negro.