LUNA NUEVA de Septiembre

By Valendraeli

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Este fic Juliantina está inspirado en Crepúsculo (NO ES UNA ADAPTACIÓN) pero posee un toque de originalidad e... More

Cap. 1 - Roomates / La Caminata
Cap. 2 - La Escena del Crimen
Cap. 3 - El Chat
Cap. 4 - La Biblioteca
Cap. 5 - La Cita
Cap. 6 - Dante y Virgilio
Cap. 7 - En Línea
Cap. 8 - Euritmia
CAP. 9 - Déjà Vu
Cap. 11 - Gravedad
Cap. 12 - Eco I
Cap. 13 - Eco II
~ Mensaje de la autora ~
Cap. 14 - Vainilla y Chanel
Cap. 15 - Luna Nueva
Cap. 16 - Luna Creciente
Cap. 17 - Kura Relmu I
Cap. 18 - Kura Relmu II
Cap. 19 - Claroscuro
Cap. 20 - UMAMI
Cap. 21 - Plegarias
Cap. 22 - Matehuala
Cap. 23 - Cénit

Cap. 10 - HALLOWEEN

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By Valendraeli

- Tranquila bebé, ya te vas a sentir mejor - decía Juliana mientras le sostenía el cabello y le sobaba la espalda.

- ¿Qué hacen aquí? - preguntó Roberto apareciendo por la clandestina puerta del bar, y cambiando la expresión al ver que su novia estaba vomitando.

- El baño estaba lleno - respondió Juliana, mientras Débora terminaba de expulsar el exceso de alcohol que había en su cuerpo.

Roberto se unió para ayudarle a sentarla, y la dejaron reposar un momento para que recobrara las fuerzas que la faena le había robado.

- ¿Cómo vinieron a dar aquí? - preguntó de nuevo Roberto, explorando el callejón mientras acariciaba el cabello de su novia.

- Vi esta puerta al fondo del pasillo de los baños, no quería que terminara de vomitar todo el piso así que la saqué para que vomitara tranquila.

- No me digas que el vómito que ví antes de salir era suyo - preguntó haciendo cara de fuchi.

- Si supieras lo que me costó abrir esa puerta, por poco baña todo el piso - dijo riendo Juliana mientras apapachaba la espalda de su amiga.

- Esta cool aquí afuera para venir a fumar al rato - dijo el chico alejándose un poco para explorar un poco el fondo del callejón, que al parecer también era un improvisado estacionamiento para las motocicletas de los clientes que no hallaban lugar en el estacionamiento de enfrente.

- Bueno ya vámonos que el pobre de Sergio debe estar preguntándose porque tardamos tanto - dijo Juliana, ayudando a Débora a ponerse de pie para regresar los tres al bar.

Llevaban apenas dos horas en el establecimiento, pero había sido suficiente para que la mayor de las chicas comprobara que no era buena idea cruzar Jägermeister y tequila.

Juliana tenía que admitir que la salida le estaba ayudando a despejar su mente, que había sido un lío desde ayer. Había dormido poco la noche anterior intentando asimilar la última conversación que tuvo con quien se había convertido en su nueva persona favorita, pero que lamentablemente había vuelto a ser tan solo una extraña para ella.

No solo fue la fría despedida, sino también su confesión sobre el primer encuentro que tuvieron en la biblioteca y la advertencia final que le hizo respecto al libro lo que le había caído como balde de agua fría.

En algún momento intentó comprender y justificar el comportamiento de Valentina, pero resultaba difícil cuando recordaba la actitud que ella había mostrado los últimos minutos que compartieron juntas.

Le costaba creer que fuera cierto lo que ella afirmó acerca de las personas que fueron a buscar el libro de Camilo antes que ella, pero la constante preocupación que Valentina había mostrado por su seguridad y el secretismo con el que el anónimo del chat se manejaba siempre parecían avalar esa teoría.

Se cuestionaba los motivos de Valentina. Si era cierto lo que ella afirmaba ¿porque no lo reportaba a las autoridades y en lugar de ello se esforzaba por mantenerlo en secreto?

Caviló tanto que en algún momento llegó a cruzarle por la mente la posibilidad de que la ojiazul fuera uno de esos chupasangre de los que tanto hablaba Camilo Guerra en su libro, pero descartó rápidamente esa idea al recordar lo amable y considerada que la chica se había mostrado siempre con ella, pues ese no era un comportamiento típico según el libro. Además, si esas desalmadas criaturas realmente existían, simplemente no era concebible que una mujer tan hermosa y delicada como Valentina fuese una de ellas.

Aun durante la mañana Juliana continuaba sensible y parecía distraída en sus pensamientos, causando que Débora la interrogara un poco. Pero ¿Cómo iba a explicarle que se sentía triste porque la desconocida que la había abordado en la biblioteca el día que fue a buscar un excéntrico libro, y por la que en tan poco tiempo había comenzado a desarrollar sentimientos, le había roto el corazón de una manera tan bizarra que incluía posibles asechos y mentiras acerca de un libro que además parecía estar manchado de sangre?

Simplemente era algo muy complicado de explicar.

Renuente a hablar del tema y seguirse torturando con preguntas que parecían no tener respuesta, decidió tratar de descansar un poco esa tarde para estar fresca y poder disfrutar de la fiesta de Halloween por la que habían esperado tanto tiempo.

El ritual de preparación para la fiesta, que había consistido en disfrazarse y maquillarse minuciosamente mientras escuchaban un poco de música y bebían algo para comenzar a entonarse, había resultado terapéutico.

El disfraz de Juliana consistía en un conjunto de cuero negro que constaba de unos pantalones ceñidos al cuerpo hasta la cintura, botas y una chaqueta estilo byker bajo la cual solo llevaba un corpiño blanco que hacía mostrar parte de la piel de su tonificado torso. También llevaba una peluca pelirroja y un maquillaje exótico que había transformado la cara juvenil en un rostro que exudaba audacia y sensualidad.

Después de estar satisfechas con sus looks y cenar algo ligero, las chicas llamaron a la caballería para que pasara por ellas. Sergio y Roberto llegaron con un poco de retraso a recogerlas pero no les impidió llegar a una hora decente para conseguir una buena mesa dentro del bar.

Al llegar, el ambiente aún estaba relajado y comenzaron a calentar motores con una ronda de tragos a base de licor alemán que estaba de promoción esa noche.

Después de media hora el lugar comenzó a llenarse y a volverse más interesante a medida que los originales disfraces desfilaban por la pista de baile reclamando su momento de fama.

Ellos no se quedaron atrás y luego de la segunda ronda de bebidas ya estaban bailando y divirtiéndose como debían en medio de la pista. Se sacaron un par de fotos para inmortalizar lo que Roberto había llamado "el último momento de sobriedad y cordura" de la noche, causando que los demás rodaran los ojos.

Una hora después tenían sobre la mesa una colección de vasos, botellas y caballitos de los cuales los chicos eran los principales responsables, pero a Laura se le había ido un poco la mano con el tequila, obligándola a acabar vomitando en la parte trasera del edificio.

Ya habían regresado a su mesa después de que Débora se hidratara con agua y hubiese vuelto al área de los baños para acicalarse un poco, y ahora degustaban un par de bocas mientras hacían tiempo para el show de la noche.

Las pocas horas que llevaban allí le recordaron a Juliana lo saludable que era desconectarse de vez en cuando para simplemente divertirse y dejar de rumiar tanto sobre investigaciones policiales y teorías excéntricas sobre vampiros.

Tampoco quería seguir pensando en Valentina, así que se propuso simplemente disfrutar del ambiente y olvidarse del tema en torno a ella y el libro... pero al revisar la hora en su reloj recordó que aún había una decisión importante que debía tomar esa noche.

Al echar otro vistazo para apreciar de la originalidad de los disfraces, a Juliana le llamó la atención algo que no concordaba con la temática del ambiente: Un chico que estaba sentado en la barra del bar sin un disfraz y que en cambio vestía como si recién hubiera salido de alguna oficina.

Era alto y corpulento pero su atuendo y gruesas gafas le daban un aspecto geek que de cierta forma resultaba adorable. También cargaba un maletín negro al que se aferraba como si su vida dependiese de él, y no paraba de dar pequeños sorbos al trago que hace rato habría ordenado, mientras exploraba con la mirada el lugar como si estuviese perdido.

Dedujo que el chico llevaba un buen rato ahí porque estaba a punto de acabarse la bebida y sabiendo que probablemente estaría a punto de marcharse decidió animarse para ir a hablarle.

- Oye Deb, ¿me cuidas el trago? solo voy a saludar a alguien.

- Esta bien - dijo Débora, curiosa al verla levantarse...

*Recomiendo leer esta sección escuchando la canción "Trick or treat" de Liqwyd, que encontrarás dando swipe ⬅️ a la imagen del encabezado*

... Juliana comenzó a caminar en dirección a la barra abriéndose paso entre el mar de gente que había en medio de la pista de baile, la mezcla de la muisca y el psicodélico juego de luces que centellaba sobre los cuerpos danzantes mientras ella se aproximaba solo conseguía acentuar el suspenso que sentía. Su corazón comenzó a latir más rápido a medida que se acercaba más al chico, pues era consciente de que era la primera vez en su vida hacía algo tan osado.

Se dio cuenta que el chico la ubicó en medio de la pista porque sus semblante pareció despertar al percatarse de que ella se dirigía hacia él; vio sus ojos deslizarse brevemente sobre su cuerpo, pero retirarse con la misma rapidez al darse cuenta de su involuntario desliz.

A Juliana le hizo gracia su reacción pero luego recordó el sugestivo atuendo que gracias a su amiga llevaba esa noche y no pudo evitar sentir pudor. De cualquier manera, ya no había tiempo para ponerse a pensar en detalles como ese y consciente de que esta oportunidad probablemente no volvería a presentarse, continuó con su plan. Era ahora o nunca.

Llegó finalmente al otro lado de la pista y se detuvo frente al chico sin decir nada, para luego comenzar a escudriñarlo con los ojos sin ninguna diplomacia.

El chico también la observaba pero con cara de confusión porque ella no hablaba, así que aclarándose la garganta, rompió el incómodo silencio.

- Hola - dijo titubeando. Parecía dudar si era a él a quien ella miraba con tanta insistencia.

- ¿Eres Lucho? - preguntó Juliana cerca de su oído, debido a lo alto de la música.

- ¿Morrita22? - preguntó él con suspicacia.

Juliana asintió con la cabeza.

-¡Wow! ¿Como estás? un placer - dijo Lucho con mucha emoción, ofreciéndole un apretón de manos.

Juliana le devolvió el saludo pero aún algo dudosa, el chico era todo lo contrario a lo que ella había imaginado pero después de todo era solo un asistente y sería prematuro juzgar a la fuente solo por el mensajero.

- Igualmente - respondió ella, rompiendo luego el saludo.

- Por un momento pensé que ya no aparecerías, pero me alegra saber que me equivoqué - dijo el chico muy sonriente - el doctor está muy contento por esta reunión que pudimos concretar contigo.

- ¿El doctor? - preguntó Juliana curiosa.

- Si el doctor, mi jefe... (se aclara la garganta) el anónimo - corrigió, intentando sonar más profesional.

- Oh, entiendo - dijo Juliana con la confianza un poco renovada. Si era verdad lo que oía, la persona con quien había estado hablando por el chat encajaba con el perfil que ella se había formado en su cabeza.

- Muy bien, sé que dijiste que tu tiempo era limitado así que si quieres a lo que vamos ¿no?

- Okey - asintió Juliana.

Vio que el chico tomó su maletín y se levantó de su asiento en la barra para empezaba a caminar.

- ¿A dónde vas? - preguntó extrañada.

- Hay un bistro japonés aquí cerca, es muy privado y podremos platicar con más tranquilidad- respondió el chico muy relajado.

- ¿Crees que soy tonta? Dije específicamente que la reunión se llevaría a cabo en este bar y no pienso poner un pie fuera de aquí contigo - dijo firmemente - si no te parece entonces podemos irnos despidiendo.

- No, no, lo siento - dijo el chico nervioso - no fue mi intención hacerte desconfiar es solo que pensé que no querrías estar todo el rato gritando para escucharnos.

Juliana lo miraba con desconfianza, había sido muy categórica sobre sus condiciones para llevar a cabo esa reunión y el salir del edificio no estaba contemplado.

- Pero tienes razón, el acuerdo fue aquí así que no hay problema, solo tendremos que buscar un espacio... - decía el chico abrazando su maletín mientras era empujado por un par de personas que pasaban junto a él casi llevándoselo de encuentro - ... dentro del bar donde podamos hablar cómodamente.

Juliana tuvo que contener la risa al ver el cómico cuadro, en realidad el chico parecía un poco torpe y si lo hubiera conocido de otra manera habría pensado que no era capaz de matar ni a una mosca, pero ya había tenido una mala experiencia por confiar en extraños y además el contexto alrededor de esa reunión era algo denso, así que debía mostrarse dura e inflexible si quería garantizar su seguridad en todo momento; no podía ponerse en una posición vulnerable de nuevo.

- Okey, déjame ver - dijo Juliana mirando alrededor para tratar de ubicar un lugar apropiado.

En realidad no había muchas opciones, el local estaba a reventar y sería difícil ubicar un espacio libre, pero su rostro se iluminó al divisar una sección que parecía estar aún despejada.

- ¿Traes dinero? - preguntó Juliana

- Un poco ¿Por qué? - preguntó Lucho confundido.

Juliana hizo un gesto para mostrándole la zona VIP y al voltear el chico observó que en el área habían unos pequeños espacios separados por cortinas corredizas que, aunque no aislaban el sonido del ambiente, se hallaban suficientemente alejados de la zona más afectada por los altavoces del bar y les proporcionaría un poco de privacidad para conversar. No era lo más ideal pero era lo mejor que podían conseguir en ese establecimiento.

- Okey, solo déjame preguntar el costo - dijo pareciendo estar en aprietos - no venía preparado.

- Tranquilo, yo te completo si te hace falta, pero antes necesito que hagas otra cosa por mí.

Desde lejos Débora, Roberto y Sergio veían como Juliana hablaba con Lucho, aparentemente explicándole algo mientras señalaba en dirección a ellos. Habían estado observado todo el cuadro desde que ella se levantó para ir a buscarlo y ahora debatían quién sería el chico por el que había mostrado tanto interés, especialmente Sergio que observaba el acontecimiento con cara de pocos amigos.

- ¿Quién es ese, tú lo conoces? - le preguntó a Débora con desconfianza.

- En mi vida lo había visto, pero Juls le habla como si lo conociera - dijo Débora viéndolos con curiosidad.

- Parece que tienes competencia bro - lo molestó Roberto, haciendo que Sergio le lanzara una ácida mirada.

Los vieron detener a uno de los chicos de servicio y señalar la zona VIP para luego comenzar a dirigirse en dirección a su mesa.

Al ver como los chicos de pronto dejaban de hablar y se hacían los desentendidos, Juliana supo que la habían estado observando desde hace rato y seguramente morían de curiosidad por saber quién era él, así que al llegar donde ellos estaban lo presentó sin más rodeos.

- Chicos quiero presentarles a Lucho, es un viejo amigo de la universidad que hace tiempo no veía - dijo, apenas llegó a la mesa.

- Hola - dijo Lucho saludando a todos con la mano.

- ¿También estudiaste Anatomía Pato... ? - comenzaba a preguntar Débora cuando Juliana la interrumpió.

- ¡Estudió Biología! pero nos conocimos en un simposio ¿verdad? - dijo, lanzándole a Lucho una mirada sagaz.

- Si si, así nos conocimos - reafirmó un obediente Lucho acomodándose los lentes.

- Y me imagino qué fue casualidad que se encontraran aquí ¿no? - preguntó Sergio muy serio.

- Así es, no esperábamos encontrarnos aquí hoy - respondió cómplice el chico - pero ya que lo hicimos hay que aprovechar para ponernos al día ¿no?

- Si claro, este, chicos voy a ir un rato a platicar con Lucho, estaremos en esa área de allá por si necesitan algo ¿ok? Ya vuelvo - dijo, jalando al chico del brazo para sacarlo de ahí antes de que el interrogatorio continuara.

Los tres se quedaron atónitos viendo como la pareja se dirigían a la zona VIP, y en cuestión de segundos una sesión de bullying para Sergio había comenzado en la mesa.

Ya acomodados en el nuevo espacio, Lucho y Juliana pidieron amablemente al chico de servicio que acomodara las bebidas incluidas en el combo en un espacio donde no les estorbara, y que corriera la cortina al salir para quedar en privado.

Juliana sabía que tendría una sesión de bullying por parte de sus amigos debido a eso, pero no era momento para preocuparse por ello ahora.

- ¿Lucho es tu verdadero nombre?- preguntó Juliana mientras lo veía acomodar su maletín para abrirlo.

- Es solo un seudónimo - indicó el chico sonriendo mientras comenzaba a sacar varias cosas de él.

Unas llaves cayeron del bolsillo del chico distrayéndolo, y al verlo recogerlas Juliana notó el peculiar llavero que parecía ser la réplica miniatura de una motocicleta.

- ¿Conduces una moto? - le preguntó.

- Si, aunque uno de estos días me quedaré sin ella porque siempre dejo caer las llaves - dijo, volviendo a guardarlas en su bolsillo.

Juliana rió por el comentario.

- Biología ¿ah? - le preguntó juguetonamente, mientras sacaba más cosas del maletín.

- Lo siento, fue lo primero que se me ocurrió - dijo riendo Juliana- aunque la verdad tienes más cara de contador que de biólogo.

- Gracias - respondió riendo y fingiendo que tal deducción le había ofendido - pero en realidad estudié periodismo.

Lucho terminaba de colocar ordenadamente varios artículos en la pequeña mesa que había en el espacio, entre ellos una libreta de apuntes, bolígrafo, un tablero, varios trozos de papel, crayones, un par de lápices de dibujo artístico y una grabadora.

Juliana lo veía curiosa mientras él acomodaba todo en su lugar, y no pudo evitar preguntarle.

- ¿Vas a grabar con este ruido?

- Es solo para transcribir luego, tranquila. También tomaré notas.

- ¿Y los crayones y lápices para dibujar?

- También soy artista forense y apoyo al Doc con las recreaciones de los testimonios, son muy útiles.

- ¡Cool! - dijo Juliana, gratamente sorprendida por la repentina propiedad que demostraba el chico al preparar todo.

A Juliana le agradó también enterarse de su profesión porque le daba credibilidad al proceso que iban a llevar a cabo, después de todo por algo lo tenía el anónimo como asistente en su investigación. Recordó lo que le oyó mencionar sobre él antes y volvió a preguntarle.

- ¿Entonces tu jefe es doctor?

- Sip.

- ¿A qué se dedica? A parte de investigar sobre vampiros y chatear con extraños por las noches.

- El lleva una vida normal, solo que en su tiempo libre se dedica a esto; es su pasión, para más que todo un compromiso que asumió consigo mismo - dijo el chico, que parecía tener mucho respeto por la persona de quien hablaba.

- ¿Y en realidad cree que lo que escribió Camilo sobre los vampiros es real?

- No lo cree, está convencido de ello - indicó Lucho - por eso es tan cuidadoso y selectivo a la hora de elegir con quien hablar del tema, si leíste el libro sabrás que conlleva un riesgo hacerlo.

Al escucharlo Juliana recordó su última plática con Valentina y quiso indagar que tan cierto podía ser lo que ella le había mencionado.

- ¿Y a cuántas personas les ha hablado sobre el libro en ese chat?

- No a muchas, son pocas las que responden a lo que él postea y de las que lo hacen son menos las que en realidad comprenden de lo intenta hablarles. Sin embargo hemos podido contactar a varios testigos de sucesos que avalan lo descrito en el libro, pero eres de las primeras en mucho tiempo con la que logramos concretar una reunión.

- ¿En serio?

- Si, usualmente hay mucho interés al inicio cuando comienzan a leer el libro pero por alguna razón la mayoría deja de comunicarse justo antes de concretar una reunión y no volvemos a saber más de ellos, suponemos que el tema termina asustándoles y se arrepienten.

Juliana tragó seco al escucharlo, tal vez Valentina no le había mentido después de todo y algo estaba sucediendo con las personas que se enteraban de ese libro.

- ¿Han considerado que tal vez alguien esté interceptando a esas personas antes de que logren reunirse con ustedes? - preguntó Juliana cautelosamente.

- ¿A qué te refieres?

- No lo sé, tal vez alguien se enteró de lo que hay en el libro y le hace daño a las personas que lo van a buscar...

- No creo, fuimos muy cuidadosos al ingresar el libro a esa biblioteca y no tiene mucho desde que empezamos a utilizarlo como filtro para elegir a nuestros testigos.

- Pues yo creo que deberían investigar porque conocí a alguien que sabía sobre ese texto y por lo que pude entender no fue a través de ustedes que se enteró... de hecho me advirtió que era peligroso y que era mejor dejar de indagar sobre ese tema.

- ¿Ah si? Eso está muy extraño - dijo el chico que ahora parecía intrigado - ¿Y cómo conociste a esa persona, cuéntame?

- En la biblioteca, el día que fui por el libro... pero ya no importa porque no tengo más comunicación con ella, en realidad era una desconocida - dijo con indiferencia, no quería explayarse demasiado en ese tema.

- Y sobre esta reunión ¿Le contaste a alguien más aparte de tus amigos? - preguntó, ahora luciendo muy preocupado.

- Ni siquiera ellos saben en qué estamos, tranquilo.

Lucho se tranquilizó al escucharla, pero le sugirió que luego discutiera el tema de la extraña que conoció en la biblioteca con el doctor, porque era algo inusual y no podían pasarlo por alto. Por el momento lo importante era tomar su testimonio y documentar la experiencia que ella había tenido un mes atrás, así que se concentrarían en eso.

Con mucho profesionalismo Lucho le explicó a Juliana el proceso de la entrevista, una vez que empezara a grabar él realizaría un par de preguntas para inducir la conversación, pero ella tendría total libertad de narrar su experiencia como mejor le pareciera, siempre y cuando se esforzara por no obviar ningún detalle por muy insignificante que pudiera parecerle.

Él tomaría notas y realizaría un par de bosquejos tratando de recrear lo que ella describiera, y posiblemente haría un par de preguntas adicionales para para indagar más en algunos aspectos específicos del relato, de nuevo para asegurarse de no pasar por alto ningún detalle.

Así lo hicieron y una vez que Lucho inició a grabar, Juliana comenzó a relatar la historia de cómo fue atacada en un callejón al ir por una caminata nocturna hace un mes. A pesar del ruido de fondo ella logró enfocarse gracias a la sugerencia de Lucho de cerrar los ojos para intentar concentrarse mejor.

Era la primera vez desde su declaración a la policía que ella volvía a describir detalladamente el incidente, pero a diferencia de entonces ahora había leído el texto de Camilo y encontró que eso le ayudaba a narrar la experiencia con una renovada precisión que le sorprendió; era como si su cabeza reprodujera de nuevo cada detalle como si se tratase de una película en HD.

Ahora descartaba por completo la teoría del detective Luna y sabía que no fueron ladridos si no probablemente sonidos predatorios de vampiro lo que había escuchado en la oscuridad de ese callejón; Tampoco fueron lentes de contacto especiales lo que habría visto sino quizá la característica luminiscencia ocular de una de esas criaturas lo que alcanzó a observar antes de salir corriendo de entre esos dos almacenes.

Cuando llegó a la parte del relato donde describía a la persona que vio de pie observándola, repentinamente y sin saber por qué Juliana tuvo un par de flashbacks:

- La silueta de Valentina mientras caminaba hacia ella la primera vez que se reunieron en el parque.

- La silueta de Valentina a contraluz saliendo de la sombra de aquellos arbustos la segunda vez que se reunieron allí.

Inmediatamente abrió los ojos y se quedó pensativa unos segundos. Lucho pasaba por alto esa expresión porque estaba concentrado en el bosquejo que realizaba con base en la descripción de Juliana.

- ¡Perfecto! ahora pasemos a la parte de sus ojos, trata de describir con el mayor detalle posible como eran - dijo, tomando otro trozo de papel y volteando a verla para indicarle que podía continuar.

Juliana salió de su letargo y se concentró de nuevo. Quería hacer una descripción fiel de lo que vio esa noche, pero antes de iniciar Lucho hizo otra sugerencia:

- Es importante que describas no solo su fisonomía, intenta también describir como era su expresión, es decir lo que te transmitían al verlos; eso me ayudará mucho para realizar un buen bosquejo - añadió el chico alistándose para trabajar la ilustración.

Juliana asintió y cerrando de nuevo los ojos se concentró para recordar:

- Eran unos ojos muy bien formados, se podría decir que algo delicados. Si no hubiesen tenido esa extraña luminiscencia y no los hubiese visto en esa circunstancia tan tenebrosa habría pensado que eran bonitos... pero la forma en que me miraban era muy inusual.

- Describe inusual - Lucho ya comenzaba a realizar un par de trazos sobre el papel.

- Me refiero a que era una mirada muy penetrante, me causaba un poco de vértigo mirar sus ojos pero a la vez no podía dejar de hacerlo porque eran hipnotizantes...

- Continúa vas muy bien, ¿qué más te transmitían? - indagó Lucho concentrado en su bosquejo.

- No sé exactamente. Al principio me transmitieron como una sensación de vacío que me perturbó un poco, pero luego seguí mirándolos y me di cuenta de que transmitían una mezcla de calma e intensidad... que no sé... como explicar...

Juliana dijo lo último de manera cortada y achicando su voz mientras abría los ojos de par en par, se dio cuenta que era una sensación que había experimentado también viendo otro par de ojos y de nuevo se quedó ensimismada.

- Continúa...

- Solo consigo ser productiva de noche...

- Pasa la página y continúa con tu vida...

Más flashbacks de sus interacciones con Valentina asaltaban su cabeza; su cuerpo comenzó a tensarse y su rostro a endurecerse con una expresión de preocupación que desconcentró a Lucho.

- ¿Todo bien? - preguntó el chico, extrañado al ver su expresión.

Juliana se quedó en silencio un momento.

- ¿Recordaste algo que habías olvidado? - indagó el chico

- ¿Tú has conocido a un vampiro alguna vez? - preguntó Juliana desviando el tema.

- No que yo sepa - dijo el chico riendo.

- Me intriga lo que dice el libro sobre que algunos pueden pasar fácilmente como humanos ¿Crees que habría alguna forma de saberlo si te toparas con uno por casualidad?

- Pues creo que sería difícil afirmar algo así sobre alguien basándote solo en un estereotipo, pero supongo que hay características que si son muy marcadas podrían darte algunas pistas.

- ¿Qué características? - preguntó curiosa Juliana.

- Bueno por lo que he leído y escuchado, generalmente son individuos misteriosos, seductores y dominantes, pero muchas personas son así, así que te podrías confundir - habló Lucho, quitándose un momento las gafas para restregar sus ojos - pero lo más evidente es que tienen una vida predominantemente nocturna y aunque por lo general tienen estatus y no necesitan trabajar suelen adjudicarse oficios excéntricos para justificar su incapacidad para funcionar durante el día. También son personas muy privadas y exclusivas en su trato con la gente porque en realidad no les interesa socializar sino es dentro de su propio círculo.

Juliana escuchaba con atención para luego seguir preguntándole al chico.

- Pero ¿crees que algunos puedan llegar a desarrollar interés por relacionarse con humanos?

- Debes entender algo, siempre que un vampiro se relaciona con un humano es con un solo interés en mente: Alimento, porque para ellos solo somos eso, ganado. Y cuando no es así es porque esa persona les sirve temporalmente para lograr sus intereses, tenemos una fuente que asegura que existen alianzas entre humanos y vampiros en las altas esferas de poder, es enfermizo.

- ¿Hay personas que se prestan para eso?

- Parece que si, por lo general es gente poderosa que tienen algún tipo de fascinación con ellos y deciden servirles a cambio de privilegios que gracias a su status también pueden conseguirles, pero la mayoría de los que lo hacen es porque en realidad quieren ser como ellos.

Juliana reparó en lo que Lucho decía y descartó la posibilidad que había contemplado hace rato. La ojiazul podía parecer excéntrica pero no todo en ella encajaba con la descripción que hacía el chico. Si bien ella no actuó de la manera más honesta, en realidad siempre mostró un interés genuino en ella y parecía haber querido protegerla.

Juliana cavilaba estas cosas cuando Lucho le mostró orgulloso los bosquejos que había elaborado:

- ¿Qué te parece? - dijo sonriente mostrándoles las ilustraciones.

- ¡Wow! Eres bueno.

El chico sonrió complacido al escucharla y en seguida sacó su móvil para hacerles un par de fotos.

- El Dr. Guerra va a estar muy complacido cuando vea lo productiva que fue nuestra sesión, le enviaré un avance - dijo terminando de hacer un par de capturas.

- ¿El Dr. Guerra? - preguntó Juliana sorprendida. No sabía mucho sobre el autor del libro pero entendía que había fallecido hace varios años.

- ¡Fuck! - murmuró Lucho - perdón me equivoqué, quise decir el doc.

- Escuché bien lo que dijiste, mencionaste su apellido... ¿el anónimo es familiar de Camilo? - preguntó sagazmente.

Lucho titubeaba sin saber qué contestar, y al verlo tan nervioso por la pregunta recordó la historia que Valentina le contó sobre la familia del autor y de pronto algo hizo click en su cabeza.

- El doctor es su hijo ¿cierto? - preguntó con cara de satisfacción por haberlo deducido, eso explicaría el profundo interés del anónimo en continuar el trabajo del Camilo.

- Por favor, no le digas que mencioné su apellido - dijo Lucho preocupado - él es muy cuidadoso al revelar información sobre él y se molestará si se entera.

- No entiendo por qué tanto misterio, pero no te preocupes no diré nada.

- Lo que pasa es que él está convencido de que su padre murió por lo que escribió, por eso toma tantas precauciones. Sé que eventualmente lo conocerás y probablemente él te cuente estas cosas pero hasta entonces que se quede entre nosotros ¿sí?

- Ya te dije que tranquilo, soy una tumba.

La sonrisa de Juliana no cabía en su rostro, al fin conocía la identidad de la persona con la que había estado comunicándose y la guio para encontrar el peculiar libro, era nada más y nada menos que el propio hijo del autor, quien además intentaba continuar la investigación que su padre había iniciado sobre ese tema.

Lucho acababa de parar de grabar cuando recibió un mensaje en su celular y lo revisó.

- ¡Rayos! - dijo casi gritando.

- ¿Qué pasa? - preguntó Juliana al verlo alarmado.

- La plática estaba tan buena que perdí la noción del tiempo - dijo apresurándose a guardar las cosas en su maletín - olvidé mencionarte que tenía otra entrevista después de la tuya.

- ¿En serio? - dijo la chica, sorprendida de que algunos testigos compartieran su número de teléfono, ella habría sido mucho más desconfiada.

- Si pero estoy súper retrasado, me acaba de escribir que lleva un buen rato esperándome y que se marchará del lugar si no aparezco en 5 minutos - dijo levantándose para terminar rápido de guardar sus cosas.

- ¿Y está muy lejos?

- No, lo cité en el bistro que te mencioné pero no creo llegar en 5 minutos, ¡Shet! el doctor me va a matar si se va - dijo nervioso mientras terminaba de aglutinar las cosas en el maletín.

Juliana contuvo la risa de nuevo al verlo tan ofuscado, y notando que en su frenesí dejaba caer un par de cosas se acercó para ayudarlo.

- Oye tranquilo - le dijo riendo mientras le ayudaba a recoger lo que había dejado caer - ya sé cuál es ese bistro y no está tan lejos, seguro llegas a tiempo si te apresuras.

- Es que no entiendes, mi moto está averiada y necesita unos minutos para encender cada vez que se enfría, entre lo que salgo de aquí, logro arrancarla y sacarla del callejón donde la dejé me tomará al menos 10 minutos, mejor me iré corriendo y después regreso a traerla - dijo nervioso acomodándose la correa del maletín en el hombro.

- ¿Por qué no mejor le escribes y le dices dónde estás para que se calme? Dile que concluías otra entrevista pero que ya terminaste y ahora vas para allá, seguro entenderá.

- Tienes razón - dijo reflexionado - tendré que explicarle para que me espere y no se vaya, permíteme.

Mientras lucho tomaba su móvil para escribir, Juliana echó un vistazo hacia el área donde estaban sus amigos y notó que ahora Débora estaba sola con lo que parecía una limonada en la mano, atenta a lo que el anfitrión del bar comenzaba a hablar a través los altavoces.

Una gran algarabía se escuchó cuando el animado sujeto anunció que las premiaciones del concurso de disfraces estaban por comenzar y que necesitaba que todos se acercaran al escenario para apreciar el show; en seguida el DJ lanzó otro mix haciendo retumbar los parlantes y causando que la gente enloqueciera más.

Al ver como las personas comenzaban de nuevo a ingresar al establecimiento para ver el show, Juliana supo que debía apresurarse a bajar o Débora la torturaría toda la semana por perderse la bendita premiación.

- ¡Listo! - dijo Lucho.

En seguida salieron de la zona VIP para que Lucho se marchara, antes el chico la dejó en la mesa con Débora y allí Juliana se despidió de él sugiriéndole tomar el atajo del baño para acceder más rápido al estacionamiento improvisado de motocicletas detrás del bar donde Luchó había dejado su moto.

Lucho le agradeció el tip y en seguida se despidió de Débora haciendo un cortés gesto desde lejos antes de retirarse. Una vez el chico se marchó Juliana volvió a su asiento junto a Débora, y cogiendo su ya disipado trago para terminarlo se volteó para advertirle:

- No es lo que crees, después te explico - le dijo a Débora, mientras ella la miraba con una pícara sonrisa.

- Si, ajá - le respondió obviamente incrédula.

- ¿Dónde están Sergio y Roberto?

- Fueron a fumar, seguro no tardan.

Mientras tanto, en el área de baños:

Lucho terminaba de navegar entre el mar de gente que ingresaba de nuevo al bar gracias el anuncio del el anfitrión, y logrando ubicar la puerta de salida que le indicó Juliana la abrió con un poco de esfuerzo para luego salir.

Comprobó complacido que el atajo lo había llevado más rápido al fondo del callejón donde había estacionado su motocicleta y una vez frente a ella en el rincón donde la había dejado, comenzó a buscar las llaves en sus bolsillos para encenderla, pero algo lo distrajo:

- ¿Lucho? - habló una histriónica voz masculina detrás de él.

Al voltearse el chico vio a un hombre alto y moreno que lo observaba expectante en medio del callejón. Su aspecto era exótico y su atuendo un poco extravagante pero sin dejar de ser sobrio.

- ¿Si? - dijo extrañado - ¿nos conocemos?

El sujeto sonrió complacido al escucharlo y comenzó a caminar hacia él con desenfado.

- Soy Laurent, me comían las ansias por conocerte al fin y decidí venir a buscarte para no tener que esperar tanto.

- ¡Vaya! Si que volaste - dijo Lucho, tratando de entender cómo el tipo había llegado tan rápido al lugar - ¿Cómo supiste que era yo?

- Tu atuendo y el maletín me ayudaron a deducirlo, es obvio que no viniste por la fiesta - dijo el tipo sonriendo con demasiada satisfacción mientras se aproximaba hacia él.

- Si claro, mi atuendo - dijo Lucho volteando a ver sus ropas - escucha, te agradezco que hayas venido hasta acá pero este no es buen lugar para hablar, si quieres dejo la moto acá y regresamos caminando al bistro...

El tipo soltó una carcajada burlesca interrumpiendo su discurso y de pronto lucho se percató de que algo no andaba bien.

- Disculpa ¿qué es tan gracioso? - preguntó incómodo.

- Nada, nada, disculpa - dijo el moreno comenzando a caminar alrededor de él mientras lo escudriñaba de pies a cabeza con la mirada - sabes cambié de opinión y prefiero este lugar...

Lucho comenzó a sentir desconfianza, conocía el comportamiento de las personas a las que solían contactar y algo en la cínica actitud del sujeto no encajaba. Su instinto le decía que debía salir de ese solitario lugar lo más rápido posible y decidió seguirlo.

- Ya tengo reservada una mesa allá, así que es mejor que nos apresuremos - decía comenzando a caminar para dejar el lugar.

Un fuerte agarre en su brazo lo detuvo, haciendo que se doblara de dolor.

-------------------------

De nuevo en el bar:

- ¡Que no! - insistió Juliana riendo.

- Ay ya, no me ocultes esas cosas a mi soy tu mejor amiga - dijo Débora frustrada, mientras sostenía su móvil en la oreja - no me contestan y ya van a empezar las premiaciones - agregó más frustrada todavía.

- Tranquila, seguro no tardan.

En ese momento se acercó un chico de servicio para hablarle a Juliana.

- Disculpe señorita, usted estaba en área VIP hace un momento ¿cierto?

- Si ¿Por qué?- respondió curiosa.

- Encontré estas llaves mientras limpiaba esa mesa, imaginé que eran suyas.

Al verlas Juliana reconoció el peculiar llavero y supo que Lucho estaba en aprietos, probablemente las había dejado caer en el frenesí de su salida del lugar.

- Son del chico que estaba conmigo, gracias - dijo tomando las llaves.

El joven se retiró y Juliana se quedó pensando un momento, decidiendo si se las iba a dejar o si esperaba a que el chico regresara a buscarlas.

- ¿No se las vas a ir a dejar? - preguntó Débora.

- Son de su moto, seguro regresa cuando no las encuentre - dijo aun indecisa.

- No seas gacha Juls, ve a dejárselas y de paso ve a traer a esos dos babosos que lo bueno va a empezar y todavía no regresan.

- Okey pues, ya vuelvo - dijo desganada pero levantándose para hacer como le indicó Débora.

El anfitrión tomaba de nuevo el micrófono para dar inicio al show de disfraces, la música estaba alta pero comenzó a escucharse menos a medida que Juliana se adentraba al área de los baños, la cual ya estaba casi vacía.

Abrió la puerta para salir del local y encontró un agradable silencio que sus oídos agradecieron al cerrar la puerta tras de sí.

- ¿Lucho? - comenzó a llamarle inmediatamente mientras sus ojos terminaban de adaptarse al cambio de iluminación.

Casi simultáneamente escuchó un sonido seco aporrear el suelo, atrayendo su atención al fondo del callejón. No distinguía mucho pero en seguida vio salir a un hombre alto del oscuro rincón.

- Hola - le dijo con una seductora voz, mientras la débil bombilla sobre la puerta de salida terminaba de iluminarlo por completo a medida que se aproximaba hacia ella.

Juliana no lo había visto en su vida pero le tipo le sonreía como si fueran viejos amigos.

- ¿Buscas a Lucho? - preguntó limpiándose la comisura de los labios con los dedos mientras le pasaba de lado para comenzar a rodearla.

Juliana se alertó por el malicioso gesto que vio en el sujeto e inmediatamente su cuerpo se tensó.

- Si, pero veo que ya se fue - dijo apresurándose de nuevo hacia la puerta de acceso.

Un fuerte golpe metálico la sobresaltó y se dio cuenta de que, en cuestión de segundos, el tipo se había colocado entre ella y la puerta, y ahora se encontraban frente a frente.

- No, no, no... Tú y yo no hemos terminado - dijo, con un gesto intimidante en el rostro.

La chica retrocedió unos pasos, sus piernas comenzaron a temblar.

- No te conozco ¿Qué quieres? - preguntó con temor.

- Quiero saber qué hacía una chica tan apetitosa como tú platicando con un baboso como Lucho - dijo el tipo, acercándose de nuevo a ella - ¿También te enfermó la cabeza con sus teorías locas sobre vampiros?

- Nn no, es solo un amigo que me encontré por casualidad aquí en el bar - respondió, sintiendo como ahora todo su cuerpo comenzaba a temblar.

El tipo rio de manera sádica.

En su angustia Juliana decidía si era mejor comenzar a gritar o intentar huir nuevamente, pero el tipo interrumpió su debate interno al comenzar a acariciar su tembloroso rostro.

- ¿También quieres saber si los vampiros existen? - le preguntó casi susurrándole al oído para luego volver encararla.

Juliana sintió todos los vellos de su cuerpo erizarse al notar como los ojos del sujeto comenzaba a cambiar frente a ella. Empezó a hiperventilarse al comprobar que poco a poco comenzaban a reflejar un brillo que ya le era familiar y deseó que con todas sus fuerzas que solo se tratase de un mal sueño del que despertaría en cualquier momento.

- Suéltala...

El histriónico sujeto volteó al escuchar la estoica voz que le hablaba, y sonrió al ver a la ojiazul de pie detrás de ellos.

- Déjame adivinar... - comenzaba a decir el tipo.

- ¿Valentina? - interrumpió Juliana, desconcertada al verla allí pero a la vez tremendamente aliviada de no encontrarse más sola con el espeluznante sujeto.

Instintivamente tuvo el impulso de correr hacia ella para alejarse del tipo, pero este la interrumpió cazándola inmediatamente del brazo con mucha fuerza.

- Nadie dijo que podías moverte - le dijo mirándola ferozmente con los ojos aún más encendidos que antes.

Al ver el aterrador rostro del sujeto Juliana comenzó no solo a temer por su vida sino también por la de ella.

- Dije... que la sueltes - repitió Valentina, ahora con una sombría voz que hizo voltear a ambos.

A Juliana le había sorprendido su coraje para hablarle de esa manera al intimidante sujeto, pero al voltear de nuevo notó algo que hizo brincar su corazón por segunda vez: Sus ojos ya no eran azules sino que ahora resplandecían con un intenso color avellana que parecía volverse cada vez más brillante.

- Un momento... me pides que la suelte y ella menciona tu nombre como si te conociera - dijo el tipo volteando a verlas con demasiada curiosidad - ¿De qué me estoy perdiendo aquí?

- Lo que sucede en este territorio no te incumbe - respondió Valentina con una ferocidad en su rostro que comenzó a asustar también a Juliana.

- Me incumbe desde que la incompetencia de tu clan comenzó a poner peligro esta zona - respondió el tipo con desdeño.

El brazo de Juliana dolía por el fuerte agarre del sujeto, pero ella estaba absorta en la extraña conversación y perpleja por la metamorfosis que había sufrido el rostro de Valentina.

- Todo está bajo control, no necesitamos que nadie intervenga - la oyó responderle al tipo.

- Lo dudo - replicó el tipo, intensificando el agarre y haciendo que Juliana se doblara del dolor con un alarido - pero no te preocupes, te dejaré un poco.

Al decir esto el tipo jaló a Juliana con fuerza y la cazó por cuello con la misma violencia.

Juliana oyó un feroz rugido que la ensordeció, al mismo tiempo que un fuerte tirón la hizo caer sobre el suelo.

Un estruendoso impacto se oyó al fondo del callejón e inmediatamente Juliana levantó la cabeza para ver qué sucedía.

Le sorprendió la velocidad con la que habían llegado hasta el muro que delimitaba el espacio, pero más le aterró la furia con la que ambos comenzaron a masacrarse.

Al escuchar los aterradores rugidos, Juliana tuvo otro déjà vu...

Contemplaba aterrorizada el salvajismo con el que se estrellaban contra las paredes del lugar y la intensidad con la que sus fieros ojos brillaban mientras los sonidos que parecía salir de sus gargantas la ensordecían.

De pronto Juliana vio como el moreno comenzó a someter a Valentina rodeándole por detrás el cuello con los brazos. Ella intentaba zafarse desesperadamente pero sus rodillas parecían comenzar a ceder a medida que el sujeto intensificaba el agarre.

Él hizo un violento tirón que causó que ella bramara desaforadamente en aparente dolor, pero en un ágil movimiento lo volteó sobre su cuerpo para ahora someterlo ella por el cuello con sus brazos.

Juliana la vio sacar algo de su ropa para rápidamente colocarlo sobre la yugular del sujeto y ejercer una fuerte presión.

Un alarido desgarrador salió de la garganta del tipo mientras Valentina convertía la presión en un contundente y brutal tirón que salpicó el piso e hizo girar cabeza del sujeto sobre sí misma.

Como un árbol derribado, su cuerpo comenzó a desplomarse hacia el frente para impactar el suelo con un sonido seco, parecido al que Juliana había escuchado al momento de ingresar al callejón.

Ya no se oía más que el murmullo ahogado de la música que provenía del interior del bar mientras Juliana se hallaba de pie contemplando atónita una escena que ya le era familiar:

De nuevo, un cuerpo yacía sin vida sobre el suelo mientras otro estaba de pie junto a él y unos brillantes ojos la observaban en silencio, con la única diferencia de que ahora ella conocía la identidad de quién, por segunda vez, había intervenido para evitar que le hicieran daño.

- Tú... - susurró Juliana en total asombro, mientras la miraba y remiraba la escena sin poder articular otra palabra.

Ella solo la miraba en silencio permitiéndole a Juliana perderse de nuevo en la fluorescencia de esos ojos que la observaban igual que la primera vez, pero ahora le transmitían algo distinto: Angustia.

- Por favor, no hables sobre mí - dijo, antes de escabullirse sobre el muro con una agilidad casi imperceptible a sus ojos, al escuchar que la puerta del bar se abría.

- ¿Qué fue eso? - preguntaba asustado un hombre de seguridad, terminando de salir al callejón.

Juliana ni siquiera volteó, aun no daba crédito a lo que acababa de pasar.

Más curiosos comenzaron a salir por la puerta y varias expresiones de asombro se escucharon de los que se percataron del cuerpo que estaba tendido sobre el suelo.

Casi en modo automático, Juliana se aproximó con cuidado para comprobar viendo más de cerca lo que imaginaba, el moreno había sido degollado hasta la decapitación.

Esa nueva distancia le permitió hacer otro hallazgo que le causó tristeza, el cuerpo de otra persona yacía en el suelo en un rincón más oscuro, y al reparar en el atuendo fue fácil deducir de quién se trataba.

- ¿Qué pasó aquí? - preguntó alarmado otro de los hombres de seguridad, que se colocaba junto a ella, al ver los cuerpos sin vida.

Juliana se limitó a negar con la cabeza mientras se tapaba la boca con una mano, parecía incapaz de hablar.

- Tranquila, ya estamos aquí - le dijo el hombre apretándole un hombro al verla tan afectada, y pidió que inmediatamente alguien llamara a la policía.

Por segunda vez Juliana se había convertido en testigo de un asesinato, pero esta vez no sabía si sería capaz de explicarle a la policía lo que había presenciado.

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Primero que nada, sé que les debo una disculpa porque les había ofrecido un maratón para la semana pasada y solo alcancé a publicar el Cap. previo el Jueves y este que no alcancé a terminar el fin de semana sino hasta hoy en la madrugada 🙈 Les prometo que he estado escribiendo al mayor ritmo posible pero como siempre el trabajo is on the way y ni modo hay que chambear.

Lo importante es que escribo esta historia con mucho amor porque la vivo como si fuera una lectora más así que seguiremos aunque sea a paso regular. Estoy consciente de que todavía les debo un maratón! y en cuanto pueda lo haré, solo que la próxima vez me aseguraré de tener un buen avance antes de anunciarlo porque siempre surge algo y no quiero volverles a quedar mal.

🗣🗣🗣 Con este Cap. se cierra un ciclo e inicia una nueva etapa en la historia que volverá mucho más interesante el desarrollo de su relación, ya no habrán secretos solo verdades que irán descubriendo sobre ellas mismas a medida que avance la trama🔥 sin mencionar los misterios aún sin resolver que iremos descifrando poco a poco 🕵🏻‍♀️

Espero que les haya gustado, gracias por leer y que tengan una productiva semana! 💕💕💕

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