Después de todo, Aitana y Miguel acompañados de la ya pequeña Bernardeau Ocaña fueron a casa, ya le habían dado la baja a Aitana así que podían volver sin preocupaciones. Lo que no contaban era que la bebé fuera una llorona y que no parase de gritar cada cinco segundos.
— Belén, no es tan difícil callarse por unos ¡cinco minutos! Para que mamá descanse. – Gritó desesperada la del flequillo.
Aunque lo que no contaba aquella chica fue de que cuando terminara de desesperarse, Belén riera, como si Aitana le hubiera contado un chiste malísimo.
Miguel rió desde la cocina.
— Míralo así Aitana, mientras tú te desquicias con Beli, ella se descojona de ti.
— Tú ya podrías ayudar un poco, ¿no? – Comentó ácidamente mientras entraba con la bebé en sus brazos en la cocina.
Miguel hizo caso umiso, pero Aitana dejó la bebé entre la cara de él y la revista que estaba viendo.
— Voy a hacer la compra, no me jodas. – Suspiró al ver la mirada fría de él.
Y así se fue Aitana, una de sus manos con los miedos a flor de piel debido a que no pudo echar ninguna canción debido a la cría y con la lista de la compra en la otra.
— Madre mía de mi vida. – Marta pareció haber visto a un fantasma.
— No te sorprendas, todos los días son así. – Contestó Roi – Estoy por hacerle una jaula y meterlo ahí, ganaría dinero. "Gallego depresivo en una jaula", yo lo veo en un zoo.
El comentario de Roi no fue que le agradase a Luis, él no tenía depresión ni nada de éso, sólo estaba todo el día metido en su cuarto con el móvil, su guitarra y un paquete de tabaco. Bueno, mejor no lo digamos en alto.
— Amor, Noemí nos ha llamado para hablar con ella. – Dijo Ana alzando su voz ante Luis.
— ¿Para qué? ¿Para un concierto? No tengo tiempo para éso.
— Pues así es. ¿Sabes los chicos de Operación Triunfo 2018? ¡Quieren que vayamos con ellos a cantar en el primer concierto de ellos! - Dijo Ana emocionada.
— ¿Y qué ganamos con éso, Ana? – Preguntó nuevamente seco Cepeda.
Aunque esta vez, Ana no tuvo una emocionante respuesta para el gallego así que sólo suspiró y le sacó el tabaco de su mano y la tiró a la basura; dónde debería estar por muy mal qué le pareciese a él.
— Sólo...Sonríe y ve con buena actitud, Luis.
— Cepeda. – Le corrigió de repente él con acidez en su mirada.
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ᵍᵒᵈ, ˢⁱᵉⁿᵗᵒ ᵐᵘᶜʰⁱ́ˢⁱᵐᵒ ⁿᵒ ʰᵃᵇᵉʳ ˢᵘᵇⁱᵈᵒ ⁿᵃᵈᵃ ᵉⁿ ᵉ́ˢᵗᵒˢ ᵈⁱ́ᵃˢ, ᶜᵒᵐᵉⁿᶜᵉ́ᵉⁿˡᵃᵉˢᵒⁿᵒᵐᵘʸᵇᵘᵉⁿᵃᵉˣᵖᵉʳⁱᵉⁿᶜⁱᵃᵖᵒʳᵃʰᵒʳᵃ 😿.
ᵃⁿʸʷᵃʸˢ, ˢᵒ́ˡᵒ ᵉⁿ ᵉ́ˢᵗᵉ ᵐᵉⁿˢᵃʲᵉ ᵠᵘⁱᵉʳᵒ ᵃᵍʳᵃᵈᵉᶜᵉʳ ᵃ ᵃᵠᵘᵉˡˡᵃˢ ᵖᵉʳˢᵒⁿᵃˢ ᵠᵘᵉ ˢᵉ ᵖᵃʳᵃʳᵒⁿ ᵃ ˡᵉᵉʳ ᵉˢᵗᵃ ʰⁱˢᵗᵒʳⁱᵃ ʸ ᵉˢᵖᵉʳᵃʳᵒⁿ ᵖᵃᶜⁱᵉⁿᵗᵉᵐᵉⁿᵗᵉ ᵖᵒʳ ᶜᵃᵈᵃ ᶜᵃᵖⁱ́ᵗᵘˡᵒ, ᵒˢ ᵠᵘⁱᵉʳᵒ.
ᵗᵃᵐᵇⁱᵉ́ⁿ ᵒˢ ᵠᵘⁱᵉʳᵒ ᵃᵛⁱˢᵃʳ ᵠᵘᵉ ᶜᵘᵃⁿᵈᵒ ᵗᵉʳᵐⁱⁿᵉ ᵉˢᵗᵃ ʰⁱˢᵗᵒʳⁱᵃ, ᵠᵘⁱᵉʳᵒ ᶜᵒᵐᵉⁿᶻᵃʳ ᵘⁿᵃ ⁿᵘᵉᵛᵃ, ᶜᵒⁿ ˡᵃ ᶜᵘᵃˡ ᵗᵃᵐᵇⁱᵉ́ⁿ ᵉˢ ᵘⁿᵃ ᵉˣᶜᵘˢᵃ ᵖᵒʳ ˡᵃ ᶜᵘᵃˡ ⁿᵒ ˢᵘᵇⁱ́ ⁿᵃᵈᵃ ᵉˢᵗᵒˢ ᵈⁱ́ᵃˢ, ᵐᵘʸ ˢᵃᵈ ᵃʲᵃʲᵃ.
ʸ ˢⁱⁿ ⁿᵃᵈᵃ ᵐᵃ́ˢ ᵠᵘᵉ ᵈᵉᶜⁱʳ, ᵐᵉ ᵈᵉˢᵖⁱᵈᵒ.
ˣˣˣ, ᵐᵃᶜᵉʸ.