Y en alguna parte fuera de la ciudad...
Renjun comenzó a abrir sus ojos lentamente, con un intenso olor a químicos invadiendo sus fosas nasales. Repentinamente, un fuerte dolor de cabeza también lo aturdió e hizo que un quejido se escapara de sus labios.
Por consiguiente, el susodicho se sentó en su lugar percatandose así de que estaba en una habitación a oscuras, un tanto... Extraña. Habían medidores de pulso, de nervios y toda clase de dispositivos de última tecnología, cosas que solamente podían estar presentes en un...
--Conozco esta habitación como si fuera la palma de mi mano... ¿Estoy de nuevo aquí?-- se preguntó el chico, para sí mismo.
De repente, la habitación que se había mantenido a oscuras se iluminó, y la puerta principal de esta última se abrió permitiendo así el ingreso de un encapuchado; quién estaba acompañado por un montón de científicos.
--¿Cómo estás Renjun? Pues espero que bien porque tú y yo tenemos mucho de qué hablar-- dijo el recién llegado, con una gruesa voz que reconoció enseguida.
--No puede ser... ¡Es usted!, ¿¡di-director!?-- gritó el superhumano, con un gesto que reflejaba impresión.
--Veo que me has reconocido instantáneamente, pero basta de formalidades... Ahora llámame Jackal. Después de mucho tiempo y esfuerzo, he vuelto a retomar el trabajo que dejé hace años atrás debido a aquel incidente con el proyecto raíz, pero ahora estoy de vuelta. Ahora éste lugar tiene una nueva y resguardada ubicación-- dijo el encapuchado, con los brazos cruzados.
--¿¡POR QUÉ INSISTE EN HACER ESTO!? ¡CASI MORIMOS TODOS ESE DÍA POR CULPA DE ÉL Y DE USTED!... Todo por su maldita ambición-- gruñó el chico; enojado. Luego intentó ponerse de pié, pero se percató entonces de que sus pies, cintura y muñecas estaban siendo prisioneras por unos grilletes que estaban adheridos a la cama en que se encontraba.
--¡SUÉLTEME O SE VA A ARREPENTIR!-- añadió Renjun, para luego intentar usar sus poderes acuáticos, para poder salir del lugar. Pero se sorprendió aún más, al ver que estos últimos no funcionaban.
--¿Sorprendido? He equipado las habitaciones con unos productores de ondas especiales que no te permiten utilizar tus poderes, a menos que tengas ese brazalete-- aclaró Jackal, mientras señalaba el pequeño objeto, que poseía uno de los científicos.
--¿¡Qué es lo que quiere de mí!?, ¡Yo no tengo nada de usted!-- reclamó Renjun; furioso.
--De hecho, si tienes algo que es mío... O que mejor dicho, que le pertenece a él y la hora ha llegado, así que ponte cómodo y disfruta de la siesta-- dijo el encapuchado, para finalmente darse media vuelta e irse de la habitación, dejando solamente a los dos científicos que habían acompañado al recién retirado.
--Bueno niño, acabemos rápido con esto-- dijo el chico, mientras se ponía lo guantes. Mientras que el contrario colocaba un enorme y extraño dispositivo sobre él.
--Sicheng, pásame lo implementos de trabajo por favor-- pidió el otro, a lo que el ya mencionado respondió con un "sí". Renjun se sorprendió enormemente.. ¿Cómo podía correr tan rápido?.
--Es un superhumano al igual que yo, nosotros participamos de un proyecto que Jackal creó después del incidente... Yo soy Nakamoto Yuta, puedo leer mentes y mi pequeño Sicheng es tan veloz como un rayo-- explicó el cientifíco, respondiéndole así la pregunta mental del menor.
--Ahora relájate y disfruta... Porque nunca vas a volver a despertar después de esto-- dijo Sicheng, para luego presionar unos cuantos botones y por consiguiente el hombre acuático comenzó a cerrar sus ojos lentamente, hasta que cayó profundamente dormido.
Y en la casa de Taeyong...
Chittaphon se relajaba tranquilamente en la habitación que el mayor le había proporcionado. No podía creer que el pelirrubio le había entregado dicho cuarto para su persona.
Aunque la verdad ya se estaba comenzando a sentir extraño, ya que el hecho de que estaba zampado en una cosa ajena hacía que las cosas fueran un poco más incómodas. Comenzó entonces a jugar con sus poderes sombríos, haciendo que las siluetas oscuras tomaran otra clase de formas hasta que repentinamente, la puerta se abrió:
--Hola... Chittaphon..-- saludó Félix, con cierta frialdad.
--¿Qué quieres empleado barato?-- exclamó Chittaphon, con un tono burlón. En respuesta a esto, el chico simplemente torció los ojos y por consiguiente respondió:
--Mi amo ha pedido tú presencia en su baño privado, aunque se supone que vosotros se encontrarían en la piscina más tatde... Pero... Yo solamente sigo órdenes, así que ya cumplí con informarte-- dijo Félix, para finalmente retirarse de la habitación. ¿Para qué Taeyong lo estaba llamando?.
Se puso entonces de pié, y haciendo uso de sus poderes el chico se convirtió en una sombra y con aquella forma llegó a la entrada del baño privado del dueño de la casa, en un santiamén. Cuando ya estuvo allí, el chico volvió a su forma humana.
Observó fijamente la hermosa puerta que adornaba la entrada del baño, cosa que lo dejó enternecido por unos escasos segundos hasta que volvió a su realidad.
--Bien... Aquí vamos-- susurró el chico, para luego abrir la puerta e ingresar al baño. Se sorprendió entonces al ver todas las cosas que abundaban en el baño privado; había un enorme jacuzzi acompañado por bellas cortinas de lino del más fino y muebles con diversas cremas y maquillajes, mesitas llenas de postres, frutas, aderezos y pasteles. Además de un intenso olor a incienso que perfumaba toda la morada.
--Este lugar... Es hermoso-- susurró el pelinegro; atónito.
--¿Te gusta?-- preguntó una voz socarrona y ronca detrás suyo, cosa que lo asustó pero que a la vez lo alegró. Chittaphon se dió media vuelta y soltó una pequeña carcajada al ver a Taeyong, quién solamente cubría su cuerpo con una bonita bata de color blanca.
--¡Este baño tuyo está demasiado hermoso!, ¡podría morir aquí adentro!-- exclamó Ten; emocionado.
--No exageres, tampoco es para tanto-- dijo Taeyong, con una tierna sonrisa dibujada en su rostro. Quizás estaba yendo muy deprisa con el menor pero es que era inevitable para su persona; estaba perdidamente enamorado de pelinegro y sin saberlo éste también estaba enamorado de él. Pero primero, debían ir paso por paso.
--Bueno, ¿y para qué me llamastes?-- preguntó Chittaphon; confuso.
--Quiero... Que pasemos un rato agradable, ¿te parece bien?-- dijo el mayor, para luego posar sus manos en las caderas del menor y luego apegarlo más a su cuerpo.
--N-No sé que pretendes con todo esto...-- respondió Chittaphon, con un leve sonrojo en sus mejillas. Observó luego los ojos del pelirrubio, los cuales lo observaban fijamente con un sentimiento que era algo simplemente inexplicable para su persona; ¿acaso era amor lo que estaba sintiendo el mayor por él?.
--Pero cariñito... Soy alguien peligroso y lo sabes.. Puedo hundirte en la más profunda oscuridad si me da la gana-- añadió Ten, ahora con cierto toque de sensualidad reflejada en su voz.
--Y yo puedo quitarte toda la oscuridad que te persigue y que está deseoso de afectar a mí persona... Puedo destruirte así que no te confíes-- susurró Taeyong, en el oído del menor. Lo que provocó que a éste último se le escapara un gemido de sus labios.
--Eres tan malo... No sabía que eras de esa forma-- dijo Ten, mientras colocaba sus brazos alrededor del cuello del mayor con una sonrisa traviesa dibujada en su rostro.
--No quiero darle tantas vueltas al asunto... ¿Me darás permiso?-- pidió el pelirrubio, mientras se acercaba lenta y disimuladamente hacía el menor.
--Hazlo-- pidió el menor y en ese preciso momento, fue cuando el mayor besó al menor con todas sus fuerzas, como si su vida dependiera de ello. El ambiente se volvió apasionado y candente cuando el pelinegro se dejó cargar en los brazos del mayor.
Por consiguiente, ambos se fueron al jacuzzi y cuando el menor ya estuvo cómodo, el contrario se comenzó a quitar la bata hasta que finalmente quedó encima del menor. Pero repentinamente, un fuerte dolor en su pecho hizo que se quejara sonoramente, cosa que asustó a Ten.
--¿¡E-Estás bien!?-- preguntó Ten; nervioso. Taeyong, quién se había mantenido toda la distancia con sus ojos cerrados volvió a abrirlos pero esta vez su mirada lucia diferente.
Un negro tan oscuro y profundo los envolvía. Chittaphon rogó internamente que ese Taeyong no volviera; y como si de un milagro se tratara los ojos del chico volvieron a recuperar su color normal.
--¿Mmh? El dolor desapareció...-- dijo Taeyong, con un tono que reflejaba confusión.
--Eh... Sí, bueno.. ¿Te sientes en capacidad de continuar con esto?-- dijo el pelinegro, para luego empezar a posicionarse sobre el mayor provocando que los cabellos dorados del contrario se empaparan con el agua del jacuzzi.
--Sí pero... Sigue tú-- pidió Taeyong, para luego empezar a recibir los besos de Ten en sus labios, cuello, pecho, y por consiguiente empezó a descender hacía otras partes. Pero mientras Ten hacía su trabajo, Taeyong disfrutaba de los toques y besos del menor cerca de su parte, pero sin que algo saliera de su cabeza: ¿qué le estaba pasando?.
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