Todos se encontraban en silencio viendo como dos personas se observaban con detenimiento. Ese día era la final de las clasificatorias para el campeonato mundial que se haría de Taekwondo.
Los finalistas representarían al país e irían a Corea del Sur donde el Taekwondo había florecido.
HyeBin estaba frente a frente con su oponente. Debía ganar ese torneo para poder volver a su país natal, para poder ver a Jeon JungKook quién estaría también en el campeonato.
— Aquí en la clasificatoria final, Lee HyeBin y Cristopher Reynolds se enfrentarán. El ganador representará nuestro país. — dijo el relator.
Todo volvió a quedar en silencio y los nervios invadieron a la menor. Tenía entendido que Cristopher era muy rudo. Había estado analizando los movimientos del rubio y era bueno peleando de cerca mientras que ella era buena peleando a distancia. El rubio ya había noqueado a 3 competidores y HyeBin no quería ser la cuarta.
— ¡Comiencen! — ordenó el referí.
HyeBin chocó puños con el de ojos azules y comenzaron a rebotar en el tatami. Ambos se analizaban mutuamente, esperando el movimiento que darían.
El primero en acercarse fue Cristopher quién estaba analizando la distancia con su pierna, viendo como darle una patada, una vez que tuvo todo analizado, el rubio se alejó otra vez y sin darle tiempo a la castaña, saltó hacía esta, sin embargo HyeBin se agachó y pateó el abdomen del rubio.
«Bien, un punto para mí...»
Festejó la menor en su interior.
Fue el turno de la castaña dar el siguiente golpe, pero el rubio le devolvió la patada tirándola en el suelo.
Bien, ya estaba advertida, dos advertencias más y quedaba fuera.
Se levantó rápidamente y observó a su contrincante a los ojos. Él se acercó a ella lanzando una patada que HyeBin bloqueó y logró darle un puñetazo en la cara, seguido una, dos, tres patadas, sacando a su contrincante del tatami.
El chico sonrió.
Oh, era bonito, pero JungKook le ganaba.
Volvieron a sus puestos, comenzando ambos al mismo tiempo.
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La ahora castaña, se encontraba en el aeropuerto de Incheon con sus maletas pesandole. A lo lejos divisó a sus amigas quienes la esperaban con una sonrisa adornando sus rostros. Estaban felices, HyeBin había vuelto.
— ¡HyeHye! — Yuna se acercó a su amiga dándole un abrazo muy fuerte. — ¡No tienes idea de cómo te extrañamos!
— Oye, déjala en paz, ¿No ves que la lastimas? — RyuJin hizo que Yuna la soltara para abrazarla con más fuerza de la que Yuna había abrazado a la castaña.
— Ahora tú eres la que me lastimas — dijo HyeBin riendo con dificultad. — ¡Abrazo grupal! — extendió sus manos para que las demás miembros del grupo se acercaran a ellas.
— ¡Lo hiciste muy bien HyeBin! — le felicitó YeJi separándose, pues la estaban aplastando, haciendo el abrazo algo doloroso. — ¡Ganaste el campeonato!
— ¡Eso es verdad. Hicimos todo lo posible para poder ver la transmisión! Aunque me enoja que no representes nuestro país, tu país. — Lía también se separó, haciendo un puchero, pero después lo cambió por una sonrisa. Estaba orgullosa de su amiga.
— Lo sé, yo quería representar nuestro país, pero no pude.
— Bien, no debes preocuparte, lo importante es que eres una gran taekwondista y estás en ascenso. ¡Vi todas tus competencias!
— ¡Ay, gracias Lía! — la castaña volvió a abrazar a la otra castaña.
— Si, pero fue difícil cuando los torneos se emitían en otras cadenas televisivas y peor si eran occidentales, ¡No entendíamos nada!
HyeBin soltó una carcajada estruendosa haciéndole recordar a ella misma tiempo atrás.
— ¿No entendían nada? Pues imagínate a mí, estaba en un país totalmente diferente, en donde la cultura, las costumbres y el idioma eran algo inexplicable para mí. — se llevó las manos a la cabeza demostrando cuan frustrante había sido la experiencia. — No sabía decir ni pío, recién a los 6 meses pude manejar un poco mejor el idioma.
— Eso sí que debe ser molesto. — Yuna arrugó la nariz. — Y yo que me quejaba cuando teníamos examen de inglés, pero todo por la amistad.
HyeBin sonrió enternecida, amaba a las amigas que tenía. Estuvieron muchísimo tiempo consolándola cuando se había tenido que ir a Los Angeles. El tiempo pudo haber hecho de las suyas y hacer que la comunicación entre ellas dejara de existir, pero ahí estaban junto con ella, contándole con emoción todo lo que habían tenido que hacer para verla.
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— Chicas... — HyeBin dejó de beber su malteada y miró a sus amigas quienes estaban riendo sin parar. Estas últimas dejaron de hacer lo suyo y observaron a su amiga.
— ¿Sucede algo Hye? — preguntó Lía.
HyeBin se mordió el labio inferior y comenzó a jugar con sus manos. Hablar de JungKook era delicado para ella, pero tenía dudas, pues, desde que se había ido, con JungKook había perdido todo contacto, pues su padre se había encargado de hacer de las suyas.
— ¿Cómo está JungKook?
Ante la pregunta de HyeBin, sus amigas quedaron en silencio, sin saber qué decir o qué hacer.
— Pues... Verás, Hye... — fue RyuJin quién empezó.
— No sabemos mucho de JungKook, sólo que... Se mudó y no sabemos dónde. Después de que te fueras, estuvimos hablando con él un tiempo y después nos informó que debía mudarse, pero no sabemos si sigue en estas zonas o si se mudo a otro distrito, provincia o... País.
A
l escuchar eso, el corazón de HyeBin dio un vuelco, ella esperaba al menos ir a visitarlo y ver cómo estaba después de tanto tiempo.
— Oh... Entiendo... — se limitó a decir.
— ¡Pero no te pongas mal! — grito Yuna levantandose de su lugar, llamando la atención de las personas en esa cafetería del aeropuerto. — Lo siento... — la joven hizo una reverencia por su griterío y nuevamente tomó asiento abochornada por su acción. — Lo que quiero decir... — continuó más tranquila esta vez. — Es que no te desanimes, después de todo, JungKook es un importante maestro del Taekwondo ITF y WTF, es obvio que tendrá que viajar a Seúl si se encuentra a las afueras. Tendrá que participar de los torneos como jurado y quién sabe si después él también compite o al menos hace una exposición.
Todas las jóvenes se quedaron calladas al escuchar lo que había salido de los labios de Yuna, pues ella se caracterizaba por ser la más despreocupada y distraída, motivo por el cual siempre decía tonterías o no se tomaba las cosas enserio. Sin embargo, HyeBin simplemente calló por estar pensando en las posibilidades que tenia de ver a JungKook en el torneo y por un momento se quiso golpear así misma por olvidarse por completo de eso. JungKook había ascendido en su categoría como instructor, pues después de tanto tiempo entrenando, JungKook finalmente tenía el título de Sasong Nim, por lo tanto debía estar presente en el torneo.
— ¿Es posible que eso haya salido de tu boca? — le preguntó Lía sonriendo. — ¡No me lo creo!
— ¡Seré rubia pero no hueca! — se quejó la joven haciendo puchero. — Además sé que tengo razón, si JungKook es alguien importante, lo más obvio es que asistió, ¿O me equivoco?
— No, no lo haces... — contestó HyeBin de la nada. — Tienes razón, lo más probable es que vea a JungKook ahí.
— ¿Y cuándo es el torneo? — preguntó YeJi quien se había quedado callada, escuchando la charla de sus amigas. — Debes estar lista también.
— Es en dos días. — contestó HyeBin levantándose y una sonrisa se le escapó de sus labios. — En dos días veré a JungKook...
Sasong Nim; Gran maestro. Este rango se tiene cuando el Dan haya alcanzado el último nivel IX (9)