– ¿Qué harás cuando el juez te pregunte si te declaras culpable? –El abogado de la defensa miraba frustrado como por doceava vez su defendido se inclinaba hacia la derecha, sentado en aquella silla fría de la sala de visitas de la prisión donde se encontraba, como si esperase a alguien más, alguien que no le visitaría probablemente jamás, para sacarlo de sus alucines, lo agito por el brazo, el chico dirigió entonces su mirada oliva al abogado.
– Diré que soy culpable y pediré que me sentencien a la pena de muerte –Expuso el menor, el abogado solo se limpió el sudor que tenía en la frente, estaba molesto, harto, deseaba renunciar, pero su motivo para seguir en la defensa de aquel omega era por algo más profundo, porque sabía que aquello debía tener un motivo más que el solo asesinar y ser libre, no obstante el omega se aferraba a su idea de ser libre obteniendo un castigo.
– Escucha Huaisang, debes dejar de pensar que la justicia te castigara por un delito que a leguas, está más que claro que tú no cometiste...
– ¡Me canse de repetírselos, yo lo mate, yo le clavé el cuchillo más de treinta veces, sentí su sangre sobre mi cuerpo, sentí su vida escapándosele, dejen de pensar que un omega no puede asesinar a su alfa, dejen de menospreciarnos! –Grito el menor interrumpiendo al abogado por cuarta vez ese día.
– ¿Entonces cómo explicas que la casa estaba en condiciones deplorables, como si hubiesen entrado a asaltarlos?, hacían falta objetos de gran valor, incluso Ruohan niega que hayas sido tú el causante de todo –Alegó el abogado, la mirada de sorpresa del menor le alertó, si seguía por ese camino, probablemente podría obtener aquella declaración que le librara de estar más tiempo en prisión.
– ¿Qué objetos faltaban?
Aquella mañana de domingo, a la mansión de Fengmian, llegaron visitas inesperadas, dos automóviles negros se estacionaron en la acera de enfrente, de ellos bajaron entre cinco y seis personas respectivamente, una mujer iba con ellos, mientras que el resto eran hombres ataviados con trajes elegantes de color negro y gafas oscuras, uno de ellos abrió el portón de metal, casi enseguida, notaron a Jiang Cheng durmiendo en el suelo, cerca de la perrera y cubierto por una apenas, delgada cobija; La dama se acercó deprisa, preocupada, esperando que el frío de la noche no le hubiera afectado demasiado al jovencito.
– Señorita YanLi ¿Quiere que llame a una ambulancia? –Cuestionó uno de los sujetos, la mujer se negó, con cuidado se quitó su abrigo, colocándolo sobre el chico, quien al sentir aquel pesado objeto sobre su cuerpo, se despertó despacio, abriendo sus ojos con pesar, apenas pudo, se enfocó en la persona cuya sombra le bloqueaba la luz del sol, mirando aquella sonrisa que reconoció de inmediato, y por lo tanto, se abrazó a la mujer con fuerza.
– ¡Hermana! –Exclamó el menor, emocionado por verla de nuevo, la mujer sonrió un poco, acariciando los cabellos de aquel, los hombres les rodearon al escuchar que la puerta principal de la mansión se abría.
– ¡¿Por qué hay tanto escándalo tan temprano? ¿Quién diablos son ustedes?! –Grito Su She, miro a una mujer cerca de Cheng, por lo que dedujo que se trataba de la hermana mayor del omega, se sonrió divertido –Así que tu hermana omega también vino a recibir su castigo, ¿Eh? –Cheng estuvo a punto de levantarse a golpear al chico, mas su hermana lo sujeto y lo abrazo fuerte, ayudándolo a levantarse, los hombres se acomodaron frente a los chicos para que aquel muchacho no intentara acercarse más a ellos.
– ¡Dile a Jiang Fengmian, que me llevare a mi hermano, que puede destruir su propia vida como desee, pero no permitiré que destruya la libertad y la vida de mi hermano! –Exclamó YanLi, Su She comenzó a reírse divertido de las palabras de la chica.
– ¿En serio crees que mi padre los dejara irse solo porque si?, ese omega que abrazas es mio, lo volveré mi perra y no podrás hacer nada para evitarlo, los omegas como ustedes solo sirven para abrirle las piernas a los alfas como yo –Uno de los hombres de la chica se acercó a Su She, a quien solo le bastó echarle una mirada para salir huyendo del lugar, cerrando de un portazo la puerta.
– ¡Vámonos, anda, apura! –Expreso la chica, halo a su hermano hacia uno de los automóviles, subiéndolo a prisa; Fengmian salió corriendo de su hogar, sin embargo, solo pudo quedarse de pie en la carretera mirando como ambos vehículos se alejaban de su persona, sintiendo como su corazón era estrujado lentamente, la sensación de culpa le invadió, recordando en ese momento las últimas palabras de su amada esposa Ziyuan, sabiendo ahora, que seguramente jamás volvería a ver a sus hijos, a aquellos niños cuyo único delito fue nacer siendo omegas.
– Déjalo, el mocoso volverá en cuanto comprenda que no puede vivir bajo el techo de un alfa como Zixuan, además su celo despertara en cuanto menos lo espere –Dijo Lingjiao, abrazo como ya era su costumbre, al hombre, colocando las manos sobre el pecho de aquel y haciendo presión, para que aquel sintiera aquellos dos bultos oprimiéndose ligeramente sobre su espalda, recargo su cabeza en el hombro de Fengmian y sonrió gustosa, aprovechando que nadie más le miraba –Lo siento, Ziyuan, pero mi hijo merece todo –Pensó, Su She por su parte, se hallaba mirando la habitación de Jiang Cheng, toda aquella alcoba tenía ese aroma elegante, feromonas delicadas pero varoniles, nada en la habitación parecía diferente a su imaginación, después de todo, su obsesión por el menor de los Jiang se acrecentaba cada día que pasaba, fingir ser su hermano solo para poder acercarse a él.
– Volverás, yo lo sé, vendrás arrastrándote a mí en el momento en que Zixuan te tome, después de todo, los malditos omegas solo sirven para abrirse de piernas para nosotros los alfas –Musito, tiro un portarretrato donde se hallaba la fotografía de la madre del menor de los Jiang, después de hacerlo, salió de la habitación, dando un ligero portazo.
– A-Cheng, te quedaras aquí con nosotros, Madame Jin aceptó tomarte bajo su cuidado –Expresaba YanLi muy animada, se notaba que era feliz en aquella casa, después de todo, la dueña de aquellas tierras era de una prominente fortuna y abolengo pero no solo eso, en su tiempo, hubo tenido una amistad casi fraternal con la madre de ambos chiquillos; La joven condujo a su hermano por los senderos de roca del jardín, los rosales y las flores de aquel sitio parecían darle una maravillosa bienvenida al menor, así mismo, una sirvienta ya les esperaba en una pequeña pérgola de madera con vides colocadas a modo de adorno, dentro una mesa delicada de también madera, servida de un delicioso desayuno, y en donde se hallaban dos personas bebiendo té.
– YanLi, adelante, mi querida niña –Expresó Madame Jin, la hermosa dama sonrió al ver a Jiang Cheng, se levantó y caminó hacia el chico al que de inmediato abrazo – ¡Bienvenido a tu nuevo hogar, mi dulce Cheng! –Le dijo amablemente, le guió hasta el comedor donde poco después los cuatro comenzaron a desayunar en familia, Madame Jin contaba anécdotas viejas en donde la madre de ambos chicos compartió momentos maravillosos con la dama, por primera vez, durante el tiempo que Jiang Cheng tenía sin su madre y desde que Fengmian se casó con Lingjiao, su desayuno había sido tranquilo, aunque claro, el solo hecho de ver a Jin Zixuan al lado de su hermana, seguía provocándole molestias, después de todo aquel joven, con la nada despreciable edad de veinte años, se había atrevido a llevarse a su hermana, quien era cuatro años menor que aquel –Deberemos encontrarte un benefactor, WanYin, dado que YanLi es aún menor de edad, Zixuan no ha realizado el ritual apropiado con ella, por lo que deberemos evitar que tu celo se descontrole en algún momento –Expresó la mujer apenas se llevaron los platos del desayuno y Zixuan se llevó a YanLi para seguir con la planeación de su boda, el menor temió que su estancia en aquel sitio trajera problemas justo al escuchar la palabra benefactor, él ya comprendía a qué se refería la dama; Un benefactor para los omegas era algo parecido a un donador de esperma en un banco de salud reproductiva, por lo que solo escuchar aquello le revolvió el estómago... ¿Tener un benefactor con tan solo trece años era tan difícil de sobrellevar?, la respuesta era sí, no solo significaba depender de la esencia de un alfa donante, sino de tener que sobrevivir humillándose a untar aquel líquido sobre su cuerpo antes de un celo y durante aquel proceso indignante de un omega.
– Será mejor entonces... si vuelvo a casa –Musitó el menor.
– ¡No puedes regresar con Fengmian, te obsequiaría al primer alfa bastardo que vea! –Expuso la mujer preocupada por el bienestar del chico –No te pido que aceptes al protector, solo te pido que al menos, lo consideres, sé que suena humillante, pero es la única manera de que Zixuan no te haga daño cuando tu celo llegue, recuerda, no eres el único omega en esta casa y YanLi tampoco lo era, pero dado que mi hijo la ama, es capaz de irse de la casa cada que el celo le llega, lamentablemente, mientras estén planeando la boda, Zixuan no puede irse de la mansión.
– En ese caso, Xichen puede ayudar a mi hermano –YanLi se acercó a ambos, había regresado para entregarle algunas cosas a Madame Jin –Es bien sabido que la marca dominante que los Lan ejercen sobre sus omegas, es más eficaz que la marca de la esencia de un protector al azar, además también se sabe que la marca de los Lan es removible gracias a su legado como alfas origen.
– La remoción de la marca de los Lan es solo una leyenda, incluso aunque fuera cierto, nada garantiza que Qiren acepte hacer eso con uno de los suyos, la pureza de su sangre es importante para su familia –Rebatió Madame Jin, le preocupaba más el hecho de que el anciano abuelo de los Lan se negara a ayudarles pues no quería que ambos chicos sufrieran de nuevo el ser maltratados por un alfa, ella mejor que nadie sabía lo que era sufrir el desprecio de aquella raza, pues durante su juventud había pasado lo mismo con su primer esposo.
– Xichen no es un alfa como los demás, sé que su sentido común y su modo de ver a los omegas es distinto al de otros, si se le pide ayuda para A-Cheng, no se la negara –Dijo la chica de nueva cuenta, tomando la mano de su hermano –Escucha, A-Cheng, te amo mucho y quiero protegerte, no te iras de mi lado y tu celo no será problema para nosotros, ¿De acuerdo?, así que quítate de la cabeza esa idea tonta de volver con papá.
– No quiero volver con él, pero tampoco deseo atar a Xichen a mí solo por mi bienestar, será mejor si solo busco un sitio donde quedarme –El menor se levantó de su asiento –Agradezco mucho sus atenciones, sin embargo, creo que no se podrá seguir de este modo.
– ¡Suficiente, déjate de tonterías! –Exclamó Madame Jin, lo sujetó del brazo y le hizo seguirla hacia la segunda planta de aquella mansión, mostrándole al poco rato una habitación completamente adaptada para él, así como varios cambios de ropa que de lejos se veían caros y que no eran del todo su talla, más el detalle que la mujer había hecho al comprarlos, era evidente –Cheng, no te vi crecer en el vientre de tu madre como para dejarte a tu suerte ahora que me necesitas, esta casa es tuya también y no importa que, hallaremos el modo de que puedas y seas feliz, ¿Entendido?
– ¡Lan Zhan! ¿Has visto a Cheng cheng? –Cuestiono Wei Wuxian al menor de los jades, aquel caminaba apresurado hacia su colegio, ese día iba solo, lo que le causó gran curiosidad al más pequeño –¿Y tu hermano? ¿No me digas que se fugó con Cheng cheng? –Lan Zhan lo sujetó por el brazo y le llevó a la plaza del pueblo, donde le hizo sentarse en una de las bancas –Iré tarde a clases pero que importa, la primera siempre es la más aburrida –Pensó entusiasmado por estar unos minutos más al lado del Lan.
– ZewuJun se quedó en casa auxiliando a abuelo Qiren –Respondió el Lan, miro al entusiasmado chico sonreírle tontamente –¿Hay algo más que quieras preguntarme?
– No, de hecho, sé lo que debo saber gracias a la escuela, además no es como que sienta curiosidad por la vida de un alfa que conozco o su familia –Musito intento hacer que el Lan le respondiera de ese modo, todas las dudas que pasaban por su cabeza en esos momentos, también no podía negar que la cercanía del menor de los jades le alegraba –Me he estado preguntando ¿Qué cruzara por la cabeza de un alfa como tú, para haber elegido a un beta como yo para casarse?
– Tu segundo genero aún no se manifiesta, no deberías pensar que eres un beta aun, en todo caso, no necesito que seas omega, alfa o beta, solo quiero que seas tú quien pase el resto de su vida conmigo...
– ¿Aun cuando tu destinado llegue? ¿Qué pasará si el omega que te corresponde llega y te dice que es el destino, que deben estar juntos? ¿Cambiarías esa vida de felicidad asegurada solo para estar conmigo incluso sabiendo que no podría darte hijos si es que llegó a ser un simple beta? –Interrogó el menor, el jade por su parte asintió como respuesta, Wei Wuxian miro el cielo unos minutos –Nunca conoció a un alfa que deseara negar su destino para estar con otra persona, bueno... conozco pocos alfas, dos de ellos son tu hermano y tú, el tercero es mi hermano Xue y es un pendejo de primera así que definitivamente no haría algo como negar su destino...
– Wei Ying, si no eres tú, no quiero a nadie más, además tú no serás un beta –Expresó el Lan sosteniendo su mano con fuerza.
– Abuelo Qiren me ha puesto un segundo nombre al fin –Sonrió emocionado, estrechando más aquella mano que lo sostenía –Bueno, quizás aún no es mi tiempo, algunos omegas muestran su segundo género entre los catorce y quince años, solo Cheng cheng se adelantó, yo estoy a uno o dos años para que el test del colegio me arroje a las bestias.
– Cuando te sea hecho el test, vendrás conmigo a casa de abuelo Qiren, pediré tu mano como debe ser y seremos oficialmente prometidos –Expresó Lan Zhan, Wei Wuxian por su parte sentía un hueco en su estómago formándose, las dudas sobre omegas y alfas comenzaban a invadirle los pensamientos y no era para menos, después de lo acontecido con su hermano, era difícil entender todo aquel tema.
– Lan Zhan, necesito hablar con abuelo Qiren antes de que me realicen el test, tengo muchas dudas, sobre alfas, omegas, sobre todo...
– Hoy esta algo ocupado con Xichen, tal vez por la tarde y si le pides permiso a tía Cangse, te reciba, ya sabes que siempre eres bienvenido –Quedaron en verse al salir de sus colegios para ir donde la madre de Wei Wuxian y solicitarle el permiso debido para después ir donde el abuelo del jade menor.
Esa misma tarde, Nie Huaisang salió de su hogar, dado que el celo le había llegado inesperadamente en el colegio, ahora tenía que buscar un nuevo modo de aprender, pues según las reglas de las instituciones públicas, los omegas no podían continuar sus estudios dentro de las instalaciones, y debían encontrar colegios que se dedicaran enteramente a educar a los de su clase, por lo mismo, aquellos institutos se daban el lujo de cobrar exageradas cantidades de dinero para proporcionarles la educación de calidad que merecían los omegas.
– Esas instituciones solo le mienten a los omegas, no encontrarás la educación que necesitas, recluyéndote en un sitio así, solo son granjas de omegas que después ofrecerán al mejor postor por unos cuantos millones –Escucho detrás de sí el castaño, llevaba algunos panfletos que la bibliotecaria a donde había ido a buscar libros y acceder a internet, le diera a modo de apoyo, Huaisang se giró a ver de quien se trataba, aquella persona si bien no era muy agraciada, la sonrisa que le mostraba intentaba ser sincera, además expedía un aura tranquila y amable, pero para él, aquella fachada fue de entera desconfianza, ya que de la nada, aquel hombre se le había dirigido como omega sin saber si realmente lo era; Chao suspiro, sabía que acababa de meter la pata por lo que intento repara el hecho al instante –Bueno, eso he escuchado, me disculpo si te moleste, es que... soy nuevo por aquí, además, no pensé que fueras omega, es solo que ver que tenías esos panfletos en las manos me dio a entender eso.
– Solo estoy leyéndolos, es increíble que la gente nos discrimine solo por ser omegas ¿Qué daño les hicimos? ¿Es un delito querer estudiar en un ambiente compartido? –Se preguntaba el menor, Chao sintió un poco de empatía con Huaisang al escucharlo decir aquellas palabras, pues aun cuando él pertenecía a la raza más elevada dentro del estatus social, sus propios congéneres le faltaban al respeto, lo tachaban de alfa insuficiente y miles de frases crueles que a pesar de su arrogante modo de ser, no soportaba la mayor parte de las veces.
– ¡Vaya que el mundo es pequeño! –Exclamo, el castaño no comprendió a que se refería –Somos menospreciados en este mundo sin derecho a defensa, todos nos subestiman solo porque el segundo género dice que debemos serlo; No soy un omega como tú, soy un alfa, uno de elite pero incluso serlo me trae demasiados problemas, la gente siempre espera mucho de mí, si eres alfa, te adulan, te dicen que llegaras lejos, mientras que tu solo quieres que se callen y te dejen ser tú mismo –Decía, tomó asiento al lado de Huaisang, quien de inmediato comenzó a conversar con el Wen, conociéndole despacio, entendiendo y asimilando que ambos pasaban por casi lo mismo, uno por su lado, era subestimado, quería ser un simple ser que viviera su vida para sí mismo, sin esperar cubrir las expectativas de una sociedad interesada en sus habilidades únicas de alfa, y él... un omega, solo deseaba estudiar, valerse por sí mismo con igualdad, sin ser adiestrado para abrirle las piernas a su alfa apenas el celo llegara, y sin embargo, las reglas de aquella burda sociedad, le negaban los derechos que merecía tener, cuán iguales y diferentes podían ser ambos.
– ¿Entonces ya asistes a la universidad? –Cuestionó Huaisang, ambos ya habían salido de la biblioteca, caminando a la par en la acera. Chao parecía enfocado en cuidarle y Huaisang en saber sobre el mayor, aquel sonrió arrogante, solo para hacerse notar más por el menor.
– Así es, es un poco aburrida, mi viejo me ha pedido que estudie administración como él lo hizo en su tiempo, quiere que maneje las empresas pronto ya que mi hermano se deslindó de responsabilidades y además, se casó con una linda chica beta que no es admirable a ojos de mi viejo –Expreso, miró a su alrededor, conforme avanzaba, las calles parecían cambiar, las casas lucían más y más humildes –¿Cómo pueden vivir así estas personas? –Pensó, llegaron a la casa del castaño.
– Me gustaría poder asistir pronto a la universidad, estudiar una carrera y ayudar a mi familia, el único problema es que, mi segundo género dicta que no es mi destino ir más allá de la escuela secundaria –Huaisang sonrió, abrió la reja de metal, su hermano menor Mo XuanYu se hallaba en el jardín, atizando el fogón para calentar la comida, el castaño estaba por invitar a su nuevo amigo a que ingresara, más aquel pareció reacio, no porque considerara inferiores a los demás, sino simplemente porque comprendió que había poco en aquella casa para ofrecerle a alguien más, en especial a un extraño como él.
– Tengo que asistir a clases mañana, pero te veré después, iré a la biblioteca, aun cuando no puedas ir al colegio, ¿Qué te parece si te ayudo con tus estudios? –Cuestiono Chao, ganándose una sonrisa sincera por parte del menor, aceptando aquel ofrecimiento, se despidieron, desde la ventana, Mingjue miraba aquella escena con cierto dejo de culpa.
– ¿No es ese el hijo de Wen Ruohan? –Cuestiono Jin Guangshan, también asomándose a ver, el sujeto estaba de visita en casa de su amigo, había llevado algunas bebidas y botanas, por su parte, el solo hecho de escuchar el apellido Wen, alertó a Cangse, la mujer salió de la casa, afortunadamente, Chao ya se había marchado, Huaisang llevaba varios libros que había sacado de la biblioteca, además de algunos que contenían ejercicios que podía llevar a cabo para auxiliarse mientras conseguía un nuevo colegio.
– Madre, perdóname, me tarde mucho en la biblioteca –Se excusó el castaño, creyendo que ese era el motivo por el que la mujer saliera a su encuentro, aquella sonrió, acariciando sus mejillas y su cabello, miro los libros.
– No importa cuanta ropa ajena deba lavar, conseguiremos que ingreses a un buen colegio, no te quedaras criando hongos en casa, ¿Entendido, jovencito? –Expreso, lo tomó del brazo y le hizo entrar, al mismo tiempo, se acercó a Mo XuanYu para ayudarle con el fogón, el castaño saludo al amigo de su padre al ingresar, marchándose a la habitación que compartía con sus hermanos, dentro, Xue Yang se hallaba terminando sus labores.
– ¿Y el WiFi descompuesto? –Pregunto, Xue Yang elevo los hombros a modo de respuesta –Padre de nuevo le echara bronca apenas llegue.
– Padre le echa bronca hasta al perro.
– ¿Los escuchaste pelear anoche también?
– ¿Quién no?, eran demasiado escandalosos, aunque eran más grandes mis ganas de dormir, que no preste atención a lo que se gritoneaban, solo creo que escuche algo sobre dinero, además, hoy el viejo no fue a trabajar –Expresó Yang, guardo sus libros dentro de su mochila y se sentó de nuevo en su camastro, mirando la cantidad de libros que su hermano había llevado –De no ser por el maldito género que te toco, seguirías estudiando conmigo, no tengo a quien molestar, ¿Sabes?
– Ser omega es un castigo más que un milagro biológico –Huaisang se sentó para quitarse los zapatos y colocarse las pantuflas –Solo espero que los gemelos no sean omegas también, ellos merecen seguir estudiando y ser alguien en la vida, porque incluso ser alfa, no es muy bien visto hoy en día, al menos no por ellos.
– Cuando te encasillan en que como alfa debes ser el mejor en todo y el que debe doblegar omegas descarriados, deja de gustarte ser uno, te comprendo –Dijo Xue Yang –Si algún día encuentro a mi destinado, le dejare ser libre, no le atare con la estupidez esa de la marca, así si me quiere abandonar, estará en su derecho de hacerlo.
– Madre estará orgullosa de escucharte decir eso.
– No busco hacer sentir orgulloso a nadie con mis decisiones, solo busco que el mundo donde viven mis hermanos sea menos escoria –Tomó uno de los libros del castaño –De algún modo siento que estos libros no los escogiste tú, son de matemática, eres un vetado mental para la matemática.
Huaisang sonrió encantado, no por el insulto, pero si al recordar a Wen Chao –Digamos que... alguien me ayudara con mis estudios, además, él eligió estos libros, dijo que eran los mejores si es que quiero estudiar administración.
– Necesitarás más que un milagro, la información de estos libros no se meterá a tu cabeza por osmosis –Bromeo el menor, continuaron por un largo rato aquella conversación.
Mientras tanto, en casa de Wen Ruohan, la comida era servida por la servidumbre, aquellas damas betas se paseaban de un lado a otro, llevando la comida a la mesa, ese día el patriarca de la familia se hallaba observando las noticias de un periódico, Wen Chao por su parte sonrió al ingresar al comedor y tomar asiento.
– ¡Viejo, felicitame! –Exclamó animado, tomó la taza de café que recién le llenara la sirvienta, a la que por cierto, miro con desprecio, Ruohan no apartó la mirada de su periódico, solo soltó un ligero ¿Por? –Lograre en menos de lo que te piensas, llevarme a la cama a la perrita omega de los Nie, no es un mocoso feo, es atractivo, solo un poco, tiene lo suyo.
– No me decepciones, idiota, quiero resultados pronto –Ruohan dejó el periódico a un lado y bebió un pequeño sorbo de su café –No me importan los medios que uses, en menos de un maldito mes, te quiero vinculado con ese mocoso.
– Entendido, padre.