Matan a un importante jefe narco en México
El líder del cártel "El Patrón" fue acribillado, mientras su novia agoniza en el hospital.
Alejandro Molto, hermano menor del ex Patrón Enrique Molto, fue asesinado, aparentemente por miembros del Cártel "Los Galvan"
Dos autos se interpusieron en la marcha del lujoso vehículo en el que se movilizaba junto a su pareja, con destino a las costas caribeñas. A pesar de que los guardaespaldas de Molto actuaron rápido, no pudieron evitar el sangriento desenlace que acabó con 10 hombres muertos, incluido Alejandro, y varios heridos, entre ellos la acompañante del capo narco Laura Maldonado, quien, tras recibir un disparo en el abdomen y otro en el cuello, pelea por su vida.
La impresionante balacera se dio en la ruta 180D en cercanías de Valladolid...
Rafael deja el periódico sobre la mesa, ya no quiere leer. Toma otro sorbo de café, mientras su mirada pasea por las imágenes del matutino
"Quizás sea mejor así" piensa al tiempo que bebe otro trago de café
Paulina llega hasta él con Fernando en los brazos
-Alguna novedad? - pregunta despreocupada mientras deja al niño en su sillita para que desayune con ellos
-Mataron a Alejandro Molto- dice Rafael de golpe, sin mirarla
Paulina se para en seco
-Qué? ¿Quién lo mató? -
-Otro grupo narco-
-Ajuste de cuentas? -
-Quizás, dice que se dirigía a Cancún con su nueva novia- Rafael toma el periódico y lo voltea frente a su esposa
-Laura- Paulina suspira
-El dinero pudo con ella-
-Aún está con vida, aunque agoniza-
Paulina baja la mirada al tiempo que se sienta lentamente frente a su marido.
-Crees que deba ir a verla? –
-Si quieres despedirte-
El pequeño Fernando es un callado espectador, pero decide cambiar de tema para sacarle una sonrisa a su mamá
-Rosa volvía hoy al Arauca-
-Hoy? - Rafael se sorprende
-No nos dijeron nada- se molesta y se recuesta contra la silla bruscamente
-Bárbara me lo dijo- Paulina parece más tranquila
-Vaya gracias, siempre soy el último en enterarse-
Paulina solo rueda los ojos
Arauca, Venezuela
-Doña Bárbara, que sorpresa- Melesio la mira como si estuviera frente a un fantasma
-Es increíble que con el tiempo que ha pasado, sigas viéndome así, viejo Melesio- Bromea Bárbara
-Es que... no la esperábamos- el hombre intenta sonreír
-En realidad sí- interrumpe Cecilia
-Yo fui quien le pidió que volviera-
Melesio se queda mudo
-Pues para mí es una verdadera alegría, ya se los extrañaba- Se alegra Antonio al tiempo que llega a Santos y lo abraza por los hombros
-y ya me estaba haciendo falta mi buen amigo-
-Aquí estoy- sonríe Santos y se funde en un fuerte abrazo con su amigo de la infancia
-Cecilia, cuéntanos qué es lo que está pasando en la fábrica que urgía nuestra presencia- Bárbara se acomoda en la mesa para desayunar
-Que manía la tuya de saltearte siempre las partes que no te convienen eh?- Cecilia la mira por el rabillo del ojo con aires de desconfianza
-Es una historia muy larga de contar mi querida Cecilia- Bárbara come despreocupada
Cecilia se cruza de brazos y lanza un bufido
-Ya te contaré todo con lujos y detalles como a ti te gusta, pero ahora no- Bárbara la mira suplicante
-Bien- Cecilia suspira
-Sebastián me comento que la fábrica está pasando por muy malos momentos, a decir verdad, los números están en rojo y algunos acreedores piden la apertura del proceso preventivo-
-Eso es imposible! - Santos se exaspera
-Todo estaba en orden, los últimos balances cerraron con superávit y hasta la auditoria dio positiva, no podemos entrar en quiebra en tan poco tiempo- se muerde los labios y se pasa la mano nerviosamente por el cabello
-Gonzalo, que dice Gonzalo de todo esto? -
-Todos estamos igual de sorprendidos que tú Santos- Antonio intenta poner paños fríos
- Gonzalo ha estado abocado a la hacienda, poco a nada sabe sobre el manejo de la fábrica, apenas lo que provee Altamira-
-Fátima cree que fue un sabotaje- Cecilia habla sin mirar a su sobrino
- Revisó todas las cuentas de la empresa y en todas falta dinero, definitivamente fue alguien que tenía acceso a la administración de la fábrica e hizo el camino de hormiga hasta vaciarla-
Santos está rojo de la ira camina en círculos por el comedor
-Fue Alejandro- una vocecita irrumpe en la sala y deja a todos helados
Es Rosita, aferrada a su oso de peluche los mira desde la puerta que conduce a la cocina
-Él siempre revisaba la computadora de mamá cuando estaba en casa, hablaba mucho por teléfono sobre poner el dinero en tal o cual cuenta, y... -
La pequeña desvía la mirada y busca la protección de Toñito
-Él me dijo que dejaría a mi padre en la calle para que mi mamá no tenga más opciones que irse con él a Europa -
Lucía llega hasta ella y la abraza por la espalda
-Es por eso que no quería verlo más-
Una cristalina lágrima corre por la mejilla de la niña, haciendo que su padre pierda los estribos
-Ese maldito desgraciado va a conocerme- Gruñe Santos y se abalanza a la puerta hecho una fiera
Antonio se apresura en ir tras él, pero al abrir la puerta de la calle se encuentra cara a cara con Sebastián y Fátima
-Epa amigo mío- Sebastián lo sostiene por los hombros
-A dónde vas tan de prisa y sin siquiera saludar-
-Voy a matar a ese tal Alejandro- gruñe el centauro luchando por liberarse del agarre
-No tienes que molestarte, Los Galván ya se encargaron del trabajo sucio- Dice Sebastián empujándolo hacia adentro de la casa
Fátima entra detrás de ellos y cierra la puerta
-De qué estás hablando? - Santos se siente mareado, perdido
- Ayer, hombres del cártel de Los Gálvan interceptaron el auto en el que viajaba Alejandro Molto y su novia, Laura Maldonado – Fátima tira el periódico sobre la mesa
Todos la miran con expresión desencajada
-Alejandro... Molto? - Titubea Cecilia
-Alejandro era el hermano menor de Enrique- dice Bárbara casi en un susurro
Cecilia siente su corazón detenerse
-Laura Maldonado? ¿Esa no es acaso la mejor amiga de Paulina? - Antonio intenta entender
-Sí, incluso la mencionan como una de las manos derecha de la gran empresaria Paulina Durán, pero no creo que sea para tanto- Fátima se sienta a la mesa
-Entonces llamaré a Rafael, vamos a acomodar todo esto- Antonio toma su teléfono celular y se aleja
-Laura también murió?- Pregunta Santos en voz baja
-No, aunque agoniza- Sebastián se sirve una taza de café
-y qué hacía Laura con Alejandro?- Bárbara piensa en voz alta
-Quizás otra que le creía- corta Cecilia
-Rafael, Paulina, Fernando y Galiana parten esta tarde para acá- Antonio regresa donde el grupo
-Mi preocupación principal es... las deudas de la fábrica!! ¿Alguna idea? - Sebastián levanta la voz
Fátima intenta relajarlo
-Esperemos a Rafael y a Galiana-
Ciudad de México – México
Paulina se acerca al mostrador de la recepción del hospital
-Disculpe, estoy buscando a Laura Maldonado, me dijeron que tuvo un accidente de coche-
-Sí, ¿es usted familiar? - Pregunta la enfermera revisando sus registros
-Soy su hermana por parte de madre- Paulina miente
-Está en terapia intensiva, su estado es muy delicado, porque no fue un accidente, recibió tres impactos de bala, en el abdomen, tórax y cuello-
Paulina siente que el mundo se le cae encima
A pesar de su drástico cambio, a pesar de que la apuñaló por la espalda, a pesar de que se dejó enceguecer por lo que juró que jamás le importaría
Paulina no puede evitar sentir ese tremendo dolor que le quema el pecho.
Laura era su amiga desde la infancia, se volvieron muy unidas con el correr de los años y aún más con cada tropezón de la vida
Ella sabe que Laura no tiene a nadie más, la pésima relación con su padre la alejó por completo de su familia, por eso consideraba que su única hermana era Paulina, la Poly, como solía llamarla.
Y ahora... ahora agoniza en una cama de hospital, sola, pagando pecados ajenos que quizás ni sabía que existían.
Siente la necesidad moral de entrar a verla.
Se coloca el equipo especial e ingresa a la sala
Ver a su amiga toda vendada, cubierta de tubos y cables, pálida, inerte, hace que se le revuelva el estómago y se le oprima el corazón
Se acerca a la cama, intenta tocarla, pero su cuerpo no reacciona
Sus ojos no pueden más y comienza a llorar
Un médico se acerca y le pone una mano en el hombro
-hicimos todo lo que pudimos, pero perdió mucha sangre y tenía algunas lesiones internas, su cerebro no está respondiendo, es posible que tenga muerte cerebral- le susurra
Paulina aprieta los labios con fuerza y siente el ardor en los ojos, comienza a temblar
-Existe una esperanza? - titubea
-Si sigue con vida... quedará en estado vegetativo o, en el mejor de los casos, con daños cerebrales irreversibles y necesitará ayuda de por vida-
Paulina siente el dolor de ese puñal en su corazón, solloza y asiente con la cabeza
-Las dejaré solas- el médico esboza algo parecido a una sonrisa
Antes que se marche, Paulina lo detiene
-Disculpe... ammm... el bebé sobrevivió? -
-Perdón? ¿Bebé? La señorita Maldonado no estaba embarazada, es más tiene ligadas las trompas, lo descubrimos durante los estudios-
-Laura se había ligado las trompas? - el shock puede más que el dolor
El galeno se retira
Paulina se queda pensativa unos minutos antes de voltear hacia Laura
-Qué es lo que pretendías? -
Arauca – Venezuela
Santos y Bárbara llegan a las nuevas instalaciones de La Altamira, desde que atravesaron la pesada tranquera pudieron divisar las construcciones y no cabían en sí de su asombro
Las cuatro casas tienes estilos similares, pero detalles únicos que las vuelven tan distintas al mismo tiempo
-No puedo creerlo, esto es como un sueño hecho realidad- Santos sonríe como niño en dulcería
Bárbara se muerde los labios conteniendo las lágrimas mientras pasea la mirada por cada detalle de los nuevos edificios
-Esto es realmente increíble- logra susurrar
-y mi casa dónde está? - Rosita parece no entender
-Esta es ahora tu casa mi niña- Antonio se agacha hasta su altura
-Es como estar en otro país- la pequeña sonríe
-Santos, mi buen amigo- Gonzalo llega hasta ellos
-Gonzalo- Santos suspira
-Es bueno verte-
-Ey parece como si te molestara mi presencia- Gonzalo entrecierra los ojos
-No es eso, es solo que al verte volví a caer en la realidad-
-oh, te refieres a la fábrica, ¿verdad? -
-Sí, es que en serio no entiendo que fue lo que pasó-
-Tranquilo, Paulina y su comitiva acaban de llegar, porque no pasamos, nos ponemos cómodos y hablamos tranquilos- Gonzalo se acerca a Santos y le pone una mano en el hombro
Santos solo asiente con la cabeza
Dentro de la gran sala de la nueva Altamira
-Es tan reconfortante volver a encontrarnos todos aquí de nuevo- Paulina camina por la extensa sala con los brazos abiertos
-Nunca nos habíamos visto aquí Pauly- ríe Bárbara
-Es cierto, este lugar quedo como un palacio de cuentos, hasta mejor que mi mansión-
-Son diferentes estilos hija mía- Galiana no puede contenerse
-Es cierto- Paulina voltea a mirarlo y le sonríe con cariño
-Fernando, por qué no vas a jugar con Rosita, mientras nosotros hablamos cosas de grandes?- Dice Rafael a su hijo
-De acuerdo- asiente el niño con las manos en los bolsillos
-Vamos Rosita-
La pequeña corre entusiasmada y se aferra a la mano de su amigo para luego salir corriendo a las escaleras
- ¿Acaso no son una ternura consuegro? - Rafael abraza a Santos por los hombros, pero este se separa bruscamente
-Solo tienen 6 años, deja de inventar- responde con la mirada encendida de bronca
-Oh vamos! el centauro se puso celoso- Rafael sigue hablando en tono burlón
-En serio Santos... Sí... tienes razón, es una niña... pero crecerá, se creará su propia vida, no necesariamente la que tu sueñas para ella, por el simple hecho de que ella es una persona completamente diferente a ti y sus sueños no tienen porque coincidir con los tuyos- Rafael mira a Santos a los ojos con una seriedad que abruma al abogado
-Tu trabajo como padre será el de amarla, apoyarla y respetarla en todo lo que ella decida con su vida- Rafael apoya sus manos en los hombros de su amigo
-Las personas no son de tu pertenencia, no puedes controlar el destino, solo dar las mejores indicaciones y estar ahí en cada caída, demostrando cuanto te importan las personas que te rodean-
Barbara esboza una sonrisa y baja la mirada, Rafael tiene razón
Un silencio sepulcral se hace en la sala, hasta que Paulina, como siempre, rompe el hielo
-Qué tienes para nosotros Pedro?- dirige su mirada a su abogado y mentor
-Bien- Galiana se sienta y toma su portafolio, para sacar de allí una carpeta con varios folios sueltos
-Logré rastrear algunas de las cuentas de la fábrica y efectivamente se han hecho pagos millonarios a cuentas desconocidas-
-¿Desconocidas?- Gonzalo arruga el ceño
-Si, cuentas fantasmas, o como se llama en la jerga jurídica, de hombres de paja-
Gonzalo sigue sin entender, Fátima intenta ayudarlo
-Quiere decir que Alejandro movio el dinero a cuentas que estan a nombres de personas que no existen?-
-O no existen o están quebrados y no aparecen en los padrones económicos-
-Pero si una persona que está quebrada, de repente tiene una cuenta bancaria millonaria, es motivo de sospecha- Fátima abre los brazos como señal de que sus palabras son obvias
-No aparecen en los padrones, lo que significa que para el fisco están, literalmente, muertos, y no pierden su tiempo con ellos, por eso son los primeros en involucrarse en negocios turbios, como este-
-Hay alguna forma de rastrear donde esta todo el dinero?- Sebastían ya no puede contenerse
-Una parte sí, y de hecho lo están investigando, pero no todas las cuentas son limpias-
-Eso qué significa? - Santos se acomoda en el sillón
-Tengo entendido que para mover tales sumas es necesario la autorización de al menos, uno de los hermanos Luzardo. Hable con José María y no tenía ni idea de lo que le preguntaba y, como sabemos, Santos tampoco-
-y qué pasará con eso?- Paulina cruza las piernas y se acomoda mas cerca de su marido en el amplio sofá
-Pues, a la luz de que ni Santos, ni José, ni Sebastián, ni Rafael autorizaron tales transacciones, pero se hicieron desde la misma fábrica, hay un polizón en nuestra empresa-
-Eso es imposible, yo me he encargado de controlar todos los movimientos de los empleados de la fábrica y no vi nada sospechoso- Sebastián se pone tan nervioso que el sudor se nota por su camisa
-No puedes darte cuenta de algo que hacen precisamente para que no lo notes- Rafael intenta calmarlo
-Santos voy a necesitar de ti en la fábrica, para poder acceder a la base de datos y a los sistemas, para ver si puedo avanzar un poco más- Galiana se dirige a su colega
-Por supuesto, es más, vamos ahora mismo, mientras más rápido actuemos, mejores resultados obtendremos- Santos se pone de pie y toma sus anteojos de sol de la mesa
-Nunca mejor dicho, vamos- Sebastián y los demás hombres se encaminan a la salida.
Paulina centra su mirada en Bárbara, está callada, pálida, con la mirada perdida, como ausente
-Bárbara, ¿estás bien? - se acerca a ella
-Sí, solo que me habrá bajado la presión por el sueño- Bárbara sonríe restándole importancia al caso
-Fátima, podrías ir a ver si los niños están bien y de paso al volver me traes algo dulce de la cocina? - La mira con ternura
-Si no me pierdo, dalo por hecho- Fátima se retira hacia el jardín entendiendo el mensaje de la Doña
-Ahora si Bárbarita, estamos solas, me vas a decir qué te pasa?- Paulina se cruza de brazos
-Paulina... estoy embarazada- escupe Bárbara de golpe
Paulina se vuelve blanca del pánico y su rostro de desencaja
-q....q... qu...QUÉ??!!!-
Bárbara le entrega un sobre, con el sello de un laboratorio
Paulina lo toma con manos temblorosas y lo abre
Tras un par de minutos de silencio, que para Bárbara fueron una eternidad, el color regresa al rostro de la arquitecta
-Aquí dice que tienes unas cuatro o cinco semanas de gestación- Paulina suspira
-Este huracán comenzó hace poco más de un mes- Bárbara titubea
-El mes trae cuatro semanas, entonces...- Paulina se pone a hacer cuentas mentales
-Si el bebé tiene cuatro semanas, es de Santos, pero si tiene cinco...- Bárbara siente su corazón detenerse
-puede ser de Alejandro- aprieta los labios conteniendo las lágrimas
-Por el amor de Dios, Bárbara, no invoques a los demonios, ese bebé es de Santos, fruto de su reconciliación, al mejor estilo Luzardo Guiamaran- Paulina sonríe nerviosa
-Quisiera tener tu optimismo amiga, pero la realidad me pesa como un yunque-
-A ver, vamos a calmarnos, si te deja más tranquila, vamos a hacerle una prueba de ADN al bebé- Paulina se sienta en la mesa frente a una acongojada Bárbara
-Y si sale que no es de Santos? yo no podría tenerlo, ese bebé estaría maldito, no podría criarlo-
-A ver Bárbara, cálmate, no es el fin del mundo, te estás ahogando en un vaso de agua, el análisis es claro, el feto tiene cuatro semanas, aproximadamente cinco, de gestación, clarísimo, es de Santos- Paulina toma las manos de su amiga
-Creo que la mejor opción sera que aborte- Bárbara habla sin mirarla
-Pero acaso te volviste loca mujer!!- Grita Paulina al tiempo que se pone de pie de un salto. Sus ojos irradian su enojo y su cara poco a poco se vuelve roja
-En primer lugar, el bebé no tiene la culpa de nada, esa criatura no eligió que padres tener, simplemente existe, no tiene por qué cargar con las consecuencias de hechos que lo rozan por su pasado-
Bárbara la mira con el susto en el rostro, nunca había visto a Paulina enojarse de tal manera
-Segundo, si te practicas un aborto ahora, quedaras estéril para el resto de tu vida-
Bárbara desvía la mirada, Paulina dio en el clavo, la conoce muy bien
-y tercero, por qué condenar a muerte a un ser indefenso para que tu vivas tu vida sin remordimientos? -
-Paulina, sé que tienes razón, pero no puedo con esta incertidumbre y sé que no podré con la culpa-
-Perdón? creo que no oí bien, ¿la gran DOÑA BÁRBARA me dice que no puede vivir por la culpa? Definitivamente es la peor broma que has hecho en tu vida- Paulina se aleja hacia el bar y se sirve un vaso de whisky que toma de un solo sorbo
-Ya no soy la misma Pauli-
-Si vas a matar a un inocente, no has cambiado en nada-
-Paulina, ¿puedes ponerte en mis zapatos por una sola vez? - Bárbara suplica
-Me ves a mi devastada por criar sola a la hija de un hombre que solo jugó conmigo y me tiro a la basura cuando se cansó de mí? - Paulina la mira tan fijo a los ojos, que de sus pupilas parecen salir afiladas espadas
-Pero tú no estabas casada cuando tuviste a Rocío-
¿Escucharon eso?
Fue el corazón de Paulina romperse en mil añicos
-Jamás esperé algo así de ti, jamás, menos después de todo lo que hice por ti- Paulina intenta contener el llanto, pero no puede, y una lágrima se desliza por su mejilla
-Paulina, perdón, me pasé, realmente no pensé lo que decía- Bárbara se pone de pie e intenta llegar a su amiga... o ex amiga...
Paulina no la escucha y solo sale casi corriendo de la sala
-Paulina!!-
Fátima aparece con un postre en las manos
-Pasó algo? -
-Sí, que soy una completa idiota, no medí mis palabras y lastimé a mi mejor, única mejor amiga- Bárbara comienza a llorar, sintiendo su corazón latir cada vez más fuerte
-Tranquila, ya se le pasará. Mejor cómete este postre aquí, tranquila, que yo voy a buscarla para tratar de calmarla-
-Ojalá logres el milagro- solloza Bárbara
Fátima sale corriendo al patio, pero no encuentra a Paulina por ninguna parte
De pronto una idea le golpea la mente, quizás Paulina haya ido a la Poza de los Suspiros
Toma una camioneta y se dirige al lugar
Pero para su sorpresa, la arquitecta no está allí
Vuelve al pueblo y comienza a recorrerlo rincón por rincón, pero no la encuentra
Con un nudo en la boca del estómago decide regresar a Altamira
Le pregunta a los peones y María Nieves le dice que vio a Paulina caminar hacia la antigua capilla
¿Capilla? ¿Qué Capilla?
Al llegar Fátima queda helada
Una pequeña capilla ya cubierta de una tupida enredadera se yergue imponente, como desafiando el paso del tiempo
Se acerca, aunque con mucho miedo, y logra leer en la vieja lápida de bronce
"Aquí descansan el fundador de Altamira, Don Evaristo Luzardo, su hijo, el Gran Patrón Don José Luzardo y su nieto Félix Luzardo Vergel"
-Desde cuando esto está aquí? - se pregunta a si misma
Se aleja caminando despacio, pero a paso seguro, al llegar a uno de los corrales, al fin ve a Paulina apoyada sobre el madero viendo a una vaca amantando a su ternero
-Con qué aquí estás- Fátima se alegra
-Déjame sola- murmura Paulina
-Te he estado buscando por todos lados, necesito hablar contigo- Fátima hace oídos sordos y se acerca más a la empresaria
-Nunca pensé que Bárbara fuera capaz de lastimarme de esa manera- Paulina sigue sin mirarla
-Es Doña Bárbara, nunca va a cambiar, a esa fiera le encanta ver el sufrimiento en los demás-
-Pero pensé que era mi amiga-
-Lo es, tú eres la persona más importante en su vida, me atrevo a decir que aún mas que el mismísimo Santos-Fátima se muestra entusiasmada
Paulina mantiene el silencio
-Paulina escucha, Bárbara es una persona que ha sufrido mucho en la vida y por eso desarrollo esa egolatría, ese narcisismo que la hace fría y desagradable, casi déspota. Pero en el fondo es una persona muy dulce y amable, con un corazón gigante y con mucho amor para dar, solo que no ha encontrado las personas, según ella, merecedoras de dicho amor. Por eso a veces se comporta otra vez así, egocéntrica y desinteresada del sufrimiento ajeno, pero cuando se da cuenta de quién es su destinatario, sabe retractarse y es capaz de lo que sea con tal de ver a esa persona bien. - Hace una pausa para tomar aire
-Ya viste lo que fue capaz de hacer por Santos y su hija Marisela, imagínate lo que puede ser capaz de hacer por ti, que eres su ángel guardián-
-Ella no tiene idea del sufrimiento que yo callo- Paulina habla sin mirarla con la voz quebrada
-Por supuesto que lo sabe, y le importa, pero cuando algo se le mete en la cabeza, no hay mazo que la haga cambiar de parecer-
Paulina le dedica una mirada desconfiada por el rabillo del ojo, para luego volver a centrarse en los animales
-Paulina, a ti te parece que, si no le importaras, ¿me hubiera mandado a buscarte para fastidiarte? Claro que no, ella está realmente mal y necesita pedirte una disculpa-
-Pues que se la trague- Escupe Paulina
-Pero que eres terca y orgullosa, Rafael sí que te conoce- Fátima habla sin pensar
-Qué tienes que ver tú con Rafael? - Paulina se voltea a ella
-Nada, solo que estuve en un par de almuerzos de negocios con Seba y Rafael, y allí él nos contó un par de veces que estaba buscando la forma de contentarte, porque de lo orgullosa, eras una cabeza dura y tenía que hacer un trabajo duro y persistente para que lo perdones-
-A qué te refieres? - Paulina ya la mira con algo de enojo
-Creo que metí la pata- Fátima entra en pánico
-Viniste con ganas de hablar, ahora habla y dime que es lo que le tengo que perdonar a Rafael- Paulina se pone firme y cruza los brazos
-Yo vine a hablar de Bárbara, no me cambies el tema- Fátima busca la manera de huir
-La que cambio el tema fuiste tú, blanca palomita-
-Está bien, no entró en detalle, tanta confianza no nos tiene, pero si nos contaba que habían discutido y nos pedía opiniones para sorprenderte-
-Buena jugada Llorente-
-Oh vaya te acuerdas mi apellido-
-Tengo muy buena memoria palomita- Paulina sonría y levanta las cejas
-Pero al menos ya te saqué una sonrisa-
Paulina solo la mira y menea la cabeza
-Vamos, regresemos a la casa, que el calor me está matando-
-Es verano, que puedes esperar? -
-Odio el verano, volvamos al señor aire acondicionado-
Paulina sonríe y mueve la cabeza
-Vamos gaviota-
-Gaviota? -
-Tú me dices paloma, yo te digo gaviota- Fátima ríe mientras se encamina a la casa
Paulina finalmente decide regresar
En la noche
En la habitación de Paulina y Rafael
-Se puede saber qué rayos pasó? La cena fue lo más incómodo que he vivido- se queja Rafael mientras se quita la ropa para acostarse
-Bárbara y yo tuvimos una pelea- Paulina habla sin mirarlo, mientras se cepilla su largo cabello
-Bárbara y tú? Eso sí, no me lo creo-
-pues te conviene creerlo, la Doña sacó las garras de gatita para amenazar a una leona-
-Creo que exageras amor-
-Yo nunca exagero- Paulina se pone delante de él y deja caer su bata, quedando completamente desnuda
Rafael traga saliva nervioso
En la nueva habitación BarSan
-Estas seguro que así podrán descubrir al polizón? – Bárbara abre la puerta de la recámara e ingresa, seguida de Santos
-Ya no puedo estar seguro de nada- Santos se quita la camisa y la arroja con fuerza hacia la silla, para luego sentarse en el borde la cama y tomarse la cabeza con ambas manos
-Tranquilo amor, vamos a salir de ésta- ella se le acerca y acaricia suavemente su cabello, lo toma del rostro, le da un beso en la frente y él deja que ella lo apoye sobre su pecho
-Lo siento tanto amor, todo esto está pasando por mi culpa- la voz de Bárbara es suave, mientras acaricia el cabello de Santos
-Sé que debería decir "no te preocupes fiera, no fue tu culpa, tu no podías saberlo" y etc...- Santos se separa de ella y se pone de pie, al tiempo que busca su pijama
Voltea hacia su esposa
-Pero me temo que sí es tu culpa Bárbara- la voz de Santos es firme, pero en tono suave
Ella lo mira sorprendida, pero calmada
-En primer lugar, huir no es la mejor forma de solucionar los problemas, el tiempo quizás nos hace recapacitar, pero la distancia solo logra germinar la semilla y transformarla en un bosque-
Bárbara, desvía la mirada, la conversación tan temida llegó
-Bárbara, lo único que has logrado durante este año que te alejaste de aquí, fue hacer sufrir a Rosa. Es una niña, necesita de su familia unida, de sus amigos. Ella nació aquí, aunque pese, es una niña de campo y así va a crecer, en el futuro ella decidirá qué hacer con su vida, pero por ahora, su lugar está aquí, en Altamira- Santos siente que está regañando a una niña pequeña.
Bárbara está inmóvil, con la mirada clavada en el piso
-Segundo, cortar todo tipo de comunicación, como si de repente todos hubiéramos muerto para ti, fue tu peor decisión, eres mi esposa y Rosa es mi hija, y yo tengo todo el derecho del mundo de saber de ustedes, cuidarlas y ayudarlas. Así no quieras tener una relación íntima conmigo, creo que al menos una buena comunicación es necesaria, como las dos personas adultas que somos-
Bárbara traga saliva nerviosa y asiente con la cabeza, pero sin levantar la mirada
-Tercero, por más venganza que buscaras contra mí, no debiste darle tanta confianza a Alejandro. Era bueno contigo, lo entiendo, fue un buen madero sobre el que supiste apoyarte, lo entiendo y lo respeto, quizás él te entendió como yo no pude hacerlo. Pero de todos modos no debiste ser tan abierta con él y tenerle tanta confianza- Santos lucha para mantener la calma, cuando ya siente el peso en el pecho
-Bárbara, no lo conocías bien, sabías lo que él te contaba, nunca lo viste con tus propios ojos, pero le diste tal confianza, al punto de dejarle a nuestra hija, de solo 4 años, a solas con él, a merced de un monstruo que solo quería envenenarla en mi contra- El tono de voz de Santos sube, por lo que él elige callar un momento para contenerse
-Cómo no pudiste darte cuenta que Alejandro revisaba tu computadora? Por qué le dabas tanta libertad en tu vida? Todavía no me cabe en la cabeza- Santos se altera, pero no quiere discutir, por ende, va al baño a lavarse la cara y los dientes
Bárbara lleva sus manos a su vientre y se sienta en la cama
Quiere decirle a su marido que está embarazada, pero la duda de que pueda ser de ese monstruo de Alejandro, la aterra y la paraliza
Santos vuelve del baño
-Bárbara, no quiero pelearme contigo, honestamente estoy harto de esa relación casi infantil que llevamos. Estamos más que bien y luego cualquier tontería y ya parecemos perros y gatos-
Bárbara larga un largo suspiro
-Quiero que hablemos, que pongamos todas las cartas sobre la mesa, que nos digamos todo de frente, que no haya más secretos entre nosotros. Si no lo quieres hacer por el amor que nos tenemos, al menos hazlo por la hija que tenemos, ella no merece vivir en la incertidumbre, de que un día a su mamá le va a saltar la térmica y su vida va a cambiar de nuevo, pero como ella no quiere- se acerca a Bárbara y le pone las manos en los hombros
-Bárbara, mírame-
Ella levanta la vista y la clava en los cristalinos ojos de él
Santos está tranquilo y habla desde su corazón
-Escucha, vamos a salir de esta juntos, pero por el amor de Dios, por Rosita, prométeme que ya no habrá secretos entre nosotros, que ya no volverás a tomar esas decisiones drásticas de solucionarlo todo dando el portazo, prométeme que seremos dos, codo a codo, no cada uno por su lado, intentando congeniar con el otro-
Esos segundos de silencios, pudieron parecer eternos, pero de alguna manera, eran necesarios
-Te lo prometo- finalmente Bárbara deja escapar las palabras
-Te tomo la palabra- Santos se agacha y la besa en la cabeza
-Vamos a dormir, mañana nos espera un día muy largo y pesado-
Bárbara esboza una sonrisa
Se pone de pie y comienza a cambiarse la ropa, mientras Santos se acuesta en la enorme y mullida cama
Unos días después
-A veces me pareces más poderoso que el mismo Superman- se sorprende Paulina mientras ingresa a la sala de la Barquereña, seguida de su abogado Pedro Galiana
-Es la experiencia mi niña, son mis años de trabajo, los contactos que logré y la experiencia que gané- el abogado se siente alagado
-Pero es que eres el mejor, puedes resolver absolutamente todo- Paulina se sirve un vaso de aguardiente y se sienta en el sillón.
-Bueno, seamos sinceros, el tipo se delató solo, parece que no es para nada bueno bajo presión- sonríe Galiana
-Eso es cierto, también, quien puede trabajar tranquilo bajo la dirección de dos lobos feroces como Rafael Montesinos y Santos Luzardo-
Ambos ríen
-Lo más importante es que ya descubrimos la verdad sobre la fuga de dinero de la fábrica, ya rastreamos las cuentas y con ayuda de la Interpol, podremos recuperar gran parte del dinero- Galiana se sienta en el sillón frente a Paulina
-Lo más más importante, es que los acreedores entendieron la situación y levantaron la solicitud de concurso preventivo, ahora es cuestión de tiempo para que eso se acomode- Paulina termina su bebida
-Así es hija mía, un problema menos- el abogado se acomoda en su lugar
-Pero me temo que no me trajiste a la Barquereña solo para mostrarme el lugar-
-Cielos, que me conoces bien Pedro- Paulina sonríe y menea la cabeza
-Básicamente te crie como a una hija, por la estrechísima relación que tuve con tu padre. Así que para mí eres como un libro abierto, puedo leerte sin esfuerzos-
-Y no te imaginas como me alegra eso- Paulina se incorpora en el sofá y se acerca a Galiana
-Ahora tenemos un problema más grave-
-y ahora qué Paulina? – Bufa Galiana
-Bárbara está embarazada-
- De nuevo? Vaya, ese si qué es una buena noticia. Pero... ¿cuál es el problema? -
-El problema es que ella no está segura de quien es el padre de ese bebé-
-Pero tú sí lo sabes- Galiana levanta una ceja
-Intuyo que es de Santos, pero Bárbara me dio tantas vueltas que ahora me entró la duda-
-y que quieres hacer Pauli? –
-Tenemos que buscar la excusa perfecta para llevárnosla a San Fernando, para hacerle una prueba de ADN al bebé-
-Pero es muy pequeño todavía. ¿No es muy riesgoso? –
- El riesgo existe, pero la prueba se hace al cordón umbilical, no al feto-
-y tú crees que en San Fernando se lo podrán hacer? –
-Ya averigüé todo, hasta ya tengo el turno, solo me falta el motivo para llevarme a Bárbara mínimo dos días-
-De tal palo tal astilla, eres tan eficiente como tu padre, Dios lo tenga en la Gloria-
-Gracias- las mejillas de Paulina se tornan un poco rosadas por el cumplido
-Déjame pensar-
-El tema es que Santos está muy alerta y un poco a la defensiva por toda la situación que pasamos, y no se comerá cualquier cuento-
-y si le decimos que tenemos una orden de la policía para que Bárbara declare sobre lo ocurrido con Alejandro y lleve su computadora para que la revisen los expertos? -
-Él querrá ir, para escuchar la declaración de Bárbara-
-Eso déjamelo a mí- Galiana le guiña un ojo
-Eres un genio- Paulina se alegra
Ella se levanta para servirse otro trago
-Paulina-
-Sí- ella voltea hacia el letrado
-Creo que es momento de hablar de Laura-
Paulina vuelve a sentarse
-Es que todavía no lo asimilo-
-Será difícil, pero créeme que tomaste la mejor decisión, tenía muerte cerebral, mantener su cuerpo con vida era en vano, sabiendo que jamás despertaría. Debes estar tranquila hija, desconectarla fue la mejor decisión-
-Hubiera preferido no ser yo la que tomara esa decisión. Hubiera preferido que nada de eso pasara-
-Lo sé, pero Laura era una caja de Pandoras, te adoraba y te idolatraba, pero su lado rebelde siempre pudo más. Hiciste lo mejor por ella desde que la conociste, tú la ayudaste a salir adelante, tú la transformaste en la mujer que era, pero nunca pudiste con esa rebeldía casi adolescente, y finalmente te resignaste-
-Nunca creí que fueras capaz de algo tan horrible. Pedro, se había ligado las trompas y yo ni enterada- Los ojos de Paulina se vuelven rojos
-Entonces todo lo del embarazo de Santos era mentira-
-Una cruel mentira para separarlo de Bárbara definitivamente-
-Pero por qué Laura se encaprichó tanto con Santos? -
-Lo único que puedo pensar es en la fortuna Luzardo, porque dudo que sea una segunda Marisela-
-Pero Laura nunca fue tan ambiciosa-
-Quizás Alejandro le lavó el cerebro-
-No se puede esperar nada bueno de los Molto, gracias al cielo, ya están muertos-
-Pero su cártel todavía no fue desmantelado por completo, lamentablemente seguirán haciendo daño, aún desde la tumba-
-Es cuestión de tiempo, no creo que tarde mucho en caer- Galiana se alegra
-Por todas las víctimas del narcotráfico, espero que Dios te oiga-
-Otra vez te estás yendo del tema Paulina, tienes que dejar ir a Laura, no puedes cargar con esa culpa el resto de tu vida-
-Aunque no me creas, no tengo tanta culpa, me duele porque prácticamente era mi hermana y yo la quería muchísimo, pero siempre busqué lo mejor para ella, y creo que la muerte era el único camino, si hubiera llegado a sobrevivir, ¿quién iba a hacerse cargo de ella? Considerando además que nunca despertaría-
-Pero Laura no murió del todo, por así decirlo, sigue viviendo en las personas que recibieron sus órganos- Galiana intenta animarla
-Esa es la parte reconfortante de todo esto, saber que varias personas salvaron sus vidas y pueden seguir adelante con sus sueños y sus familias, gracias a los órganos de mi hermana del corazón-
-Piénsalo así siempre Paulina. Tú siempre hiciste las cosas bien, pero el destino te jugó una muy mala pasada-
-Y parece seguir empeñado en hacerme la vida negra- Paulina suspira
-Y ahora qué hija mía- Galiana mueve la cabeza en señal de desaprobación y se recuesta en el sillón
- Pasa que Bárbara me dijo que, si el bebé que espera no es de Santos, está decidida a abortar, y no puedo hacerla cambiar de parecer-
-Eso no pasará-
-Quiero convencerme que el bebé es de Santos, pero la duda me corroe y cada vez lo resisto menos, encima con ella y sus nervios, me saca de mis casillas- Paulina gesticula con las manos, cosa que al abogado le causa mucha gracia
Luego de unos minutos de un calmo silencio
-Regresemos a Altamira Pauli, casi es hora de la cena y tengo que hablar con el tronco, digo, con Santos Luzardo-
Paulina rompe en una carcajada
-Esa es la Paulina que me gusta, eres un ángel hija, nunca creas quien te diga lo contrario-
Paulina se levanta y se funde en un fuerte abrazo con su abogado
En la noche después de la cena
Galiana y Santos se reúnen en el despacho de Altamira
-Santos, sabes que esta investigación será un proceso largo- Pedro intenta romper el hielo
-Soy más que consiente de ello- Santos se acomoda en el sillón detrás del escritorio
-Café don Galiana? –
-No, gracias. Que después no puedo conciliar el sueño-
Santos sonríe
-Qué tenía que decirme doctor? –
-Santos, recibí un email de la policía que lleva adelante la investigación de Alejandro y piden la declaración de Bárbara-
-Pero ella ya dijo todo lo que sabía sobre ese idiota-
-No, Alejandro era líder de uno de los cárteles de droga más importantes de Latinoamérica, y Bárbara fue su última pareja, por eso quieren hablar con ella, a ver si por esas cosas encuentran una punta del ovillo, para terminar de desmantelar el cártel de los Molto-
-Pero eso es demasiado peligroso-
-Bárbara es testigo protegido, nunca se van a enterar que ella habló-
Santos se lleva la mano a la boca y pasea la mirada por el amplio despacho, pensativo
-Santos, sé que te preocupas, y estás en todo tu derecho, pero es realmente necesario, además necesitan la computadora de Bárbara para el careo-
-Lo entiendo, pero me preocupa mucho Bárbara, son narcos Pedro, y con eso no se juega-
-Santos, yo la voy a acompañar, también irá Paulina y Cecilia, en la ciudad tendremos custodia policial, créeme el cártel jamás se enterará. Están haciendo las cosas bien, hasta ahora nadie sospecha nada ¿por qué creer que justo cuando va Bárbara, será diferente? No Santos, tranquilo, todo saldrá más que bien y en máximo dos días estamos de regreso-
-Sé que puedo confiar en ti-
-Por supuesto que sí-
-De acuerdo, pero si en dos días no regresan, yo voy a buscarla- Santos accede, aunque no de muy buena gana
-Quédate tranquilo hombre, pasado mañana estamos aquí-
En la mañana siguiente
En el bongo camino a San Fernando
Cecilia se reacomoda en su lugar por enésima vez
-Tranquila tía, nada malo va a pasar- Paulina intenta animarla
-Todo lo que tenga que ver con la policía y ese tipo... Alejandro, me pone más que nerviosa-
-Tranquila, cuando lleguemos yo le explico todo- Galiana le pone una mano en el hombre
Cecilia levanta una ceja intrigada, sospecha que otra vez ha sido engañada
En la Clínica
-Se puede saber qué hacemos aquí? - Cecilia detiene a Paulina tomándola del brazo
-Parece que Bárbara está nuevamente embarazada, vinimos a corroborarlo y descartar otras hipótesis- Paulina sonríe inocente
Cecilia la mira con los ojos entrecerrados
-Y qué te costaba decirme la verdad? -
-En realidad no te mentimos, Pedro llevó la laptop de Bárbara para que los expertos de la Interpol la revisen, pero, además, Bárbara y yo quisimos aprovechar el viaje-
-y yo que guitarra toco? - El enojo se cuela por las palabras de Cecilia
-Era lo único que convencería a Santos para que no venga él- Paulina fuerza una sonrisa, como implorando compasión
Cecilia solo respira profundo
Unas largas horas después
-348 azulejos tiene la pared, desde la escalera hasta terapia intensiva- dice Paulina al tiempo que se sienta en la dura silla de la sala de espera
-yo ya me siento recepcionista de este hospital, indicando consultorios. ¿Por qué Bárbara se demora tanto? - Cecilia camina por la sala con los brazos cruzados
En ese instante una enfermera ingresa
-Guaimaran de Luzardo-
-Si- dicen ambas mujeres a coro
-Pasaron a la paciente a una sala común hasta que se recupere del sedante que se le suministró para poder realizarle las pruebas, posiblemente en un par de horas ya podrá irse de la clínica-
-Vaya, muchísimas gracias- dice Cecilia con expresión sorprendida
En la habitación de Bárbara, unas horas después
Ingresa un enfermero
-Señora va a cenar? -
-Sí, por favor, muero de hambre- se queja Bárbara
El enfermero solo asiente con la cabeza y se retira
-Te dijeron algo durante los estudios? - dice Cecilia sentada al lado de la cama de Bárbara
-Pues... no estoy tan mal...pero me encontraron algunas cositas, como gastroenteritis y una alergia que no sabía que tenía-
-Oh vaya- Paulina abre los ojos sorprendida
- Pero... estás embarazada otra vez o no? - Cecilia se impacienta
-Me lo dirán mañana cuando tengan los resultados de los análisis de sangre-
El mismo enfermero regresa con una bandeja con la cena
-Gracias- Bárbara se entusiasma
-Comida de hospital, no esperes mucho- Paulina se encoje de hombros
-Cuando hay hambre, hasta las piedras saben ricas- contesta Bárbara llevándose un bocado de pollo con puré a la boca
Paulina y Cecilia se preparaban para pasar la noche en la clínica y buscaban la manera de dormir lo más cómodas posible, cuando una enfermera ingresa
-Señora Luzardo, está de alta, ya puede irse a su casa-
-Gracias al cielo- Agradecieron las tres
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La duda sobre los resultados del análisis de ADN se apodera de Bárbara y no puede conciliar el sueño
Camina por la habitación del hotel intentando no despertar a nadie
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En la mañana siguiente
Bárbara casi corre al mostrador de la clínica y toma el sobre de los resultados con ambas manos
Llega a la cafetería donde la espera Paulina, aún asombrada de como convenció a Cecilia de que se quedase en el hotel
Bárbara se sienta y mira el sobre, sin sentirse con las fuerzas suficientes para abrirlo
Finalmente, se lo entrega a su amiga
-Hazlo tú, yo no puedo más- suplica
Paulina toma el sobre con manos temblorosas, saca la hoja donde dice los resultados y los lee con la mirada
Respira profundo
-Bárbara... el papá de tu bebé es... -
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Continuará