Daegu
Mansión de los Min
Yoongi se encontraba en su habitación mirando hacia el jardín trasero, aunque no recordaba todo con exactitud, tenía memorias sobre aquel lugar. Su madre solía llevarlo hasta allí para que pudiera observar las flores y los árboles, Yoon al ser pequeño y tierno su madre creía que sería un hermoso omega, grande fue la sorpresa cuando se enteró de que su amado primogénito era un gran alfa temido por muchos forasteros y también por muchos otros Alfa Líder.
— Suga, tu padre te espera abajo para despedirse. Nos iremos hoy en la noche a Seúl. — su madre se acercó caudalosamente hasta la habitación.
Después del accidente y secuestro de su omega, Yoongi había empezado a actuar muy posesivo y sobre-protector, no dejando que absolutamente nadie tocará a su omega. Algunas veces tuvo que ser calmado por su propio omega cuando se ponía demasiado agresivo, mayormente pasaba cuando algún alfa se acercaba.
— Bajaré en un instante. — Yoongi volteo a ver a su madre sonriendo como casi nunca lo había hecho.
— Está bien... Hijo, yo... — su madre no sabía cómo decir aquello, habían pasado tantos años. -- Lamento haberte dejado solo, nunca pude estar en paz con ello, ahora que veo que tienes a un hermoso omega que te ama puedo irme en paz...
— Pero volverán en unas semanas, ¿Por qué te despides?. — Yoon la miro extrañado.
— Lo sé, solo quiero que sepas que te amo Suga.
Yoongi sonrió al recordar aquel apodo tonto que le había puesto su madre, ella decía que él era tan dulce, tierno y pálido que parecía un cubito de azúcar, pero el pequeño al no poder pronunciar sugar él decía Suga, por lo que se quedó con aquel apodo toda su vida. Aunque muy pocas personas se lo decían.
El alfa se acercó hasta donde su omega dormía y acarició sus hermosas mejillas logrando que Jimin despertara.
— Alfa mío, ¿Qué sucede?. — dijo somnoliento y el alfa de Yoongi se regocijaba al escuchar aquellas palabras de su omega.
— Tenemos que bajar a despedir a mis padres, amor. — Jimin asintió parándose de la cama y arreglando su ropa para verse algo presentable.
Bajaron hasta llegar al comedor observando que sus padres ya se encontraban allí con maletas listas, Yoongi frunció el ceño al ver tantas maletas.
— Creí que solo se irían un par de semanas. — espetó molesto.
— Sobre eso, hijo. — el viejo alfa se acercó hasta su único hijo. — Yo y tu madre nos iremos a vivir a Seúl, tú has madurado bastante y nos dimos cuenta de que ya es hora de que seas tú el que lleve las riendas de Daegu por tu propia cuenta al lado de tu omega.
Yoongi miro a su padre con un brillo en los ojos, había esperado tanto tiempo para que su padre lo aprobará totalmente, hace unos años aquellos dos discutían sobre todo lo que tenía que ver con Daegu jamás dejándole tomar una decisión por su propia cuenta, pero, en aquel momento podía ver el orgullo de su padre hacia él algo que lleno su corazón de mucha alegría.
— Gracias padre.
Después de varios años los dos se dieron un abrazo tan sincero y lleno de cariño, al parecer Yoongi había esperado demasiado para algo como eso y ciertamente el padre también a pesar de haber sido una mierda de padre muchas veces él amaba a su hijo y estaba más que orgulloso del alfa que se había convertido.
— Minnie, cuida de nuestro hijo ¿Sí? — hablo Yang queriendo abrazar al pequeño Park, pero el omega se escondió detrás de Yoongi.
Su alfa odia aquello, si bien él no quería que nadie se le acercara, no le gustaba ver como Jimin había quedado algo traumado después de lo que paso. El omega, si bien antes no permitía que ninguna persona lo tocará, ahora él llegaba a entrar en pánico cuando alguien se acercaba demasiado a él, solo podía ser calmado por su alfa, ya que era la única persona que podía tocarlo.
— Lo siento Minnie no quise asustarte. — hablo la madre algo apenada.
Jimin solo asintió por encima del hombro de su alfa aferrando sus pequeñas manitas a su espalda. Yoongi trato de tranquilizar al omega abrazándolo y posando su cabeza en su cuello para que oliese su aroma y se estabilizara.
— Bueno, creo que es hora de irnos. — esta vez fue el padre quien hablo.
Después de un momento despidiéndose de todos en aquella mansión, los esposos Min se retiraron del lugar tomando su tren hasta Seúl. Luego de tanto tiempo separados el uno del otro los dos estaban más que felices de poder pasar los años que les quedaban juntos y felices.
— Yoonnie. — hablo Jimin acercándose a su alfa que tenía el ceño fruncido. — ¿Estás enojado conmigo?
No recibió ninguna respuesta de su alfa, Jimin se encogió en su sitio sintiéndose incapaz de acercarse a Yoongi.
— Rechazaste el abrazo de mi madre. — hablo el alfa muy angustiado, Jimin solo agachó la mirada... su alfa estaba enojado.
— Lo lamento... yo no pude, no es mi culpa... — Jimin trataba de no llorar.
— ¡CLARO QUE NO!. — grito Yoongi haciendo que Jimin retrocediera asustado.
El omega empezó a llorar en silencio, se sentía culpable de lo que pasaba, él había quedado con secuelas después de su secuestro, pero no creía que fuese tan molesto para su alfa, no quería ser una vergüenza para él. Yoongi se dio cuenta de que había hecho llorar a su omega y trato de acercarse para calmarlo, pero fue rechazado por Jimin quien retrocedió muy rápido para que no lo tocará.
— Jimin... — susurro el alfa dolido.
Había hecho que su omega temiera también a la única persona en la que confiaba y eso lo hizo sentir como una mierda.
— Mochi, lo siento amor no quise gritarte. — Yoongi se acercó un poco.
— Es-está enojado. — sorbió su naricita con la mirada gacha. — Mejor me voy a mi habitación esta noche Líder Min.
Eso término de romper al alfa, Jimin había vuelto a hablar como lo hacía cuando era su sirviente. Se odió a sí mismo por el poco tacto que tenía al hablar, haciendo que muchas veces sonará enojado cuando en realidad estaba frustrado, sí... frustrado porque no sabía qué hacer con el creciente miedo de su omega.
Jimin fue hasta su habitación y se encerró en ella, se tiró en su cama y se metió dentro de las sábanas envolviéndose como un pequeño tamalito. Se había quedado en esa posición por varias horas llorando en silencio, se había convertido en un omega inútil y se sentía peor al darse cuenta de que su alfa no había tratado de impedir que se fuera.
— Ya no me quiere. — susurro dolido.
En realidad Yoongi no quiso insistir aquella noche por temor de que su omega se asustará aún más, él conversaría con el pequeño mañana para arreglar las cosas.
Jimin seguía allí llorando sin control, no quería que su alfa lo cambiara por nadie. El omega amaba demasiado a Yoongi y odiaba la sola idea de que lo cambiará por alguien más hermoso y menos traumado que él. No iba a permitir eso.
Salió de un salto de su pequeño caparazón limpiándose las lágrimas y salió corriendo a la habitación de su alfa.
Al llegar a la puerta no se molestó en tocar ni nada, entró rápidamente al cuarto y corrió hacia los brazos de Yoongi quien lo recibió gustosamente.
— N-no me dejes por-por favor. -- lloraba Jimin en el hombro del contrario. — Se q-que no soy el más her-hermoso y estoy defectuoso ahora pe-pero... no me dejes.
Yoongi no pudo evitar llorar ante las palabras de su Mochi, él jamás podría cambiarlo por nadie. Amaba a aquel omega con toda su alma y jamás podía dejarlo ir, abrazo con todas sus fuerzas el débil cuerpo de su omega y beso varias veces en su rostro húmedo.
— Jamás te cambiaría amor... te amo más de lo que te imaginas y no es únicamente porque seas mi predestinado.
Jimin limpio su naricita y miro a su alfa. — ¿Tú me hubieras amado así no fuera tu destinado?
— Tenlo por seguro amor, predestinado o no, te amo.
Jimin sonrió como solo él podía hacerlo aferrándose mucho más fuerte a su alfa, esperando jamás tener que separarse de él.
♥♡♥♡♥
¿Qué sería de la historia sin un poco de drama?
Estoy curiosa sobre algo, ¿quién es su bias?
El mio es Namjoon ♥