Louis miró a su alfa de forma extraña, quien estaba sentado al borde de la cama con la mirada agachada.
— ¿A qué te refieres? —el omega se estaba empezando a impacientar, usualmente no era de así pero quería saber de una vez que era lo que perturbaba a su alfa y si podía ayudarlo en algo.
—Es complicado —murmuró Harry— Sabes que en estos últimos años, los humanos están desesperados por igualarnos y al no conseguir nada, nos ven como una su amenaza principal y tenemos sospechas muy claras de que quieren atacar Skëiden —el alfa sintió el miedo del omega— Eso es lo que el beta infiltrado informó, por lo que Frederick ordenó que todos los alfas... absolutamente todos o al menos los que pasen los diecisiete, puedan unirse al ejército que está formando y —suspiró pesadamente— pelear por el país o al menos resistir hasta que los humanos se retiren, así ganaríamos un plan de tratado de paz obligatorio pero Liam mencionó que utilizarán varias armas y algunos tanques por lo que también tendremos que estar prepar-
—¿Cómo? espera ¿invadirnos? ¿Tanques? —Harry se mantuvo callado entendiendo que a Louis le podía costar procesar la difícil situación— ¡Harry! No puedes ir, Elliot tiene solo tres años y él... —a Louis se le estaba cortando la voz— ¿Si te pasa algo? ¡Te juro que si eso sucede, mataré a Frederick, me importa una mierda si es el major! Y ¿Alfas de diecisiete años? ¡Son solo niños! ¿Cómo Frederick puede pensar en tan solo mandarlos allá? ¡Harry, estamos hablando de enfrentarnos con los humanos, no son fuertes para nada pero hay armas que lo son! ¿Qué hay de sus familias? ¿Que-
—Los menores de edad pueden rechazar la oferta pero se les dará una buena cantidad de dinero al ayudar en la guerra, por lo que difícilmente rechazarán la oferta. Sobre sus familias, ellos pueden acompañarlos viviendo momentáneamente en el centro de protección en el norte de Skëiden, en donde se les entrenará; pero los familiares de los alfas y betas mayores de edad, si no están esperando un bebé, pues... deben quedarse aquí.
Con todo explicado Louis estaba experimentando el miedo y la angustia de Harry, teniendo en mente que su alfa se enfrentará con humanos y sus extrañas armas con tanques, que no solo pueden herir a su alfa si no llegar a matarlo también.
Harry al escuchar que su omega no diría nada, decidió continuar.
—No sabemos con certeza qué clase de nuevas armas pudieron crear los humanos pero...es posible que esta no sea una batalla limpia, aunque eso ya lo vamos a hablar con todos los alfas y tomando opiniones sobre las estrategias de batalla.
—¿Qué hay de las alianzas con los países vecinos? También son de nuestra raza —El omega dio un buen punto
—Frederick se encargará de eso pero lo ve difícil —explicó ocasionando que el omega lanzara un gruñido.
Louis se negaba.
No quería que Harry se vaya y pelee con esos humanos invadidos por la envidia de no ser la única raza en el mundo. No quería que Harry sea lastimado. No quería sentir que su lazo desapareciera si su Alfa moría. No quería que Harry en un acto de protección, se sacrificase como lo hizo su Bisabuelo.
Sin darse cuenta, las lágrimas caían de su rostro, apretando los dientes para no sollozar.
El mayor al ver las lágrimas de su pareja, se levantó y envolvió a Louis con sus brazos.
—Es una pesadilla —sollozó el omega— No es real.
«Toma estos meses como un descanso, mientras intento averiguar más sobre la situación»
«¿Meses de descanso para despedirme?»
«Solo pasa tiempo con ellos antes de partir, Harry»
Louis sin levantar la mirada agarró con fuerza la camisa de Harry, quien sin poder evitarlo también estaba llorando.
Era seguro que habrá heridos y fallecidos.
Se quedaron abrazados hasta que al menos el omega dejara de sollozar.
—Si algo me llega a pasar-
—No...
—Escúchame Lou, por favor —pidió sintiendo la cabeza de su pareja asentir— si algo me llega a pasar, es posible que Frederick te ofrezca la vacuna de desligue, lo vas a recibir.
La vacuna de desligue eran usados mayormente en personas que perdieron a su pareja enlazada, aunque estos eran aplicados mensualmente por el motivo que el lazo de una pareja predestinada es muy fuerte. Estas dosis contrarrestan el dolor que podría sufrir la persona en la perdida. Si esta dosis era dada a una persona que mantiene lazo aún con su compañero con vida, lo único que sentirá es la pérdida momentaria del vínculo, lo que significa que no sentirá la conexión ni las emociones de su otra mitad, ni cuando esta fallezca.
—Por Elliot, Louis, por favor —su voz se quebró.
Si el alfa moría, Louis no lo soportaría. Ya se preocupaba bastante cuando Harry hacia sus misiones pero esto era un caso totalmente distinto. Era imposible que algún alfa o humano saliera ileso.
El más bajo asintió nuevamente, incapaz de hablar por el nudo en su garganta.
—Llamaré todos los días cuando no esté ocupado para hablar contigo y con Elliot. —El alfa cerró los ojos y besó la frente del ojiazul.
Harry tomó la mano de Louis y lo llevó a la cama, en donde se acostaron y abrazaron sin hablar, disfrutando el tacto del otro hasta que Louis por la comodidad se quedó dormido.
Harry lentamente sacó su celular de su bolsillo y miró la hora. Faltaban 3 horas para que su cachorro saliera de clase, por lo que programó una alarma con bajo volumen para que solo él lo escuchara, colocó su celular al costado suyo y se dispuso a descansar un rato.
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Luego de lavarse la cara y tomar sus llaves, condujo hasta la escuela en donde se encontraba Elliot. Harry sabía que ahora le tocaba hablar con él sobre el tema, obviamente omitiendo algunas partes.
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El alfa localizó a su pequeño corriendo hacia él, por lo que se arrodilló y lo elevó para cargarlo.
—Mi cachorro, ¿Cómo estuvieron tus clases? —se dirigió hacia el auto con Elliot en brazos.
—Me dieron una estrellita por responder una pregunta que ningún compañero más sabía ¡mira! —señaló un sticker de una estrella con carita sonriente en su frente.
—¡Excelente, bebé! —mostró alegría— Cuando volvamos a casa, se lo enseñarás a papi para que también se alegré, ¿no? —arregló a su pequeño en el asiento trasero con el cinturón puesto.
—Sí, papi se va a poner muy feliz —mencionó mientras Harry subía al auto y encendía el auto.
En el recorrido el mayor miró a su hijo por el retrovisor, quien sentado estaba mirando la ventana y decidió que era el momento perfecto.
—Elliot
—¿sí, papá?
—Voy a tener que volver a mi trabajo —Elliot lo miró con ojos inocentes y curiosos.
—Pero acabas de regresar a casa —confundido miró a su padre.
—Lo sé, me quedaré unos meses contigo y con tu padre pero tendré que volver luego de eso — hizo una pausa para suspirar— y tendrás que prometerme algo, Elliot.
Vio a su hijo asentir.
—Cuidaras a tu padre, no le causes muchas travesuras, siempre hazle caso y dormirás junto a él cuando me vaya ¿Está bien, Elliot? se harán compañía —observó a su hijo mirarlo con seriedad y asintiendo con seguridad, como recibiendo una misión importante.
—Sí, cuidaré a papi y protegeré también a papi, confía en mí, papá —sonrió a su hijo, quien puso una mano en forma de saludo militar.
—Gracias, mi niño.
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Una vez en casa, Elliot corrió hacia las escaleras en dirección a la habitación de sus padres para enseñar su estrellita a Louis, quien estaba aún durmiendo.
—¡Papiii! ¡papiii! ¡mira, me dieron una estrellita en mi salón! —dijo Elliot saltando en la cama no sin antes haberse quitado sus pequeños zapatos.
Louis abrió los ojos todavía irritados por las lágrimas y se sentó para observar lo que su hijo animadamente quería mostrarle.
—¿En serio? —abrazó a su hijo para mantenerlo quieto y poder mirar el sticker de estrella— ¡Mi bebé consiguió una estrella! —besó a su hijo en la frente, cachetes y nariz varias veces mientras su cachorro reía.
—¡Papi, me llenarás de baba! —Elliot siguió riendo.— ¡Papá! ¡ayudaaa, papá!
Harry estaba riendo desde la puerta de la habitación.
—¡Ahí voy! —avisó mientras se colocaba a un costado de su cama y llegando hacia Louis para hacerle cosquillas, haciendo que su hijo haga lo mismo.
—¡Trampa! ¡Son dos contra uno! —Louis reía mientras volvía a tener lágrimas en sus ojos, pero esta vez de risa por las cosquillas.
Así pasaron su tarde, con risas y viendo una película en familia como prometió Louis a su pequeño.
Querían olvidarse por completo de los problemas externos hasta que llegara el momento.