"LA MARCA - SEGUNDA TEMPORADA"

By PrincesaLirio

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Gokú y Milk cuando eran solo unos bebes fueron sometidos a una ceremonia que los ligo para siempre por así d... More

Prólogo
Capítulo 1: "Nuestra historia de amor"
Capítulo 2: "Tiempos de paz"
Capítulo 3: "Sucesos extraños"
Capítulo 4: "¿Qué está pasando?: Desesperación y dolor"
Capítulo 5: "El inicio de una nueva vida: Vacío"
Capítulo 6: "El tiempo pasa pero el pasado persigue"
Capítulo 7: "Necesito una explicación: ¿Qué significa está marca?"
Capítulo 8: "¿Qué paso?"
Capítulo 9: "Buscando una explicación: Aclarando mentes"
Capítulo 10: "Buscando soluciones: Un plan-Dudas"
Capítulo 11: "Tormentosos recuerdos: Yo despejare tus dudas"
Capítulo 12: "Reconstruyendo una historia: Reencuentro familiar"
Capítulo 13: "Enfrentamiento: Dando pistas"
Capítulo 14: "El inicio de la búsqueda"
Capítulo 15: "Fracaso y dolor: Una nueva decisión"
Capítulo 16: "Continuando la búsqueda: ¿Cien años luz?"
Capítulo 17: "Los años pasan, las esperanzas se mantienen: No me rendiré"
Capítulo 18: "El universo 12: El planeta cero"
Capítulo 19: "Nostalgia"
Capítulo 20: "¿Destino?: Un ángel de luz"
Capítulo 21: "Amistad secreta: Lazos que se desconocen"
Capítulo 22: "Una amistad que despierta sensaciones extrañas: Lazos de sangre"
Capítulo 23: "Revelaciones y sorpresas"
Capítulo 24: "Interés malinterpretado: Retraso"
Capítulo 25: "Nuevamente frente a ti: Sensaciones extrañas"
Capítulo 26: "Sueños que generan tensiones"
Capítulo 27: "Una verdad a medias: Rechazo"
Capítulo 28: "Enfrentamientos y mentiras"
Capítulo 29: "No las volveré a perder"
Capítulo 31: "La decisión: Renuncio a las dos"
Capítulo 32: "El poder de la marca: Nuevamente juntos"
Capítulo 33: "Sentimientos de una niña: Mis dos papás"
Capítulo 34: "El regreso al planeta Vegita"
Capítulo 35: "Todo vuelve hacer como antes"
Capítulo 36: "Tiempos de calma"
Capítulo 37: "La paz interrumpida: Plan para proteger a nuestro planeta"
Capítulo 38: "La batalla: Un poder inesperado"
Capítulo 39: "Todo termina: Un nuevo comienzo"
Capítulo 40: "El secreto de la marca: Conociendo el planeta de mamá"
Capítulo 41: "La marca que nos volvió a unir"
Epílogo

Capítulo 30: "No soporto verte sufrir: Apelando a sentimientos"

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By PrincesaLirio

Un hombre gris acariciaba los cabellos de la peliroja mientras está sollozaba entre sus brazos.

Ya no llores, ya no llores hermosa, solo estás tensionada, solo estás tensionada, voy a traerte una infusión para que te relajes y puedas descansar, verás que si descansas cuando despiertes te sentirás mejor, decía Jiren mientras deshacía el abrazo.

¿Tú crees que durmiendo deje de sentir este dolor?, respondió Milk con voz entrecortada.

Sí, hermosa, si, dijo Jiren.

Entonces descansare, respondió Milk con voz quebrada.

Voy por la infusión para que te la tomes y luego duermes, dijo Jiren, dándole un beso en la cabeza a la peli roja.

El hombre gris camino hacia la salida del pequeño cuarto, al tiempo que la pelinegra rompía nuevamente en llanto, mientras que una voz aparecía en su cabeza, diciéndole: Soy tú pareja, soy tú esposo.

En tanto:

Un apuesto hombre de cabello alborotado, miraba a través de una de las ventanas de la nave el anochecer, mientras sentía una fuerte opresión en su pecho.

Milk, mi bella princesita, me duele tanto que no me recuerdes, me duele tanto ello, pero también comprendo que no tienes la culpa de no acordarte de mí ni de tus hijos, tú no tienes la culpa de ello, no la tienes, pensaba Gokú mientras unas palabras vinieron a su mente, causando que el dolor que sentía en su corazón se incrementara aún más.


Es que eres sordo, Milk, espera un hijo mío, ¿crees que permitiré que la apartes de mí?


Yo, yo querré a tú hijo como nuestro mi princesita, yo lo querré como nuestro, solo quiero que vuelvas conmigo, con tú familia, quiero que estemos juntos con Milka, con nuestros hijos, pensaba Gokú mientras unas lágrimas humedecían su rostro.

Casa de Milk y Jiren:

Un hombre gris llegaba a la habitación de la pelinegra con un pequeño recipiente en la mano.

Aquí está, bébelo, con ello te sentirás mejor, decía Jiren mientras le entregaba el recipiente a la bella mujer.

Milk, no dijo nada, solo tomo el recipiente con sus dos manos y lo llevo a sus labios, mientras de sus bellos ojos azulados, salían gruesas lágrimas de dolor.

Ya no llores hermosa, con ello te sentirás mejor, dijo Jiren.

No puedo evitarlo, es un dolor muy fuerte, un dolor que me lastima, que me lastima, respondió la peli roja con voz quebrada.

No comprendo, ¿Por qué ella reacciono así ante su presencia?, se supone que no lo recuerda, ¿entonces por qué le afecto tanto lo que él le dijo?, ¿será por esa marca que ambos llevan en la frente y que Milk no lo noto?, ¿será por ella?, ¿en verdad esa marca es tan fuerte que genera dependencia, pensaba Jiren.

Tras beber la infusión, la peli roja le entrego el recipiente a Jiren y se acostó en la cama.

Cierra tus bellos ojos, yo me quedare aquí cerca de ti, descansa hermosa, dijo Jiren, mientras acariciaba el cabello de la bella mujer.

Luego de varios minutos, la peli roja durmió, pero a pesar de estar dormida ella en su sub consciente seguía recordando el cruce de palabras que había tenido con el apuesto hombre de cabello alborotado, haciendo que a pesar de estar dormida ella sintiera nostalgia y empezara a sollozar en sus sueños.

Milk, dijo Jiren al ver sollozar a la peliroja a pesar de que estaba aparentemente dormida.

Al día siguiente:

Una bella peliroja se tallaba los ojos mientras se levantaba de la cama, bajo la mirada de su pequeña hija y de un hombre gris, que la miraba con nostalgia.

Mami, ¿por qué tus ojos están raros?, decía Milka, mientras miraba el rostro de su bella madre.

Mamá está un poco delicadita Mía, por eso tenemos que cuidarla mucho hoy, respondió Jiren.

Claro papi, pero ¿qué le pasa?, dijo Milka intrigada.

Se siente un poco agotada, no durmió bien, decía Jiren mientras la peli roja miraba a su hija y al hombre gris con nostalgia.

¿Por qué ese hombre quiere destruir a mi familia?, ¿por qué se ha ensañado con mi familia?, tal vez sea mejor hacer caso a la propuesta de Jiren e irnos de aquí, aunque no quiero irme, no quiero, siento que si me voy me sentiré aún más triste, pensaba Milk, mientras su vista nuevamente empezaba a nublarse por las lágrimas.

Mami, dijo Milka echando a correr hacia los brazos de su madre.

Hija, te quiero, te quiero mucho, decía Milk.

Yo también te quiero mami, los quiero a los dos, respondió Milka mientras Jiren se acercaba al lugar y las abrazaba.

Mientras tanto:

Ya regreso hijo, voy a ver si ese hombre ya quito esa barrera extraña, decía Gokú.

Papá, déjanos ir contigo, si unimos fuerzas, de seguro podemos derrotar a ese malvado hombre, decía Gohan.

Si papá, Gohan tiene razón, aunque no somos tan fuertes como tú en algo podemos contribuir con nuestros poderes, al menos para destruir esa barrera, acoto Goten mientras su hermano mayor asentía.

No quiero aún involucrarlos hijos, dijo Gokú.

Padre, dijo Gohan.

Está bien me acompañarán, solo me ayudaran a destruir esa barrera, pero no intervendrán en nada más si yo no se los digo, no quiero que vayan a salir lastimados, ese hombre es muy poderoso, respondió Gokú.

Bien padre, bien, dijeron los jovencitos.

Luego de ellos Gokú y sus hijos salieron de la nave y emprendieron camino hacia la casa de Milk.

Tiempo después:

Gokú y sus hijos llegaban al lugar donde vivía Milk y su hija, como lo pensó Gokú, la barrera aún seguía rodeando la pequeña casa de aspecto particular.

Gokú; Gohan y Goten, empezaron a lanzarle unas bolas de energía que formaban con sus manos hacia la barrera que no lograban ver, pero la respuesta era siempre la misma, sus ataques no causaban daño alguno en la barrera, las bolas de fuego parecían rebotar en ellas.

Es imposible, decía un agitado Goten.

Sí, ¿de que estará hecha está barrera?, acoto Gohan.

No lo sé hijos, pero no hay que darnos por vencidos, sigamos intentándolo, yo creo que si seguimos golpeando la barrera el tal Jiren saldrá de la casa, y entonces le suplicare nuevamente que me devuelva a mi esposa e hija, decía Gokú.

Sí, ello es cierto, sigamos intentándolo, respondió Gohan.

Sí, acoto Goten, volviendo a formar en sus manos unas bolas de energía al igual que su padre y hermano mayor, bolas que luego las arrojaban a la barrera imaginaria.

Horas después:

El apuesto hombre de cabello alborotado junto a sus dos apuestos hijos, miraban con impotencia la extraña casita triangular luego de haber pasado ya varias horas tratando de destruir la barrera invisible ante los ojos, que Jiren había colocado sobre la misma.

Es imposible, no lo lograremos y para colmo nadie sale de esa casa, decía Goten con amargura.

Tengamos paciencia, respondió Gokú.

Si Goten, papá tiene razón tengamos paciencia, ese hombre no puede pasársela evitando que nuestra madre y hermanita no salgan de la casa, en algún momento una de ellas tiene que salir y entonces nosotros aprovecharemos para hablar con ellas, dijo Gohan.

Así es hijos, por ello tenemos que ser pacientes, tenemos que ser pacientes, acotó Gokú.

En tanto:

Dentro de la casa, un hombre gris que estaba en una habitación junto a una niña de cabello negro y a la madre de esta, dirigía su mirada hacia una pequeña ventana que había en el lugar.

¿Sucede algo?, dijo con preocupación una bella peli roja que tenía el rostro entristecido y los ojos enrojecidos e hinchados de tanto haber llorado.

No hermosa, no, solo pensaba en unas hierbas muy buenas que hay en el bosque para la tensión, y que pueden servir para que te relajes, respondió Jiren con calma.

Si gustas papi, yo voy por ellas, dijo Milka.

No hija, no, yo iré por ellas, tu quédate aquí junto a tu madre, cuidándola, respondió Jiren.

Claro papi, dijo Milka.

Y no salgan, de la habitación, acotó Jiren, mientras pensaba: Estoy seguro que el simio ese está fuera, puedo sentir su energía, pero lo extraño es que no solo siento la suya, siento dos energías más.

Bien papi, dijo Milka.

¿Por qué no podemos salir?, ¿acaso ese hombre está fuera?, pregunto Milk, sintiendo una extraña sensación en su interior que no lograba comprender, pues a pesar del temor que sentía ante la presencia del extraño hombre de cabello alborotado, el saber que ese hombre podría estar fuera de su casa le producía una mezcla de sensaciones, que iban desde la tristeza profunda a unas inexplicables ganas de volver a verlo, así fuera por unos segundos.

No lo sé hermosa, pero así lo esté el no podrá traspasar la barrera de protección que coloque a la casa, dijo Jiren, mientras la pelinegra entristecía sin comprender su reacción.

Ese señor sí que es malo, tú me dijiste que la barrera de protección solo debe usarse en caso extremo porque nos quita parte de nuestra energía, dijo Milka.

Así es hija, por ello lo use, tengo que protegerlas, por ello yo iré a buscar esas hierbas, cuida de mamá hasta que vuelva, ya sabes Mía no vayan a salir por nada de la casa, aquí están seguras y protegidas, respondió Jiren.

Bien papi, no saldremos, dijo Milka levantando su pulgar, mientras el hombre gris miraba a la entristecida peliroja.

Ya regreso Milk, dijo Jiren acercándose a la peliroja para darle un beso en la cabeza, al tiempo que a la mente de esta venían unas palabras pronunciadas por aquella voz que tanto la atormentaba y que era la misma voz del hombre que se autodenominada su pareja.


Ya me voy mi princesita bella, te traeré tus frutos favoritos.


Era la voz que la pelinegra escuchaba al tiempo que está cubría sus oídos con sus manos, mientras su vista se nublaba por las lágrimas.

No comprendo, ¿por qué escucho tu voz diciéndome cosas que no comprendo?, ¿por qué tu voz a aparecido en mi mente antes de que aparezcas en mi vida?, ¿por qué?, ¿por qué?, no lo comprendo, no lo comprendo, pensaba Milk mientras el hombre gris la miraba con preocupación.

Papi, no demores, ve por esas hierbas para mami, decía Milka, mirando con nostalgia a su bella madre.

Sí, sí, ahora voy, dijo Jiren, caminando a paso rápido hacia la salida de la casa, mientras pensaba: No soporto verla triste, no la soporto, pero tampoco quiero perderla, tampoco quiero perderla.

Fuera de la casa:

Gokú y sus hijos miraban expectantes la puerta donde vivía la pelinegra abrirse, a los pocos segundos un hombre gris salió de la casa.

¿Ese es el hombre que tiene a mamá y a nuestra hermanita con engaños?, pregunto Gohan.

Si, dijo Gokú.

No parece tan fuerte, acotó Goten.

Tal vez no lo parezca, pero lo es hijos, por culpa de ese hombre toda nuestra gente perdió sus recuerdos, respondió Gokú al tiempo que Jiren posaba su mirada sobre él y sus hijos.

Nuevamente estás aquí, es que tú no entiendes, dijo Jiren furioso atravesando la barrera que él había creado.

¿Cómo lo hizo?, si nosotros no pudimos, dijo sorprendido Goten, mirando a su hermano mayor.

No lo sé, respondió Gohan, al tiempo que el hombre gris llegó frente al padre de ambos jovencitos.

Sí que eres terco, dijo Jiren mirando desafiante a Gokú.

No vengo en plan de pelea, he traído a mis hijos conmigo para que veas que Milk tiene una familia, una familia que la está esperando a ella y a Milka, nos has hecho mucho daño, has separado a una familia por culpa de tu egoísmo, si en verdad amas a Milk, déjala libre, dile la verdad, dile quien eres tú realmente, yo cuidare del hijo que ella espera como si fuera mío, si gustas hasta te permito que lo veas, pues después de todo será tú hijo, pero deja que Milk y Milka vengan con nosotros, que seamos esa familia que un día fuimos,..... decía Gokú.

En tanto: En medio del espacio

En una nave espacial un grupo de hombres comandados por un hombre de mirada fría platicaban.

Vaya por eso odia tanto a esa raza, decía riendo Hit.

Así es señor, por ello los odia, respondió otro hombre.

¿Y Jerez nunca ubico al tal Jiren?, dijo Hit.

No, desde que él se fue con la mujer e hija de ese Sayayin, nunca más supo de ellos, eso lo sé porque yo fui quién me encargue de rastrear a Jiren, pero nunca di con ellos, vaya a saber a dónde se las llevó, contesto el hombre.

Y es verdad lo que me dijo Jerez de Jiren, respondió Hit.

Sí, su poder es increíble, no hay nadie que haya podido vencerlo, respondió el hombre.

Pues sería un placer para mí retarlo a un enfrentamiento, tal vez cuando haya acabado con los simios, lo busque a él, y si esa mujer es tan bella como para haber causado la envidia de Jerez, yo me la quede para mí, acotó Hit con firmeza, mientras el otro hombre lo miraba sorprendido.

Planeta Cero:

Yo no perderé a mi familia, decía Jiren con firmeza.

Yo tampoco perderé a la mía, respondió Gokú.

Señor, deje mi madre y mi hermanita, déjelas libres, decían Gohan y Goten a la vez.

Justo cuando Jiren iba a responder algo, una voz desgarradora de una niña dijo: Mamíiiiii, mamitaaaaa, respóndeme.

¡Milk¡ dijo Jiren yendo a la casa traspasando con mucha comodidad la barrera que él había creado.

¡Milk¡ dijo Gokú.

¡Mamá¡ dijeron los apuestos jovencitos tratando de seguir al hombre gris al igual que su padre, pero ninguno de los tres pudieron traspasar la barrera.

En tanto:

Jiren llegaba corriendo al lugar donde estaba la peliroja y la pequeña niña.

¡Milk¡ dijo Jiren al ver tendida en el piso a la peli roja.

Mamá, se cayó al piso, y no responde, está como muerta, decía sollozando Milka.

Pero, ¿qué pasó?, pregunto Jiren confundido.

Solo se tomó su cabeza, y dijo que le dolía mucho la cabeza y el corazón, luego se cayó al piso, respondió Milka sollozando mientras Jiren miraba con nostalgia a la niña y con preocupación a la peli roja.

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