⌜¡Hay un GAY entre nosotros!⌟
—¿Qué-qué dices? —Hoseok estaba nervioso y entonces lo supe.
—Como escuchaste, ¿Te gustan los chicos? —repetí con una sonrisa.
—Min Yoongi, ya toma asiento. —dijo el profesor.
Aun no entiendo cómo es que me soporta tanto. ¡ESPEREN! ¿No estará enamorado de mí? ¿Verdad?
—Deme unos minutos, Seo. —le dije sonriendo y dirigí de nuevo la mirada a Hoseok, quien temblaba. —¡Anda! ¡Enséñamela!
Entonces una risa escandalosa se escuchó en la clase.
—¡Anda, Hoseok! Enséñale lo grande que la tienes. —dijo uno.
—¡Kim Seokjin! —lo llamó el profesor. —Tendrá que firmar esta vez.
—¡No sea aguafiestas, viejo! —rio de nuevo.
Hoseok se le sonrojaron las mejillas haciendo que mi teoría se confirmara más. Era él.
—Entonces... ¿No me la enseñarás? —ladeé la cabeza. —¿Es por qué hago derretir tu corazón? ¿Cierto? Lo sé..., soy muy lindo. —solté un suspiro. —Gracias por las cartas, pero te rechazo. No me gustan los chicos.
Hoseok arrugó el ceño y soltó una carcajada.
—Espera, ¿Qué? —volvió a reír. —¿Crees que yo soy el que te está enviando esas cartas? —Yoongi asintió.
—Eres el gay, ¿No? —Hoseok volvió a reír.
—Lo siento, Yoongi. Aunque fuera gay, tengo buen gusto y tú, no estás entre mis buenos gustos. —el timbre sonó haciendo que Hoseok se levantara de su asiento y me dejara hablando solo.
Taehyung llegó a mi lado riendo y se cruzó de brazos.
—¿Quién de ustedes es? —señalé a Namjoon y a Taehyung.
—Me gustan las chicas, Min. —dijo Taehyung.
—A mi igual... —dijo Namjoon y se quitó las gafas.
El aula se empezó a vaciar dejando a Jimin, Namjoon y Taehyung conmigo. Una mano se posó en mi hombro haciéndome girar.
—Así que el perfecto de Min Yoongi tiene un enamorado y es un chico. —volvió a reír.
—¿Eres tú? ¿Cierto? Siempre has tenido envidia de mí desde que tenemos los 7 años. ¿Siempre te he gustado? —me acerqué. —Bueno..., no te culpo. Quien no se resistiría a mí.
—¿Otra carta más, Min? —la voz del niñato de Jeon Jungkook se escuchó en el aula.
Se encontraba de pie en el marco de la puerta.
—¿Qué haces aquí, Jeon? ¿Ya dejaron salir a Kinder para juntarse con los grandes? —rodó los ojos y entró al aula. Se metió las manos en los bolsillos y soltó un suspiro.
—Bueno, ¿Al menos ya tienes sospechas? —cinco pares de ojos estaban puestos sobre mí.
—¿Por qué tan interesados? —dije. —Alguno de ustedes me está gastando una maldita broma.
Los cinco se miraron y rieron.
—¿Por qué lo haríamos?
—Son envidiosos. —sonreí.
—¿Envidiarte la mala fama? ¡Uy sí! Qué increíble. —se burló Jungkook.
—¿A ti quién te invitó? Ve jugar al patio como los nenes. —entrecerró los ojos y me ignoró.
—¿Qué dice el papel? —habló Jimin, captando mi mirada.
Ahí estaba, sentado con la mirada fija en su libro de matemáticas. Odiaba verlo estudiar tanto.
—¡Cierto! ¿Qué dice el papel? —dijo Taehyung. —Tal vez te ayudemos.
Entonces fue ahí cuando Yoongi recordó lo que decía la nota.
"¿Ya te dije que esos boxers azules no te quedan? Te ves terrible, usa lo negros. Te hacen ver muy sexy, hyung."
Sentí el ardor correr por mis mejillas. Estaba sonrojado.
—¡Ay no me jodan! —exclamó Seokjin. —¡ESTÁ SONROJADO!
Chiflidos y risas se escucharon en el aula.
—¡Cállense, mierda! —dije algo alterado. —Los quiero a todos en el descanso aquí mismo, imbéciles.
Empujé a Jungkook y caminé hacia la puerta para irme de ese lugar. Aun con mis malditas mejillas sonrojadas, corrí al baño de hombres y me encerré un cubículo.
—Esto tiene que ser una maldita broma. ¡Me gustan las chicas! ¡Las malditas chicas! —me dije. —Tetas, culo. Tetas, culo. Culo, culo... —me tapé la cara. —¡ME ESTOY MURIENDO!
Dos horas más tarde, entré al aula la cual se encontraba en murmullos por los cinco chicos que estaban ahí. Seokjin, estaba sentado al lado de Jimin; quien estaba al lado de Namjoon, se encontraba Jungkook a su lado y de último, Taehyung. Apagué la luz y me crucé de brazos frente a ellos.
—¿Qué esto? ¿Nos obligarás a hacer una orgía? —se burló Seokjin.
—Si dices una palabra más, meteré mi pito en tu boca.
Todos rieron.
—Min Yoongi, declárate gay ya. —dijo Taehyung.
—Miren, idiotas. ¿Quién de ustedes está haciendo esto? —todos hicieron silencio. —¡Hablen mierda!
—Yo. —dijo Seokjin. —Es que me encantas, Yoonie. —rio.
Sonreí de lado. ¡Lo sabía!
—¡Mírate la cara! —soltó una carcajada. —¿En serio crees que haría tal cosa estúpida? ¡Vamos! Acepta que le gustas a un chico y ya.
—¡NO! A mí me gustan las chicas. —dije alterado y empecé a caminar de lado a lado.
—Está loco... —le susurró Jungkook a Namjoon.
—En cualquier momento explotara si no hablan... —dijo Jimin.
—Nadie es, Min. —dijo Namjoon. —¿Por qué asumes que es alguien de nosotros?
—Bueno... Porque, lucen gays. Por eso. —dije confiado.
—No es eso, algo decía esa carta. —habló Jimin. Por favor, no me hagas leer la maldita carta, Park. —¿Qué es lo que dice la carta? —hijo de tu puta madre, Park Jimin.
—Cierto, ¿Qué es lo dice? —dijo Jungkook. —Depende de lo que diga ahí, entenderemos.
Apreté los puños enojado y solté un fuerte suspiro. No puedo creer que voy a leer esta carta vergonzosa frene a estos idiotas.
Saqué el papel de mi bolsillo de la chaqueta y lo abrí. Carraspeé y los miré por encima de la hoja.
—Te estamos esperando... —dijo Jungkook.
Maldije en voz baja y empecé a leer:
—"Yoongi, estoy orgulloso porque te fue muy bien en español. No sabes lo feliz que me haces, hyung. Espero algún día decirte lo que siento y que la vergüenza no me coma vivo... —pude ver como todos se aguantaban la risa. —...por cierto, ¿Ya te dije que esos boxers azules no te quedan? Te ves terrible, usas los negros. Te haces lucir... —todos rompieron en risas y yo guardé la carta.
—¡Qué enamorado tienes! —se burló Taehyung. —Hasta se sabe el color de tu ropa interior. —Taehyung estaba rojo de la risa.
Yo me llevé una mano a la nuca y suspiré.
—Ya, cállense. —dije. —¿Quién de ustedes lo escribió?
Todos volvieron a reír. Me estaban jodiendo la puta vida.
—¡YA MIERDA! —grité. —¿Quién es?
—Yo no. —dijo Taehyung.
—No pondría tales cosas..., suena de acosador sexual. —dijo Jungkook.
—No soy gay. —dijo Jimin.
—Yo no fui. —dijo Namjoon.
Miré a Seokjin quien se quedó mudo unos segundos para luego estallar en risas.
—¿Crees que esto es gracioso, Kim? —le dije.
—Sí. Verte sonrojado y buscando a tu enamorado es muy gracioso. El chico perfecto tiene a un chico enamorado. —rodeé los ojos y me crucé de brazos.
—¿Entonces? ¿Nadie fue? —todos de miraron. —Chicos, en serio. Esto es incómodo saber que es un chico. Si es alguno de ustedes, lo entenderé lo dejaré pasar y le partiré la puta cara.
Todos volvieron a reír.
—Por eso nos has sentado aquí. —rio Namjoon.
—¿Saben? Una vez leí que uno hace cosas inconscientemente... —dijo Jungkook. —¿Alguien a dudo de su sexualidad alguna vez? —todos se miraron y negaron, hasta yo. —A veces sentimos atracción por el mismo sexo y hacemos cosas como estas para saber si es curiosidad o simplemente verificar que tan...
—Gays somos... —dijo Taehyung. —Oh mierda. ¿Soy gay? —Seokjin y Jimin rieron. —¡Soy gay!
Jungkook soltó una carcajada.
—¿Te ha gustado un chico alguna vez? —le preguntó Namjoon.
Taehyung ladeó la cabeza pensando.
—Tengo un perro que...
—¡ESTAMOS HABLANDO DE HOMBRES! —le gritó Jungkook.
—Ah, entonces no. —sonrió. —No soy gay.
Me pegué en la frente y esperé otra respuesta. Cogí una silla y me senté frente a ellos.
—Lo que dice Jungkook es cierto. Una vez, me quedé mirando las piernas de Jackson. Nunca pude entender cómo es que las tiene tan firmes... De verdad aun no comprendo. —dijo Namjoon.
—Creo que a todos nos ha pasado... —dijo Jimin. —Alguna vez hemos mirado a hombres y hemos querido saber algunas cosas sobre ellos. Cosas que las chicas hacen. Como: ¿De qué tamaño la tiene? ¿Será bueno en fut? ¿Besará bien? —las miradas cayeron en Jimin. —¿Qué? No soy el único.
—No, no lo eres. —dijo Jungkook.
—Bien, entonces... —dijo Seokjin. —¿Nos gustan los chicos?
Todos hicieron muecas de asco. Pero yo no. ¿Por qué? ¡¿POR QUÉ NO HICE UNA MALDITA MUECA DE ASCO?!
—¿Yoongi? —dijo Namjoon y todos me miraron. —¿Entonces estamos aquí por qué?
—Los he sentado aquí porque... —tomé aire. —¡Hay un gay entre nosotros! —dije. —Y está enamorado de mí.
Todos de miraron las caras y se quedaron serios.
—A ver, de pie Min. —dijo Seokjin.
Me levanté de la silla, mientras Seokjin me clavaba la mirada por todo cuerpo.
—No tienes por qué gustarme, no tienes tanta masa corporal y eres muy pálido.
—¡Es que no tengo que gustarte, idiota! —le dije. —¡Le tengo que gustar a las chicas! No a los chicos.
—Pero, mira desde otro punto de vista. El bueno. —dijo Jimin. —Si ninguna te quiere, tienes a un chico. —todos rieron.
—A la mierda con ustedes. —dije y caminé hacia la puerta. —¡Por eso están vírgenes! —le grité y salí del aula azotando la puerta.
Caminé por todo el pasillo con total enojo y llegué a mi casillero. Lo abrí y un pedazo de papel cayó a mis pies. ¡Mierda!
Me apresuré a recogerlo sin que nadie estuviese mirando y metí la cabeza junto a mis dos manos en el casillero para leer el papel.
"Yoongi, eres tan idiota. A veces me pregunto por qué me gustas y nunca encuentro la respuesta. Solo sé que me gustas y ya. Qué raro soy, ¿cierto?
Por cierto, te veré en clase de natación. Adoro ver como ese traje se ciñe a tus muslos. ¡Estás delicioso, Min Yoongi!"
—Está loco... —impactado cerré los ojos con fuerza y arrugué el papel dejándolo dentro. —Es un maldito acosador.
Cerré el casillero con fuerza y me metí las manos en los bolsillos para ahora caminar hacia el vestidor de hombres en donde me pondría el traje para nadar y quizá, le haga algunas preguntas a los chicos que estén allí. ¡Te encontraré! ¡Sé que lo haré!
—Smap.