-¿Llevas dinero para el almuerzo?-preguntó Taeyeon, por quinta vez.
Yuri rodó los ojos, divertida por la preocupación de su madre.
-Si, mama. Descuida, tengo prisa, voy tarde- Recordó al ver la hora en su móvil.
Faltaban veinte minutos para entrar a clases, si quería llegar a tiempo y llevar a Chaewon, todo a la vez. Era mejor apurarse.
-¿Hamyul?- Pregunto la pequeña Wonyoung, desayunaba junto a su padre mientras sonreía a su hermana.- ¿Cuando vendrá Pato? Lleva mucha tiempo sin jugar conmigo- Hizo puchero.
Yuri frunció los labios divertida, colgándosela la cartera del hombro y comiendo una galleta del tarro sobre el refrigerador. Ella comía las veinticuatro horas del día, no se cansaba.
-La has visto hace dos días, cuando llego de sorpresa con Chaewon- Apuntó, sonriendo aún por el agradable recuerdo de aquella tarde.
Ver a Yena con su hermana menor era de sus actividades favoritas, le parecían súper tiernas. Incluso, el fondo de pantalla de su móvil era una foto de Yena y Wonyoung posando, la mayor hacia una mueca graciosa mientras la niña le daba un beso en la mejilla. Si en algún momento del día sentía la necesidad de ver a sus dos personas preferidas, solo bastaba desbloquear el aparato y allí estaban ¡Era perfecto!
-Eh, no. Ya van.... Mmm- La niña dejó de comer para contar con los dedos, como le enseñaron en la escuela.- Van cuarenta y ocho horas, rata- Le corrigió.
-Como sea- La niña rodó los ojos, Yuri le daba la razón a su castaña, a veces Wonyoung se aprecia tanto a ella que daba miedo.
-El punto, es que no la veo hace muchísimas horas, seguro ella me extraña- Dijo completamente segura.
¿Lo peor de todo? Yuri sabia que su hermana tenia razón, Yena vivía preguntando por la pequeña niña y jugando con ella, cada vez que podía.
-Bah, no creo- Bromeó, le mostró la lengua a una Wonyoung con el ceño fruncido.- Me extraña mas a mi- Aseguró.
-¡Mentira! Tu eres fea, yo soy linda, claro que me extraña más a mi- Movío la mano, como si Yuri fuera inferior.
-¡COMO ME HAS LLAMADO ENANA!- El grito de Yuri no se hizo esperar
Taeyeon que estaba al lado de su hija tuvo que taparse los oídos debido al repentino grito que pego.
-¿¡A quien le dices fea!? ¡¿Te has visto al espejo enana asquerosa?!
Baekhyun se llevo una mano a la boca, con intención de retener la carcajada.
-¿Enana yo? Por dios Hamyul, la única que pasa corriendo debajo de la mesa eres tú- Wonyoung se hecho el cabello para atrás.
Taeyeon observaba a sus dos hijas, sonriendo, mientras colocaba más sándwiches en el plato de su esposo. Se dieron una mirada dulce, al parecer alguien no dormiría hoy en el sofá.
Uno, dos, tres se repetía Yuri aguantando las ganas de ir a asesinar a su hermana menor, cambiando su rostro en un segundo, mirándola con ternura.
-Tus celos me dan ternura- Apretó las mejillas de su hermana, esta se revolvió lejos de sus manos.
-¡No estoy celosa!- Comprobado científicamente, estas dos son hermanas y nadie puede negarlo.
-Por favor, todos piensan así- Estaba bromeando, su hermanita indignada era un acto digno de ver.
Fue por la cocina, hablándole, mágicamente una manzana estaba en sus manos y le daba un mordisco.
-Hasta Yena, piensa que soy hermosa- Sonrío como tonta recordando que la castaña se encargaba de remarcarle lo perfecta que era, cada vez que tenia oportunidad.
Baekhyun quiso hacer un comentario de padre celoso, bastó una mirada fulminante de Taeyeon, para hacerlo callar. Suficientes experiencias traumáticas con una Jo enojada, para el resto del año. Ademas el sofá no es cómodo.
-¿Pato?- La niña achicó los ojos, confundida, Yuri cubrió su boca para no reír.
¡Por dios, esa reacción fue tan Choi Yena! Al parecer la pequeña niña era una combinación de ambas, como si fuera su propia hija, el corazón de Yuri se hinchó de felicidad ante la idea.
-Si, Enana- Termino la manzana, antes de que Taeyeon tuviera tiempo de esconderlo, se robó un sándwich de la bandeja.- ¿Como creías que se llamaba?- Dio un mordisco.
Wonyoung abrió los labios considerando su respuesta, seguidamente sonrío y alzó la barbilla.
-Choi Duck- Fue simple la respuesta, la niña realmente se sentïa orgullosa al decirlo.
Yuri se atragantó con la comida, su madre de inmediato le dio un vaso de jugo, ella reía a carcajadas.
-¡JAJAJA! ¿Cómo, que, que?- Hablaba con la lengua entre los dientes.
-¡No te burles!- Wonyoung chilló, luego hizo un puchero a su papá.- ¡Papa Hamyul me está molestando!
Baekhyun no quería decir algún comentario incorrecto, las mujeres explotaban si hacías un movimiento falso, rápidamente introdujo una porción de pan a su boca e hizo señas de no poder hablar.
En plan: "Perdona, cariño. Tengo la boca llena y ya sabes lo que dicen las normas de cortesía ¡Primero termina de masticar antes de hablar!"
Obviamente, el hombre era ingenioso, digamos que tardaría un buen rato en terminar de tragar el bocado. Hasta estar en zona segura.
-¡Papa!- Se quejó la niña castaña, se detuvo un segundo, después Wonyoung sonrió sintiéndose ganadora.- Tú eres la que está celosa- Aseguró
Yuri alzó una ceja, junto a la cesta de frutas y pelando una banana. Taeyeon pestañeó, sin entender en que momento su hija se había trasladado a esa parte de la cocina ¿Era ninja?
-¿Por qué yo estaría celosa?- Preguntó curiosa, masticando.
Wonyoung dejo que su padre le limpiara los labios con una servilleta, ella sonreía con superioridad.
-Es facil
-Pues dímelo, Enana- Yuri terminaba su bocadillo, ya buscaba nuevamente otra alimento para echarle el diente
-Que Yena es mi novia Pato- Se cruzó de brazos, Baekhyun levantó los brazos como un aro, indicando que Jo Wonyoung acaba de anotar un punto.
Yuri se detuvo, la observo fijamente, se lamió los labios.
-No tiene nada de especial ser su novia Pato- Musitó
-Bueno, al menos es mi novia y no la tuya- Sacudo sus hombros, dejando en shock a Yuri que acaba de encontrar algo para comer.
-Aún- Canturréo Taeyeon, dándole un golpe en la mano a su hija con la cuchara, para que soltara él trozo de torta que compró ayer.- No toques- Se refirió al postre, el cual colocó sobre un plato, lejos de su tragona hija.
La mujer ya preparaba los futuros planes de boda con su compañera en crimen ¡Choi Bora era su socia! La castaña mayor dejó separar de la comida, pensando que seriamente era cierto. Llevaba tres meses saliendo con Yena y ellas dos aún no eran novias.
-Eh...- Balbuceó, dándole a entender a Wonyoung que ella había ganado el encuentro.
-Me retiro madre- Dijo la niña con voz formal, levantándose Taeyeon la despidió sonriendo.
Paso junto a Yuri, susurrando "Perdedora" antes de irse con la cabeza en alto.
Yuri quedó mirando el suelo, pensando. Su madre la miró, levantando los platos.
-¿Qué piensas, hija?- Sonrío.
-Que llego tarde al instituto- Susurró distraída, metiendo un trozo de la tarta prohibida en su boca.
Taeyeon observó a su hija y luego al plato, donde se supone que estaba la torta, ahora se encontraba vacío ¡¿Como carajo lo había agarrado?!
-¡JO YURI!- Señalo el plato y luego a ella.- ¿Como...- Dijo perpleja.
-Me tengo que ir, los amo- Salío corriendo como un tren.
Extrañamente, Chaewon no insistió en que no fuera a buscarle, aseguraba ya estar en el instituto.
Seguramente fue temprano para encontrase a Minju. Esa tonta chica enamorada. Es su convertible negro, Yuri mientras conducía, analizaba su actual situación con Yena. Desde aquel día, en el baile de invierno muchas semanas atrás, siempre estaban juntas. Tenían su tiempo para ellas mismas, pero la mayor parte del tiempo preferían gastarlo en otra.
Se daban besos, muchos realmente, salían a pasear por la playa o a tomar un helado. Se agarraban de la mano en los pasillos del instituto y eran conscientes de sus sentimiento por la otra. Prácticamente actuaban como novias, pero oficialmente, no lo eran. Yuri sentía que debía solucionarlo.
Pero Yena era muy lenta, tardó casi tres años en decirle que la amaba, si dejaba pedirle que fuera su novia cuando se le ocurriera, esta estaría soltera hasta terminar la universidad. Yuri consideraba seriamente ser ella la que diera el paso, o al menos, lanzarle indirecta a Yena. Si es que la captaba. Era tonto, pero quería llamar a su castaña como su novia.
Al llegar al aparcamiento, estaciono junto a la camioneta de Jaemin. Sonrió, al sentir un abrazo demoledor alrededor de su cuello, ya sabia a quien pertenecía esa clase de afecto.
-¿Qué onda, Jjoyul?- La pelimorada amiga de Yena, era ahora su propia amiga.
Sinceramente, Yuri se preguntaba cómo pudo aguantar todos estos años peleando con la chica y pretendiendo que le caiga mal. Se llevaba muy bien con Chaeyeon, en tan pocos meses lograron hacer una fuerte conexión de esas que pocas veces uno tiene.
-¡Chae, déjame, no puedo respirar!- Se soltó, escuchando una risa por parte de la mayor.
-¿Parecias distraída? ¿Algo... O alguien en mente?- Pestañeó coquetamente, dándole un codazo a la castaña.- Descuida todos sabemos que siempre piensas en mi, a Yena no le molesta- Bromeó.
-No seas tonta- Río mientras las dos caminaban, hacia la entrada, conversando.- ¿Cómo crees que voy a pensar en ti?
Chaeyeon rodó los ojos.
-Claro ya tienes una idiota en tu cabeza ¿Para que tener otra?- Dijo echando su cabello hacia atrás, abanicando su rostro.
-Me ofendes, Yul. Ya quisieras tu tenerme como pareja.
-Que va- Río al ver la mueca indignada de su amiga, le dio un suave golpe en el hombro.- ¡Ya, no te molestes! Igual no podríamos.
Chaeyeon le sujeto la mano llorando con una actitud teatral, sollozando con exageración. Yuri estaba riendo.
-¿Por qué? ¡¿Por qué nuestro amor no puede ser, Jo?!- Casi grito, logrando que otros voltearan a verlas y la castaña se avergonzara.
-Ya, para. Eres una ridícula- Se sólo de su agarre, alzando una ceja al ver a Chaeyeon bordeando sus uñas.- ¿Estamos pasando pena, sabes?
Chaeyeon se encogió de hombros, silbando como si fuera inocente.
-No se de que hablas.
-Pero, enserio. No podríamos, Yena es el amor de mi vida- Río al ver su amiga fingiendo tener arcadas.
-Diabetes, necesito agua con sal. Ayuda- Musitó, manoseando el rostro de Yuri.
La castaña la aparto, negando con la cabeza.
-No seas así, también esta Sakura podría matarme por...- Sé mordió la lengua, al saber que habló de más.
Por suerte, Chaeyeon había desaparecido y ahora estaba a unos cuantos pasos lejos de ella, burlándose del pelo de Sakura. Era como un nene pequeño que fastidiaba a la niña que le gusta. Yuri la miraba divertida. Esas dos eran el mismo acto todos los días, desde hace meses. Era obvio, al menos para Yuri y Ryujin, que entre Sakura y Chaeyeon había chispa.
Sakura y Chaeyeon eran amigas, se llevaban bien por su pasión por Beyonce, aún así, habían días en los que discutían. Era muy gracioso de ver. Se encontró con Chaewon frente a su casillero, guardaba unos libros distraídamente. Yuri fue hasta ella, necesitaban hablar.
-Hola, Jjoyul...
-¿Y Yena?- Fue la primera pregunta.
La pelirroja alzó una ceja.
-¿Cómo debería...
-Aún no somos novias ¿Te lo puedes creer?- Se quejo volviendo a interrumpir a la chica, se recostó en su casillero, derrotada.- ¿Qué tengo que esperar? ¿Una señal de humo o un mensaje enviado por una paloma? Yena tardara años en pedírmelo.
-Descuida, todo a su...- Nuevamente cortada a mitad de la oración.
-¿Y si se lo pido yo? Puede que sea mas fácil, digo, yo podría hacerlo romántico incluso- Colocó una mano en su cabeza inocentemente, arrugando el entrecejo de forma adorable.
-¡No!- Chaewon abrió los ojos, en pánico.
Yuri la miró sin entender, la pelirroja se aclaró la garganta.
-Digo, podrías esperar un poco... es muy pronto- Dijo extrañamente nerviosa.
Yuri le dio un toque cito en la frente, rodando los ojos.
-Chaewon, tú no eres la mejor para dar consejos.
-¿Por qué?- Se cruzó de brasos.
-Le pediste a Minju que fuera tu novia, semanas después de salir- Se señalo el pecho, con énfasis.- Yo llevo meses ¿Escuchaste? ¡Meses saliendo con Yena!
-¡Oh vamos, no empieces!- Resopló.
-¡Si que empiezo! Cuando la vea... ¡Ah!- Saltó cuando dos manos cubrieron sus ojos, eran cálidas y familiares, su corazón se aceleró felizmente.
-Adivina ¿Quién es?- Yena bromeó, dándole besitos en el cuello.
Yuri sintió las mariposas revolotear en su cuerpo y comenzó a reír, siguiéndole el juego. El enojo fue rápidamente olvidado.
-No se ¿Quién podría ser?- Sé giró entre sus brazos, rodeándole la cintura y frotando su nariz contra la de Yena, mirando sus ojos marrones.- Hola
Yena sonrío, radiante, dándole un beso en la frente.
-Buenos dias princesita- Bromeó.
Yuri sacudió la cabeza, divertida.
-¿Cómo dormiste anoche?
-Bien, muy bien- Sonrío, mordiéndose el labio y observando a la menor verlos.- ¿Beso de buenos días?- Pregunto hipnotizada por los labios de la bajita.
-Si, por favor- Susurró Yuri.
Unieron sus labios, la menor sentía la caliza y el cosquilleo en los suyos. Como se sincronizaron y se movían lentamente al mismo tiempo, sentía sus pies flotando, besar a Yena era tremendamente mágico.
Chaewon carraspeó.
-Ajam- Dijo sonoramente.- Si, ya entendimos, era obvio que es Yena. Eres una gran adivina, Yuri- Comentó sarcásticamente.
Ellas seguían besándose, y Yena la presionaba más contra su cuerpo.
-Ya déjalas, Chae. Son tiernas- Minju le daba un beso en la mejilla a su novia, acababa de llegar con Yena.
Se escuchó el flash de una cámara fotográfica, las dos chicas rompieron el beso, apoyando las frentes juntas y mirándose intensamente.
-Mierda, la foto salió perfecta- Chaeyeon dijo orgullosa de su trabajo, agitó la Polaroid en el aire.- ¡Esto es por el fandom!
-¿De qué hablas, Lee?- Sakura junto a ella se rió de la ocurrencias de la chica.
-Estás haciendo él ridículo- Chaeyeon chistó, dándole un empujón con la cadera a la japonesa, levantó un dedo.
-Tú serás ridícula- Señaló a la pareja frente a ella y luego a la cámara.- Esta foto vale más que tu riñón.
-Tonterías- La chica rodó los ojos ante las palabras de la pelimorada.
Chaeyeon comenzó a picarle el brazo con el dedo, Sakura se quejaba de ella y le colocaba la mano en el rostro, para alejarla, sonriendo levemente.
-Creo que deberíamos ir a clases, Minguri- La pelirroja sujetó la mano de su novia, mostrando una mirada irónica.- Aquí hay muchas babosas.
-Pero, Chae. Si tú eres igual conmigo- La pelirosa sonrió a su novia, dándole un beso en la mejilla sonrojada.
Yena sonrió, colocando un brazo alrededor de los hombros de Yuri, esta se acurrucó contra ella.
-La hipocresía es mala, Kim- Comentó la mayor y las otras rieron, la pelirroja se apartó un mechón de cabello con un soplido.
-Vale, de igual. No quiero escucharlas, son malas conmigo- Se fue indignada, contoneándose por el pasillo, Minju la alcanzó y se abrazó a ella.
Las dos desaparecieron entre los otros estudiantes.
-Venga, chicas- Chaeyeon agitó la mano, para instarles a moverse.- Tenemos que ir a clases, después pueden follar en el baño, si quieren.
Sakura se rió fuerte, Yuri completamente sonrojada, le propinó un golpe a su amiga en el abdomen.
-¡CHAEYEON!- La castaña se sentía abochornada, ellas aún no se acostaban a menos que no fuera para dormir.
-Los baños son incómodos- Yena frunció el ceño, ladeó la cabeza.
Chaeyeon sonrió con gracia y sarcasmo.
-Vale entonces, la enfermería- Observó los ojos marrones considerándolo.- Tienen una camilla muy cómoda- Agregó.
-Eso está mejor- La castaña mayor sonrió y recibió un manotazo de su chica en la cabeza.- ¡Auch!
-Por pervertida- Sacudió la cabeza, alejándose y entrelazando su brazo con el de Sakura.- Ven, Kkura. Vámonos con personas más decentes.
-Tienes toda la razón, Jjoyul- La japonesa alzó las cejas con superioridad, Chaeyeon le dio una pícara sonrisa.
-No hay nadie más decente que yo, chicas- Afirmó.
Las cuatro chicas fueron a sus primeras clases, Yuri sentía felicidad ya que compartía dos horas con Yena. Pero, en las siguientes no. En la clase de cálculo estuvo toda la hora intentando copiar apuntes mientras Chaeyeon, sentada a su lado, se quejaba por el aburrimiento y le contaba chistes para hacerla reír. Yuri quería ser responsable y estudiosa ¿Cómo podría concentrarse con la pelimorada junto a ella, burlándose del viejo profesor Hong? Le fue casi imposible.
En la hora del almuerzo, las cosas habían cambiado. Desde hace un tiempo que las cuatro animadoras se habían trasladado de su acostumbrada mesa, para estar con el grupo de Yena. Irónico, considerando que hace dos años almorzar con el grupo de raritos sería visto como un gran chiste para Yuri y Chaewon. Hoy en día, pensaban en estar más cerca de sus chicas como fuera posible. Al conocerlos mejor, Yuri sintió más agrado por ellos que hacía su propio grupo. Las animadoras eran el doble de superficiales que ella y los chicos, entre ellos Hyunjin, eran idiotas.
-¿Es gelatina marrón?- Preguntó Yena, sujetando la mano de la castaña bajo la mesa.
Gyuri levantó el postre, tomando una cuchara y llevándola a su boca. Sonrió a la mayor, después de los malentendidos pasados, todo estaba arreglado.
-Es pudín de chocolate, Yena- Dijo agitando el cubierto, a ofreció una cucharada a Jaemin haciendo de avióncito.- Esta muy bueno ¿quieres?
-Claro, lo cocinaste tú. Debe estar riquísimo- Sonrío como tonto, probando bocado y abriendo los ojos.
-¡Ves que eres fantástica! Tenía razón, está muy bueno- Los ojos del chico miraron con cariño a su novia. Gyuri se sonrojó y le ofreció más del pudín.
-No sé quién está peor, si el Yulyen, 2Kim o el Chaekura- Comenzó Ryujin, dando un sorbo a su jugo y señalando a las parejas con diversión.- O ustedes.
Yuri y Yena se encogieron de hombros, la pelirroja puso los ojos en blanco con Minju acariciando su mejilla.
-¿Cha-que?- Dijeron la pelimorada y la japonesa, al mismo tiempo.
-Nada, chicas- Resopló, mirando a la mesa.
-¿Por qué Yuna se tuvo que enfermar? Ando literalmente tocando el violin al lado de ustedes- Dijo señalando a las parejas anteriormente mencionadas.
-No se lo que será esa Chakuka, o lo que sea- Chaeyeon colocó ambas manos sobre la mesa, apuntando a Yuri con su barbilla.- Pero te aseguro que el Yulyen superan a todos los demás.
-Oye- Yuri hizo una mueca aguantando la risa.- Se escucha como si fuéramos una banda de raperas: ¡Damas y caballeros, les presento a "Las Yulyen"!- Dijo con una cómica voz de presentador.
Nadie rió por su broma, únicamente una persona.
Nunca adivinaran quién es.
-¡JA JA JA, ESA ESTUVO BUENA, JJOYUL!- Yena se carcajeaba, apoyando la cabeza sobre el hombro de una radiante castaña, al escuchar la risa que tanto amaba.
Yuri comprendía, que ella vivía para hacer chistes y así lograr escuchar la risa de la chica de ojos marrones. Era su razón de ser.
-No me pareció gracioso- Chaeyeon alzó la ceja con una cara de póquer.
Yuri se cruzó de brazos, señalando a Yena.
-Pues parece que a Yena si.
-Eso no es humor, es idiotez del amor, no lo confundas- Señaló a Yena, las risas ya disminuían.
-¡Pfff, yo soy graciosa!- Dijo como si fuera obvio, miró a sus amigas.- ¿Verdad?
Ninguna dijo nada, sonreían con resignación y la bajita resopló.
-Me deben estar jodiendo.
-Yo sí creo que eres graciosa, Jjoyul- Su amado pato estuvo de su bando.
-¿Ven? Aprendan de Yena- Apartó un mechón de cabello castaño del rostro de la mayor sentándose en sus piernas dándole de comer cucharadas de arroz. Yena sonrió enamorada.
-No vale, como dijo Chaeyeon- Comenzó Jaemin, divertido.- Es tu novia, obviamente te dará la razón en todo.
Todas rieron, menos Yuri que estaba completamente seria.
-Yena no es mi novia- Dijo dándole una mirada de reojo a su chica acomodándose incomoda en su regazo, la castaña mayor bebía de su refresco abrazando a su chica de la cintura.- Aún no ¿Por qué, Choi?
Yena se atragantó, al no percibir la diversión en las palabras de su chica, comenzó a toser con fuerza y una desagradable sensación en la nariz por el líquido gaseoso.
-¿Qué... ¡Cof, cof! ¿Qué cosa, Jjoyul?- Preguntó limpiando las leves lágrimas de sus ojos, la castaña jugó con sus dedos.
-¿Qué somos, tú y yo?- Prefirió ir por el camino seguro, apuntando la posición en que estaban sarcásticamente.
Yena abrió los labios, repentinamente alarmada y mirando a los lados. Palmando el muslo de la menor.
-Ehh... somos ¿Amigas?- Yuri la fulminó con los ojos, ella se aclaró la garganta.- Amigas que están enamoradas una de la otra- Pensó que así lo arreglaría.
-No seas idiota, fenómeno- Uh, Yuri le había llamado ese por el nombre explícito.
Estaba cabreada, la mayor podía sentir el peligro acercarse, casi lo olfateaba en el aire.
-Sabes a lo que me refiero.
Todas estaban calladas, miraban atentas a la mayor, esperando que se salvara. Yena no decía nada, tenía que buscar una forma de escapar.
-Jjoyul, porque no mejor cambiamos...- Comenzó Minju, fue callada por una furiosa castaña.
-¿Yena? Sigo esperando, fenómeno- De cruzó de brazos quitándolos alrededor del cuello de la mayor inclinándose hacia ella quien se alejó a la vez.- ¿Amigas enamoradas una de la otra, en serio? ¿No te gustaría que fuéramos algo más?- Lanzó la pregunta bomba.
Yena tragó, sentía miedo por los ojos chocolate.
-¿Súper amigas? No, bueno, no se me ocurre que más podríamos ser...- Dijo evasiva, volteando el rostro nerviosamente y sonriendo.- ¿Sabes qué? Ignora a Jaemin, hace comentarios en los momentos menos esperados- Le dio una mirada intencionada a su amigo atrayendo a Yuri hacia su cuerpo abrazándola de manera protectora queriendo que se le pase el enojo.
Pero Yuri estaba lejos de eso, Yuri sintió un golpe en su pecho, era como si Yena la estuviera rechazando y no se mostrará emocionada con la idea de ser su novia. Yena no era tan lenta, bueno... Obviamente entendía la pregunta de Yuri, pero la evitaba por alguna razón. Puede que no quisiera estar en una relación con la castaña. Ella sintió el alma a los pies, no era posible. La mayor la amaba ¿no era así?
-Yena...- Susurró, la campana se escuchó y la mayor quito a Yuri de sus piernas rápidamente levantándose de un salto. Yuri quedó sorprendida.
-¡Vaya, ya hay que irnos!- Dijo sonriendo mientras daba miradas crípticas a sus amigas, se acercó rápidamente a darle un beso en los labios a la bajita.- Te amo, recuérdalo- Otro beso más antes de irse arrastrando a las cinco chicas.
Todo fue tan rápido que no dio tiempo a Yuri para reaccionar, además de que los besos de Yena siempre la dejaban atontada, logró formar un pensamiento en su cabeza al verlas salir de la cafetería.
Había quedado sola, con Chaeyeon y Jaemin.
-¿Qué... qué fue... ?- Señaló a Jaemin.- ¿Me puedes explicar?
El chico sonrío, negando con la cabeza.
-Tu solo espera- Le explicó antes de despedirse e irse.
-¿Chaeyeon?- La pobre castaña buscó ayuda en la pelimorada.
Chaeyeon le hizo levantarse de la mesa, saliendo al pasillo mientras palmeaba su hombro.
-Descuida, Jo. Estoy igual de confundida que tú- Le dijo con empatía.
Yuri no volvió a ver a las chicas, ni a Yena, durante el resto del día. Sentía el ánimo por el suelo, andaba con pasos pesados y muy triste. Yena evitó la pregunta, ella no quería ser su novia, tal vez le incomodara. Era un hecho muy desgarrador para la castaña, ella anhelaba ser su novia para así oficialmente tener el derecho de alejar a las zorras de primer año, que se querían acercar a su chica.
Y sobre todo, para avanzar en su relación. Al parecer, Yena no sentía lo mismo.
-Odio la vida- Replicó al salir de clases con su única amiga fiel, Chaeyeon.
-La vida es hermosa, el baile existe en ella- Fue la simple respuesta.
-¿Dónde están las chicas?
Yuri resopló.
-Posiblemente ellas y la fenómeno se largaron- Murmuró enojada, luego dio un quejido.- ¿Sabes qué? No las necesito.
-¿Pero, por qué el mal humor, Jjoyul?- Alzó una ceja.
Yuri abrió los brazos, exasperada.
-¡Por nada, ¡Chaeyeon! Simplemente, la chica que amo no quiere ser mi novia- Hizo un puchero, nuevamente triste.- No entiendo.
Chaeyeon pareció meditarlo.
-Yo tampoco, fue muy raro lo del almuerzo, la verdad. Digo, hasta un ciego puede ver que Yena babea por ti- Colocó una mano en su barbilla, analítica.- Su reacción no tuvo lógica, ella amaría ser tu novia. Pero, no te preocupes, es Yena. Seguro ni entendió la pregunta- Fue lo que se le ocurrió.
Yuri quería creerle, pero estaba segura de lo que vio, Yena sí que comprendió lo que ella había querido decir. Yuri, dispuesta a ignorar a sus traidoras amigas y a su supuesta enamorada, invitó a Chaeyeon a su casa. Durante todo el camino la pelimorada contaba chistes para hacerla feliz. Chaeyeon ignoró su móvil, el cual estuvo todo el camino vibrando, sentía fastidio de sacarlo de su bolsillo.
-¡Venga, quiero comer!- Chaeyeon cantó cuando llegaron al jardín frontal de los Jo.
-Es lo más inteligente que has dicho hoy- Yuri estuvo de acuerdo, seguía desanimada.
Al parecer, en la casa había un gran revuelo.
Cuando abrió la puerta escuchaba voces muy fuertes y gritos. Extrañamente, personas chillando el nombre de Baekhyun y entre ellas estaban sus amigas.
-¡Baekhyun, deja de pensar con el culo y reacciona, viejo loco!- Ese fue el grito respetuoso de la mayor hacia el señor Jo.
Minju y Gyuri estaban cerca de la escalera, con un rostro entre cansado y divertido.
-¿Qué pasa aquí?- Yuri dijo, soltando la cartera sonoramente en el suelo.
Las dos chicas la vieron, parecían asombradas de ver a la bajita en su propia casa.
-¿Qué haces aquí?- Preguntó Gyuri.
-Tu, no se supone que debías llegar ahora- Dijo Minju, frunció el ceño mirando a Chaeyeon.- ¡Chaeyeon!
-¿Qué hice ahora?- Alzó las manos.
-¡BAEKHYUN, BAJA EL ZAPATO AHORA!- La voz de Taeyeon resonaba por toda la casa.
-¡YA VERÁS, ES MI HIJA, NO TE DEJARÉ TENERLA!- El hombre no se escuchaba ni un poco feliz.
-¡QUIERO UNA ORDEN DE RESTRICCION!- Esa voz era muy familiar.
Yuri perdía la paciencia, escuchaba muchas voces mezcladas. Como un flash, la bajita vislumbró una mancha castaña muy conocida, bajando las escaleras. Yena apartó a sus amigas entre tropezones y huyó hacia la sala, saliendo fuera de vista.
-¿Qué demonios?- Escuchó a Chaeyeon hablar.
Seguidamente, tras Yena, en fila bajaron las personas que faltaban. Baekhyun con el rostro rojo y un zapato en la mano, se veía ridículamente peligroso.
-¡NO HUYAS, YENA!- Gritó con fuerza, siguiendo el paso de la castaña hasta la sala.- ¡SI QUIERES A MÍ HIJA, VEN Y LUCHA POR ELLA!- Se podía escuchar su voz en alguna parte de la casa.
-¡DEJA DE INTENTAR UTILIZARLA COMO TIRO AL BLANCO, LOCO!- Chaewon fue otra en la línea.
-¡LLEGAS A HACERLE ALGÚN RASGUÑO A MI FUTURA NUERA Y CRÉEME, NO ESTARAS INVITADO A LA BODA, BAEKHYUN!- Taeyeon cazaba a su esposo sacudiendo una chancleta en la mano, ella si daba miedo.
Todos se fueron hacia la sala, la última en bajar fue Sakura, respiraba acelerada por tanto correr.
-Vaya, estos dos deberían participar en los Juegos Olímpicos- Observó a Yuri en la entrada.- ¿Y tú qué haces aquí tan temprano?
-¡Es mi casa!- Yuri reclamó, pensando en por qué Yena huía de su padre.
-¡Chaeyeon fue una inútil y no la distrajo!- Minju señaló a la pelimorada culpable.
-¡LEE CHAEYEON!- Sakura la miraba con enojo, la pelimorada se escondió detrás de Yuri.- ERES UNA INITUL ¿POR QUÉ NO LA DISTRAJISTE COMO TE DIJIMOS?
-¿DE QUÉ HABLAS? A MÍ NUNCA ME DIJERON NADA- La pelimorasa no tardó en responder los gritos, aun así, se mantuvo refugiada tras la bajita y lejos de la enojada chica, solo por precaución, claro.
-¡TE ENVIAMOS UN MENSAJE!
-¡MENTIRAAA!- Aquí nadie sabía hablar bajo.
-¡VE EL MOVIL, IDIOTA!- Sakura tuvo que irse, al escuchar pasos correr, quería asegurarse que la castaña mayor siguiera viva.
-No encontraré nada, están... Un momento- Se detuvo al revisar el aparato, en la pantalla se mostraban diez mensajes sin leer.- Ups.
-Un "Ups" no me funciona, Chaeyeon- Minju se cruzaba de brazos y Gyuri cerraba los ojos, las dos decepcionadas.
-Señor, perdónale- La bonita pelirosa rezó al cielo, después escuchó un grito de Yena y agregó.- Y salva a Yena de la furia de un padre celoso, también. Amén.
-¡¿Qué le hacen a Yena?!- Gritó por fin la bajita, salió tras los demás y sus amigas la siguieron.
Lo que encontró la hizo casi reírse, en otra oportunidad lo hubiera hecho, pero ahora era una situación delicada. Baekhyun, su supuesto padre maduro, estaba aporreando la puerta del armario con un zapato.
-¡SAL, YENA! NO TE HARÉ DAÑO- Prometía falsamente el hombre, Yuri supuso que la castaña estaba oculta en la pequeña habitación, para escapar del peligro.
-¡Eso es exactamente lo que dice un asesino durante una película!- La voz de la mayor se escuchaba al otro lado de la puerta, seguramente entrecortada por tanto correr.- Y definitivamente ¡SI QUE LE HACEN DAÑO AL PROTAGONISTA!
-¡PAPA! ¿QUÉ HACES?- Saltó la hija a la defensa de su asustadiza "amiga enamorada", pensaba en abandonarla en las garras de su papá, por haberle rechazado, pero la amaba mucho como para hacerlo.
El señor se detuvo, con el brazo a medio camino de golpear la puerta y se quedó tieso.
-¿Yuri?- Giró el cuerpo lentamente, con una rápida sonrisa inocente y escondiendo el arma del crimen detrás de su espalda.- Cariño ¿Qué haces aquí tan temprano?
-¿Por qué todos me preguntan lo mismo? ¡Es mi casa, puedo llegar a la hora que quiera!- Chilló, seguidamente achicó los ojos con desaprobación.- ¿Qué se supone que hacías?
-Ehhh...- Baekhyun e encogió de hombros, nerviosamente.- Haciendo ejercicio.
-¡ESO ES MENTIRA!- La voz de Yena se escuchaba desde el armario, Yuri fulminó con los ojos al culpable.
-Aja ¿Y qué hace Yena allí dentro?- Se cruzó de brazos, todos estaban reunidos en el marco de la sala, observando el encuentro.
Chaewon había obtenido palomitas y todo, las compartía con sus amigas mientras Sakura retaba a Chaeyeon por ser tan irresponsable y floja. Baekhyun silbó, pretendiendo que no escuchaba nada mientras jugaba con el zapato entre sus manos, cansando de esconderlo.
-¿Yena? No creo haberle visto- Otra mentira.
-La estoy escuchando- Yuri quería parar con él jueguito.
-¿Qué? Claro que no...
-¡AYUDA, JJOYUL! RECUERDA QUE TE AMO Y EL ME QUIERE METER EL ZAPATO POR LA... ¡Ouch!- Al parecer la chica se había tropezado con un objeto dentro del armario, se escuchó un ruido.
A nadie le sorprendió, así que no comentaron.
-Acabo de escucharla.
-Vale, puede que haya venido. Nada más estábamos jugando...- Baekhyun añadió para la excusa barata que se quería inventar.
Yuri observó el zapato agitándose en su mano, con una ceja alzada.
-¿Jugar?- Dijo escéptica.
Baekhyun siguió su mirada y lanzó el zapato hacia un lado, como diciendo que aquí no pasó nada.
-¿Eso? No era nada, sabes que Yena es una exagerada- Movió la cabeza, dándole una sonrisa a su hija.
-¡MENTIRA, AYUDAAA!- La castaña no se atrevía a salir de su escondite.
-Te quiero lejos de aquí, padre- Soltó con enojo la niña, el pobre Baekhyun bajó los hombros derrotado.
-Pero, hija...
-Largo- Hizo énfasis.
-Ya escuchaste, colega. Perdiste- Chaewon movió la mano, indicándole que se retirara con dignidad.
-Esto necesitaba ser grabado en un Vine o algo- Aquel comentario obviamente era de Chaeyeon.
-Quiero hablar contigo, Baekhyun- La voz seria e inexpresiva de Taeyeon logró hacerlo palidecer, todas sintieron compasión por él, menos Yuri, que estaba igual de enojada.- A solas- Esas fueron las palabras que marcaban la condena.
Los dos padres fueron marchando fuera de la sala, el primero con la cabeza gacha y murmurando entre dientes y la segunda dejándole una caricia a su hija en el abrazo antes de subir con su esposo a las habitaciones. Tendrían una gran charla.
-Listo, ahora que ya todo está en calma ¿Alguien quiere explicarme qué está sucediendo?- Preguntó Yuri lentamente, retando a las más valiente a confesar primero.
Gyuri se adelantó, era la más madura y quería arreglar la situación.
-Veras, Jjoyul. Nosotras planeábamos darte una sorpresa, de hecho, alguien se supone que debía mantenerte alejada de la casa, hasta que lográramos solucionar un asunto- Los ojos de la coreana se dirigieron a Chaeyeon con reproche, todas la vieron.
-¡TENÍA FLOJERA DE LEER EL CELULAR, déjenme ser!- Levantó los brazos al aire.
Gyuri prosiguió con su explicación, Yuri observaba con aparente tranquilidad.
-Después, Yena fue a hablar con tus padres para... No puedo decirte aún, pero te aseguro que es bueno. El caso, es que tu padre enloqueció y aquí se armó una persecución a lo Tom y Jerry- Nadie río ante el chiste, Gyuri se aclaró la garganta.- Sería mejor que Yena te explicara.
-Cierto- Yuri le dio la razón, abrió la puerta del armario rápidamente y la castaña cayó sobre el suelo, por estar apoyada de esta.
-Choi, más te vale que tengas algo que decir- Declaró.
Yena se levantó de un salto, en el armario había escobas desacomodadas y cajas tiradas. La castaña llevaba el cabello desordenado y las mejillas rojas de tanto correr o posiblemente por la presencia de Yuri, un tanto de amabas.
-Jjoyul...- Se intentó acercar y la menor colocó una mano frente a ella, deteniéndola.
-Quiero explicaciones, fenómeno. Necesito saber, tengo el derecho ¿Qué hacen todas ustedes en mi casa?- Hablo con voz dura, todas hicieron una mueca triste al ver la carita desolada de la castaña.- Además, no recuerdo haberte invitado- Esto último lo comentó con brusquedad, seguía rencorosa con la chica.
-Es sorpresa, Jjoyul- Tiitubeó nerviosa, los ojos chocolate la fulminaron y ella resopló, casi rendida.- ¿Quieres saber ya? Se arruinará mi increíble sorpresa- Se cruzó de brazos, molesto porqué su gran esfuerzo se iría al garete a causa de la impaciencia de la bajita.
Yuri entrecerró los ojos hasta volverlos dos rendijas, asintió lentamente, dando a entender que así lo quería.
-Me arriesgaré, igual no creo que sea la gran cosa- Volteó el rostro enojada y ansiosa por saber ¿Qué sería? ¿El nuevo disco de IU? ¡¿Un castillo de chocolate tamaño real?!
Yena bufó.
-Vale, vamos- La tomó de la muñeca sin una pizca de amabilidad y la fue arrastrando por la casa, hasta subir las escaleras.
-¡Intenta no gritar tan alto, los vecinos pensaran que hay un atraco!- Comentó Chaewon, divertida.
Las chicas sonreían mientras las otras dos subían directo a la habitación de la castaña. Yuri frunció el ceño, por el comentario de la pelirroja.
-Yena ¿Qué quieren decir con eso?- Preguntó confundida, la castaña sonrió sarcástica.
-Más te vale no chillar tan alto, Jo- La miró fijamente a los ojos, con tanta intensidad que la castaña se sonrojó.
Comenzó a imaginar escenas muy poco apropiadas de Yena y ella en situaciones que requirieran poca ropa, cuerpos sudados y muchos movimientos sobre una cama. Ay, Dios míos. ¿Lo harían? ¿Aquella era la sorpresa? ¿Tan rápido? ¡Si aún no eran novias, Jesús! Yuri, aunque muriera de nervios, comenzó a sentir diferentes puntos de su cuerpo subiendo de temperatura.
Yena, colocándose detrás de Yuri, cubrió los ojos de la castaña con sus manos y acercó los labios a su oreja. La bajita tembló de pies a cabeza, al sentir el cálido aliento embriagador de la castaña en su oreja.
-Intenta no ver, quiero que te sorprendas- Río un poco al ver la rigidez del cuerpo de la bajita, dejó un beso en su mejilla sonrojada.- Por ser una niña impaciente tendrá que ser ahora, no quiero trampas ¿Vale?- Advirtió.
Yuri tragó en seco. ¿Realmente sucedería?
-D-Duckie, y-yo no sé... Digo, yo quiero, me muero por hacerlo, pe-pero cr-creo que aún no estamos listas- Tartamudeaba con la lengua trabada y el corazón en la garganta, veía negro puesto que la mano de la castaña la cegaba.- Yena, es mi primera vez.
Escuchó como la mayor abría la puerta y la hacía caminar hasta entrar, con pasos lentos. Soltó una pequeña risa nerviosa.
-¿De qué hablas, Yul?- Pregunto con dulzura.
-Aún no estamos listas. Puede... Que, dentro de un año, no sé, tú me pones demasiado nerviosa- Admitió mordiéndose él labio y sintiendo el olor familiar de su habitación, cerca estaba la cama.
Ya entendía por qué su papá se había enojado ¡Yena planeaba llevársela a la cama!
-¿Qué? No, no entendiendo. Tú querías ¿verdad? Llevas queriéndolo desde hace un tiempo, Chaewon me ha dicho- La castaña respondió extremadamente confundida y un poco triste, la menor sintió su pecho encogerse.
¡¿Chaewon perdió la cabeza o que?! ¡¿Cómo se le ocurría ir por allí insinuándole tales cosas a Yena?! ¡Aún era muy pronto, Yuri nunca hablaba de aquel tema con su mejor amiga! Pero, eso no le impedía fantasear de vez en cuando, la mayor avivaba su alma hasta más no poder.
Aun así, la pelirroja estaba loca. ¿Cómo se atrevió?
-Yo quiero.... créeme, deseo hacer el amor, pero...- La bajita fue interrumpida.
Yena se detuvo, girando a Yuri hacia el otro lado para que lograra verla a los ojos y no descubriera la sorpresa en su habitación.
-¿De qué rayos estás hablando, Jo?- Abrió los ojos, observando las mejillas súper rojas de su chica.
Tardaría un rato en comprender, si la bajita no la explicaba.
-¿Me quieres explicar?
-Yo te amo ¿Lo sabes?- Yuri quiso que lo supiera.
Yena ladeó la cabeza, acariciando la mejilla de la castaña con dulzura, pero con los ojos marrones perdidos.
-Eso espero, si no, quedaría como una tonta en estos momentos- Sonrío con vacilación, la bajita sostuvo su mano.- ¿Por qué lo dices?
-Estoy enamorada de ti, obviamente quiero que tú seas la primera y la última- Suspiró profundamente, mirando los ojos de su chica y temerosa por su reacción, si la rechazaba.- Pero creo que aún no estamos listas.
-¿Por qué? Tú... tú dijiste hoy... que querías ser algo más, no entiendo- La carita de perrito apaleado que hizo Yena, la enterneció.
La castaña bajó los hombros.
-¡Me refería a ser novias!- Exclamó alzando las manos.
Yena volvió a ladear la cabeza, rascando su cuello e intentando seguirle el ritmo a la castaña.
-Por eso mismo, quiero serlo. Entonces ¿Por qué dices que es muy pronto?- Miraba a la bajita como si esta acabara de enloquecer.- Estás muy bipolar hoy ¿Qué sucede? ¿Tienes la regla?- Era la explicación con más lógica para la mayor.
Yuri se sintió repentinamente ofendida.
-¡N-no! Solo que... ¡Yena! Si tanto quieres ser mi novia ¿Por qué no me lo pides? No puedo creer que quieras pasar a segunda base sin primero dignarte a hacerlo- Se cruzó de brazos, enojada y aún más irritada al ver el rostro de Choi Yena en blanco.- ¡Qué desesperante eres!
-¡¿De qué hablas?!- Yena se sentía frustrada por los gritos de la menor.- ¡Eso era lo que estaba a punto de hacer, pero me has dicho que es muy pronto!
-¡Mentira, tu.... ¿Tú qué?- Detuvo su escena de drama ¿Qué acaba de decir la castaña hija del Pato Donald?
-Lo que escuchaste, iba a hacer una cursi y tonta propuesta. Antes de que dijeras que no querías ¿Quién te entiende?- Resopló antes de ver los ojos chocolate mirarla, sin creérselo.
-¿QUE TU QUE?- Gritó casi dejando sorda a la mayor.
Lo primero que le dice Chaewon que no haga y es lo primero que hace.
-No grites ¿Qué te dije antes?- Se limpió la oreja, mirándola con el ceño fruncido.- Te iba a pedir que fueras mi novia ¿No comprendes?- Habló lentamente, como si quien tuviera problemas de lentitud fuera la bajita y no ella.
Yuri abrió y cerró la boca, apretando la mandíbula.
-Claro que entiendo, fenómeno. ¡Pero, no tiene sentido!- La señaló.
-Pues mira que si- Puso los ojos en blanco y la sujetó de los hombros, girándole sobre sus talones para mostrarle lo que tanto le tardó planificar.- Sorpresa, sorpresa- Dijo con una vocecita desanimada.
Yuri sintió que su corazón se detenía, oleadas de culpa invadieron su cuerpo al ver la pequeña sorpresa. Su cuarto estaba decorado con globos flotando, en el techo colgaban unas letras echas con fotografías de ellas dos juntas formando una palabra si las juntaban y con ellas una oración:
¿Q U I E R E S S E R M I N O V I A?
Sobre la cama había dos bandejas repletas de los chocolates favoritos de la castaña y una pizza de nutella. Sus sueños vueltos realidad, Yuri quiso llorar.
-Y-Yena, yo...- La voz se le ahogó bajo un sollozo, cubrió su boca con las manos mientras las lágrimas se juntaban en sus ojos.
Yena abrió los ojos, repentinamente alarmada y envolviendo a la bajita con sus brazos, con cariño y cuidado.
-¿Qué pasa, Jjoyul? ¿No quieres? ¿Me he sobrepasado? Tú dime, no quiero que llores- Suplicó mientras acunaba el rostro de la chica entre sus manos, frotando su nariz con la de Yuri en un intento de calmarla.- Si quieres ir lento, yo te apoyo, solo deseo que seas feliz- Afirmó mirándola con sus increíbles ojos marrones que la enamoraban cada día más.
Yuri soltó un suspiro, con lágrimas de felicidad bajando por sus mejillas y sintiéndose como una completa idiota. Colocó sus manos en las mejillas de la mayor y se acercó para plantarle un beso en los labios, con todo el amor y la dulzura que encontró dentro de ella en estos momentos
-Yena. Yo ya soy feliz- Afirmó al separarse, sonriendo aún entre lágrimas.
Yena parpadeó como tonta, por el tremendo beso y se espabiló, sonriendo más tranquila al ver a su chica feliz.
-¿Si estás feliz? ¿Entonces, quieres ser mi novia?- Quería asegurarse, frunció el ceño arrugando la nariz de forma tan adorable que la castaña no pudo evitar darle besitos en la mejilla y en sus labios mientras asentía.
-Si. Si. Si. Claro que sí. Un millón de veces sí, Yena- Repetía entre pequeños besitos, logrando dejar fuera de juego a la atacada.- ¿Cómo pensaste que me negaría?
Yena salió del trance, sintiendo que jugaban con ella.
Debía de ser una jodida broma.
-Me lo acabas de decir, hace unos segundos- Al ver que Yuri no entendía, explicó.- Dijiste que era muy pronto, que necesitabas tiempo...
Yuri formó una "O" con los labios, en una exclamación silenciosa y sintiéndose como el ser más ridículo y mal pensado de la historia. El bullying que le haría Chaewon sería fuerte.
-Tú... hablabas de esto ¿Te referías a ser mi novia?- Preguntó abochornada y con las mejillas encendiéndose a mil.
-¡Claro, princesita! ¿Qué otra cosa podría ser?- Alzó una ceja, observando el repentino rubor del rostro de la bajita.- ¿Qué creíste, Yuri?- Insistió.
-Yo... pensaba que tú, que querías... ya sabes- Susurró con un pequeño hilo de voz, trasladando su mirada de la cama hasta la mayor.
Yena duró casi un minuto entero, cuando su cerebro por fin logró captar la insinuación de la bajita.
-¿Tú... pensaste... que yo... que... nosotras hiciéramos...?- Balbuceó como tonta sintiendo, al igual que la otra chica, como la sangre subía hasta su rostro.
Estaban tan rojas como un tomate.
-¡Dios, por favor no lo digas! Qué vergüenza- La bajita se separó de la chica, enterrando su encendido rostro entre las manos, para así evitar ver a la castaña.
-Tú... querías... pensaste, vaya- Soltó el aire, echando su cabello hacia atrás nerviosamente.- Yo, por supuesto que quiero...
Yuri levantó el rostro, mirándola con los ojos abiertos y un corazón anhelante. La menor quería y a la vez no ¡Era tan complicado! Yena alzó las manos, al ver la reacción de la chica, moviéndolas con rapidez.
-Quiero, pero preferiría ser tu novia por un tiempo, primero- Aclaró el mal entendido, las dos se mirando unos segundos en silencio.- Además, tu padre se encargaría de asesinarme y esconder el cuerpo- Agregó.
No lo lograron, fue inevitable, pero las dos explotaron en carcajadas mientras la tensión se disipaba. Yena fue hasta la menor, rodeando su cintura con un brazo y atrayéndola a ella, mientras Yuri escondía el rostro en su hombro, riendo.
-¿En verdad creíste que quería... llevarte a la cama?- La mayor alzó una ceja con incredulidad sarcástica y una sonrisa enorme en sus labios.
Yuri le propinó un pequeño golpecito en su abdomen con el dorso de la mano, la risa lograba ocultar muy bien su vergüenza.
-Déjame, ustedes me confundieron con sus comentarios, no fue del todo mi culpa- Se justificó, enredando sus brazos alrededor del cuello de la mayor.
Yena ladeó la mandíbula, mirando al techo rápidamente antes de clavar sus increíbles ojos marrones en los chocolate de Yuri.
-¿Nosotras? Yo sería incapaz, Jo- Sonrío con gracia.
Yuri rodó los ojos, torciendo los labios.
-Claro que sí. ¿Qué clase de amiga me advierte "que no grite demasiado alto"? Cualquiera puede mal interpretarlo- Hizo un mohín al escuchar la risa de Yena, le sacó la lengua.- ¡Oye, no te rías! Los seres humanos se equivocan ¿Sabías?
-¡Chaewon se refería a que no enloquecieras al ver la pizza!- Sonrío achinando los ojos.- Llevo planificando esto desde hace dos semanas ¿Por qué crees que hoy salí huyendo, durante el almuerzo?
-¿Dos semanas? Es mucho tiempo- Dijo incrédula, sorprendida al saber que desde hace días atrás que la castaña pensaba en ser su novia.
Yena asintió con energía, tocando su nariz con un dedo.
-¡Si, Jjoyul! Tuve que esperar a que grabaran las iniciales en el... ¡Oh, el collar!- Recordó repentinamente, palpando en su bolsillo para sacar una bolsita cebolla, en donde habían envuelto un pequeño objeto.- Esta es la razón por la cual Chaewon tuvo que dejarte sola hoy, me acompañó a buscarlo en la tienda del centro- Sonrío extendiendo la hermosa cadena de plata frente a los ojos de la castaña.
De la cadena colgaba un dije, un símbolo del infinito con los nombres de las dos chicas grabados, recorriendo el trazado de la forma. Era precioso.
-Yena, es perfecto- Otra vez una Yuri sensiblemente llorosa, lo sostuvo con sus dedos.
Trazando las letras sobre la figura con la uña. Yena con ojos brillantes a su chica.
-¿Podrías colocármelo?
Yena se ofreció como voluntaria aceptando la tarea y colocándose detrás de Yuri mientras esta entre pequeñas risas, se levantaba el cabello, para facilitarle el acceso a la castaña de su cuello. Yena abrochó la cadena en el lugar exacto, con el dije infinito reposando sobre el pecho de la castaña, que sonreía como un sol. Volvieron a perderse en sus ojos, Yena acarició el contorno de la mandíbula de Yuri con la yema de sus dedos.
-Es un infinito, como nuestra historia de amor, Jjoyul- Susurró. Volvió a ver las letras colgando del techo, antes de sonreír a la bajita con dulzura.- Así que ¿Ya somos novias?
-¿Tú qué crees, Yena?- Yuri dijo con sarcasmo, llevando una mano hasta la espalda de la mayor para acercarla a ella.-
Es lo más tierno que han hecho por mí, hasta ahora- Admitió.
-No es mi culpa ser tan fantástica- Dijo con falsa arrogancia, lamiéndose sus labios.- ¿Quieres comer?
-¿Comer pizza y chocolate? Eso no se pregunta, novia- Bromeó disfrutando el sabor de la palabra en sus labios, se sentía tan bien decirla.
Los ojos de Yena resplandecieron como dos faros.
-Tienes razón, que tonta pregunta. Vamos, quiero que mi hermosa novia tenga su comida- Infatizó las palabras y fueron con sonrisas tontas hasta sentarse en la cama e iniciar su improvisada merienda.
Estuvieron una hora bromeando y dándose de comer la una a la otra, como si fueran la propia pareja de recién casadas. Yena picaba a la bajita por su anterior confusión y la chica le regañaba mientras le advertía no contarle ni una palabra al respecto a Chaewon. No la dejaría morir en paz. La mayor explicó cómo las chicas le ayudaron a conseguir los materiales, razón por la cual la dejaron sola durante el día, y la pizza. Todos sus ahorros se fueron ordenando los chocolates y los globos de helio, pero para Yena, Yuri valía la pena. Cuando decidieron que llevaban mucho tiempo, desde que dejaron a las chicas abandonadas en la casa, decidieron volver con ellas. Fueron bajando la escalera, con sus manos entrelazadas y mirándose con adoración.
Escuchaban las voces de las chicas conversando animadamente desde la sala de estar, seguramente veían una película. También la pequeña discusión de Chaeyeon y Sakura se distinguía entre la habladuría, la castaña sonrió.
-Yena ¿No crees que deberías ayudarle a Chaeyeon, darle consejos para que invite a Sakura a salir?- Insinuó aquel tema mientras bajaban los últimos escalones.
Yena frunció el ceño.
-¿Salir a dónde? ¿Por qué debería?- Obviamente la castaña no se enteraba de nada.
-Cariño, tienes mucho que aprender- Le dejó un pequeño beso en la mejilla.
Yena analizó sus palabras, comprendiendo de a poco.
-¿Tú crees que ella dos... tal vez?- Abrió los ojos.
No podía creerlo, ahora sí lo había visto todo.
Yuri se encogió de hombros, sonriendo y dejando que el tiempo decidiera el destino de sus dos amigas.
-Puede ser, una nunca sabe- Se sonrieron, dándose un beso.
Estaban tan sumergidas en su propio mundo, que no escucharon la puerta principal abrirse y unos pasos acercase. Al separarse, Yuri preguntó.
-Ahora que lo pienso ¿Por qué mi papá te perseguía por la casa?- Le intrigaba un montón.
Yena sintió un repentino escalofrío, recordando su pequeña carrera recorriendo la casa de los Jo mientras huía de la Muerte personificada ¡Y con un zapato volador en la mano!
-Yo llegué temprano, queriendo preparar tu habitación y también para hablar con tus padres y pedirles... permiso- Se sonrojó al sentirse tan anticuada, la castaña sintió su corazón derretirse.- Tú madre lo tomó muy bien, la verdad.
Yuri rodó los ojos por su entusiasta madre, Taeyeon nunca cambiaba. La mujer planeaba tener esa boda, a como dé lugar.
-Pero, Baekhyun... no digirió muy bien la noticia- Sonrío tensa, mientras sacudía la cabeza.- Dijo que debía luchar por tu amor y eso hice al principio, hasta que me amenazó con el zapato y no me quedo otra más que huir- Esquivó los ojos divertidos de la bajita.
-Ya entendí, tu amor puede contra cualquier obstáculo...
-Exceptuando un zapato de la muerte- Agregó la mayor.- Bueno, exceptuando un zapato mortífero- Le siguió el juego a Yena, rodando los ojos y sonriendo satisfecha.- Al final, terminó perdiendo. Porque soy tuya.
-Claro que eres mía, mi hermosa novia- Acercaron sus narices, dispuestas a darse nuevamente un beso, cuando...
-¿CÓMO QUE ERES NOVIA DE HAMYUL, PATO?- La muy enojada voz de la pequeña Jo Wonyoung, las hizo volver al mundo real.
Las dos chicas voltearon rápidamente, encontrando a la niña frente a la entrada principal con una cara de pocos amigos y tras ella a Yoojung, que abría los labios mientras una sonrisa se formaba lentamente en estos. Yena sintió el alma salirse de su cuerpo y caer nuevamente dentro de él. Todos se habían reunido cerca, observando el drama avecinarse.
-No... Wonnie, mira...
-¡PATO, ME ESTAS ENGAÑANDO!- La niñita la señaló y luego fulminó a su hermana castaña, que se intentaba esconder detrás de su novia Pato.- ¡TRAICION, HAMYUL!
-Voy a por la cámara, esto necesita ser guardado en vídeo para las futuras generaciones- Yoojung limpió una falsa lagrima de su mejilla.
-¡Esa es la actitud, hermana!- Chaeyeon aplaudió mientras chocaba los cinco con la castaña mayor.
-¡NO PUEDEN SER NOVIAS, YURI APENAS ES UNA NIÑA!-ahora llegaban las vagas quejas de Baekhyun.
-¡GUARDA SILENCIO, JO BAEKHYUN, SI NO QUIERES CONOCER MI IRA COREANA!- Taeyeon salía en defensa de las dos acusadas.
-¡NO PUEDES TENER TANTÁS NOVIAS, PATO, DECIDE!- Wonyoung amenazaba a la mayor.
No importa a quién mirara, la castaña estaba completamente segura que Yena saldría perdiendo. Pero como la castaña le había asegurado, al final, todo valdría la pena.
-Ah alguien se le junto el ganado- Murmuró Chaeyeon entre dientes con sarcasmo.
-¡Chaeyeon!- El grito se hizo escuchar por toda la sala por las chicas.