Sakamaki Subaru.
Han pasado unas semanas desde que ocurrió el accidente. Hoy es el día que regresaré a mi casa, aunque no durará mucho mi tranquilidad porque tengo una cita.
Rodé los ojos apenas recordé la cita que había planeado mi madre.
-¿Por qué ruedas los ojos?- me preguntó mi madre.
Estábamos camino a nuestro hogar, Hikaru y ella estaban al frente de mi en la limusina.
-No quiero ir a esa cita, mamá- le dije molesta-. Detesto las citas a ciegas.
Mi hermano rió un poco por mi actitud y mi madre negó repetidas veces ante mi respuesta.
-Ser la única hija de una familia rica tiene sus desventajas, necesitamos formar alianzas- me explicó mi madre leyendo su revista de moda parisina-. ¿O prefieres casarte con un Sakamaki/Mukami?
La miré estupefacta.
-Lo imaginé- susurró ella pasando otra página de su revista-. Mañana es la fiesta de cumpleaños de Angelith.
-Cierto, ¿Por qué no fue a visitarme en las últimas semanas?- le pregunté a mi madre con curiosidad.
-Estaba en el extranjero practicando para un recital, el tiempo la consumía, pero te dejó muchos presentes en la casa- me explicó ella dejando a un lado su revista-. Ya llegamos.
Un empleado abrió la puerta de la limusina dándonos paso mi familia y a mi para salir del vehículo. Al salir lo primero que vi fue la parte delantera de la mansión de mi familia.
-Todo sigue igual- susurré entrando a la casa.
Los pasillos seguían iguales, al igual que la decoración que mi madre había escogido para el hogar. Subí a mi habitación y me tiré en mi cama, cogí mi celular y lo encendí. Tenía muchas llamadas pérdidas, mensajes, e-mails, notificaciones de Instagram, etc.
-Estuve semanas incomunicada- susurré respondiendo los mensajes.
Angelith me había mandando muchos mensajes, el más reciente era sobre su fiesta de cumpleaños que se celebraría mañana. El mensaje fue enviado hace tres días. Le respondí y estuvimos chateando por unos minutos, hasta que alguien tocó a mi puerta.
-Adelante- dije sin observar la puerta.
Mi hermano entró y me colocó un vestido rosado en la cama.
-¿Qué es eso?- pregunté observando el vestido.
-No irás a tu cita. Mañana irás con el mayor de esa familia a la fiesta de cumpleaños de Angelith- me informó mi hermano-. Este será tu vestido.
Dejé mi teléfono a un lado y lo observé con una mirada de "¿En serio?"
-No me mires así- me dijo él sonriendo-. Sólo tienes que ir con él.
-Entiendo, ¿Qué tengo que hacer hoy entonces?- le pregunté mientras recordaba mi horario.
-Ir a tu agencia, tienes una reunión con el elenco de "Amor de Primavera", hoy grabarán la nueva canción que Miku escribió para lanzarla mañana, tienes una sesión de fotos y una firma de autógrafos en el centro comercial que queda en el centro- me recordó él-. Tu vestuario lo dejaron en el baño, prepárate.
-Entendido, capitán- dije haciendo una seña militar.
Él salió de mi habitación y yo entré al baño. Me di un baño de quince minutos y salí, pero sin antes notar una sorpresa en mis bragas. Agarré el atuendo y lo saqué hasta ponerlo en mi cama.
Me coloqué la ropa, me peine el cabello y me puse los lentes de contacto antes de salir de mi habitación.
Me subí en la limusina y esta empezó a conducir hasta agencia. Ahí entré y subí hasta el último piso donde me encontraba Mei.
-¡Eva!- me abrazó mientras sonreía.
-Hola- saludé correspondiendo a su abrazo.
-Te está esperando el elenco de "Amor en Primavera"- me informó ella abriendo la puerta dejándome ver a todas las personas-. ¡Ya llegó su chica!
Todos se levantaron y se acercaron hasta donde yo estaba para saludarme o preguntarme cómo me encontraba.
-Tenems que bajar al parte para realizar el primer tráiler de la película- me informó el director-. Él es tu co-estrella, Shinji.
Un chico de cabellera rubia y ojos rojos se apareció frente a mi extendiendo su mano, yo la acepté con gusto.
-Es un gusto- dije sonriendo.
-Igualmente- me dijo él repitiendo mi acto.
Shinji es una estrella muy famosa, además de ser cantante y actor, es uno de los chicos más encantadores y guapos del mundo artístico.
-Vamos- dijo el directo.
Me dijeron que me colocara un vestido blanco, lo cual hice y bajara para que me maquillaran y peinaran los expertos.
Ya al terminar todo lo que me dijeron, fui al camerino para esperar que me llamarán.
El parque estaba cubierto de cámaras, plataformas, etc. Alguien entró a mi a mi camarote, era Shinji.
-¿Estás bien?- preguntó él sentándose a mi lado.
-Sí, sólo que es la primera vez que hago una película- respondí sonriendo mientras leía el libreto por última vez.
-Es fácil, solo tienes que relajarte- me dijo él agarrando el guión y colocándolo en la mesa-. Vamos, me mandaron a buscarte.
Cuando salí la luz del sol me pegó con fuerza en el rostro, tuve que cerrarlos un poco por la luz. El parque estaba cubierto de hermosas flores, globos, puestos de comida -Falsos-, el personal y las estrellas que aparecían en la escena del tráiler.
Tuvimos que hacerlo unas cuántas veces porque como había mencionado antes, era la primera vez que actuaba en una película, normalmente siempre empiezo cantando los vídeos musicales.
-¡Corte!- gritó el director observando el material que había capturado-. Esta película será un existo.
-Buen trabajo, Eva- me habló Shinji acercándose a mí-. Salió muy bien.
-Gracias, tampoco lo hiciste mal- dije sonriendo-. Espero nos volvamos a ver.
-Pronto-.
Él se despidió de mi con un abrazo y subió a su limusina, sin antes cambiarse. Yo entré a mi camerino a cambiarme el vestido, al terminar me dirigí nuevamente a la agencia, todavía me faltaban unas cuántas cosas por hacer.
-¿Todo resultó bien?- me preguntó Mei acercándose con una libreta-. Me imagino que resultó maravilloso. Todavía tienes que hacer el vídeo musical con las chicas y mañana antes de tu compromiso con Angelith tienes la sesión de fotos especiales.
-Pensé que eran hoy- dije mientras me sentaba en un sillón de la oficina-. ¿Y cómo es eso de "Especial"?
Me quedé confundida con sus palabras. Últimamente no entiendo lo que dicen las personas.
-Se cambiaron para mañana. No te diré el porqué son especiales- me dijo ella riendo-. Las chicas te esperan.
-Entiendo- susurré levantándome.
Me dirigí hacía el estudio. Ahí se encontraban todas las chicas que iban a participar en el vídeo junto a mi.
Todo fue de maravillas, pero mi mánager me tenía una sorpresa, no sé que puede ser en realidad.
-¡Llegaste!- gritó ella emocionada-. Hoy es un gran día.
-¿Por qué?- pregunté confundida por tanta emoción-. No es mi cumpleaños.
-No es eso- comentó ella riendo-. Me acaban de informar que la compañía donde trabaja Shinji quiere una colaboración contigo.
Me quedé asombrada por lo antes mencionado.
-¿Una colaboración?- pregunté sonriendo-. Eso es genial.
-¡Lo sé!- gritó ella emocionada-. En unos días grabaran la canción compuesta por él y haremos unas sesiones de fotos. Después de que publiquen el tráiler de la película, todos empezaran a Shippear.
-Nosotros no somos novios, apenas lo conozco- comenté sonriendo-. Es excelente que pueda colaborar con él, me encanta su música.
-Piénsalo, traerá muchos opiniones positivas y otras negativas, pero será una gran oportunidad para que los discos y la película se vendan aún más- me explicó ella haciendo su plan de negocios-. Después de que saquen la canción, ustedes van a fingir ser novios por unos meses.
Mis ojos se abrieron como platos al escuchar el plan que tenía mi agente. Era una locura.
-¿Novios? No creo que él esté de acuerdo con eso- hablé tratando de desviar-. Además, mi mamá ya me está comprometiendo con otra persona.
Mei suspiro por unos segundos.
-Él ya aceptó- me informó ella-. Y, aquí en la industria de la música eres conocida como "Eva", no como Furukawa Yui.
-O sea, quieres que yo tenga dos novios- dije algo dudosa y ella asintió feliz-. Es una locura.
-Tu prometido será el novio de Yui y Shinji será el novio de Eva, es muy sencillo- habló ella explicando-. Tengo un cronograma para que todo salga perfecto.
-¿Un cronograma?- pregunté alzando una ceja-. Entonces llevas pensando esto por días.
-Exacto, y no te puedes negar porque ya acepté la oferta- me informó sonriendo mientras me entregaba el cronograma-. Por cierto, tu madre quiere verte en el centro comercial más cercano.
-¿Por qué?- pregunté confundida.
Ella se levantó de hombros y negó ante mi pregunta. Solté un suspiro mientras agarraba el cronograma y salí de la industria, no sin antes quitarme los lentes de contacto, la ropa de estrella y arreglarme un poco el cabello.
En la entrada del centro comercial se encontraba mi madre esperando junto a dos guardias.
-Estuve pensando mucho y creo que es momento de tu primera cita- habló mi madre-. Adentro te espera tu prometido, por favor compórtate.
Estaba atónita por lo escuchado.
-¿Me trajiste aquí sólo por eso?- pregunté y ella asintió-. Es una locura.
-Necesitan conocerse más, sólo entra y actúa como una chica normal- me ordenó ella empujando mi cuerpo-. Nos vemos más tarde.
Ella se subió a el carro que la estaba esperando y yo sólo pude obedecer las órdenes de mi madre. Entré encontrando a mi "prometido".
-Es bueno verte- habló él sonriendo-. Tal vez no recuerdes mi nombre.
-Te conozco, eres Mikasaru Kei- hablé sin mostrar interés alguno.
-Me alegra que aceptara mi invitación- comentó él sonriendo-. Su madre me informó que estaba contenta.
Yo rodé los ojos sin que él se diera cuenta. Esto no me gusta.
- Por supuesto, es increíble que me invitara a salir- sonreí lo más hipócrita posible-. ¿A dónde vamos?
-Sé en el pasado era un chico inseguro porque acepto que tenía una leve obsesión por usted- ¿Leve?-. Pero, ya he cambiado, sólo deseo ser un amigo más.
-Es bueno que reconozcas eso- comenté riendo-. Amigos que están comprometidos, es algo extraño.
Él rió un poco ante mi comentario.
-Lo ha planeado mi familia, yo no tuve idea hasta hace unos días- me informó él sonriendo-. ¿Te sientes mejor después del accidente?
-Tengo un poco de amnesia desde el accidente, pero estoy bien- respondí sonriendo-. ¿A dónde vamos?
-Me alegra que te encuentres mejor- habló él-. Quiero llevarte a comer un helado, sé lo mucho que te gustan.
-Me gusta mucho lo dulce- comenté-. Vamos.
Caminamos hasta la heladería más cercana en el centro comercial. Yo escogí un helado de fresa y Kei ordenó uno de vainilla. El helado estaba delicioso.
-Está delicioso- comenté mientras comía mi helado-. Desde que salí del hospital, no he podido comer muchas cosas.
-Me alegra que te guste- habló él sonriendo-. Mañana es el cumpleaños de Angelith, tu madre me pidió que fuera el acompañante.
-Lo sé, no hay problema- dije sonriendo.
Él se quedó callado por unos momentos mientras se comía su helado, aunque se notaba que tenía algo que preguntar.
-Puedes preguntar lo que quieras- solté terminando mi helado.
-Bueno...- se notaba dudoso-. Escuché que usted está enamorada de un Sakamaki, ¿Es eso cierto?
Otra vez con el problema del Sakamaki. No recuerdo nada sobre un romance con alguno de ellos.
-No lo recuerdo, en realidad- admití subiendo los hombros-. Pero, dudo que sea importante.
Kei sonrió por unos momentos, me vio la cara y empezó a reírse.
-¿Qué sucede?- Pregunté confundida por su acción.
-Tienes un poco de helado al costado del labio- me informó él señalando su labio inferior.
Yo traté de limpiarme, pero no era de mucha ayuda, porque seguía riéndose de mí.
-Espera- dijo él acercándose a mi rostro con una servilleta-. Aquí.
Limpió la parte que estaba sucia, fue algo inesperado, más que todo por la cercanía.
-Listo... -susurró él a unos centímetros de mi rostro con la servilleta en su mano-. Tienes unos lindos ojos.
¿Está tratando de coquetear conmigo? Es extraño, pero no quiero detenerlo, hace mucho tiempo que nadie decía algo bonito sobre mi.
Escuché como alguien a mi costado se aclaraba la garganta, volteé la cabeza encontrándome con los Sakamaki's.
Alargue la distancia entre Kei y yo. Era incómodo que ellos me vieran en plena cita con un chico que ninguno conocía.
-Que sorpresa, ¿Qué hacen por aquí?-pregunté tratando de cortar la tensión-. Se ven muy bien.
- Tenemos que comprar un regalo de cumpleaños para Angelith, entonces decidimos venir al centro comercial- me explicó Reiji acomodando sus lentes-. ¿Quién es el caballero?
Yo volteé a ver a Kei, estaba incomodo, se notaba.
-Soy Mikasaru Kei, es un gusto conocerlos- se presentó mi amigo levantándose y haciendo una reverencia.
Los hermanos se asombraron ante la presentación, como si su nombre los dejara boquiabiertos.
-Escuché que su familia maneja la industria hotelera, además de otros negocios- comentó Reiji viéndolo de arriba hacía abajo.
-¿Otros negocios?- pregunté.
Kei cambió su mirada drásticamente, ahora no estaba tan alegre como hace un rato.
-Los Mikasaru son ángeles de la muerte. Se encargan de las almas sin cuerpo donde hospedarse- informó Shū-. Los llevan al cielo o simplemente los hacen desaparecer.
-No hablaría de cosas que no comprendo sí fuera tú, vampiro- soltó Kei a la defensiva.
-¿Qué haces con éste tipo, Chichinashi?- preguntó Ayato viendo al muchacho con repulsión.
-Está en una cita ¿Verdad, Teddy?- comentó Kanato observando a su oso de felpa.
-¿Cita? ¿Con él? No lo puedo creer- habló Laito volteando los ojos-. No es tan guapo, comparado conmigo.
Kei rodó los ojos.
-Esto es una tontería, no dejaré que arruinen esto- habló él sujetando mi mano-. Vamos, Yui.
-Fue bueno verlos, pero, tengo asuntos- informé despidiéndome de los hermanos-. ¡Oh!
Grité al darme cuenta que estaba el último Sakamaki que estaba olvidado en mi memoria, un momento, me resulta familiar.
-¿Qué sucede, Yui?- preguntó Laito con curiosidad mientras observaba mi rostro.
-Ese chico... me parece conocido- comenté señalando al muchacho de ojos escarlata-. ¡Claro! Estabas en mi habitación aquella noche.
Todos soltaron un gran suspiro de frustración, pensaban que lo había recordado o algo por el estilo.
-Sí- respondió él volteando la mirada.
-Nunca te pregunte cómo te llamabas, pero me diste un susto inmenso, pensé que eras un acosador- admití sonriendo-. ¿Cómo te llamas?
Él se acercó hasta donde yo estaba quedando a unos metros de distancia, su embalaje era confuso, no tenía idea qué era lo que pensaba.
-¿En serio no me reconoces?- preguntó, negué ante la pregunta-. Sakamaki Subaru, es un gusto.
-¿Subaru? Interesante... -susurré viéndolo de arriba para abajo-. Por alguna razón ese nombre me produce nostalgia, pero, de un momento a otro cambia a felicidad.
-Es mejor que no me recuerdes- comentó él dando la vuelta e incorporándose atrás de su hermano mayor, Shū.
Estaba apunto de decir algo al respecto, pero una mano me detuvo mientras me sujetaba.
-Debemos irnos- habló Kei jalando mi brazo-. Perderemos la función.
-¿Veremos una película?- pregunté contenta.
No recuerdo la última vez que fue a ver una película al cine, es increíble observar la pantalla gigante.
-Sí, cancelé los asientos por internet- informó él.
Me di vuelta, pero antes me tuve que despedir de los hermanos, incluso de Subaru, aunque no lo recuerde.
Kei y yo nos dirigimos a la sala del cine, después de comprar unos cuantos refrigerios, al parecer veríamos una película en 4D.
La función estuvo emocionante, pero mi cabeza no dejaba de dar vueltas debido a lo anteriormente expuesto por Subaru hace un rato. ¿A qué se refería con ese comentario? ¿Acaso me habría hecho algo muy malo? Mi cabeza se inundó por tantas preguntas, que no pude prestarle la más mínima atención a la película.
Después de unas horas, Kei se ofreció a llevarme a mi casa, yo acepté porque era de noche y me daba miedo pedir un taxi a éstas horas.
La noche pasó muy lento a mi parecer, no dejaba de pensar en aquel muchacho peliblanco, y lo peor, mañana tenía que empezar a grabar la película, entonces necesito dormir.
Después de unas horas de estar indagando por mi cabeza, pude reconciliar el sueño.