La venganza de Kathy

By EsperanzaElenaRenjif

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No siempre tras los guapos se encierran las mejores virtudes.Y Kathy, lo descubrirá junto a Sofía al salir de... More

Sinopsis
Capitulo 1
Capítulo 2
Capitulo 3
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capitulo final

Capítulo 4

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By EsperanzaElenaRenjif

     Después que Kathy se hubo quedado sola una opresión en su pecho parecía empezar a descomprimirse. Era la primera vez en mucho tiempo que realmente se sentía bien consigo misma. Se sentó en una silla y empezó a observar de manera panorámica cada parte de su departamento.


     ¿Qué desordenado está esto? —se dijo—. Cada rincón de su depa guardaba la huella del descuido, la rendición, y el tiempo de la decadencia. Pero aquel cielo con nubes arreboladas por aquella agonía del sol de la tarde, ya no era eterna, resultaba ser pasajera. Del mismo modo que eran los momentos que Pedro pasó a su lado; hasta el preámbulo del presente instante, que acaba de terminar por ser el pasado del actual tiempo que está viviendo en este instante.


     Una sonrisa se cuela en su rostro, cual esperanza que clama un final feliz. Kathy se sacude el pantalón de un modo desinteresado, ingresa a su habitación y en una bolsa de basura termina de llenar los objetos personales que eran propiedad de él. Revisa su baño y lo desnuda de todo indicio de Pedro. Recorre su cocina y luego su sala. Eleva un mueble y encuentra restos de preservativos usados. Sin inmutarse los recoge todos y los mete a la bolsa. Sacude sus cojines y debajo de uno de ellos encuentra el celular que ella le compró para las navidades, en el preciso instante en el que este está timbrando. Lo abre y en su contestador aparece el nombre de una mujer. Rechaza la llamada y abre la galería de imágenes. En ella aparecen una serie de mujeres de distintas edades. Y entre ellas, algunas posando desnudas con el trasero expuesto.
El celular se le deslizó  hacia el piso por entre sus dedos. Se agachó. Lo tomó entre sus manos y destapó su cubierta,  retiró el chip; lo envolvió junto a sus preservativos y los introdujo a la misma bolsa de basura con todas sus pertenencias.


     También se le ocurrió que esos boxers sucios que minutos antes recogió de su sala también irían a parar allí. Instantes después; barrió y limpió todo. La basura que juntó también la depositó junto a las pertenencias de ese ser abyecto que un día tuvo como pareja. Cogió un rotulador, cinta adhesiva, un pedazo de papel y le puso el nombre de Pedro y una nota. Luego lo dejó al pie de su puerta de casa de sus padres con la ilusión de nunca más volver a verlo.


     De retorno a su departamento, Pensó que cuando ella regresara de sus vacaciones, era posible que Pedro nuevamente volvería ha insistir. Kathy en el fondo sabía que Pedro a veces se tornaba violento, y si ahora había podido votarlo fácilmente temprano sólo se debía a la falta que él tuvo la noche anterior siendo sorprendido en la cama de ella con otra mujer.  Pero, ...conociéndolo eso no evitaría que pasado unos días él volviera a insistir para volver con ella.


     En estos últimos tres años su relación nunca fue armoniosa del todo, él era un hombre demandante, controlador, gustaba del sexo duro, exigía siempre más de lo que él daba, no trabajaba y gastaba mucho. En otras palabras despilfarraba el dinero que Kathy se ganaba con esfuerzo. Los días de pago eran los días que más cariñoso se mostraba porque  obtenía el sueldo de Kathy completito, y sólo le dejaba lo justo para su transporte y los gastos de las cenas y desayunos que ella debía de prepararle... 


     La única forma de salir del lado de él era cambiar de ambiente, vender su departamento, e irse sin dejar rastros de ella para Pedro. De lo contrario se vería obligada a volver con él, tarde o temprano sin poderlo evitar, como ya antes le había sucedido, y cada vez era mucho peor que la anterior. Por esa razón, se le ocurrió pasar impulsivamente por una esquina en donde había visto una inmobiliaria. Ingresó y sin pensar mucho, habló con una chica acerca de su departamento y el cómo podía hacer para venderlo sin que la venta se haga de modo presencial. Hasta la misma fecha en la que ella firme la conformidad de la venta. Ésta le dió una hoja en la que aparecían algunos requerimientos que Kathy debía de reunir. El principal era hacer un documento notarial para darle un poder a la notaria, el resto eran meros trámites administrativos, que también los dejaría en manos de la notaría. Todo se veía bien. Salió de allí y antes que cerraran corrió a la calle del frente. Se metió a la Notaria del frente e hizo lo que debía sin muchos miramientos y con su tarjeta pagó el documento que debía de recoger a temprana hora del día siguiente para otorgar un poder extendido que le permitiera a la inmobiliaria solo vender su casa. 


     Al salir cogió un taxi y se fue a buscar a Sofía, al llegar le contó todo lo acontecido.


     —Toc, Toc, Toc...


     —¿Kathy eres tú?, ¿Que haces tan tarde por aquí?


     —Si, Sofía soy yo Kathy


     — Me preguntaba si era posible que me quedara a dormir esta noche en tu depa, y pase por aquí.


     —¡Ehy!, aguanta aguanta... ¡es que acaso ese hijo de perra te echó de tu depa? ¡Ah,  ...no, yo lo mato! Y tu... babosa, te saliste así nomás.


     —¡Sofy! espera espera, aguanta tu carro, Pedro ya no está en el depa, ya lo corrí y pude quitarle las llaves del departamento.


      —¡Bravoooo! espera... ¿estas segura que tu eres Kathy?


     —¡Ehy!, ¿por quién me tomas?, 


     —No, yo no más decía, pues con tanto que te has hecho fama de sumisa, se me hace raro que hayas dejado a don cretino.


     —Ahora sólo planeemos como haremos desde mañana, apenas den las 10 pm salimos rumbo al aeropuerto. Yo aún no he arreglado mis maletas, tú ¿si?, ...Ah ya recordé tu dejaste tus maletas aquí. —Comenta Sofi dándose una cachetada en la cara.


     —jajajajajaja, Creo que te tengo que explicar muchas cosas, para empezar hace un rato tomé una decisión drástica. Voy a vender mi departamento, ya saqué un poder en una notaria y me lo darán el día de mañana. Eso se lo debo de entregar a la inmobiliaria que se encargará de todo.


     —¡Ahhh! como que te volaste la barda.


     —No me digas eso, si al regresar sigo viviendo en mi depa es muy seguro que Pedro luego luego ya empiece a presionarme de alguna manera para que yo regrese con él y la verdad ya no quiero seguir así.


     —Y ¿Qué has pensado?


     —Solo en mudarme a otro lado. Por lo pronto ya tengo que sacar mis cosas de allí para poder entregar un juego de llaves a la gente de la inmobiliaria. ¿Sabes? he pensado en salir de ahí mismo mañana, no quiero regresar de las vacaciones para recién empezar a hacerlo.


     —Y mi querida genio ¿A dónde pensaste llevar tus cosas?


     —Pues la verdad pensé en que tú me la podrías guardar, ya a mi regreso busco a donde vivir.


     —Me gusta la idea. ¿Y si te mudas conmigo?


     El viernes por la mañana, Kathy se levantó temprano y juntó sus maletas cerca a la entrada para tenerlas a mano para la noche, luego prosiguió como acostumbraba a asearse y salió después de desayunar rumbo a la notaria, recogió el poder que ella otorgaba a la inmobiliaria, cruzó hacia el frente. Ingresó a la inmobiliaria e inició la entrega de un juego de sus llaves. Luego se fue a buscar un camión de mudanzas y pactó la mudanza para un par de horas más. Regresó y como loca inició la mudanza, sacó todo lo que pudo en cajones, cajas y recipientes, en casi media hora, al rato llegó Sofía con su auto llevándose sus cosas más frágiles que se pudieran romper, y le dejó a un par de amigas para que la ayuden a recoger todo. 


     Cuando llegó el camión y apenas terminaban de recoger algunas cosas. Pero cómo pudieron hicieron subir sus  pocas cosas que tenía, y en casi dos horas más el departamento quedó vació. Regresó al departamento de Sofía cansada y con ganas de tirarse  a la cama por una semana.


     —Oye bruja... ¡ya! ¡párate de una vez!, mira cómo está quedando todo, ...¡parece una venta de garage!.


     —¡Oh! tienes razón, bueno, si realmente me darás asilo, quiero que quede claro que si después quieres quedarte sola siempre me voy no es que quiera incomodarte.


     —Veo que el imbécil ese te volvió muy mansita. ¿No me entendiste o qué? Te dije que nos mudáramos juntas. Si antes no te lo dije era sólo porque andabas con ese aborto de la naturaleza. De paso y sirve para que te haga un lavado de cerebro. O para que te haga trasplantar uno, porque mi hijita ése que te cargas anda medio fallado.


     —¡Ya no me estoy arrepintiendo de haber venido aquí!


     —¿Qué dices mujer? no pensarás que te voy ha hacer un transplante de cerebro, eso estaría como en chino, dudo que consiga uno del tamaño de un maní como el tuyo.


     —¡Oye!, ya suéltame...  ¿No?



     Casi a las cinco de la tarde las amigas arreglaron  las cosas de Kathy de forma que no se vieran tan desordenadas y dejaron las cosas más pequeñas en el cuarto que usaría a su regreso, iniciaron a cerrar las cortinas del departamento de Sofy y se fueron a arreglar para viajar por la noche.


     Después de aterrizar se fueron a buscar un hotel en donde alojarse, el día era bastante caluroso,  de llegar a la zona de playas.


     —¡Ni hablar! —dijo Sofía, apoyándose en el marco de la puerta de la habitación.


     —¿Qué?, es que ¿Acaso me vas a dejar sola?, Ya pues Sofía, si no compramos los tickets hoy mañana perderemos la mañana buscando itinerarios a donde iniciar el día de vacaciones. Pero si lo hacemos ahora ganamos el día de mañana.


     —No seas mala, ¡Me duele hasta debajo de la lengua! OMG. ¡En mi vida he hecho tanto esfuerzo físico! y todo  por ayudarte a alejarte del pendejo ese.


     —Ya pues Sofi ¡no seas floja! ¿Sí?


     —¿Floja yo?, Ah no tu si que no tienes idea del concepto: flojo. Sino, no hubieras demorado tantos años al lado de ese Perro. Y bien ... Yo creo que vamos mañana, y pues no me pienso levantar, ni mucho menos dar un paso, es más ¡me declaro en huelga de brazos caídos!, de aquí no me pienso levantar,  así me pongan diamantes o me obsequien  toneladas de oro.


     —Hagamos una cosa, como sé que tienes hambre, vamos y comemos algo, ¿Si?


     —¿Tu crees que me puedes engañar, jovencita? Soy Sofy, mirame bien ¡Sofy!


     —¡Ay! ...ya está bien ¡Me rindo! Me voy sola, al rato regreso, yo me encargo de buscar los itinerarios para mañana, al menos.


     —Bueno, ya pero que sea solo playa, mejor, porque de seguro me dolerá más mañana.


     —¡Ah!, pero que gracia tiene eso, ¿Sabes qué? Mejor me duermo, hasta mañana.


     Después de despertar de un sueño reparador, las amigas se  fueron a desayunar en un balneario cercano lleno de sillas de playa y sombrillas, se ubicaron en unas tumbonas hasta que llegó una chica con la carta, pidieron algo típico de la zona a base de mariscos y unos refrescos. Después retozaron media hora y avanzaron hacia la orilla de la playa para recorrerla, anduvieron trotando un rato hasta que se encontraron con un grupo de chicos que aparentaban tener sus mismas edades.


     —Hola belleza, ¿Cómo te llamas? —dijo uno de los muchachos de cabellos largos observando a Kathy con ojos penetrantes.


     —Kathy.


     —Hola Kathy soy Manuel y tu amiga ¿es? 


     —Sofía, ella es Sofia.


     —Mucho gusto Sofía, eres muy bonita, bueno las dos dos son muy bonitas. Mira te presento a Javi, Carlos, Renzo, Walter, Wilfredo, Mateo,  Mauricio y pues estamos de vacaciones. Y ¿Ustedes?


     —También lo estamos—dice Kathy...


     Tres horas más tarde con el grupo de chicos se van a cenar, y al despedirse que ellos se dan cuenta que se alojaban en un bungalow cercano al de ellas. Razón por la cual entablan una relación de familiaridad hasta que dos días más tarde.


     —Ni hablar, yo no quiero ir a esa fiesta, si quieres anda tu sola Sofy.


     —Es que no los has visto son unos chicos bastante lindos, sobretodo el de cabellos largos, ese me encanta.


     —Pero es que no los conocemos,  apenas y los hemos visto desde hace dos días.


     —Y como los piensas conocer si ni siquiera asistes a una de sus fiestas. Además ellos lo dijeron; están de vacaciones.


     —Es posible que así lo sea, pero hay tres de ellos que no me inspiran confianza, tienen como cara de ...Ahh! no sé cara de que tienen, pero no me gustan.


     —¡Ya pues ayudame a ligar con Manuelito! ese me gusta, así y aprovechas a conocer al resto pero ya vi que Renzo te echó el ojo.


     —Puede ser pero no me gusta mucho, aunque debo de admitir que es bastante atractivo.


     —Porfis, porfis, ...¿Si? Mira que yo siempre te complazco en casi todo, anda di que si, ¿Si? 


     —Bueno, esta bien, pero que conste que yo quiero regresarme a dormir temprano.


     —Okey okey.


    Tanto Kathy como Sofy deciden asistir a una fiesta con ellos en su bungalow sin percatarse que en dicha fiesta hay abundante licor, pero sobre todo éxtasis y benzodiazepina que hábilmente los chicos le echan a los licores de Kathy y Sofía, las cuales no tardan en caer dócilmente en sus manos para ultrajarlas a su antojo. En medio de todo el desbarajuste y loquerío total, en plena violación de Sofía la ven convulsionar agresivamente, producto de todos los tragos cargados que ella bebió, los chicos corren alarmados a ver qué es lo que sucede, pero cuando uno de ellos intenta reanimarla es demasiado tarde. Sofía yace inconsciente y con sudoración y respiración agitada, minutos después muere. 


     Todos corren de uno a otro lado del bungalow desesperados, ya para entonces el efecto de las drogas se les pasó producto de los nervios. Y empiezan a lanzar una lluvia de ideas acerca de cómo deshacerse del cuerpo de Sofy, para evitar ser implicados.


     Al ir a ver a Kathy la encuentran completamente dormida, narcotizada, con sudoración y temblando, entonces al pensar que ella también correrá la misma suerte, todos entran en un pánico total. Pelean y discuten sobre la imbecilidad de los otros y de la cantidad que les dieron a beber a las chicas. Hasta que deciden echar a votación algunas ideas que se les ocurrieron en ese momento de crispación. Finalmente trasladan a las chicas en la camioneta de Wilfredo, van por la autopista que va cerca, recorren algunos kilómetros hasta llegar a una playa bastante solitaria, y divisan para sus suertes contenedores de basura que les resuelven el problema de ocultar los cuerpos y sin pensarlo mucho las arrojan en dichos contenedores desnudas y junto a ellas también arrojan sus prendas y salen de allí lo más rápido que pueden rumbo a borrar sus huellas...


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