Marcus, con su habitual semblante imperturbable, observaba con atención cómo la energía desestabilizaba los metales a su alrededor. Sabía que Kaito estaba dispuesto a desatar toda su ira para demostrar su poder
— Quédate detrás de mí, Kaede...
— ¿Crees sinceramente que tenemos alguna oportunidad de vencerlo?
— ¿Te intimida de verdad? Piensa, Kaede, tu ayuda puede ser crucial. Confío en ti
Le hablaba en voz baja, con una confianza que se reflejaba en una leve sonrisa
— « ¿Cómo que confiar en mí? »
Aunque la presión de la energía invisible era innegable, la cooperación era clave en ese momento. Kaito era un ESPER, o al menos eso decían. Pero Marcus podía percibir las mentiras. Aun así, seguía siendo una amenaza
La explosión que marcó el final de la exposición de Kaito dispersó el polvo en el aire, revelando las marcas que cubrían su cuerpo. Marcas que parecían su propio sistema nervioso brillaban con una luz azul, una imagen astral intimidante
— Perdónenme, pero no sé contenerme muy bien. Tengo que nivelar mi poder ante ustedes y-
— ¿Y ya terminaste? lo mismo diría yo ante un farsante como tú
— Oh, ¿Tienes el ego suficiente para pensar que eres fuerte?
— No tanto como para que creas que soy débil
Aunque el efecto luminoso más parecía algo temporal, porque las marcas empezaron a desaparecer, solo habían durado 8 segundos para terminar su demostración de poder, pero Marcus no tuvo ningún sentimiento de miedo o peligro. Él ya se estaba preparando para el peor de los casos. Fue en eso que sus claros ojos verdes se habían cambiado a un dorado puro
De un salto salió de la zona donde se ocultaba y mostró una pose de vaquero diciendo la palabra:
— ¡Desenfunda!
En cuestión de segundos se abrió fuego con una particular arma, un cañón de mano antigua. Había disparado al lado izquierdo y derecho de Kaito. Solo le bastó eso como distracción para iniciar el protocolo de huida, tomando de vuelta la mano de Kaede y arrastrándolo atrás de uno de esas paredes de papel a medio destruir
— ¡Jajaja! Increíble... ¡¡Nunca pensé a ver alguien tan cobarde en mi vida!!
Las balas no llegaron para nada, ambas fueron desviadas por la fuerza Kinestética que poseía Kaito, más que nada, parecían balas de mentira que solo provocaron un humo tan espeso para cegar por poco tiempo a Kaito. Tanto fue la impresión que no pudo aguantar cierta gracia, los ESPERs como tal tienen un campo defensivo por naturaleza y eso es conocimiento básico que un niño de primaria sabía. Aun así, esto solamente era una prueba y ambos lo sabían
— « ¿Eh? » — Aún quitándose el humo. Sintió un espesor diferente
Una extraña neblina surgió, distorsionando la percepción del espacio. Aunque Kaede notó el cambio, decidió no prestarle atención
No obstante, se tocó la cabeza pensando que era un efecto secundario de la habilidad de Kaito por dicha zona y dejó de pensar en ello
Este empezó a moverse mientras estrellaba sus manos y dejaba ver chispas provocadas por sus guantes
— No podrán huir. El temor es mi dominio
— ¿Oh, enserio? ¿Aterrabas a las chicas con esa máscara de chico amable que posees?
Marcus enfrentaba a Kaito aún detrás de aquellos muros. Mientras tanto, Kaede, alejándose un poco de la pared y metiéndose en las habitaciones, buscaba algo útil entre la basura del edificio abandonado
— ¿Y ya tienes alguna idea, Kaede?
— ¿Qué es lo que quieres decir?
— Si ya tienes la forma de como vencerlo
— ¡¿Eh?! ¿Vencerlo?
La cara de Kaede aún mantenía el espanto desde que todo fue recubierto por aquel haz de luz. Pero esa persona que pretendía ser su tío, poseía una confianza ante alguien que no conocía
— Has pasado bastante tiempo con él, ¿no? Lo suficiente para saber cómo va acabar este bocazas
— ¿Y qué crees que puedo hacer?
— Puedo ver a través de ti, Kaede
Lo había tomado de sus hombros y dentro de este podía percibir una flor a medio marchitar en su ser. Una representación de su espíritu ante los problemas que ha llevado a lo largo de estos meses. Ante esas miradas, se podía ver el cambio de esos ojos que penetraban su alma
— Has pasado por mucho y puedo ver claramente tus intensiones, pero si en verdad deseas liberarte es ahora o nunca. No voy a contarte cómo sé todo de ti, pero haced lo que puedas, confío en ti
Kaede sintió un cálido resplandor en su interior, una sensación reconfortante que contrastaba con los latidos en su pecho. No podía bajar la guardia, así que comenzó a explorar los objetos a su alrededor. Estaban en un edificio japonés abandonado, donde la basura, incluso en buen estado, podía ser de utilidad. Siguieron el camino de las paredes a medio construir para llegar a una habitación más amplia, aprovechando la densa neblina como su única vía de escape. La humedad en el aire solo empeoraba las cosas. ¿Cómo había surgido esa neblina? Las coincidencias parecían demasiado convenientes para ser simples golpes de suerte
Antes de que Kaede pudiera reflexionar más sobre la situación, una fina descarga eléctrica recorrió su cuerpo, desde la punta de los dedos hasta la nariz. Era una advertencia de que el peligro se acercaba
— Estúpido extranjero. ¡Tengo formas de encontrarlos!... “Como peces en una bañera” ¡Aquí están, alimañas!
Kaito golpeó con fuerza una delgada pared, destrozándola. Creó un agujero con su energía, esparciendo fragmentos por todo el suelo. Pero sus sentidos lo habían traicionado
— Tu cólera está nublando tu juicio, idiota. ¿No se supone que un ESPER debe estar en sintonía con su espíritu? Eso es lo que haría un verdadero ESPER — dijo Marcus desde otro rincón, protegiendo a Kaede
— ¿Qué estupideces dices? ¿Acaso no ves lo que soy capaz de hacer? Lo real es real, nada puede cambiar. Abandona esa tontería sobre el alma. Ahora mismo, no tengo más opción que usar el poder que me dieron
Una corriente eléctrica envolvió a Kaito, quien exhaló un suspiro mientras una onda electromagnética llenaba la habitación. Era el radar natural que Kaede había notado antes
— El poder que le dieron... hmm...
Marcus parecía haberse dado cuenta de algo importante. El hombre que los acechaba era un completo idiota. No solo actuaba por desesperación, sino que también desperdiciaba un poder que no le pertenecía
— Adamas... eso es. Es la droga, Marco. La droga que le está dando poderes
— ¿Eh? — Marcus quedó anonadado por la mal pronunciación de su nombre
— Un concentrador de “energía” en forma de infusión. Se dice que, si alguien lo posee, pueden liberar las habilidades de un ESPER
— ...Uh. Qué divertido
— ¿Divertido? ¿De qué estás hablando?
— Estoy diciendo que ese imbécil es demasiado estúpido para darse cuenta de lo limitado que está en este momento. ¿Puedes verlo? Esta “niebla” no es lo que parece
Marcus perdió el ritmo de la batalla, sumido en sus pensamientos
— ¡M-Marcus! — Kaede tiró de él con fuerza, presintiendo un mal presentimiento
Habían esquivado otro puño explosivo de Kaito, pero Marcus no se inmutó
— Ah, cierto. La batalla — Marcus hizo lo impensable— ¡ Kageshima Kaito! ¡Estoy aquí, ven a por mí
Salió del lugar donde se estaban ocultando y miró fijamente a sus alrededores mientras lo gritaba. Marcus hizo una estupidez, pero sabía perfectamente que no podía perder mucho tiempo. Kaede permaneció agachado, buscando en la espesa basura algo que podía ayudarle ante este difícil encuentro, no obstante, él tenía la certeza de hacer algo, contaba con accesorios para afrontar a situaciones así para huir de cualquier peligro, pero esto era enfrentar cara a cara con esa amenaza con la fulminante ira
— ¡Eres un estúpido! — gritó Kaito, lanzándose hacia adelante con un salto
— ¡Marcus!
Reactivó la energía del suelo, haciendo que se elevara como si estuviera levitando. Formó haces de luz concentrada en una energía eléctrica, creando una especie de garra fulgurante dirigida directamente a su presa principal, sintiendo la franja entre la piel y su mano tocar el cuerpo de su víctima
Tanto Kaede como Kaito presenciaron con horror de cómo Marcus parecía ser partido en dos y electrificado al mismo tiempo, pero su rostro solo mostraba una sonrisa despreocupada
Kaede cayó al suelo, rendido ante el grito desgarrador que escapó de sus labios. Incapaz de mirar la masacre que se avecinaba. La culpa lo consumía desde lo más profundo de su ser
— « Qué he hecho, por qué... yo no quise una vida así... »
— Entonces, seré yo quien te libere de esta miseria — susurró la voz de Marcus, aún presente
No pasaron ni minutos, pero al final del corredor, envuelto en la densa niebla, una figura imponente se materializó. Kaito y Kaede la miraron de reojo. El Marcus que estaba a punto de ser desgarrado ahora había desaparecido, y en su lugar había una figura que emanaba una presencia desconcertante, con sus penetrantes ojos dorados
Para Kaito, era una situación difícil de asimilar, casi imposible. Había sentido claramente cómo la garra eléctrica atravesaba a Marcus. Incluso si hubiera logrado teletransportarse, habría resultado herido. Pero no mostraba signos de heridas graves, más allá de su camiseta chamuscada
— Te estás metiendo con fuerzas que desconoces, Kaito — Exclamó Marcus siendo soberbio ante la situación
— « ¿Cómo? Lo vi claramente que estaba partido a la mitad » — pensaba Kaede, desconcertado
— Ey, sobrino — Marcus habló en voz baja, como si entendiera la confusión de Kaede — Si tienes algo planeado, es ahora o nunca
Kaede debía despejar todas las dudas que tenía. Ante él estaba un ser que parecía estar en otro nivel. Pero gracias a ese descubrimiento, Kaede percibió una fuente de energía aún activa en el edificio
— Esto solía ser un hotel...
Con la mente clara, Kaede captó las emanaciones de energía a su alrededor
— Sabía que eras especial, sobrinito
Marcus había olvidado que hace segundos una persona logró atacarlo con fiereza y se emocionaba con sus descubrimientos. Eso solo hacia enojar a Kaito quien abandonó las dudas y su estado de shock para afrontar esta amenaza y avanzó con pasos rápidos hacia ellos
— Qué diablos están diciendo? Tus trucos no me impresionan, Kamisato Marcus. Cualquier extranjero sabe que este lugar es un caldo de cultivo para ESPERs, y sé perfectamente cómo funcionan. Sé qué eres, y no me importas en lo más mínimo. Puedo conseguir a más como tú en el mismo lugar donde obtuve estos poderes — espetó Kaito
— ¿En serio? Hace unos minutos estabas interesado en mí, y ahora me rechazas como si fuera basura. Ay, mi ego está herido ~ — Marcus respondió con una sonrisa burlona, con un tono egocéntrico y un tanto femenino
Pero eso no era lo importante en ese momento. Kaito había visto claramente cómo la garra eléctrica atravesaba a Marcus. Sentía la sangre, los huesos, el latir desesperado del corazón. Pero ahora, Marcus estaba allí, ileso
— « Nadie podría salvarse, ni desplazándose entre el espacio, yo lo partí por la mitad en ese momento. Yo lo sentí, las palpitaciones a un ritmo desesperado, todo eso como si fuera nada » — Y por desesperación y confianza dijo cualquier burrada — Eres a los que llaman Eldridge...
— ...Uhm — levantó la ceja por puro instinto tras esas palabras
— Tipos capaces de teletransportarse ya sea objetos o así mismos. Tal vez te he subestimado un poco y puede que seas capaz de recuperar el tejido que has perdido a través de tu reconstrucción... porque no me explico para nada como es que sigues vivo-
La seriedad abundaba más que la misma tranquilidad, y fue gracias a eso que Marcus logró callarlo solamente con una leve sonrisa y negarle con un pulgar abajo
Marcus habló despreocupadamente
— A veces me pregunto, ¿Por qué ese afán de justificar todo por lo que ven o por lo que escuchan? ¿Acaso no comprenden que hasta la misma mente puede ser engañada?
Solo duro un parpadeo para que un ligero sentimiento de miedo abrazara las espaldas de Kaito. Esto no era lo de menos, pero pudo percatarse una cosa mientras caminaba hacia ellos, no sentía que avanzaba hacia algún lado
Debió al menos acercarse para destrozar esa carita de confiado que tenía, ni eso sentía, era como si el pasillo como tal fuese uno donde las distancias no eran las mismas. Kaede lo notó también, ¿Por qué Kaito seguía avanzando sin algún ápice de acercamiento hacia ellos? Todo parecía ser obra de Marcus que solo acrecentaba una incertidumbre y miedo a su alrededor. La niebla espesa se manifestaba en algo que salía de su espalda, como si un fantasma empezaba a sujetarse atrás de este
— La mente es una máquina tan compleja que sería risible pensar que alguien pueda manipularla — Habló Marcus pero con una cierta voz femenina de fondo
Desconcertado, Kaede buscó a su alrededor, pero no encontró a nadie más. Esa voz no era de la extranjera que los acompañaba. Más bien, parecía surgir de su propia mente. Mientras tanto, Marcus avanzaba, formando un puño con su mano izquierda. Los demás presentes recuperaron sus sentidos en ese momento. Marcus golpeó a Kaito en el estómago con una fuerza devastadora, disipando toda la neblina con su ataque y que este recibiera de lleno
— Caíste en mi trampa desde el principio — declaró Marcus con una sonrisa astuta — Eres solo un triste drogadicto que pretende ser más de lo que realmente es. Pero yo estoy aquí, soy Marcus Genesis, aquel que ve la verdad dentro de la ilusión
Solo fue un golpe tan simple en el estómago, no era para nada destacable, pero Kaede pudo ver el rostro de dolor que Kaito intentaba ocultar. Ni con su cuerpo plagado de electricidad o la defensa base de su resistencia muscular fueron suficientes para evitar un simple golpe
— ¿Qué demonios estás diciendo? ¿Estás delirando?
— No, pero tú tal vez sí
Kaito se preparó para otro golpe, pero en cuanto sus nudillos tocaron a Marcus, este desapareció como si fuera humo. Sintió entonces el impacto de una patada en su cuello desde atrás, mientras Marcus lo atacaba sin piedad. Agarró el brazo electrificado de su oponente y lo lanzó al suelo, pisoteando su pecho con fuerza
— ¡¿Qué...?! — Kaito exclamó con frustración ante la diferencia de fuerza tan ilógica
— Kaede, conseguiré tiempo de sobra. Ve a buscar lo que necesitas, confía en mí
Ante esas palabras inesperadas, Kaede tomó aire y, aunque confundido, corrió por el pasillo hacia una cocina abandonada
— ¿De verdad crees que tendrá el coraje para atacarme?
— Confío en él, después de todo, es familia
— Je... — Kaito logró relajar su cuerpo mientras escupía e intentaba hidratar sus labios — Tú no tienes nada que ver, ¿No es así? Solo eres un triste don nadie para él, hemos pasado por muchas cosas juntas para que un entrometido como tú aparezca en una situación así solo para darle una mejor oportunidad. Solo le diste el peor destino
Marcus no intervino en sus palabras. Aprovechando esto, Kaito extendió un brazo con un dispositivo similar a un guante tecno, golpeando el suelo
— Te veo a través de ti. No necesito que me cuentes nada
Este respondió con una voz serena y se quitó encima de él para darle la espalda y avanzar con calma al fondo del pasillo
— ¿Todavía te estás burlando de mí? — Una pequeña moneda salió desprendida de su ropa mientras daba un salto — Tienes el coraje suficiente para enfrentarte a uno de los fundadores de esta secta. Soy un asesino, he acabado con gente que manejaba el estilo Raksha como verdaderos maestros, para que un idiota como tú intente avergonzarme así-
— Oye, ¿vas a dejar de hablar y te vas a presentar como tal?
— Eh...
Kaito se quedó perplejo ante esa insolencia, pero al mismo tiempo comprendió que ese hombre, tan afeminado como era, tenía la determinación suficiente para dejar claro que su victoria estaba decidida desde el principio, al proponer un combate justo
— Nadie será testigo de tu batalla más que mi sobrino y yo. Tus aliados ya habrán sido castigados por alguien especial allá arriba, pero supongo que eso no te importa ahora. Si todo sale mal, dejaré que el Marcus del futuro se haga cargo, pero por ahora quiero dejarte una cosa clara... he venido aquí para darle una mejor vida a Kaede
Se quitó la camisa destrozada que llevaba, atándose el largo cabello rojizo para revelar unas líneas rojizas luminosas que salían de su nuca, como si fueran raíces que recorrían su espalda. Luego, recogió la moneda que se le había caído a Kaito y comenzó a jugar con ella, mirándolo directamente a los ojos con serenidad
— Bueno, basta de cháchara... ¡Mi nombre es Marcus Genesis! Soy el tío de Kamisato Kaede. Ahora inténtalo tú también ¡Sé que lo quieres! El color de la pasión se refleja en esa flor marchita que tienes como alma
Ante esa extravagante presentación, Kaito quiso desistir de ella y empezar a atacarlo de una vez por todas, pero se dio cuenta de que todo este tiempo había estado actuando movido por las emociones en lugar de pensar con claridad, como hubiera hecho su superior, Yoshino. Podría haberlo derrotado de muchas maneras, pero ese no era su estilo
— Yo... — Intentó dar un salto hacia adelante, replicando la misma técnica que antes, pero no pudo — ¡Me llamo Kageshima Kaito, uno de los fundadores del grupo Kawakaze, y no voy a caer más en tus estúpidas bromas!
En ese momento, apretó el puño del guante y una colosal energía eléctrica fue liberada, encendiendo de nuevo las luces del pasillo y atrayendo todos los metales a su alrededor, convirtiendo su brazo en una masa de desperdicios metálicos
Y aún con eso, la moneda que dejó tirar Marcus logró mantenerse en un constante giro sin siquiera doblegarse ante el ápice de energía
Marcus respondió con una insólita sonrisa y en eso resonó el golpe certero a su cráneo
Kaito quedó impresionado, Marcus recibió el golpe de lleno y fue a tal punto la fuerza que lo mando a volar hacia las habitaciones abandonadas de este edificio
Pero al terminar este ímpetu de energía, Kaito no sintió siquiera una muestra de satisfacción, simplemente una cara de asombro y sudor al ver que al final de los huecos creados por la fuerza del impacto, Marcus seguía intacto aun sonriendo sin siquiera una herida mortal por todo el daño que ha sufrido
Por otra parte, Kaede había llegado a una antigua cocina, donde el polvo se acumulaba en los rincones y el frío se filtraba entre las grietas de las paredes. Con determinación, comenzó a examinar los aparatos electrónicos que yacían olvidados en los estantes, buscando una solución para enfrentar a Kaito. Entre los objetos desgastados, sus manos se posaron en el microondas, sintiendo una chispa de esperanza ante la posibilidad de utilizarlo en su estrategia
Sin embargo, mientras intentaba manipular los cables y reconectar las conexiones, una sensación de incertidumbre se apoderó de él
— ¿Qué significo para ellos? — se preguntó en voz baja, mientras los recuerdos de su pasado en la secta Kawakaze y su vínculo con ATLAS lo invadían
A pesar de su esfuerzo, sus intentos de cablear las extensiones dentro del microondas terminaron en quemaduras leves en sus dedos, recordándole lo frágil que era su dominio sobre las máquinas en comparación con sus habilidades psíquicas
— « No me gusta la religión, pero al menos aceptaba las creencias que ellos promulgaban. Ellos siguen siendo mis compañeros, soy útil para ellos... » — reflexionó, con un atisbo de melancolía en su voz
En medio de sus pensamientos, su teléfono vibró, interrumpiendo su introspección. A pesar de la interferencia causada por la descarga eléctrica de Kaito, logró recuperar la señal y revisar las notificaciones que había recibido
Eran mensajes del grupo familiar, usualmente silenciado, que revelaban conversaciones entre su madre y los recién llegados extranjeros. Entre los intercambios habituales, destacaban las palabras de su madre, que resonaban en su mente con un significado especial
— ⟨ Serán nuevos aquí, pero no importa qué tan bien se desenvuelvan, necesitarán un guía para esta alocada ciudad. Tío Michael, no te olvides de llevar tus créditos, y ustedes, primos, si quieren conocer este distrito, Keidy será su buena guía ⟩ — leyó en voz alta, recordando la confianza y el apoyo que su madre brindaba a los recién llegados
Sin embargo, fue la respuesta de Helena lo que captó su atención, reflejando la desconfianza que aún existía hacia él por parte de algunos miembros de la familia
— ⟨ ¿No sería mejor que tú nos llevaras a conocer este lugar? Hemos tenido más contacto últimamente, no conocemos mucho de Kaede aún. Sabiendo cómo somos, dudo que le caeremos bien a la primera ⟩ — fue la duda expresada por Helena, que resonó en su corazón con una punzada de dolor
Pero las palabras de Mikaela, su madre, trajeron un destello de consuelo a su alma atribulada, recordándole el vínculo que compartían
— ⟨ Creo que tienen que saber de Kaede con todo lo que les he hablado. Sí, puede que no sea el más educado, pero dentro de él hay un chico que ha dado todo en sus estudios para conseguir una vida mejor. Últimamente ha estado muy estresado y me gustaría que ustedes, con sus buenas vibras, lo reciban con una buena bienvenida. Y si estás escuchando esto, Kaede, sigue esforzándote y haz feliz un poco a esta vieja ⟩ — fueron las palabras reconfortantes de Mikaela, que lo llenaron de gratitud y ternura hacia su madre
Sin embargo, la emoción se mezcló con la frustración y la angustia que había estado reprimiendo, y las lágrimas comenzaron a emerger, mezclándose con los mocos en su rostro
— Gracias por todo, Yoshino, pero si mi madre confía en ellos, no puedo dejar de dudar — murmuró con voz temblorosa, mientras intentaba contener la avalancha de emociones que amenazaba con abrumarlo
Decidió poner en su teléfono una canción que solía usar su madre para calmarlo cuando era niño. Aunque no era una canción típicamente japonesa, tenía una letra hermosa que inspiraba calma emocional
— "The Wonder of U"... definitivamente tienes buenos gustos, madre — susurró con gratitud, sintiendo cómo la melodía lo envolvía en una sensación de paz y tranquilidad
Con la mente un poco más clara, se dispuso a terminar el dispositivo que había estado construyendo, decidido a enfrentar los desafíos que se avecinaba
Ya era tiempo de que un vencedor se alzara en esta batalla improvisada
Después del estruendoso golpe que recibió Marcus, este no dudó en deslizarse fuera de la pared y atacar de inmediato a Kaito con una contundente parada en toda la cara. Kaito apenas vio venir el golpe, pero decidió dejar de dudar y contrarrestar con un desesperado ataque, uniendo ambas palmas directo al estómago de Marcus. Fue en ese instante cuando escuchó claramente las palabras de su oponente
— Patada abajo
Marcus esbozó una sonrisa tras pronunciarlas, y en un abrir y cerrar de ojos se sostuvo de las manos y propinó patadas a las rodillas de Kaito
Kaito reaccionó incorporándose nuevamente y lanzando un golpe vertical con su mano cargada de electricidad
— Patada a la izquierda
Sin importar sus acciones, recibió otro golpe en los riñones
— Golpe a la derecha
— Patada a los pies
— Gancho a la izquierda
— Patada en el estómago
Y así sucesivamente. Marcus anunciaba con claridad cada movimiento que ejecutaría en la pelea, pero la testarudez de Kaito, aun con todas esas ventajas, lo cegaba. Su orgullo era tal que oscurecía su mente, impidiéndole evitar los golpes. Tal vez el dolor no fuera lo más preocupante para él, pero sí sentía un peso creciente en su interior a medida que cometía más errores
Contra todo pronóstico, una voz conocida resonó al final del pasillo
— ¡¿Ese es el Kageshima Kaito que conozco?!
Frente a un antiguo ascensor, Kaede había completado a tiempo una máquina capaz de detener al implacable Kaito. Aunque más parecía llevar consigo un viejo y pequeño microondas. Su tío, en cambio, despejaba todo rastro de tensión durante ese momento
— ¡Al menos te encuentras bien, Kaede!
Aunque Kaede apenas respondió con una mirada seria hacia el hombre con rayos amenazantes
Kaito, aprovechando la distracción, golpeó a Marcus y lo estampó contra la pared utilizando los metales cercanos. Sin embargo, Marcus permaneció impertérrito y se acercó rápidamente a Kaede
— ¡¿Cómo pudiste haber sido convencido por este bufón?! ¡¿En serio quieres echar a perder todos los meses de progreso que hemos hecho?! ¡¿Qué pensaría Yoshino ante esto?!...
Kaede entrecerró los ojos ante el alboroto, pero el volumen de la música en bucle era aún más alto en sus tímpanos. Retrocedió, esperando que Kaito cayera en la trampa
— ¿No recuerdas? Ese chico de tu academia te va a cazar y...
La avalancha de palabras de Kaito fue interrumpida abruptamente
Una trampa aturdidora había sido activada justo encima de él. Kaede había esperado ese momento, aunque Kaito también había caído en la trampa. Sin embargo, el volumen ensordecedor de la música evitó que Kaito pudiera escuchar algo, agarrando sus orejas instintivamente. Una mala idea
En ese momento, Kaede golpeó el estómago de Kaito con el microondas que llevaba consigo, aprovechando su reacción a las anomalías eléctricas para absorber su poder y provocar emisiones de radiación que quemaban su interior. Kaede había anticipado este escenario, habiendo convivido lo suficiente con Kaito como para entender sus capacidades y limitaciones. Su plan era agotar sus energías hasta que el microondas estallara, intentando debilitarlo o al menos limitar su capacidad de respuesta
— Se acabó, Kaito — anunció Kaede mientras retiraba el microondas. Protegido por sus guantes, Kaede no sufría daños por la radiación, y en un movimiento rápido arrancó una cruz que llevaba colgada
— Déjame terminar esto de una vez por todas — agregó, mirando con determinación a Kaito, quien mostraba un rostro adolorido ante la acción de un miembro de su propia secta
En ese momento, Marcus intervino aprovechando la vulnerabilidad de Kaito y lo golpeó en la espalda, dejándolo indefenso. Aunque Kaede se irritó ante la violencia innecesaria, Marcus mantuvo la calma y continuó sus acciones
— ¡No era necesario eso! — exclamó Kaede, frustrado
— ¿Es normal, no? — respondió Marcus, tratando de justificar su acción mientras Kaede lo sujetaba del brazo
— Eres honesto, pero no lo suficiente — reprochó Kaede, con el tono de voz cargado de molestia. — Me has ayudado, pero estoy cansado de ser tratado como la mierda
Marcus tomó los hombros de Kaede y lo miró fijamente. Sin reservas, lo abrazó, desconcertando a su sobrino
— ¿Pero qué...? — comenzó Kaede, pero Marcus lo interrumpió
— ¿Muy cursi? Probablemente — admitió Marcus, — pero quiero que entiendas que no estás solo. Tienes más dudas que respuestas, pero ahora cuentas con personas que te apoyarán, sin importar qué
Aunque la sonrisa honesta de Marcus revelaba su genuino afecto, Kaede no podía evitar sentirse abrumado por todo lo sucedido. Se quitó un peso de encima, pero a un costo emocional. Las preguntas seguían inundando su mente mientras ajustaba su bufanda azul
Decidió detener la música en bucle y acercarse a Kaito, quien yacía inconsciente tras el golpe
— ¿Puedes reactivar esto? Será difícil llevarlo por las escaleras — preguntó Kaede a su tío, señalando el panel del ascensor
Kaede tocó el panel y el ascensor volvió a funcionar. Ambos entraron en silencio, respetando la tradición de no hablar mientras estaban dentro. Kaede guardó sus auriculares en su mochila y notó una mancha de sangre en su superficie, recordando el costo de la confrontación
El presentimiento de que algo estaba mal se palpaba en el aire. Antes de que Kaede pudiera expresar sus preocupaciones, una figura femenina emergió, recostada contra la pared del primer piso
Marcus levantó a Kaito con facilidad y salió adelante, golpeando a Kaede por despiste
— Sabía que esto sería pan comido para ti, Helenita — expresó Marcus, con una alegría evidente en su voz
— Fuiste muy imprudente al enfrentarte a ese energúmeno con máscara tú solo — reprochó Helena
— No lo hice solo, Kaede me ayudó — respondió Marcus
Así se encontraban, estas personas tan dispares, conversando con calma mientras en la sala principal abandonada, los compañeros de Kaede yacían enfermos, con fiebre y sudor, rodeados por una fina cuerda dorada que los debilitaba
— ¿Esto es real? — preguntó Kaede, mordiéndose el labio, el miedo palpable en sus palabras
El terror se apoderaba de él, paralizándolo, mientras uno de sus compañeros lograba mover una mano.
Helena lo notó de inmediato
— No lo intentes — advirtió
Kaede sintió una presencia ominosa emanando de Helena, un aura que lo envolvía y oscurecía su visión. Cuando recuperó el sentido, vio a Kaito envuelto en las mismas cuerdas que habían debilitado a sus compañeros. Marcus lo llevó al centro de la sala y lo arrojó al suelo sin delicadeza
Mientras tanto, Helena y Marcus observaban el caos con ligeras sonrisas, sin rastro de maldad en sus rostros. Habían derrotado a una parte de la secta militar como si fuera un juego de niños, y aunque Marcus estaba notablemente desgarrado, seguía adelante como si nada hubiera pasado
Con los puños apretados y la mirada fija en el suelo, Kaede expresó su ira
— ¿Y ahora qué quieren que haga? ¿Sonreír? ¿Fingir que esta noche no ha pasado? He pasado meses haciendo trabajos de mierda para ayudar a mi madre, quien está en problemas financieros debido a los grupos Solastra y la corrupción en estos barrios bajos. Si fuera por mí, me habría ido de aquí hace mucho tiempo, pero tengo una familia que cuidar. Y ahora, ¿qué? ¿Solo nos queda sobrevivir en este distrito?
— ¿Encontrar a tu padre, no es así? — intervino Helena, cortando el aire con su pregunta
El corazón de Kaede dio un vuelco ante la revelación
— ¿Quién te lo dijo? ¿Mi madre habló más de la cuenta, verdad? — reaccionó Kaede con resentimiento. — Si lo encuentro, no será para una charla amigable
La sonrisa de Marcus no pudo ocultar su aprobación ante la determinación de su sobrino. A pesar de ello, Helena miraba con preocupación, pero no podía ignorar la revelación. Le dio un pequeño golpe a Marcus para restarle entusiasmo
Con paso decidido, Helena se acercó a Kaede y lo abrazó con ternura
— Aunque apenas nos conocemos desde ayer, si te salvamos el trasero una vez más, quiero que sepas que estaremos aquí para apoyarte, sin importar qué — dijo, con un marcado acento español
Kaede se sintió un poco reconfortado por sus palabras, aunque aún estaba aturdido. Mientras Helena se alejaba, se volvió hacia Marcus y lo llamó la atención por su exceso de optimismo
— Espera... — Kaede se interpuso, escuchando algo familiar afuera del edificio
— ¡La policía de Kamino! — anunció, entrando en alerta nuevamente, pero sus tíos parecían ignorar la advertencia
Sin embargo, alguien más recobró la conciencia, sintiendo el miedo que se avecinaba
— Kaede... conocemos la ubicación de tu padre — dijo Kaito, con una risa burlona
La revelación golpeó a Kaede como un puñetazo en el estómago
Aquel hombre trajeado, retenido por las extrañas y luminosas cintas de Helena, se dirigió directamente a Kaede, desafiante
— ¿Acaso no me has escuchado, Kaede?... Tenemos la ubicación de tu padre. Iba a ser una sorpresa, especialmente para nuestro líder, pero parece que lo has arruinado todo...
Antes de que pudiera continuar, recibió una patada en el estómago por parte de Marcus, interrumpiendo sus palabras con un grito de dolor
— ¡Ahhhh! — escupió saliva — Maldito... ¿Por qué otra vez, imbécil? ¿Quieres que tu vida se vuelva un infierno?
Los golpes y la extraña enfermedad que lo consumía lo dejaban exhausto, con la piel enrojecida y ardiente
— Ustedes no lo comprenderán. Esos bastardos de la policía no son el verdadero peligro. Díselos, Kaede, no intentes ocultar lo inevitable
La presión era palpable, pero Kaede, con un zumbido persistente en los oídos, retrocedió, solo para recibir unas palmaditas reconfortantes de su tío
— ¿Cuánto tiempo...? ¿Cuánto tiempo te han tratado así? — preguntó Marcus, con una mirada compasiva
— ¿Eh? — Kaede respondió con sorpresa — ¿De qué estás hablando?
— ¿Cuánto tiempo te han menospreciado, Kaede? — insistió Marcus — Tal vez tengan razón y hayan encontrado a tu padre, o tal vez sea un plan para manipularte y hacerte sentir importante
— ¿Y qué quieres que diga? Kaito y yo hemos vivido más cosas juntos que yo con ustedes...
— ¡Me lo vas a pagar, Kaede! — gritó Kaito, furioso
— Silencio — ordenó Helena
Con un gesto, retorció el cuerpo de Kaito con las cintas luminosas, provocándole un intenso dolor y dejándolo inconsciente en el suelo
Kaede se sintió mareado y aturdido, pero logró articular unas palabras nerviosas
— Esto es ridículo... ¿Acaso soy la persona más importante del mundo?
La respuesta entusiasta de Marcus lo tomó por sorpresa
— Para mí, eres el centro del universo — afirmó Marcus — Llámame cursi, idiota o tío estúpido, pero sé lo que digo. Eres importante, de una forma u otra. Ahora bien, este patán dice haber encontrado a tu padre. ¿Pero realmente crees en él?
Aunque apenas conocía a aquel hombre, Kaede sabía que había hecho un esfuerzo considerable por encontrarlo y enfrentar la situación. Pero su mareo se intensificó y cayó al suelo, agotado
Helena, con seriedad, sugirió que se fueran antes de que llegara la policía, pero al acercarse a Kaede, notó algo preocupante
— ¡Kaede! —gritó, alarmada
— ¿Qué pasó? — preguntó Marcus, ahora consciente del problema — ¿Por qué no dijiste nada?
Kaede trató de minimizarlo, pero su cuerpo cedió ante el agotamiento y perdió el conocimiento mientras caía hacia atrás
Marcus lo atrapó antes de que tocase el suelo y le habló con orgullo
— Ya has hecho mucho esta noche. Vámonos a casa
Aunque sus piernas cedieron, Kaede sintió la mano de su sobrino sosteniéndolo. A pesar de la oscuridad que lo envolvía, pudo percibir la alegría y el orgullo en los rostros de sus tíos. Aunque este fuera un nuevo comienzo, su curiosidad y determinación seguían intactas
En otro continente, pero en el mismo hogar, seguían siendo familia