Lal había terminado de cambiarse y cambiar a Yerik para dirigirse a Vongola junto a Rian. Quien ahora sería conocida por los Vongola como Silvia, su salvadora y la persona por la cual pudo tener a Yerik.
-Silvia- Llamó la peliazul a la peliplata.
-¿Qué pasa?- Contestó la de ojos verdes algo menos preocupada de que a la mayor se le escapara su nombre real.
-Llegaremos en unos cuantos minutos más, ¿pero estas segura de esto?- Cuestionó Lal.
-Sawada no miente al decir que acabara con Vongola, Lal. Ni siquiera tendrá piedad con tu esposo o con su ex-mentor, si es para devolver a la mafia a lo que era, él con gusto lo hará- Respondió sin dar mucho rodeo.
-Lo entiendo... ¿Pero que ganara Sawada al hacer eso?-
-Cumplir el deseo de Giotto sobre proteger a los débiles... La mafia perdió su rumbo cuando Ricardo D'Vongola tomó el cargo, nadie quería meterse contra ellos pues tenían miedo de enfrentarlo- Rian miró al cielo.
"Tal vez... Y solo tal vez, esta tratando de repararse a si mismo, aún le duele el haber sido traicionado por su familia y dice querer acabarlos para matar el dolor en si mismo. Mamá lo dijo, ningún cielo puede ser capaz de odiar de verdad... Su perdón, es lo mejor que te puede regalar." Los pensamientos de Rian le sacaron una sonrisa muy pequeña.
Una que ocultaba un secreto, el cual prometió no decir, ni porque su vida se viera amenazada.
Ambas llegaron a la mansión Vongola después de aquella conversación, entraron después de ser recibidas por un mayordomo y este las llevó de inmediato con las personas que estaban presentes.
-Señores... Hay dos personas que quieren verlos - Después de decir aquello, Lal y Rian pasaron a la sala.
Todos se quedaron boquiabiertos al ver a la peliazul con vida, habiendo considerado antes que había sido asesinada por los Campell.
Colonello se acerco a tocarla para saber si no estaba soñando, al sentir que eran verdad la abrazo con fuerza mientras lloraba.
Los demás ex-arcobalenos restantes, se acercaron a darle la bienvenida de vuelta a Lal Mirch.
Hasta que Nao hizo la pregunta del siglo.
-¿Tú quien eres?- Preguntó la pelirroja acercándose a la peliplata.
-Me llamo Silvia... - Respondió fingiendo timidez.
Gokudera, Ryohei y los demás guardianes quedaron mirándola con asombro, sin embargo el peliplata tenia un rubor en sus mejillas mientras sentía el pulso acelerado.
Rian sonrió en sus adentros al verse completamente inocente a los ojos de los demás, habiendo hecho la primer parte de su misión.
•Gokudera Hayato ha caido.
-Ella fue quien me encontró hace siete meses después del ataque, de no haber sido por ella habría muerto y perdido al bebé - Habló la peliazul contando la mentira, el inició oficial de su misión.
-¿El bebé?- Cuestionó Colonello mirando al pequeño Yerik en brazos de Silvia.
-Su nombre es Yerik... ¿Te gusta?- Lal tomó al bebé para acercarlo a su padre biológico.
-Es completamente precioso... Igual a ti...- Aquello provocó arcadas en Rian, quien disimuló bien esa acción.
-Ahora que Lal esta aquí de nuevo... Tenemos más formas de fortalecer nuestro próximo ataque a Campell- La mencionada miró al noveno, aquel que una vez fue su jefe y admiró, ahora sólo era una persona egoísta y avariciosa.
-¿Próximo ataque? Nono, debería retractarse de esa idea, Basil casi es asesinado por Akiyama... No podríamos derrotar a Campell ni en nuestros sueños- Habló Lal encarando al Noveno.
Los guardianes de este, esperaban con toda su alma que hiciera caso a las palabras de la ex-arcobaleno.
-Estos meses estando lejos te han oxidado un poco Lal, sin embargo no puedo dejar que unos insectos como ellos tomen nuestro trono en la mafia -
Colonello tenía en brazos a Yerik mimando a este un poco, hasta sentir una mano en su hombro. Lal quitó a su hijo de su compañía mirando con decepción a todos.
-He escuchado varias cosas de Campell durante estos meses... Las filas de los nuevos Tenientes Generales de Concordia aumentaron y con ello varias Familias perdieron contra ellos. Añadiéndole el apoyo que los Grandes clanes de Japón les están proveyendo, sería imposible derrotarlos- Volvió a hablar la peliazul.
Rian detrás de ella parpadeaba escuchando, pues claro, todo miembro de Campell estaba enterado del aumento de filas. Sobre todo la gran ayuda que recibían de los Yabuki, los Hitoshi y los Katsuki.
Le sorprendía que Lal Mirch pudiera decir todo eso para intentar asustarlos, cualquier Japones o extranjero cuerdo, quizás también no cuerdo; ha escuchado el nombre los Tres grandes clanes de Japón y el porque no debes meterte con ellos.
¿Razones para no enfrentarlos? Hay demasiadas.
-Grandes clanes... ¡¿Que tienen ellos que nosotros no podamos conseguir?!- Rian quería gritarle en la cara.
Decirle que ellos tenían a Sawada de su lado, los pacificadores, los anillos Vongola y Mare.
Y que por supuesto, tenían a Uni la ex-arcobaleno del cielo.
Tenían mucho para destruir a Vongola en un parpadeó, pero querían alargar sus pequeñas e insignificantes vidas por un mes más.
Que amable era su Jefe.
Por eso lo admiraba, entrenarlo durante diez años... Había dado frutos.
-De ser así su decisión Nono, me temo que no puedo ser participe de esto... Y menos con mi hijo de no más de dos meses de nacido si tanto quieren echarse a morir, adelante y haganlo- Lal hizo una reverencia antes de salir acompañada de Rian, las miradas de los presentes demostraban distintas emociones de acuerdo a las palabras de la ex-arcobaleno.
-Los tres grandes clanes de Japón... Yabuki, Hitoshi y Katsuki. Dime, ¿quien pensaría siquiera en enfrentarlos? Cada clan se especializa en algo, los Yabuki en la espada; sus siete clanes secundarios también se dedican a eso. En cambio, los Hitoshi se dedican a las artes marciales, tienen dos clanes secundarios menos que los Yabuki pero eso no los hace menos letales.- Lal escuchaba atenta a lo que decía la peliplata.
-Por ultimo pero menos importante... Los Katsuki, un clan que tiene otros diecisiete secundarios pero que destacan más unos que otros, su puntería en el arco es perfecta, rivalizan con Anzu quien fue entrenada por su arrogante, insensible, cruel y horrorosa madre. Hiciste bien en unirte Lal, salvaste la vida de tu pequeño así y le diste un seguro para que viva sano y salvo.- La peliazul asintió de acuerdo, ambas mujeres y el bebé salieron de la mansión de los Vongola.
•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°
De vuelta en el hogar temporal de ambas, Lal se llevo a Yerik a dormir, mientras Rian se quedaba en la sala.
-Primer día aquí...- La peliplata tomó un teléfono y marcó un número en específico. - Y ya Lal no sirve... -
-Eso fue demasiado rápido- La persona del otro lado habló.
-Por supuesto que lo fue Jun, pensé que la inútil podría por lo menos mantenerme aquí una o dos semanas... No unas cuantas horas- Contestó con notoria molestia.
-Entiendo que se haya negado, lo escuchamos todo. Quizás no podamos cumplir a la perfección el plan de Tsuna esta vez... Pero aún queda una opción, por lo tanto, la opción b de este plan estará activa a partir de ahora; eres libre de hacer lo que quieras por el próximo mes Rian- Jun cortó antes de que siquiera la de ojos verdes pudiera preguntarle a que opción b se refería.
Mientras en otra parte M.M, Ophelia y Viper recibían una llamada de Nozomi.
Anunciando su adelantada aparición en Vongola.