ABBY.
Nos estabamos preparando para salir, en nuestras mochilas guardando todas las provisiones que podíamos, mis manos temblaban con miedo de lo que pasaría, cada vez que cerraba mis ojos podía ver los muertos deborar a las personas, arrancar la piel del hueso, la sangre brotar y ellos deborar sin saciarse, era asqueroso y las náuseas daba vueltas en mi estómago cada vez que esas imágenes pasan por mi cabeza.
El sonido era lo peor, ese gruñido, se reproducía en mi cabeza una y otra vez, con cada ruido saltaba, y el miedo de ser mordida por uno de esos me atormentaba, el grito de las personas, no me imaginaba una muerte así, tan dolorosa, tan lenta y llena de sufrimiento.
Las luz del amanecer comenzaba a entrar por los ventanales altos, nos habíamos despertado muy temprano para así aprovechar toda la luz del día posible, eramos los únicos que saldríamos, Trevor había informado a las demás personas que se encontraban aquí, pero nadie quizo ir con nosotros. El recuerdo de lo sucedido pasa por mi mente.
—¡Escuchen!— Había dicho Trevor llamando la atención de la mayoría, con mis manos entrelazadas con nervios miro a las personas.
Todos jóvenes, unos pocos adultos, y pocos niños pequeños, el miedo en los rostros, la confusión y la desesperanza, dolía, me sentía impotente el ver a cada uno de ellos.
—Es necesario salir de aquí, a las afueras de la ciudad el ejército está evacuando personas— Instruye Trevor con seriedad y liderazgo, todos comienzan a murmurar —Nuestro grupo saldrá en unas horas, el que quiera ir con nosotras, es bienvenido—
Avisa con seguridad, veo la duda en los rostros, el miedo de salir, el pánico por que algo malo suceda.
—¡Estamos más seguros aquí!, ¡Estas demente si piensas que nos expondremos allá afuera!— Grita uno de los hombres poniéndose de pie, los demás lo miran y la duda crece, junto con el miedo, trago con dificultad, las madres abrazan a sus hijos.
Y sólo quiero que entren en razón, que sepan que no es seguro quedarse aquí.
—Están equivocados, los muertos allá afuera están rodeando la biblioteca cada vez más, es cuestión de tiempo para que escuchen el mínimo ruido y traten de entrar quebrando las ventanas— Digo caminado hasta quedarme al lado de Trevor.
Los murmullos llenos de miedo aumentan, pero aún no están convencidos de salir. El hombre que se negó a lo que Trevor propuso frunce su ceño y da un par de pasos hasta estar frente a nosotros.
—No duraremos ni dos horas allá afuera, ¡Hay niños!, no estamos armados, ¡No es seguro allá afuera!— Exclama con enfado, frunzo mi ceño mirándolo y miro a Trevor, este tensa su mandíbula mirando al hombre con seriedad.
—¡Podemos ayudarlos!, nos aseguraremos de que todos lleguen a la zona de evacuación— Digo elevando mi voz para que todos escuchen.
Trevor toma mi brazo y me hace retroceder haciéndome mirarlo, su ceño profundizado y el desgusto en su mirada.
—¿Que crees que haces?, no podemos proteger a las persona, solo estamos ofreciendo la información y que viajemos juntos— Murmura bajo solo para yo logre escuchar, aprieto mis labios.
—Hay ninos presentes, familias, necesitan que los protejan— Digo en un susurro.
—No puedes ofrecer eso, Abby, solo tenemos un arma, y lo sabes, no digas algo que no puedes hacer— Murmura mirándome.
Trevor me deja y vuelve a caminar hasta las personas, los latidos de mi corazón acelerados, no quería que se quedarán aquí, iban a morir tarde o temprano.
—Solo les estamos dando una opción, el quedarse aquí es peligroso, y si en algún momento se ven obligados a salir será tarde— Es lo único que dice Trevor para luego girarse, lo miro el me hace un gesto para que lo siga.
Miro por última vez a las personas, el miedo en sus rostros, espero que alguien se levante para venir con nosotros.
Pero nadie lo hizo, se quedarían aquí.
—¿Estamos listos con la provisiones?— Pregunta Dereck llegando a nosotros, cierro la mochila, asiento.
Trevor y Allan se unen a nosotros, Celia también se encontraba empacando, ella cierra la mochila y se acerca a nosotros, miro a Trevor, el humedece sus labios, el arma en su mano, la tensión e inseguridad flotando en el ambiente.
—Tomaremos los caminos a las afueras del centro de la ciudad, la prioridad, es primero saquear alguna farmacia, los medicamentos serán necesarios, debemos estar preparados, podemos también saquear algunos almacenes para provisiones, también es esencial encontrar armas, no podemos estar solo con una, si los muertos nos rodean no podremos contra ellos—
—La casa de mis tíos están a algunos kilómetros en dirección a las afueras de la ciudad, mi tío tiene muchas armas, ya que esta en nuestro camino podríamos tomarlas— Interrumpe Dereck, Trevor lo mira y asiente.
—Debemos movernos rápido pero tratando de ser silenciosos, recuerden que a esas cosas les atrae el ruido— Instruye Trevor.
—¿Tomaremos algunos de los autos que están afuera?— Pregunta Allan, muerdo el interior se mi mejilla nerviosa, todos miramos a Trevor esperando su respuesta, el se ve dudoso.
—Afuera esta el de nosotros, podríamos llegar hasta él, pero creo que hay muchos muertos cerca—
—Podríamos crear una distracción— Dice Dereck, lo miramos con interés, el sonríe y un hoyuelo aparece en su mejilla —Quiero decir, hacemos ruido, los atraemos otros llegan al auto lo encienden y se acercan donde podamos correr y subirnos—
—Es una buena idea— Me atrevo a opinar, Trevor asiente convencido
—¿Quién va conmigo?— Dice Dereck elevando sus cejas, el silencio se hace presente.
—Iré contigo— Responde Trevor, lo miro con temor, también era muy arriesgado el plan, si los rodeaban no tendrían salida. —No perdamos tiempo es hora de irnos, salgamos por la parte de atrás—
—Abby, necesito que seas tu la que conduces, se que eres fuerte y no entrarás en pánico, ya te has enfrentado a uno de esos— Murmura caminado a mi lado, nos dirigimos a la parte trasera de la biblioteca para salir por la puerta de emergencia.
—Lo haré— Digo segura, el asiente.
Dereck se adelanta y se fija por una de las ventanas, hace un gesto tratando de ver hacia afuera, el nos mira y asiente.
—Hay un par, pero están a varios metros de distancia, podemos salir rápido—
Trevor se acerca a la puerta, nos mira unos segundos, y luego con esfuerzo la abre, con Rapidez comenzamos a salir, Trevor sale de último y cierra la puerta, tratando de hacer silencio caminamos.
—Sera mejor correr, varios nos han escuchado y vienen para acá— Avisa Celia con temor.
Comenzamos a correr, nos detenemos cuando llegamos al frente de la bibioleta, hago un gesto al ver que son muchos cerca de nuestro auto, Trevor le hace una señal a Dereck y señala unos botes de basura, él asiente y ambos se dirigen hacia estos, el miedo me invade, ambos comienzan a hacer ruido, Allan, Celia y yo nos escondemos en unos arbustos cercanos, con temor observo como los muertos, con gruñidos y gemidos terroríficos comienzan a arrastrar sus pies hacia el ruido.
Cuando el auto queda despejado, los tres rodeamos el arbusto y corremos hacia este, los latidos en mi pecho son exagerados, llegamos al auto, Celia se sube atrás al igual que Allan, yo me subo adelante, mi mano tiembla, la llave se encuentra ahí, solo la giro y enciendo el auto, entre abro mis labios agitada, aceleró y me acerco a unos cuantos metros donde se encuentra Trevor y Dereck, observo asustada asegurandome de que no están en peligro.
Ellos se las arreglan para alejarse de el montón de muertos que se acercan, Celia abre la puerta, Dereck entra y cierra rápido, Trevor rodea el auto y se sube al asiento de copiloto.
—Tenemos que salir de aquí son demasiados— Grita Allan.
—¡Acelera!—
Lo hago de inmediato y conduzco, mis manos tiemblan levemente y trato de mantener el control, la camioneta sube por la vereda y grito cuando uno de los muertos se atraviesa y lo golpeo,a parte del frente de la camioneta se arruga, pero logro seguir conduciendo.
Las lágrimas se acumulan en mis ojos, el corazón quiere salirse por mi boca, son demasiados los que habían a los alrededores, y solo logramos atraer más, las personas que quedaron no podrían salir. Por mi cabeza pasa la imagen de esos niños, de esas personas llenas de preocupación.
.....
—Maldición lo sabía— Murmura Trevor.
—¿Que ocurre?— hay temor en la voz de Dereck, detengo el auto, miro al rededor, afortunadamente, no habían muertos cerca, miro por el espejo retrovisor, sin embargo a varios metros de distancia esas cosas venían caminando, tal vez el ruido los dirigía.
—Hay que bajarnos, es hora de caminar, la vía está bloqueada—
—Maldición— Murmuro bajo entre dientes, con miedo, no avanzariamos tando si íbamos caminado.
Todos bajamos del auto, ajusto la mochila que llevo, camino al lado de Trevor, hago un gesto al ver los autos abandonados, salto cuando algo choca contra la ventana en el interior del auto, frunzo mi ceño al ver al infectado gruñir y pegar su cara y manos al vidrio queriendo salir y devorarnos, hago un gesto y seguimos caminando.
—Oigan chicos, una farmacia— Dice Allan señalando el local, el hace el intento de abrir la puerta.
—Espera— Lo detiene Trevor, miro como el se acerca, saca el cuchillo que le había dado en nuestra casa, se asoma por la puerta de vidrio, y luego da un par de golpes en ella.
Con atención lo observamos, salto uno de los muertos sale y choca contra la puerta gurñendo, lleno de sangre en su rostro, y la carne de su brazo devorado, lo debieron haber mordido antes y luego se transformó, Trevor abre la puerta y de forma torpe sale, de forma rápida hunde el cuchillo en la cabeza del muerto y este cae, hago un gesto con asco.
Él entra a la farmacia, suspiro y camino hasta el local, entro, con temor observo la farmacia, tomo mi mochila y la abro, comienzo a introducir algunos medicamentos esenciales, para el dolor, para infección y demás, mi mirada se direje a un estante y algo llama mi atención, una prueba de embarazo, trago con dificultad, camino hasta esta y tono dos, una se me cae, me inclino de inmediato para tomarla y otra mano lo hace, elevo mi mirada y observo a Allan.
El me extiende la prueba de embarazo y la tomo, no digo nada, ambos guardamos silencio, el humedece sus labios, no se que decir, el se gira para irse, y por impulso tomo la manga de su camisa, el se gira y me mira, dudo unos segundos, trago con dificultad y aclaro mi garganta.
—No se lo digas— Murmuro bajo, el me mira en silencio y luego de varios segundos asiente.
Observo como se vuelve a girar, aprieto mis labios, miro las pruebas de embarazo y las guardo en la mochila, la cierro y doy un suspiro.
......
Habíamos recorrido varios kilómetros, estábamos exhaustos, afortunadamente, habíamos pasado un almacén, y habíamos conseguido botellas con agua y más provisiones, continuamos caminando, no habíamos visto tantos muertos, Trevor se había encargado de la mayoría que habíamos topado en el camino, Allan había acabado con dos y Dereck con uno.
Ya no podía seguir caminando, no sabía cuánto habíamos caminado pero estaba exhausta, hago un gesto, el atardecer estaba cayendo, debíamos encontrar donde pasar la noche pronto.
Mi mirada se dirje a una casa a un kilómetro de distancia, una leve sonrisa se forma en mi rostro.
—Deberíamos pasar la noche ahí, no sabemos a cuanta distancia esta la próxima casa— Le digo a Trevor agotada, el hace un gesto mirado la casa, con su mano tapa los rayos de sol para mirar mejor, y luego asiente.
Caminamos hasta la casa, Celia se queja de no poder seguir al igual que Dereck, Allan se encontraba bien, yo no podía más, necesitaba descansar, comer algo y acostarme, Trevor es el que se dirije a la puerta, el toca la puerta, pareciera que no hay nadie, Trevor vuelve a tocar, y luego de varios segundos, la puerta se abre, sorprendiendonos a todos, una señora se deja ver.
—Señora, necesitamos ayuda, nos dirijimos a las afueras del Estado, y necesitamos pasar la noche aquí—
—¿Alguno esta infectado? , ¿Como se si alguno de ustedes está infectado?— Pregunta algo alterada y sin abrir toda la puerta, incluso puedo ver una cadenita que mantiene la puerta cerrada.
—Estamos sanos, no estamos contaminados, hasta donde se sabe la transmisión se hace por medio de una mordida y ninguno a sido mordido— Explica Trevor.
La señora duda, pero el alivio me llena cuando abre la puerta, ella nos mira con cierto temor, nos mira a cada uno con detenimiento y luego nos deja pasar a su casa.
Miro el interior de la casa, un estilo bastante rústico, la señora cierra la puerta, me abrazo a mi misma.
—¿Se encuentra sola en este lugar?— Pregunta Dereck.
—Mi esposo también se encuentra, pero esta asegurando las ventanas con tablas— Murmura la señora.
—Alguno de nosotros podría montar guardia esta noche, incluso podremos montar turnos para estar seguros de proteger la casa y poder descansar todos— Sugiere Allan.
—Me parece bien, mi nombre es Alejandra, se ven muy cansados, pueden descansar, arriba hay un par de habitaciones, tomen una ducha y vuelvan aquí para que coman— Dice sonriendo levemente.
—Es usted muy amable— Digo suavemente, ella me mira y sonríe levemente, ella niega y la tristeza en su mirada.
—Mi hijo fue a una excursión hace cinco días— Susurra —si el esta ahí afuera, lo único que espero es que también encuentre ayuda—
Mi corazón se hace un nudo, todos estábamos en problemas y con temor.
.....
La noche había llegado, Celia y Dereck se encontraban haciendo guardia estas primeras horas, me encontraba en el baño, sentada en el suelo observo la prueba de embarazo, dos rayitas que me indicaban positivo, cierro mis ojos y doy un sollozo en silencio, no sabía que haría.
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