El timbre que anunciaba la salida de clases interrumpió mi plática con Camila, guardamos nuestros pesados libros de inglés y salimos del salón.
-Creo que es un idiota, deberías ya darle la vuelta a la página, habiendo tantos chicos buenos por aquí. –Dijo Camila al tiempo que se le quedaba mirando a los chicos del pasillo.
-Tal vez le dé una última oportunidad, no es tan malo cuando lo conoces bien
Camila me miro con ojos reprobatorios y negó con la cabeza.
-Bien, cambiemos de tema, hablar de Bruno me pone de los nervios, que harás mas tarde?
-Trabajo. –Respondí con fastidio
-Los chicos de octavo nos invitaron a su fiesta de bienvenida hoy
-No creo poder ir Cami, hoy doblo turno
-No me hagas esto, juré que te llevaría conmigo. –Respondió suplicante. –Además, le prometí a Daniel que hoy los presentaría
La verdad es que no soy amante de las fiestas, digo; tampoco es que sea una lerda que se la pasa encerrada, pero la universidad, el trabajo y mis practicas me tienen como loca.
Tenía cero ganas de ir a esa fiesta, pero debo admitir que el que Cami me fuese a presentar a Daniel, me tenía emocionada desde hace ya un buen tiempo.
Terminamos la plática y cada una tomo su camino.
El día transcurrió como siempre, las horas en el restaurante se me hicieron eternas, las propinas no fueron muy buenas pero al menos ya tenía lo suficiente para el enganche de mi carro. Había ahorrado tanto tiempo que incluso perdí la cuenta de cuando comencé.
-Nos vemos mañana!. –Grite mientras dejaba el mandil en su sitio
-Adiós Valen. –Respondió mi jefe con una sonrisa
Salí corriendo del trabajo, la noche se avecinaba, por lo que camine a paso apresurado sobre la acera directo a casa.
-Ya llegue mamá!. –Grite subiendo las escaleras
-Como te fue? La cena esta lista
-Voy a salir, Camila me invitó a una fiesta, no es muy lejos de aquí. –Respondí asomada en el barandal
-No quiero que llegues tarde Valentina, estaré al pendiente, llámame si quieres que pase a recogerte, no quiero que te regreses sola, -Respondió mi madre con mirada seria
-Bien. –Dije al tiempo que entraba en mi habitación.
Deje caer mi mochila sobre mi cama y me metí a bañar. No demoré casi nada. No pensé mucho en mi ropa por lo que me limité a ponerme jeans, una playera blanca y mis nike del mismo color. Nunca he sido de mucho maquillaje, así que solo coloqué mascara para pestañas, un poco de polvo compacto, rubor y lipstick rojo.
Me coloque mi collar de siempre, el que mi padre me regaló por mi cumpleaños número 16, tomé mi chaqueta negra y salí del cuarto emocionada.
-Adiós mamá! Te quiero! –Grite escaleras abajo
-Valen, espera, déjame darte un beso. –Dijo ella aproximándose a mí
-Mamá tengo prisa. –Respondí un poco fastidiada apartándola de mí para poder salir ya.
-Te amo hija
Cerré la puerta de mi casa y mire mi celular. 9:00 pm.
De haber sabido que esa sería la última vez que miraba a la persona que me dio la vida, hubiese al menos respondido ese último te amo...