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AQUELLOS OJOS
—¿Seguro que preparaste bien la mandragora?—preguntó la Ojiverde mientras se amarraba el pelo y se sentaba en frente del caldero esperando a los chicos.
Hacia mucho tiempo habían tomado la decisión, y todo, fue idea de ella. Al principio Remus se negó completamente, pero ante la súplica de los merodeadores, no se pudo negar.
Si es que decimos que suplica es que te amenacen con ir a la casa de los gritos en media luna llena sin la supervisión de un profesor.
—Claro que si preciosa. ¿Tú crees que yo lo prepararía mal? ¿Acaso dudas de mi?
La chica solo lo miro con una ceja alzada y seria. Sirius se alejó y suspiró.
—Que mal piensas de mi.. Esta bien, está bien. Lo preparo Remus. ¿Pero que quieres que haga? Me va pésimo en Herbologia y lo sabes—. este se cruzo de brazos.
Los dos chicos se carcajearon ante la prenumbrosa seriedad. Sus personalidad tenían más similitudes que se tomaban hasta las pegadas a broma.
Podrían mirarse a los ojos durante horas sin sentirse incómodos. Entre ambos se hipnotizaban con la mirada y podrían solo hablarse a través de ellos. Blair cada vez que despertaba recordaba aquellos ojos y era en lo último que pensaba antes de caer dormida.
El corazón de ambos comenzó a latir mucho más fuerte.
«¿Que es esto?», pensaron ambos chicos mientras apartaban la mirada.
(...)
—Ala una, a las dos y a las tres.
Los merodeadores, al unísono, bebieron la poción. Blair apenas bebió la poción cerró los ojos. Sentía como su cuerpo bajaba y se ponía en cuatro patas y sus pies traseras la obligaban a sentarse. Al abrir sus ojos, vio a cuatro animales distintos. Un perro, un ciervo y una rata.
—Ahora lo único que tienen que hacer para volver a su forma humana es pensar claramente en su forma física. Piensen en cada detalle. Desde el lunar que tienen en su rodilla izquierda hasta la forma de su rostro.
De a poco todos volvieron a la normalidad, haciendo que cada uno soltara una estrepitosa carcajada, por el éxito en su plan.
—¡Eso fue fantástico! Y Blair, que ironía. Yo un perro y tu una liebre. Ten cuidado que te termino cazando.
La chica rodó los ojos por el gruñido que se asomó y salió de los labios de Sirius.
—Vayan a un cuarto por Merlín—, dijo James entre risas.
Peter le lanzó una almohada, por lo que Potter correspondió el ataque, iniciando una guerra de almohadas en el cuarto de los merodeadores.
(...)
—De verdad que no puedo creer que solo falta unos meses para que nos graduemos.
Pettigrew había llegado de su última clase. Todos los días, del último año, se reunían cerca del lago negro a charlar y estudiar. Esto último fue inculcado por Lily Evans, que se les unió al andar con James hace nada.
Remus le dio espacio a colagusano, para que tomara puesto y se sentara con la bolsa de popcorn que comía.
—El tiempo pasa volando.
—Cuando menos uno se lo espera ya estamos despidiéndonos de los profesores y del colegio. Aunque nosotros obviamente no nos vamos a separar.
Todos asintieron ante lo que dijo Evans.
—Y cuando menos nos lo esperamos ya Lily y Blair están en el ministerio trabajando.
Remus acotó, mirando a James y a Sirius, que parecían estar muy relajados. Ambos chicos no pudieron evitar atragantarse con su propia saliva y toser de la risa.
Y ambos recibieron un golpe en la cabeza de parte de las chicas.
—¡Ya verán, seremos las mejores brujas de la generación!
(...)
—¡BLAIR, BLAIR, BLAIR LEVÁNTATE!
Era de madrugada. Todos dormían y la única que despertaba tan de mañana, era la pelirroja, que no paraba de insistir en levantarla.
«No la asesinó por que la quiero.»
—¿Que quieres Lily? Estoy muy cansada. No a salido el sol.
—Ese es el punto. Hazme caso y levántate- vociferó, quitándole la única sabana que cubría su cuerpo-. Levántate y mira hacia la ventana.
Soltó un largo suspiro, resignada, y se levantó. Frotó sus ojos y miró hacia la ventana aún con mucho sueño. Debería ser ilegal para que una persona iniciara la mañana tan temprano.
Justo cuando asomó su cabeza, el sol comenzó a salir, medio cejando a la chica. Esta tapó un poco su vista con una de sus manos para ver mejor el exterior. Al ya acostumbrarse a la luz, apartó la mano.
Lo que vio la dejó impactada.
Todo el patio, lleno de girasoles, fue lo que hizo que una lágrima de felicidad saliera de su ojo izquierdo.
Sirius le sonreía, en medio de una escritura con material de cartulina muggle.
"BLAIR WHITE. WILL YOU BE MY GIRLFRIEND?"
(...)
31 DE OCTUBRE DE 1981
—Es extraño..
— ¿Que cosa?
—La vida misma, Remus. Aún parece que el día de ayer estaba en la sala común con los chicos y ahora resulta que Sirius nos traicionó a todos, a cada uno de nosotros.
—Yo tampoco lo entiendo--. Colocó su mano en su pelo y lo sobó mientras la abrazaba. La chica temblaba por haber venido a la casa del Lupin bajo la lluvia. Estaba helada por el clima de Londres en octubre.
—Se suponía..—habló en sollozos—que nos casaríamos en un mes.
—Lo se, pero no te preocupes por ese detalle ahora. Lo que importa es que estás segura. Lograste agarrar a Harry a tiempo y sobrevivir.
—Peter, Lily, James. Todos murieron por culpa del maldito de Canuto. Y todo, solo para complacer a el hijo de puta de Voldemort. Y de seguro que si el le pedía que me matara, este no lo dudaría.
—Te diría que no. Pero ya sinceramente, no conozco a Sirius. Ese no es el Sirius que tú y yo conocemos. Ahora o importante es darle una buena educación a Harry, es lo que James y Lily hubieran querido. Después de todo, eres su madrina.
La vida de montones de personas tornó un giro de 180 grados, todo por culpa de una estúpida rata que se hacía pasar por muerta.
Y del otro lado del país, un chico lloraba desconsoladamente mientras no dejaba de mirar el anillo que tenía en su mano. Encerrado en un lugar, por un crimen que no cometió, y una vida que no pensó que llegaría a tener. Todo por culpa de confiar en la persona equivocada.
Y allí juro, que haría lo que fuera, para salir de allí, matar a la persona culpable y volver a ver aquellos ojos verdes que lo hacían despertar cada mañana.
Volver a sentir esa paz al verlos con destellar, volver a ver a su amada y tener la vida que él merecía, junto a el bebé que Blair esperaba.
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ÚLTIMA EDICIÓN: 22/09/2020